Esto lo escribe hace mas de 2 años y es un articulo con buena informacion, aunque no era muy bueno para escribir en aquella epoca...
EL SUPUESTO CANON ALEJANDRINO
Esta teoría es sostenida por los romanistas y no tanto por su deseo de ser congruentes con la historia sino porque es necesaria como argumento para sostener la canocidad de los libros apócrifos, obviamente si fuera lo primero no sostendrían esta absurda teoría.
Por ejemplo veamos algunos ejemplos:
“Todas las evidencias apuntan a que entre los judíos existió un doble canon. El canon breve de los judíos de Palestina, que no contenía los libros Deuterocanónicos, y el canon amplio de los judíos alejandrinos, que comprendía los libros Deuterocanónicos.”
Hasley Morales, Acerca de los deuterocanocios,
www.************************
“La primera lista con 47 libros era la llamada versión de los 70 ó canon Alejandrino; El otro canon tenía menos libros pues era de 39 y se le conocía como canon hebreo ó palestinense.”
Martin Zavala, www.apostoles.org
Aunque los judíos helenistas usaban la Septuaginta ampliada, es carente de evidencia histórica que tuvieran un canon diferente al de los Judíos de Palestina, además es absurdo que tuvieran un canon diferente que al que tenían en el centro religioso de los Judíos a nivel mundial que era Palestina.
Esta comprobadicimo que estos libros nunca formaron parte del canon judío, el cual fue normativo para S. Pablo y lo es para nosotros. No existe, además ningún ejemplar del A.T. editado por los judíos helenistas en que a los apócrifos se les considere como libros canónicos.
Tenemos los escritos de Filón de Alejandría (que vivió en el primer siglo d. de J.C.,). Si bien cita frecuentemente de los libros Canónicos de “Canon Palestino”, no cita ni una sola vez de los libros apócrifos. Esto es imposible de reconciliar con la teoría de un Canon Alejandrino mayor, a menos que, por ventura, algunos judíos alejandrinos no aceptaran el Canon Alejandrino y otros si.
Aun la misma enciclopedia católica confirma este hecho:
“Pero aún Filón, aunque denota cierta familiaridad con la literatura deutero, nunca la cita en sus voluminosos escritos. Cierto que son varios los libros del canon hebreo que él no utiliza, pero se puede suponer naturalmente que si él hubiese considerado las obras adicionales como si estuvieran en el mismo plano que las otras, no hubiera dejado de citar una obra tan estimulante y agradable como es el libro de la Sabiduría.”
Enciclopedia Catolica, George J. Reid
También tenemos las pruebas que nos brinda Josefo en decirnos como los judíos solo tenían un solo canon autorizado, y con respecto al supuesto canon alejandrino no menciona nada ya que este jamás existió, veamos:
Josefo de Jerusalén, en su obra contra Apion, dice: esta significativa declaración: “Desde Artajerjes (sucesor de Jerces) hasta nuestro tiempo, todo a sido registrado, pero no se ha considerado merecedor de igual crédito a lo que le precedió, porque ceso la exacta sucesión de los profetas. Pero es evidente, por nuestra conducta, la fe que hemos depositado en nuestros escritos; pues a pesar de haber pasado tanto tiempo, nadie se ha atrevido a añadir nada a ellos, ni a quitarles nada, ni alterar nada de ellos”(1.
De estas declaraciones sacamos 2 puntos importantes:
1) No se compusieron mas escritos canónicos desde el reino de Artajerjes, el hijo de Jerjes (464-424 a. de J.C.,) es decir desde la época de Malaquias.
2) No se incluyo ningún material adicional en los 22 libros canónicos durante los siglos intermedios (es decir, desde 425 a. de J.C., a 90 d. de J.C.,)
Cierto que Josefo también alude a material apócrifo (1 Esdras no aceptado por Roma, y 1 Macabeos) pero en vista de su declaración ya citada, es evidente que los utilizaba meramente como una fuente histórica y no como libros divinamente inspirados.
Aun hay mas pruebas de que los judíos de todas partes no consideraban a los libros apócrifos como dignos del canon:
Tosefta Yadaim, 3:5 dice: “El evangelio y los escritos de los herejes nos contaminan las manos; los libros de Ben Sirac y cualesquiera otros libros que hayan sido escritos desde su tiempo no son canónicos”.
El talmud Babilonico, Tratado “Sanedrín” VII-VIII, 24: Después de los últimos profetas Hageo, Zacariaz, y Malaquias, el Espiritu santo se aparto de Israel.
Por experiencia e visto que cuando un romanista por desesperación ve que en los judíos no hay argumentos que lo ayuden, siempre dicen algo parecido: “Porque darle autoridad a ellos, si la iglesia es la única que puede poner el canon” o cosas por el estilo, lo cual se me hace bastante irónico ya que ellos mismo se apoyan en los judíos de Alejandría para tratar de sostener el supuesto canon histórico.
Creo que es bueno darle una respuesta como la dio Fernando D. Saravy:
¿Por qué, diría yo, dar autoridad a los judíos de la diáspora por encima de los de Judea?
Pero aun hay mas, en estos extractos los tome de Fernando D. Saravy ya que aunque tengo la Enciclopedia Britanica me parecio un poco tedioso trascribir del libro a mi computadora ya cuando esto se encontraba en un escrito de dicho autor:
El canon Alejandrino
El Antiguo Testamento, tal como ha venido en traducción griega de los judíos de Alejandría por vía de la Iglesia Cristiana difiere en muchos aspectos de las Escrituras hebreas. Los libros de la segunda y tercera divisiones [Trad., Profetas y Escritos] han sido redistribuidos y dispuestos según categorías de literatura – historia, poesía, sabiduría y profecía. Ester y Daniel contienen materiales suplementarios, y muchos libros no canónicos, sea de origen hebreo o griego, se han entremezclado con las obras canónicas. Estos escritos extracanónicos comprenden I Esdras, la Sabiduría de Salomón, Eclesiástico (ben Sirá), adiciones a Ester, Judit, Tobit, Baruc, la carta de Jeremías, y adiciones a Daniel, como se enumeran en el manuscritos conocido como Codez Vaticanus. (ca. 350 E.C.). La secuencia de los libros varía, empero, en los manuscritos y en las listas sinódicas y patrísticas de las Iglesias occidentales y orientales, algunas de las cuales incluyen también otros libros, como I y II Macabeos.
Debiera notarse que el contenido y la forma del inferido canon judío alejandrino original no puede no puede ser determinado con certeza porque todas las Biblias griegas existentes son de origen cristiano. Los mismos judíos de Alejandría pueden haber extendido el canon que recibieron de Palestina, o ellos pueden haber heredado sus tradiciones de círculos palestinos en los cuales los libros adicionales habían ya sido considerados como canónicos. Es igualmente posible que las adiciones a las Escrituras hebreas sean de origen cristiano.
Algunos romanistas llegan hasta los extremos de decir que los judíos tenían múltiples cánones, como José Migue usuario de esta pagina, pero estas suposiciones sin evidencia histórica son muy bien refutadas por Fernando D. Saravy en www.conocereislaverdad.org
Como dicen los apologistas romanos que los apóstoles y Jesús consideraban el canon alejandrino como autoritativo, ¿y las evidencias?, pero esta teoria no tiene ni una prueba a favor y si muchas en contra. Veamos por ejemplo:
“Lucas 11:51 (también Mateo 23:35): desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías”. Jesús confirma aquí su testimonio respecto de todo el canon del Antiguo Testamento hebreo. Abel, como todos saben, fue el primer mártir (Génesis 4: . Zacarías es el ultimo mártir que se menciona (de acuerdo al orden del Antiguo Testamento hebreo), si quieren vuelva a revisar arriba los libros del Canon hebreo.
Génesis era el primer libro del canon hebreo y Crónicas era el ultimo del canon hebreo. Jesús dijo básicamente “desde Génesis hasta Crónicas”, o, de acuerdo a nuestro orden, “desde Génesis hasta Malaquias.”
Algunos romanistas no queriendo aceptar este hecho dicen que Jesús no hablaba del canon directamente, pero la verdad es que Jesús toma de referencia al canon judio cuando esta hablando y no toma el canon alejandrino de mayor autoridad según roma.
Una evidencia adicional de lo dicho proviene del hecho de en que los grandes unciales Sinaítico (Alef, siglo IV) y Alejandrino (A, siglo V) que contienen libros de los Macabeos, éstos se encuentran después de Crónicas. Por tanto, si Jesús hubiera admitido el supuesto canon alejandrino (con deuterocanónicos) los últimos mártires, tanto cronológicamente como según el orden de los libros, hubiesen sido los héroes macabeos como Judas o Jonatán.
Fernando D. Saravy en www.conocereislaverdad.org
Ya para terminar esta parte del escrito quiero recomendar algunos libros, que el lector estudioso se preocupara de leerlos, para una refutacion a la critica radical romana en el sentido de que algunos libros canonicos del AT fueron escritos después de Artajerjes, consulten las obras de introducción al AT de autores tales como Edgar J. Young, R. K. Harrison, Gleason L. Archer y las excelentes monografías-comentarios de la Tyndale Press de Londres
SUPUESTAS CITAS EN EL NT DE LOS LIBROS DEUTEROCANONICOS
Antes de empezar a dar una refutación formal creo que es necesario ver que es lo que dicen los romanistas al respecto, el ejemplo siguiente es de un apologista romano donde habla de las objeciones protestantes y respuestas romanas a favor de los deuterocanónicos:
Objeción #2
“Los libros apócrifos no son citados nunca por el Señor ni por sus apóstoles en el Nuevo Testamento”
Respuesta:
No es cierto, pero antes que nada, hay que saber diferenciar entre las formas de hacer referencia al Antiguo Testamento que usaron los autores del Nuevo Testamento. Primero tenemos las referencias directas, que generalmente usan la forma “para que se cumpliera lo que estaba escrito” o simplemente “como está escrito”; y las indirectas, que carecen de dicha fórmula. Aquí hay algunos ejemplos de referencias indirectas hechas a los libros Deuterocanónicos en el Nuevo Testamento:
Acerca de los libros deuterocanónicos, por Hasley Morales en www.************************ y www.luxdomini.com
Después de esto el autor da una lista de textos donde supuestamente se cita a los deuterocanónicos y con eso según el es prueba suficiente de que los apóstoles los consideraban canónicos.
La lista la veremos después, lo primero es que quiero enfocarme en los errores de este escrito que refleja el pensamiento de la mayoria de los apologistas catolicos y laicos con algun conocimiento sobre el tema.
En primer lugar la objeción dice que jamas en el nt se han citado los deuterocanónicos a lo que la respuesta romana es un “no es cierto”, diciendo que la aseveración protestante es falsa, pero lo que no se da cuenta el autor y otras personas con su pensamiento es que son refutados por la misma erudición de su iglesia, veamos:
los libros apócrifos no son citados nunca por el Señor ni por sus apóstoles en el N.T. según reconoce el Diccionario de la Biblia de Herder (católico), artículo: Canon del A.T., p. 269.
Pero el autor cae en mas contradicciones, dice que la objeción protestante es falsa pero después le da la razón, habla de referencias directas e indirectas, el esta de acuerdo en que no hay referencias directas(citados) que curiosamente es lo que afirma la objeción protestante.
Pero el punto de vista Romano es insostenible y debil:
En conjunto hay alrededor de 250 citas directas del canon hebreo del Antiguo Testamento en el Nuevo (las alusiones alcanzan 10 veces más). Sin embargo, ningún libro apócrifo/deuterocanónico se cita siquiera una vez como Escritura. Consideradas por título, se citan el 80% de los pertenecientes al canon hebreo, cifra que asciende a 90% si se consideran por rollo. Valores harto significativos comparados con el 0% de los deuterocanónicos/ apócrifos.
Fernando D. Saravy, www.conocereislaverdad.org
Entonces nos preguntamos ¿De que evidencia parten para afirmar que los apóstoles consideraban a estos libros como canónicos?
Se argumenta que los autores del NT hacen alusiones a tales libros, pero esta afirmación tiene 2 problemas serios:
1. Comprobar que realmente la alusión se refiera a un libro deuterocanonico.
2. Los escritores del Nuevo Testamento pueden aludir a los apócrifos, pero nunca los citan como inspirados ni dan el menor indicio de que ninguno de esos libros los sea.
A continuación voy a poner parte de un debate que tuve con una persona del foro, en especial con respecto a que en Hebreos se alude a Macabeos:
Los escritores del Nuevo Testamento pueden aludir a los apócrifos, pero nunca los citan como inspirados ni dan el menor indicio de que ninguno de esos libros los sea.
"las mujeres recibieron a sus muertos por la resurrección. Algunos fueron torturados, rehusando aceptar ser liberados, para poder levantarse nuevamente a una vida mejor"
(Heb 11, 35).
Pero la parte de la que hace gala Chichana38 con lo que según ella acaba con toda mi argumentación con un solo texto es esta:
“Algunos fueron torturados, rehusando aceptar ser liberados, para poder levantarse nuevamente a una vida mejor.”
En esta parte de la cita es claro que hace referencia al periodo Macabeo, periodo muy conocido por los judíos que fue durante la primea parte del siglo segundo antes de Cristo. Un anciano escriba de casi noventa de edad llamado Eleazar fue puesto en el potro del tormento y sufrió golpes que le llevaron a la muerte.
Eleazar dijo:’El señor, que posee la ciencia santa, sabe bien que, pudiendo librarme de la muerte, soporto flagelado en mi cuerpo recios dolores, pero en mi alma lo sufro con gusto por temor a el”(2 Mac. 6:30).
En este mismo periodo siete hermanos y su madre fueron torturados por el rey Antioco Epifanes. Fueron matados uno tras otro. Un tema que se repite durante este terrible relato es que los mártires creían en “la renovación eterna de la vida” (2 Mac. 7:9).
El énfasis del autor de hebreos es claro, es enseñar que estos mártires murieron a causa de su fe ya que estos relatos eran bien conocidos por los judíos.
Pero como dije antes, esto no quiere decir que considere el autor de Hebreos digno de pertenecer al canon a Macabeos o seria ¿Qué hablo a los israelitas de un modo en que pudieran entender mejor el mensaje que les estaba dando, dándoles un ejemplo histórico que ellos conocían bien?, parece ser esta la respuesta correcta.
El mismo Pablo cuando estuvo con los griegos les hablo de una forma en que ellos entendieran más abiertamente el mensaje del evangelio.
En Hechos 17:28 Pablo cita de la obra de Arato de Soles, Phaenomena, línea 5; en 1 Corintios 15:33 cita la comedia de Menandro, Thais. Seguramente nadie supondrá que tales citas significan aceptar la canonicidad de Arato o de Menandro.
Ahora imaginen que viene una Chichana38(griega), diciendo que como Pablo en Hechos 17:28 y 1 Corintios 15:33 las obras de Arato y Menandro tienen que ser canonicas o almenos deuterocanonicas, ya que dice que sin ellas no tiene sustento Hechos 17:28 y 1 Corintios 15:33.
ES EXACTAMENTE LO MISMO QUE EN HEBREOS, EL AUTOR USO ESA PARTE DE LA HISTORIA DE LOS JUDIOS CON LA QUE ESTABAN BIEN RELACIONADOS PARA QUE ENTENDIERAN EL MENSAJE ASI MISMO PABLO USO LA LITERATURA GRIEGA CON LOS GRIEGOS.
En Judas 14-16 se cita al libro apócrifo de Enoc 1:9 (libro no aceptado por Roma), entonces si Roma tiene su argumento sobre que los apóstoles aluden los libros apócrifos porque no aceptan a Enoc, que si es citado.
Además ningún apóstol hasta ahora tenemos prueba de que citara los apócrifos de Roma.
Es notable que el autor no lo considere sagrado o canónico (2 DE MACABEOS) y lo usa como mero recurso histórico. Como vimos arriba citar algún escrito no es necesariamente considerado canónico. Además es sumamente dudoso que el mismo escritor de Macabeos considerada su escrito sagrado o canónico ya que dice:”Dare fin a mi narración. Si esta bien y como conviene a la narración histórica, eso quisiera yo; pero si imperfecta y mediocre, perdóneseme”.(15:38-39).
Como diria Bruce M. Metzger:
“No vale la pena excluir a estos libros, se excluyen ellos mismos”
Introducción a los apócrifos, pag. 262.
¿Cree usted seriamente que depuse de esta argumentación el autor de Hebreo consideraba digno del canon o le daba la misma autoridad que usted al libro de Macabeos?
PADRES DE LA IGLESIA ANTES DE CARTAGO
En esta sección trataremos el pensamiento del cristianismo sobre el canon sobre el Antiguo Testamento, el cual demuestra la falsedad de roma al decir que el cristianismo siempre acepto con unanimidad los libros Eclesiásticos como parte del canon bíblico.
Vamos a ver que pensaban y que escribieron los padres de la iglesia al respecto en este periodo, pero también hay que recordar que no solo los padres de la iglesia escribieron en esta época, sino que también hubo muchos cristianos que lo hicieron y merecen poner sus puntos de vista, ya que su pensamiento fue el del cristianismo de aquella época.
MELITON DE SARDES.
Entre muchas de las cosas que le debemos a Eusebio es que haya preservado citas de muchos Padres apostólicos y cristianos de la antigüedad, y entre ellas la carta de Meliton de Sardes a Onesimo. En dicha carta Meliton menciona los libros del AT, dice que durante su visita a oriente investigo los libros, después dice:
“Llegado a conocer con exactitud los libros del antiguo pacto, los puse por escrito y te los envió. Los nombres son: Cinco libros de Moisés: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Josué hijo de Nun, Jueces, Rut, los cuatro libros de los reinos, dos libros de Crónicas.
Los Salmos de David, los proverbios de Salomón (también denominados sabiduría), Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Job.
Los profetas: Isaías, Jeremías, los doce (en un solo libro), Daniel, Ezequiel, Esdras.
En Eusebio: Historia Eclesiastica 4.26.12-14
“Mientras nosotros solo admitimos únicamente como genuinos los contenidos en el canon palestinense, únicos citados por el Señor y los apóstoles, y recibidos por la Iglesia ya en el ano 160.” FRAGMENTUM MELITONIS SARDENSIS, en Rout, 190
Independientemente de lo que se pueda inferir del uso de los libros Eclesiásticos, Meliton fue el primero en hacer una lista de los libros del AT y entre los cuales no pone a los libros Eclesiásticos como parte de ellos, también con la omisión de Ester.
Como dicen los documentos de la antigüedad que los cristianos usaban los Eclesiásticos para uso de la iglesia, pero jamás para uso de doctrinas, alómenos la mayoría, así que si Meliton uso los Eclesiásticos es muy improbable que los considerara indignos del canon.
ORIGENES.
La segunda lista que tenemos de libros del AT es la de Origenes de Alejandria, quien tambien fue el autor de la Hexapla.
Al igual como la de Meliton, Eusebio conservo la lista de Origenes. Aparece en el comentario del Salmo 1: “No debemos de olvidar que hay 22 libros del Antiguo Testamento, según la tradición Hebrea, que corresponden al numero de letras de su alfabeto estos son los 22 libros según los hebreos” Eusebio: Historia Eclesiastica 6. 16 1 17.1
Por motivos de tiempo no ponemos toda la lista, pero la única diferencia con la de meliton es que si agrega a Ester y que al final de la lista dice: “Aparte de estos están los libros de los macabeos”, excluyéndolos de la lista.
Sobre la carta de Jeremias que se encontraba agregada al libro de Jeremías, lo mas probable es que el mismo Origenes pensara que esta carta era del mismo Jeremías y por eso la incluyo en su lista.
En el comentario del Salmo 1, Orígenes explica lo apropiado de 22 libros:
“Así como las 22 letras parecen una introducción a la sabiduría y las enseñazas divinas que están escritas para hombres y mujeres con estos caracteres, los 22 libros inspirados por Dios forman el ABC de la sabiduría de Dios y una introducción del todo el conocimiento que el es.”
Filocalia 3.
El cuidado de Origenes por confinar los libros enumerados a aquellos encontrados en la biblia hebrea (aparte de su inclusión, quizas por equivocación, de la carta de Jeremias) es lo mas digno de notar, porque la evidencia indica que la iglesia de Alejandria, en la que se educo, no establecio los limites de las santas Escrituras muy claramente.
F.F. Bruce, El canon de la Escritura, pag. 74, Edit. CLIE
Aunque Origenes utilizo libremente la septuaginta ampliada, como tambien la usaron Jeronimo, Atanasio y otros enemigos de los apocrifos, tambien se refirio a otras obras fuera de la septuaginta como 1 Enoc.
CIRILO, Obispo de Jerusalén (348-386)
Proporciono una lista igual a la de Origenes, excepto en que se incluye Baruc en un libro con Jeremias, asy como lamentaciones y la carta de Jeremias.
Es interesante notar que tanto Baruc y la carta de Jeremias se aceptaron en algunas listas ya que los escritores ligaban estos libros con el canonico Jeremias, pero a excepción de estos en algunas listas ningun libro aceptado por Roma se encuentra en las mas antiguas listas que tenemos de los libros aceptados por la iglesia.
GREGORIO DE NACIANZO (330-390)
Al igual que Atanasio, menciona como cifra total de libros del Antiguo testamento veintidós y omite Ester.
Gregorio, Himno 1.1.12.31, líneas 11-29.
ANFILOQUIO, Obispo de Iconio.
Después de enumerar ua lista de los mismos libros de Gregorio de Nacianzo, añade una línea: Junto a estos algunos incluyen a Ester.
Anfiloquio: Yambicos a Seluco, lineas 251-288.
ATANASIO
Si en occidente el peor enemigo de los apócrifos fue Jerónimo, en oriente fue Atanasio.
Atanasio trato el tema del canon del AT y NT en su carta 39 que anunciaba las fechas de la fiesta del ano 367.
Hay una traducción en ingles en NPCF, serie 2, IV, pp. 551 ss., pero aquí usaremos la traducción al español que se encuentra en el libro “El canon de la Escritura” F.F. Bruce.
“Puesto que algunos se han encargado de poner en orden los denominados libros apócrifos e intercalarlos en la Escritura inspirada por Dios, lo cual afecta a cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, como aquellos que desde el principio vieron con sus ojos y fueron ministros de la palabra entregada a los padres, me ha parecido oportuno también a mi, habiendo sido animado a ello por los verdaderos hermanos, exponer en orden los libros que están incluidos en el canon y que nos han sido entregados con la debida acreditación de ser divinos. Mi propósito es que cada uno de los que se han desviado pueda condenar a aquellos que le condujeron a desviarse y que aquellos que han permanecido intachables puedan regocijarse por haber recordado estas cosas.
Los libros del antiguo testamento, por tanto, son veintidós en numero, porque (según lo que he oído) este es el numero tradicional de letras entre los hebreos”
Estos son los libros que menciona:
Genesis, Exodo, Levitico, Numeros, Deuteronomio, Josué el hijo de Nun, Jueces, Rut, 1 y 2 Reinos, 3 y 4 Reinos, 1 y 2 Crónicas, 1 y 2 Esdras (Esdras-Nehemias), Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Job, Los doce Profetas, Isaías, Jeremías, con Baruc, Lamentaciones y la Epístola, Ezequiel y Daniel.
El resultado final de Atanasio es el mismo de Orígenes, pero separa Rut de Jueces en la lista y omite Ester.
Continúa diciendo:
“Pero para una mayor exactitud en lo que escribo debo añadir lo siguiente hay otros libros aparte de estos que no están incluidos en el Canon, sino que fueron señalados en los tiempos de los padres para ser leídos para aquellos que hacia poco se habían convertido y deseaban ser instruidos en la verdadera religión. Se trata de la Sabiduría de Salomón, la sabiduría de Sirac, Ester, Judit y Tobit, pero mientras que los primeros si se incluyen en el canon y los últimos se leen (en la iglesia), no se mencionan las obras apócrifas”
Atanasio al igual que los demás padres Griegos aceptaba virtualmente el mismo canon que los protestantes, esto no se trata de gustos y de prejuicios sino de evidencia histórica.
RUFINO
Pero debiera saberse que hay también otros libros que nuestros padres no llaman canónicos, sino eclesiásticos, es decir, Sabiduría, llamado Sabiduría de Salomón, y otra Sabiduría, llamada la Sabiduría del hijo de Sirá, el último de los cuales los latinos llaman por el título general de Eclesiástico ...
A la misma clase pertenecen el libro de Tobit, y el libro de Judit, y los libros de los Macabeos ... todos los cuales se han leído en las Iglesias, pero no se apela a ellos para la confirmación de la doctrina. A los otros escritos les han llamado «Apócrifos»;. Estos no han admitido que se lean en las Iglesias.
(NPNF2 3:558)
Jerónimo
Eusebius Sofronius Hieronymus, era el verdadero nombre latino de Jerónimo, que nació en el ano 346 d.C., en el Estridor en Dalmacia.
Jerónimo decidió seguir revisando el AT en latín haciendo referencia a la Septuaginta. Pero pronto se convenció de que la única forma satisfactoria era trabajar del hebreo original.
En su prologo acorazado (Prologus Galetaus) estableció los principios sobre los cuales se propuso trabajar.
"Este prólogo a las Escrituras puede servir como un prefacio con yelmo [galeatus] para todos los libros que hemos vertido del hebreo al latín, para que podamos saber -mis lectores tanto como yo mismo- que cualquiera [libro] que esté más allá de estos debe ser reconocido entre los apócrifos. Por tanto, la Sabiduría de Salomón, como se la titula comúnmente, y el libro del Hijo de Sirá [Eclesiástico] y Judit y Tobías y el Pastor no están en el Canon."
Traducción al español se encuentra en el libro “El canon de la Escritura” F.F. Bruce.
Lo que escribe Jerónimo en su Prolugos Galeatus, no lo hace un radical y el único padre de la iglesia que pensó de esa manera, como lo tratan de hacer ver los apologistas romanos, sino que hizo de de una forma mas explicita lo que pensaban la mayoría de los padres respecto a los libros llamados eclesiásticos, y a las pruebas me remito.
También tenemos mas aportaciones de Jeronimo en su prologo a los tres libros de Salomón (Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los cantares):
“Allí circula también la virtusisima de Jesús hijo de Sirac, junto a una obra parecida: el seudopigrafe titulado “La sabiduría de Salomón”. La primera de ellas la encontré también en hebreo, con el titulo no de Eclesiástico, como en latín, sino de “Parábolas”. El último no se ha encontrado en ninguna parte en hebreo: su mismo estilo tiene un sabor a elocuencia griega y varios escritores antiguos afirman que es obra del Judio Filon. Igual que la iglesia lee Judit, Tobit y los libros de los Macabeos sin considerarlos libros canónicos, permitamos leer también estos dos volúmenes para la edificación del pueblo aunque no sean para establecer la autoridad de los dogmas eclesiásticos”.
Interesante, dice que la iglesia leía los apócrifos pero no los recibe como escrituras, esto derrumba más de la mitad de los ejemplos que dan en muchas paginas de apologética romanista , donde padres de la iglesia citan a los apócrifos pero jamás lo consideran como escritura.
También hay algo interesante dice Jerónimo que leen lo libros para edificación pero “no como autoridad para confirmación de la doctrina”, pero que hace Roma:
-Los difuntos y el purgatorio (2 Mac 12, 45; Sab 3, 5-6), sobre el alma (Sab 3,1),
-El buen uso del vino (Eclo 31, 25-27),
-La intercesión de los Santos para nosotros (2 Mac 15,13-14)
Lo que nos dice que la iglesia de roma no se esta comportando como la iglesia primitiva, mas bien esa iglesia parece una iglesia evangélica.
También vemos la falsedad de este argumento:
“El Protestantismo, siguiendo a Martín Lutero, quitó los libros deuterocanónicos de sus Biblias debido a la clara enseñanza de doctrinas que acababan de haber sido repudiadas por los Protestantes, como las oraciones por los muertos (Tobit 12:12, 2ª Macabeos 12:39-45 ss; cf 1ª Corintios 15:29), la intercesión de los santos muertos (2ª Macabeos 15,14; cf Apocalipsis 5:8; 8:3-4), y la intercesión mediadora de los ángeles (Tobit 12:12,15; cf Apocalipsis 5:8, 8:3-4). Sabemos esto por las propias declaraciones de Lutero y otros Reformadores”
Los "Apócrifos": ¿Porqué forman parte de la Biblia?, Tomado de Evidencia Bíblica para el catolicismo
Por Dave Armstrong, Tradujo Luis Fernando Perez www.************************
No fue que el protestantismo introdujera una innovación sino que se siguió una antigua verdad.
¿Cómo calificaban generalmente los padres a los libros llamados Eclesiásticos?
Atanasio había distinguido 3 categorías de libros: Canónicos, Edificantes (pero sin ser canónicos) y apócrifos. Los libros edificantes (Sabiduría de Salomón y el hijo de Sirac, Ester, Judit y Tobit, con la Didaje y el Pastor de Hermas de la época del NT) se podían leer en la iglesia, los libros apócrifos hay que evitarlos.
También esta tripe diferenciación fue sostenidas por los padres latinos, aquí tenemos el ejemplo de Rufino de Aquilea (345-410), quien se refería a la segunda categoría como libros eclesiásticos. Rufino: Acerca del credo, 38: “Nuestros padres los llamaron eclesiásticos”
Y esto que dijo Atanasio es históricamente comprobable, como lo acabamos de ver Jerónimo se apegaba al punto de vista así como casi todos los demás padres.
Jamás negamos que usaran ampliamente la Septuaginta ampliada, ya que ellos mismos dicen en que términos la usaban, pero el argumento romano de decir que porque un padre cito un libro de la Septuaginta ampliada ya es razón para decir que lo consideraba canónico es completamente falso, primero hay que ver el contexto en que se cito.
Y el hecho es que no vemos a estos libros en las listas canónicas, a excepción de Baruc y en algunas la carta de Jeremías que eran generalmente ligadas con el Canónico Jeremías y por ello su inclusión a las listas.
Un ejemplo lo vemos en Hilario de Poiters (315-367) quien siguió la lista de Orígenes cuando enumero los libros del Antiguo Testamento, aunque el cito ampliamente la septuaginta ampliada.
El punto es que los escritores y padres a la hora de decir cuales eran los libros canónicos en su lista no nombraban los Eclesiásticos ya que no los consideraban dignos del canon, pero aun así los usaban solo como buenos para leer.
En base a la evidencia histórica es una mentira por parte de los apologistas romanos que los cristianos siempre aceptaron los libros apócrifos, siempre hubo una diferencia con la que la mayor parte de los cristianos miraba a esos libros y es argumento histórico verificable, no fueron los protestantes los que hicieron tal diferencia sino que seguimos con el pensamiento cristiano desde los tiempos de Jesús y sus apóstoles.
Por lo tanto por la pura argumentación histórica verificable y argumentación positiva queda completamente refutado este apologista romano:
“Otra razón del porque en la Iglesia Católica se usan estos libros en la Biblia es por que se quiere ser fiel a la lista que se aprobó en un principio por el cristianismo.”
www.apostoles.org, por Martin Zavala
ARGUMENTOS DADOS POR ROMA
Algunas citas que se presentan de los padres de la iglesia tratando de decir que ellos aceptaban a estos libros como canónicos.
¿Pero que tratan de decir con que reconocían a los apócrifos? ¿En que solo los conocían o que los consideraban inspirados?
CLEMENTE ALEJANDRINO (+ 215) conoce todos los libros y pasajes deuterocanónicos, si exceptuamos el 1 y 2 Mac, y los considera como sagrados y canónicos.
Clemente Alejandrino, conoce según los apologistas católicos a todos los libros deuterocanónicos, pero la pregunta es ¿Los consideraba inspirados?, queremos ver las pruebas.
Si usamos los mismos principios por los cuales suponen que Clemente de Alejandría aceptaba los libros apócrifos como inspirados, también supondríamos que el mismo Clemente aceptaría otras obras como 4 Esdras, 1 Enoc y el Apocalipsis de sofonias obras que cito.
TERTULIANO (+ hacia 225) cita todos los libros deuterocanónicos, excepto Tob y las partes deuterocanónicas de Est. Acusa, además, a los judíos de rechazar muchas cosas de los Libros Sagrados que eran favorables a Cristo
Tertuliano aceptaba casi todo libro que le pusieran enfrente, así que vamos a decir que este padre de la iglesia aceptaba como inspirados los libros que acepta roma, pero al acusar a los judíos de rechazar muchas cosas de los libros sagrados es sumamente cuestionable, al igual que Justino Mártir estos dos no pudieron quitarse los prejuicios y por eso en su dialogo con Trifon, la mayoría de los especialistas le dan la razón a las interpretaciones de Trifon que a las de Justino Martir, pero con respecto a Tertuliano su critica era que puesto que 1 Enoc no se incluye en la Biblia hebrea, ni siquiera en la Septuaginta (que era, por supuesto, una traducción judía), Tertuliano alberga la sospecha de que fue rechazado por los judíos porque hablaba de Cristo.
ORÍGENES (+ 254) se sirve con frecuencia de todos los libros deuterocanónicos, que él considera como inspirados, siguiendo en esto como él mismo confiesa la autoridad de la Iglesia: “Ausi sumus uti in hoc loco Danielis exemplo, non ignorantes, quoniam in hebraeo positum non est, sed quoniam in Ecclesiis tenetur” (“...sabemos que este ejemplo de la vida de Daniel no está en el texto hebreo, pero lo usamos porque es aceptado en las Iglesias”).
Pero el argumento de Orígenes para no deshacerse por completo de las adiciones a la Biblia es muy débil, ya que el dice que la iglesia las aceptaba, aunque no aclara si como Eclesiásticas o inspiradas, pero esto es falso ya que en los escritos de otros padres y contemporáneos no vemos que todos aceptaron estos libros.
La Didajé (hacia 90-100) 4,5 alude claramente al Eclo 4,31 (36). También Didajé 5,2 se refiere a Sab 12,7, y Didajé 10,3 a Sab 1,4.
La Didajé (4:5) no introduce Eclesiástico 4:31 como una cita escritural. Y del largo versículo 12:5 de Sabiduría, en 5:2 solamente coincide (de nuevo sin citarlo como Escritura) en las palabras “asesinos de sus hijos”.
¿Qué quieren probar con esto?, ¿que el autor de la Didaje conocia a los apocrifos o los consideraba inspirados?, conforme a la evidencia el mismo autor no lo reconoce como inspirado y después de leer de cómo consideraban los apocrifos los antiguos cristianos llegamos a la conclusión de que no los usaba como inspirados.
SAN CLEMENTE ROMANO (+101) aduce el ejemplo de Judit y la fe de Ester. También alude al libro de la Sab y al Eclo.
Es una lástima que no haya explicitado las citas de Judit, Tobías y Ester.
Me parece que el autor confunde a Clemente de Roma con su homónimo que vivió en Alejandría en el siglo siguiente (no le importa, lo fundamental es probar la propia tesis).
Es cierto que Clemente de Roma reproduce el texto de Sabiduría 12:12 en su carta a los corintios (27:5), pero también es cierto que no introduce dicho texto como si fuese Escritura.
Clemente, uno de los varios obispos que por entonces había en Roma, hacia fines del siglo I escribió una extensa carta a los corintios. Demuestra conocer muy bien tanto el Antiguo Testamento como los escritos apostólicos. Cita de los Evangelios, las cartas de Pablo, de Pedro y de Santiago. También Hebreos, epístola con la cual muestra gran afinidad. Del Antiguo Testamento cita las tres divisiones, Ley, Profetas y Salmos, estos últimos con mucha frecuencia. Sin embargo, no cita ninguno los libros eclesiásticos si bien unas pocas alusiones indican que conocía la Sabiduría de Salomón (hecho ya mencionado). He aquí pues, un pastor romano del primer siglo que descuella en su conocimiento de las Escrituras y que jamás cita los libros eclesiásticos (apócrifos, deuterocanónicos) como Escritura.
Fernando D. Saravi
SAN POLICARPO (+ 156) cita, aunque no expresamente, en la Epistola ad Pililippenses 10,2 a Tob 4,11, o bien 12,9.
Finalmente, Policarpo reproduce las palabras de Tobías 4:10 , “la limosna libra de la muerte”, pero nuevamente sin citarlas como Escritura.
La Epístola de Bernabé (hacia 93 97 d.C.) “parece aludir” en 6,7 a Sab 2,12, y en 19,9 a Eclo 4,36. (Comillas del autor)
La Epístola de Bernabé dice en 6:7 “Como quiera, pues, que había el Señor de manifestarse y sufrir en la carne, fue de antemano mostrada su pasión. Dice, en efecto, el profeta contra Israel: ¡Ay del alma de ellos, pues han tramado designio malo contra sí mismos! Atemos al justo, porque nos es molesto.”
Por su parte, Sabiduría 2:12 dice: “Tendamos lazos al justo que nos fastidia, Se enfrenta a nuestro modo de obrar, Nos echa en cara faltas contra la Ley Y nos culpa de faltas contra nuestra educación.”
Sin embargo, tanto Bernabé como Sabiduría parecen depender del muy canónico Isaías: “¡Ay de ellos, porque han merecido su propio mal! Decid al justo que bien, Que el fruto de sus manos comerá. ¡Ay del malvado! Que le irá mal, que el mérito de sus manos se le dará.” (Isaías 3:9-11, Biblia de Jerusalén)
Fernando D. Saravi
Perdóneseme volver a repetir de nuevo, pero aquí en la Epístola de Bernabé no hay ninguna evidencia a favor del punto de vista de roma, aunque fuera una alusión o cita explicita ya que como hemos visto los cristianos solían usar los libros eclesiásticos sin considerarlos canónicos y no dándoles autoridad.
SAN JUSTINO (+ 165), en su Apología 1,46, alude a las partes deuterocanónicas de Dan 3. Y en el Diálogo con Trifón 71 acusa a los judíos de rechazar de la versión griega de los Setenta las Escrituras que testificaban en favor de Cristo.
Sí, es cierto que en el fragor de la controversia Justino acusó a los judíos de haber adulterado las Escrituras. No sé cuál texto tiene en mente el autor católico, pero yo recuerdo haberlo leído en el Diálogo con Trifón el judío, capítulo 73. Allí dice: Y del salmo noventa y cinco, de las palabras de David, suprimieron estas breves expresiones: “De lo alto del madero”. Pues diciendo la palabra: «Decid entre las naciones: El Señor reina desde lo alto del madero», sólo dejaron: “Decid entre las naciones: El Señor reina”.
Esta frase cuya omisión cuestiona Justino es desconocida en los manuscritos tanto hebreos como griegos. Por tanto, cabe pensar que Justino estaba errado y que su interlocutor tenía razón.
Habitualmente cuando Justino menciona las Escrituras se refiere al Antiguo Testamento, al cual conoce fundamentalmente en la antigua versión Septuaginta. Un aspecto interesante es que en la actualidad los católicos apelan al hecho de que los manuscritos de la Septuaginta incluyan los libros que desde el siglo XVI llaman “deuterocanónicos” (y nosotros apócrifos) como prueba de la existencia de un imaginario “canon alejandrino” similar si no idéntico al establecido dogmáticamente en el Concilio de Trento. Ahora bien, el maestro y mártir Justino emplea la Septuaginta, de la cual cita profusamente del Pentateuco, de los profetas y de los salmos. Sin embargo, el examen de sus escritos muestra que jamás cita textos de los apócrifos/deuterocanónicos.
Fernando D. Saravi
SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA (+ 109) alude al libro de Judit 16,14 en su Epistola ad Ephes. 15,1.
Otra alusión a un libro apócrifo, pero como hemos visto hasta el cansancio una alusión no muestra que el autor que supuestamente la alude la acepte como canónica, ¿Cuál es la prueba de que Ignacio de Antioquia consideraba a Judit digno del canon? ¿Y de los demás libros apócrifos que jamás cito?.
El Pastor de HERMAS (hacia 140 154) tiene bastantes alusiones a diversos libros deuterocanónicos: al Eclo, a Tobías, al 2 Mac y a la Sab.
Cuando comenzaron en el Oriente las disputas de los cristianos con los judíos, los apologistas se vieron obligados a servirse únicamente de los libros protocanónicos, porque los judíos no admitían la canonicidad de los deuterocanónicos. Así nos lo dice expresamente San Justino.
Bueno las alusiones no sirven, almenos que consideraran al libro en cuestión como inspirado o digno del canon.
Es cierto que hubo discusiones con los judíos, pero lo que dice San Justino nos preguntamos a que apologistas se refiere, ¿solo a el?, es evidente históricamente que los cristianos no consideraban a estos libros inspirados y por tal razón no los encontramos en las listas canónicas.
ATENÁGORAS (hacia 177), en su obra Legatio pro Christianis 9 cita explícitamente a Bar 3,36, considerándolo como uno de los profetas.
SAN IRENEO (+ 202) cita a Baruc bajo el nombre de Jeremías. Aduce los capítulos 13 y 14 de Daniel, atribuyéndolos a este profeta. También se sirve frecuentemente del libro de la Sabiduría.
Con referente a Baruc hay confusión de los padres ya que ellos lo consideraban como el Baruc bíblico, el escriba de Jeremías. Pero en al apéndice hay una refutación a este punto de vista.
Me hubiera gustado que de Ireneo por lo menos me hubieran puesto las citas donde aluden a los apócrifos, no vaya a ser que piense que me están mintiendo.
SAN CIPRIANO (+ 258) coloca entre las Escrituras canónicas todos los libros deuterocanónicos, a excepción de Judit.
No hay citas que me comprueben esto, pero si es verdad lo que dicen de Cipriano seria uno de los pocos padres con ese pensamiento.
Fue de gran ayuda los escritos de Fernando D. Saravi, en cada caso donde extraje su refutación puse el nombre de el, ya que hay dar honor a quien honor merece, para mayor información sobre su trabajo favor revisar www.conocereislaverdad.org, ahí encontraran la totalidad de su material.
También cabe mencionar que estas “pruebas” romanas fueron casi todos fragmentos de un debate que sostuve con José Miguel, creo Webmaster de ************************, y otras fueron sacadas de la misma página.
CONTRADICCIONES PAPALES Y CONCILIARES.
En el 393 en el concilio de Hipona se definió el límite del canon según como los aprobó Agustin, de este concilio no tenemos sus resoluciones, pero estas estan resumindas en el concilio de Cartago del 397.
Aparte de que aceptaban a los libros Eclesiasticos como parte del canon tambien aceptaban a 1 Esdras (3 Esdras en la Vulgata). Esta misma decisión fue ratificada en el Concilio de Cartago de 419.
En el ano del 405, papa Inocencio I de acuerdo con el concilio de Cartago en su carta al Obispo de Tolouse, incluye los eclesiasticos en el canon, junto con ellos a 1 Esdras (3 Esdras en la Vulgata).
Lo curioso es que en el concilio de Trento que rechazo el libro de 1 Esdras como parte del canon, el mismo libro que antes Cartago en reiteradas ocasiones lo habia aprobado junto con el papa Inocencio I. Lo que nos dice es que Cartago y el papa Inocencio se equivocaron o el que se equivoco fue Trento, entonces la misma autoridad con la que Cartago e Inocencio I aceptaron a 1 Esdras, la cual fue con la que aceptaron a los demás libros Eclesiásticos, fue violada por Trento. ?Si Cartago se equivoco junto con el papa Inocencio I en aceptar a 1 Esdras, que nos dice que no se hayan equivocado en aceptar los demás libros eclesiásticos como parte del canon?
“De todas maneras; o el sínodo de Cartago se equivocó, o se equivocó el concilio de Trento; por consiguiente, uno de ellos se equivocó, porque lo aprobado por uno fue desaprobado por otro. Si uno de dichos concilios se equivocó, bien pudieron haberse equivocado los dos; porque "es de humanos errar". Está pues demostrado que la iglesia Romana, no admitió los apócrifos en el canon de los libros inspirados hasta el concilio de Trento en 1545.
Domingo Fernandez Suarez, Los libros llamados apocrifos.
Pero aun hay más:
En total eran tres documentos los que se aceptaron en Cartago y que después fueron rechazados en Trento:
1 Esdras, 2 Esdras y la oración de Manases.
Catecismo de la Iglesia Católica (Montevideo, Uruguay: Editorial LUMEN, 1992)
“El concilio de Trento, en el ano 1545, modifico el canon, sacando tres de estos libros. Este mismo hecho esparce duda sobre la decisión de incluirlos en la Biblia. Pensémoslo: El argumento más fuerte que podría justificar su inclusión en la Biblia es que estaban en algunas copias de la Septuaginta. Sin embargo, ahora han sacado tres de los quince que estaban incluidos en esas versiones de la septuaginta. Es decir, ¡Ya no confían en el canon de la Septuaginta!
¿Por qué rechazar los tres y no los demás? Ya no usan el mismo criterio”
Católicos y Protestantes, ¿Cuál es la diferencia?, Dr. Richard B. Ramsay, Edit. UNILIT
Como vemos que equivocado estaba este católico romano al decir:
Los Concilios de la Iglesia en Hipona (393 D.C.) y Cartago (397, 419 D.C.), enormemente influenciados por San Agustín, listaron los libros Deuterocanónicos como escritura inspirada, lo cual fue simplemente el visto bueno de lo que se había convertido en el consenso general de la Iglesia en Occidente y en la mayor parte del Oriente. De esta manera, el Concilio de Trento sólo reiteró en términos más fuertes lo que ya había sido decidido once siglos antes.
Hasley Morales, Acerca de los deuterocanocios, www.************************
El Concilio de Trento no definió lo que venia de antes sino que lo modifico, quitándole la autoridad que pudieran haber tenido Hipona y Cartago.
También hay que recordar que el concilio de Cartago fue un concilio local, no universal, y vemos en reiteradas ocasiones que aun depuse de este en gran parte del cristianismo a los libros Eclesiásticos no se les consideraban canónicos.
Esto nos dice que verdaderamente fue en el concilio de Trento donde se decidió el nuevo canon de la iglesia de Roma, ya que aunque desde Cartago estos libros pertenecieran a la Vulgata estos jamás tuvieron el apoyo pleno del cristianismo medieval, ya que siempre los pusieron en un segundo plano, como libros Eclesiasticos buenos para leer pero no para apoyarse doctrinalmente en ellos.
Por esta razon Trento modifico lo que venia desde cartago, ahora si para poder tener una lista cerrada y segura de sus libros deuterocanónicos, que no tuvo la iglesia en mas de 1500 anos.
Esto lo comprueba este autor catolico:
En la Iglesia latina, a través de toda la Edad Media hallamos evidencia de vacilación acerca del carácter de los deuterocanónicos. Hay una corriente amistosa hacia ellos, otra distintamente desfavorable hacia su autoridad y sacralidad, mientras que oscilando entre ambas hay un número de escritores cuya veneración por estos libros es atemperada por cierta perplejidad acerca de su posición exacta, y entre ellos encontramos a Santo Tomás de Aquino. Se encuentran pocos que reconozcan inequívocamente su canonicidad. La actitud prevalente de los autores occidentales medievales es substancialmente la de los Padres griegos.
(George J. Reid, Canon of the Old Testament, en The Catholic Encyclopedia ,1913; negritas añadidas)
Este autor católico prueba todo lo que hemos argumentado durante este escrito de que siempre se reconoció a los libros eclesiásticos inferiores y que no se reconocía su canonicidad en la mayoría del cristianismo.
No es la primera vez que observo que un apologista católico de la Web es contradicho por los escritores romanos de mayor reconocimiento que ellos, por ejemplo miremos este argumento:
“A partir de fines del siglo V las dudas acerca de los Deuterocanónicos van desapareciendo, restableciéndose así la unanimidad en el siglo VI”.
Acerca de los libros deuterocanónicos, por Hasley Morales en www.************************ y www.luxdomini.com
El autor de este escrito parece que le importa muy poco poder sostener lo que dice, lo único que le importa es decir lo que le gustaría que hubiera pasado, pero sin prueba alguna. No solo lo contradice la prueba histórica sino también la erudición romana.
Seguiremos con mas ejemplos de esta distinción que hacían los cristianos aun después de Cartago, pero esta ya no se da después de Trento ya que si lo hacían se ganarían de inmediato un anatema.
Aquí tenemos un ejemplo interesante de un papa romano que no considera a los libros llamados eclesiasiticos como canonicos:
Un siglo más tarde Gregorio Magno, obispo de Roma (590-604) continuaba insistiendo en la distinción entre libros canónicos y eclesiásticos:
Con referencia a tal particular no estamos actuando irregularmente, si de los libros, aunque no canónicos, sin embargo otorgados para la edificación de la Iglesia, extraemos testimonio. Así, Eleazar en la batalla hirió y derribó al elefante, pero cayó debajo de la misma bestia que había matado [1 Macabeos 6:46].
Library of the Fathers of the Holy Catholic Church, 2:424;
Pero tenemos aquí un papa después de Trento que coincidía con Jerónimo en esto:
“Llamo aquí la atención a una cita anteriormente hecha y que vamos a repetir. En la introducción, que la versión de Torres Amat, tiene al libro de Esther, dice: "San Jerónimo tuvo por dudosos los seis últimos capítulos por no haberlos hallado en el texto hebreo; y hasta Sisto V, siguieron muchos católicos esta opinión". Ahora bien, Sixto V, fue papa después del concilio de Trento, o sea, de 1585 a 1590. Así este papa y con él la mayoría de los católicos se colocaron bajo los anatemas del concilio, al dudar de sus decisiones. Además, ¿Era Sixto V infalible? Si lo era, el concilio de Trento se equivocó, al sancionar las partes apócrifas del Antiguo Testamento, partes que el papa no aceptaba.”
Domingo Fernandez Suarez, Los libros llamados apocrifos.
En el trabajo de Fernando D. Saray encontraran gran cantidad de ejemplos de tales distinciones después de Cartago y Trento.
EL SUPUESTO CANON ALEJANDRINO
Esta teoría es sostenida por los romanistas y no tanto por su deseo de ser congruentes con la historia sino porque es necesaria como argumento para sostener la canocidad de los libros apócrifos, obviamente si fuera lo primero no sostendrían esta absurda teoría.
Por ejemplo veamos algunos ejemplos:
“Todas las evidencias apuntan a que entre los judíos existió un doble canon. El canon breve de los judíos de Palestina, que no contenía los libros Deuterocanónicos, y el canon amplio de los judíos alejandrinos, que comprendía los libros Deuterocanónicos.”
Hasley Morales, Acerca de los deuterocanocios,
www.************************
“La primera lista con 47 libros era la llamada versión de los 70 ó canon Alejandrino; El otro canon tenía menos libros pues era de 39 y se le conocía como canon hebreo ó palestinense.”
Martin Zavala, www.apostoles.org
Aunque los judíos helenistas usaban la Septuaginta ampliada, es carente de evidencia histórica que tuvieran un canon diferente al de los Judíos de Palestina, además es absurdo que tuvieran un canon diferente que al que tenían en el centro religioso de los Judíos a nivel mundial que era Palestina.
Esta comprobadicimo que estos libros nunca formaron parte del canon judío, el cual fue normativo para S. Pablo y lo es para nosotros. No existe, además ningún ejemplar del A.T. editado por los judíos helenistas en que a los apócrifos se les considere como libros canónicos.
Tenemos los escritos de Filón de Alejandría (que vivió en el primer siglo d. de J.C.,). Si bien cita frecuentemente de los libros Canónicos de “Canon Palestino”, no cita ni una sola vez de los libros apócrifos. Esto es imposible de reconciliar con la teoría de un Canon Alejandrino mayor, a menos que, por ventura, algunos judíos alejandrinos no aceptaran el Canon Alejandrino y otros si.
Aun la misma enciclopedia católica confirma este hecho:
“Pero aún Filón, aunque denota cierta familiaridad con la literatura deutero, nunca la cita en sus voluminosos escritos. Cierto que son varios los libros del canon hebreo que él no utiliza, pero se puede suponer naturalmente que si él hubiese considerado las obras adicionales como si estuvieran en el mismo plano que las otras, no hubiera dejado de citar una obra tan estimulante y agradable como es el libro de la Sabiduría.”
Enciclopedia Catolica, George J. Reid
También tenemos las pruebas que nos brinda Josefo en decirnos como los judíos solo tenían un solo canon autorizado, y con respecto al supuesto canon alejandrino no menciona nada ya que este jamás existió, veamos:
Josefo de Jerusalén, en su obra contra Apion, dice: esta significativa declaración: “Desde Artajerjes (sucesor de Jerces) hasta nuestro tiempo, todo a sido registrado, pero no se ha considerado merecedor de igual crédito a lo que le precedió, porque ceso la exacta sucesión de los profetas. Pero es evidente, por nuestra conducta, la fe que hemos depositado en nuestros escritos; pues a pesar de haber pasado tanto tiempo, nadie se ha atrevido a añadir nada a ellos, ni a quitarles nada, ni alterar nada de ellos”(1.
De estas declaraciones sacamos 2 puntos importantes:
1) No se compusieron mas escritos canónicos desde el reino de Artajerjes, el hijo de Jerjes (464-424 a. de J.C.,) es decir desde la época de Malaquias.
2) No se incluyo ningún material adicional en los 22 libros canónicos durante los siglos intermedios (es decir, desde 425 a. de J.C., a 90 d. de J.C.,)
Cierto que Josefo también alude a material apócrifo (1 Esdras no aceptado por Roma, y 1 Macabeos) pero en vista de su declaración ya citada, es evidente que los utilizaba meramente como una fuente histórica y no como libros divinamente inspirados.
Aun hay mas pruebas de que los judíos de todas partes no consideraban a los libros apócrifos como dignos del canon:
Tosefta Yadaim, 3:5 dice: “El evangelio y los escritos de los herejes nos contaminan las manos; los libros de Ben Sirac y cualesquiera otros libros que hayan sido escritos desde su tiempo no son canónicos”.
El talmud Babilonico, Tratado “Sanedrín” VII-VIII, 24: Después de los últimos profetas Hageo, Zacariaz, y Malaquias, el Espiritu santo se aparto de Israel.
Por experiencia e visto que cuando un romanista por desesperación ve que en los judíos no hay argumentos que lo ayuden, siempre dicen algo parecido: “Porque darle autoridad a ellos, si la iglesia es la única que puede poner el canon” o cosas por el estilo, lo cual se me hace bastante irónico ya que ellos mismo se apoyan en los judíos de Alejandría para tratar de sostener el supuesto canon histórico.
Creo que es bueno darle una respuesta como la dio Fernando D. Saravy:
¿Por qué, diría yo, dar autoridad a los judíos de la diáspora por encima de los de Judea?
Pero aun hay mas, en estos extractos los tome de Fernando D. Saravy ya que aunque tengo la Enciclopedia Britanica me parecio un poco tedioso trascribir del libro a mi computadora ya cuando esto se encontraba en un escrito de dicho autor:
El canon Alejandrino
El Antiguo Testamento, tal como ha venido en traducción griega de los judíos de Alejandría por vía de la Iglesia Cristiana difiere en muchos aspectos de las Escrituras hebreas. Los libros de la segunda y tercera divisiones [Trad., Profetas y Escritos] han sido redistribuidos y dispuestos según categorías de literatura – historia, poesía, sabiduría y profecía. Ester y Daniel contienen materiales suplementarios, y muchos libros no canónicos, sea de origen hebreo o griego, se han entremezclado con las obras canónicas. Estos escritos extracanónicos comprenden I Esdras, la Sabiduría de Salomón, Eclesiástico (ben Sirá), adiciones a Ester, Judit, Tobit, Baruc, la carta de Jeremías, y adiciones a Daniel, como se enumeran en el manuscritos conocido como Codez Vaticanus. (ca. 350 E.C.). La secuencia de los libros varía, empero, en los manuscritos y en las listas sinódicas y patrísticas de las Iglesias occidentales y orientales, algunas de las cuales incluyen también otros libros, como I y II Macabeos.
Debiera notarse que el contenido y la forma del inferido canon judío alejandrino original no puede no puede ser determinado con certeza porque todas las Biblias griegas existentes son de origen cristiano. Los mismos judíos de Alejandría pueden haber extendido el canon que recibieron de Palestina, o ellos pueden haber heredado sus tradiciones de círculos palestinos en los cuales los libros adicionales habían ya sido considerados como canónicos. Es igualmente posible que las adiciones a las Escrituras hebreas sean de origen cristiano.
Algunos romanistas llegan hasta los extremos de decir que los judíos tenían múltiples cánones, como José Migue usuario de esta pagina, pero estas suposiciones sin evidencia histórica son muy bien refutadas por Fernando D. Saravy en www.conocereislaverdad.org
Como dicen los apologistas romanos que los apóstoles y Jesús consideraban el canon alejandrino como autoritativo, ¿y las evidencias?, pero esta teoria no tiene ni una prueba a favor y si muchas en contra. Veamos por ejemplo:
“Lucas 11:51 (también Mateo 23:35): desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías”. Jesús confirma aquí su testimonio respecto de todo el canon del Antiguo Testamento hebreo. Abel, como todos saben, fue el primer mártir (Génesis 4: . Zacarías es el ultimo mártir que se menciona (de acuerdo al orden del Antiguo Testamento hebreo), si quieren vuelva a revisar arriba los libros del Canon hebreo.
Génesis era el primer libro del canon hebreo y Crónicas era el ultimo del canon hebreo. Jesús dijo básicamente “desde Génesis hasta Crónicas”, o, de acuerdo a nuestro orden, “desde Génesis hasta Malaquias.”
Algunos romanistas no queriendo aceptar este hecho dicen que Jesús no hablaba del canon directamente, pero la verdad es que Jesús toma de referencia al canon judio cuando esta hablando y no toma el canon alejandrino de mayor autoridad según roma.
Una evidencia adicional de lo dicho proviene del hecho de en que los grandes unciales Sinaítico (Alef, siglo IV) y Alejandrino (A, siglo V) que contienen libros de los Macabeos, éstos se encuentran después de Crónicas. Por tanto, si Jesús hubiera admitido el supuesto canon alejandrino (con deuterocanónicos) los últimos mártires, tanto cronológicamente como según el orden de los libros, hubiesen sido los héroes macabeos como Judas o Jonatán.
Fernando D. Saravy en www.conocereislaverdad.org
Ya para terminar esta parte del escrito quiero recomendar algunos libros, que el lector estudioso se preocupara de leerlos, para una refutacion a la critica radical romana en el sentido de que algunos libros canonicos del AT fueron escritos después de Artajerjes, consulten las obras de introducción al AT de autores tales como Edgar J. Young, R. K. Harrison, Gleason L. Archer y las excelentes monografías-comentarios de la Tyndale Press de Londres
SUPUESTAS CITAS EN EL NT DE LOS LIBROS DEUTEROCANONICOS
Antes de empezar a dar una refutación formal creo que es necesario ver que es lo que dicen los romanistas al respecto, el ejemplo siguiente es de un apologista romano donde habla de las objeciones protestantes y respuestas romanas a favor de los deuterocanónicos:
Objeción #2
“Los libros apócrifos no son citados nunca por el Señor ni por sus apóstoles en el Nuevo Testamento”
Respuesta:
No es cierto, pero antes que nada, hay que saber diferenciar entre las formas de hacer referencia al Antiguo Testamento que usaron los autores del Nuevo Testamento. Primero tenemos las referencias directas, que generalmente usan la forma “para que se cumpliera lo que estaba escrito” o simplemente “como está escrito”; y las indirectas, que carecen de dicha fórmula. Aquí hay algunos ejemplos de referencias indirectas hechas a los libros Deuterocanónicos en el Nuevo Testamento:
Acerca de los libros deuterocanónicos, por Hasley Morales en www.************************ y www.luxdomini.com
Después de esto el autor da una lista de textos donde supuestamente se cita a los deuterocanónicos y con eso según el es prueba suficiente de que los apóstoles los consideraban canónicos.
La lista la veremos después, lo primero es que quiero enfocarme en los errores de este escrito que refleja el pensamiento de la mayoria de los apologistas catolicos y laicos con algun conocimiento sobre el tema.
En primer lugar la objeción dice que jamas en el nt se han citado los deuterocanónicos a lo que la respuesta romana es un “no es cierto”, diciendo que la aseveración protestante es falsa, pero lo que no se da cuenta el autor y otras personas con su pensamiento es que son refutados por la misma erudición de su iglesia, veamos:
los libros apócrifos no son citados nunca por el Señor ni por sus apóstoles en el N.T. según reconoce el Diccionario de la Biblia de Herder (católico), artículo: Canon del A.T., p. 269.
Pero el autor cae en mas contradicciones, dice que la objeción protestante es falsa pero después le da la razón, habla de referencias directas e indirectas, el esta de acuerdo en que no hay referencias directas(citados) que curiosamente es lo que afirma la objeción protestante.
Pero el punto de vista Romano es insostenible y debil:
En conjunto hay alrededor de 250 citas directas del canon hebreo del Antiguo Testamento en el Nuevo (las alusiones alcanzan 10 veces más). Sin embargo, ningún libro apócrifo/deuterocanónico se cita siquiera una vez como Escritura. Consideradas por título, se citan el 80% de los pertenecientes al canon hebreo, cifra que asciende a 90% si se consideran por rollo. Valores harto significativos comparados con el 0% de los deuterocanónicos/ apócrifos.
Fernando D. Saravy, www.conocereislaverdad.org
Entonces nos preguntamos ¿De que evidencia parten para afirmar que los apóstoles consideraban a estos libros como canónicos?
Se argumenta que los autores del NT hacen alusiones a tales libros, pero esta afirmación tiene 2 problemas serios:
1. Comprobar que realmente la alusión se refiera a un libro deuterocanonico.
2. Los escritores del Nuevo Testamento pueden aludir a los apócrifos, pero nunca los citan como inspirados ni dan el menor indicio de que ninguno de esos libros los sea.
A continuación voy a poner parte de un debate que tuve con una persona del foro, en especial con respecto a que en Hebreos se alude a Macabeos:
Los escritores del Nuevo Testamento pueden aludir a los apócrifos, pero nunca los citan como inspirados ni dan el menor indicio de que ninguno de esos libros los sea.
"las mujeres recibieron a sus muertos por la resurrección. Algunos fueron torturados, rehusando aceptar ser liberados, para poder levantarse nuevamente a una vida mejor"
(Heb 11, 35).
Pero la parte de la que hace gala Chichana38 con lo que según ella acaba con toda mi argumentación con un solo texto es esta:
“Algunos fueron torturados, rehusando aceptar ser liberados, para poder levantarse nuevamente a una vida mejor.”
En esta parte de la cita es claro que hace referencia al periodo Macabeo, periodo muy conocido por los judíos que fue durante la primea parte del siglo segundo antes de Cristo. Un anciano escriba de casi noventa de edad llamado Eleazar fue puesto en el potro del tormento y sufrió golpes que le llevaron a la muerte.
Eleazar dijo:’El señor, que posee la ciencia santa, sabe bien que, pudiendo librarme de la muerte, soporto flagelado en mi cuerpo recios dolores, pero en mi alma lo sufro con gusto por temor a el”(2 Mac. 6:30).
En este mismo periodo siete hermanos y su madre fueron torturados por el rey Antioco Epifanes. Fueron matados uno tras otro. Un tema que se repite durante este terrible relato es que los mártires creían en “la renovación eterna de la vida” (2 Mac. 7:9).
El énfasis del autor de hebreos es claro, es enseñar que estos mártires murieron a causa de su fe ya que estos relatos eran bien conocidos por los judíos.
Pero como dije antes, esto no quiere decir que considere el autor de Hebreos digno de pertenecer al canon a Macabeos o seria ¿Qué hablo a los israelitas de un modo en que pudieran entender mejor el mensaje que les estaba dando, dándoles un ejemplo histórico que ellos conocían bien?, parece ser esta la respuesta correcta.
El mismo Pablo cuando estuvo con los griegos les hablo de una forma en que ellos entendieran más abiertamente el mensaje del evangelio.
En Hechos 17:28 Pablo cita de la obra de Arato de Soles, Phaenomena, línea 5; en 1 Corintios 15:33 cita la comedia de Menandro, Thais. Seguramente nadie supondrá que tales citas significan aceptar la canonicidad de Arato o de Menandro.
Ahora imaginen que viene una Chichana38(griega), diciendo que como Pablo en Hechos 17:28 y 1 Corintios 15:33 las obras de Arato y Menandro tienen que ser canonicas o almenos deuterocanonicas, ya que dice que sin ellas no tiene sustento Hechos 17:28 y 1 Corintios 15:33.
ES EXACTAMENTE LO MISMO QUE EN HEBREOS, EL AUTOR USO ESA PARTE DE LA HISTORIA DE LOS JUDIOS CON LA QUE ESTABAN BIEN RELACIONADOS PARA QUE ENTENDIERAN EL MENSAJE ASI MISMO PABLO USO LA LITERATURA GRIEGA CON LOS GRIEGOS.
En Judas 14-16 se cita al libro apócrifo de Enoc 1:9 (libro no aceptado por Roma), entonces si Roma tiene su argumento sobre que los apóstoles aluden los libros apócrifos porque no aceptan a Enoc, que si es citado.
Además ningún apóstol hasta ahora tenemos prueba de que citara los apócrifos de Roma.
Es notable que el autor no lo considere sagrado o canónico (2 DE MACABEOS) y lo usa como mero recurso histórico. Como vimos arriba citar algún escrito no es necesariamente considerado canónico. Además es sumamente dudoso que el mismo escritor de Macabeos considerada su escrito sagrado o canónico ya que dice:”Dare fin a mi narración. Si esta bien y como conviene a la narración histórica, eso quisiera yo; pero si imperfecta y mediocre, perdóneseme”.(15:38-39).
Como diria Bruce M. Metzger:
“No vale la pena excluir a estos libros, se excluyen ellos mismos”
Introducción a los apócrifos, pag. 262.
¿Cree usted seriamente que depuse de esta argumentación el autor de Hebreo consideraba digno del canon o le daba la misma autoridad que usted al libro de Macabeos?
PADRES DE LA IGLESIA ANTES DE CARTAGO
En esta sección trataremos el pensamiento del cristianismo sobre el canon sobre el Antiguo Testamento, el cual demuestra la falsedad de roma al decir que el cristianismo siempre acepto con unanimidad los libros Eclesiásticos como parte del canon bíblico.
Vamos a ver que pensaban y que escribieron los padres de la iglesia al respecto en este periodo, pero también hay que recordar que no solo los padres de la iglesia escribieron en esta época, sino que también hubo muchos cristianos que lo hicieron y merecen poner sus puntos de vista, ya que su pensamiento fue el del cristianismo de aquella época.
MELITON DE SARDES.
Entre muchas de las cosas que le debemos a Eusebio es que haya preservado citas de muchos Padres apostólicos y cristianos de la antigüedad, y entre ellas la carta de Meliton de Sardes a Onesimo. En dicha carta Meliton menciona los libros del AT, dice que durante su visita a oriente investigo los libros, después dice:
“Llegado a conocer con exactitud los libros del antiguo pacto, los puse por escrito y te los envió. Los nombres son: Cinco libros de Moisés: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Josué hijo de Nun, Jueces, Rut, los cuatro libros de los reinos, dos libros de Crónicas.
Los Salmos de David, los proverbios de Salomón (también denominados sabiduría), Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Job.
Los profetas: Isaías, Jeremías, los doce (en un solo libro), Daniel, Ezequiel, Esdras.
En Eusebio: Historia Eclesiastica 4.26.12-14
“Mientras nosotros solo admitimos únicamente como genuinos los contenidos en el canon palestinense, únicos citados por el Señor y los apóstoles, y recibidos por la Iglesia ya en el ano 160.” FRAGMENTUM MELITONIS SARDENSIS, en Rout, 190
Independientemente de lo que se pueda inferir del uso de los libros Eclesiásticos, Meliton fue el primero en hacer una lista de los libros del AT y entre los cuales no pone a los libros Eclesiásticos como parte de ellos, también con la omisión de Ester.
Como dicen los documentos de la antigüedad que los cristianos usaban los Eclesiásticos para uso de la iglesia, pero jamás para uso de doctrinas, alómenos la mayoría, así que si Meliton uso los Eclesiásticos es muy improbable que los considerara indignos del canon.
ORIGENES.
La segunda lista que tenemos de libros del AT es la de Origenes de Alejandria, quien tambien fue el autor de la Hexapla.
Al igual como la de Meliton, Eusebio conservo la lista de Origenes. Aparece en el comentario del Salmo 1: “No debemos de olvidar que hay 22 libros del Antiguo Testamento, según la tradición Hebrea, que corresponden al numero de letras de su alfabeto estos son los 22 libros según los hebreos” Eusebio: Historia Eclesiastica 6. 16 1 17.1
Por motivos de tiempo no ponemos toda la lista, pero la única diferencia con la de meliton es que si agrega a Ester y que al final de la lista dice: “Aparte de estos están los libros de los macabeos”, excluyéndolos de la lista.
Sobre la carta de Jeremias que se encontraba agregada al libro de Jeremías, lo mas probable es que el mismo Origenes pensara que esta carta era del mismo Jeremías y por eso la incluyo en su lista.
En el comentario del Salmo 1, Orígenes explica lo apropiado de 22 libros:
“Así como las 22 letras parecen una introducción a la sabiduría y las enseñazas divinas que están escritas para hombres y mujeres con estos caracteres, los 22 libros inspirados por Dios forman el ABC de la sabiduría de Dios y una introducción del todo el conocimiento que el es.”
Filocalia 3.
El cuidado de Origenes por confinar los libros enumerados a aquellos encontrados en la biblia hebrea (aparte de su inclusión, quizas por equivocación, de la carta de Jeremias) es lo mas digno de notar, porque la evidencia indica que la iglesia de Alejandria, en la que se educo, no establecio los limites de las santas Escrituras muy claramente.
F.F. Bruce, El canon de la Escritura, pag. 74, Edit. CLIE
Aunque Origenes utilizo libremente la septuaginta ampliada, como tambien la usaron Jeronimo, Atanasio y otros enemigos de los apocrifos, tambien se refirio a otras obras fuera de la septuaginta como 1 Enoc.
CIRILO, Obispo de Jerusalén (348-386)
Proporciono una lista igual a la de Origenes, excepto en que se incluye Baruc en un libro con Jeremias, asy como lamentaciones y la carta de Jeremias.
Es interesante notar que tanto Baruc y la carta de Jeremias se aceptaron en algunas listas ya que los escritores ligaban estos libros con el canonico Jeremias, pero a excepción de estos en algunas listas ningun libro aceptado por Roma se encuentra en las mas antiguas listas que tenemos de los libros aceptados por la iglesia.
GREGORIO DE NACIANZO (330-390)
Al igual que Atanasio, menciona como cifra total de libros del Antiguo testamento veintidós y omite Ester.
Gregorio, Himno 1.1.12.31, líneas 11-29.
ANFILOQUIO, Obispo de Iconio.
Después de enumerar ua lista de los mismos libros de Gregorio de Nacianzo, añade una línea: Junto a estos algunos incluyen a Ester.
Anfiloquio: Yambicos a Seluco, lineas 251-288.
ATANASIO
Si en occidente el peor enemigo de los apócrifos fue Jerónimo, en oriente fue Atanasio.
Atanasio trato el tema del canon del AT y NT en su carta 39 que anunciaba las fechas de la fiesta del ano 367.
Hay una traducción en ingles en NPCF, serie 2, IV, pp. 551 ss., pero aquí usaremos la traducción al español que se encuentra en el libro “El canon de la Escritura” F.F. Bruce.
“Puesto que algunos se han encargado de poner en orden los denominados libros apócrifos e intercalarlos en la Escritura inspirada por Dios, lo cual afecta a cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, como aquellos que desde el principio vieron con sus ojos y fueron ministros de la palabra entregada a los padres, me ha parecido oportuno también a mi, habiendo sido animado a ello por los verdaderos hermanos, exponer en orden los libros que están incluidos en el canon y que nos han sido entregados con la debida acreditación de ser divinos. Mi propósito es que cada uno de los que se han desviado pueda condenar a aquellos que le condujeron a desviarse y que aquellos que han permanecido intachables puedan regocijarse por haber recordado estas cosas.
Los libros del antiguo testamento, por tanto, son veintidós en numero, porque (según lo que he oído) este es el numero tradicional de letras entre los hebreos”
Estos son los libros que menciona:
Genesis, Exodo, Levitico, Numeros, Deuteronomio, Josué el hijo de Nun, Jueces, Rut, 1 y 2 Reinos, 3 y 4 Reinos, 1 y 2 Crónicas, 1 y 2 Esdras (Esdras-Nehemias), Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Job, Los doce Profetas, Isaías, Jeremías, con Baruc, Lamentaciones y la Epístola, Ezequiel y Daniel.
El resultado final de Atanasio es el mismo de Orígenes, pero separa Rut de Jueces en la lista y omite Ester.
Continúa diciendo:
“Pero para una mayor exactitud en lo que escribo debo añadir lo siguiente hay otros libros aparte de estos que no están incluidos en el Canon, sino que fueron señalados en los tiempos de los padres para ser leídos para aquellos que hacia poco se habían convertido y deseaban ser instruidos en la verdadera religión. Se trata de la Sabiduría de Salomón, la sabiduría de Sirac, Ester, Judit y Tobit, pero mientras que los primeros si se incluyen en el canon y los últimos se leen (en la iglesia), no se mencionan las obras apócrifas”
Atanasio al igual que los demás padres Griegos aceptaba virtualmente el mismo canon que los protestantes, esto no se trata de gustos y de prejuicios sino de evidencia histórica.
RUFINO
Pero debiera saberse que hay también otros libros que nuestros padres no llaman canónicos, sino eclesiásticos, es decir, Sabiduría, llamado Sabiduría de Salomón, y otra Sabiduría, llamada la Sabiduría del hijo de Sirá, el último de los cuales los latinos llaman por el título general de Eclesiástico ...
A la misma clase pertenecen el libro de Tobit, y el libro de Judit, y los libros de los Macabeos ... todos los cuales se han leído en las Iglesias, pero no se apela a ellos para la confirmación de la doctrina. A los otros escritos les han llamado «Apócrifos»;. Estos no han admitido que se lean en las Iglesias.
(NPNF2 3:558)
Jerónimo
Eusebius Sofronius Hieronymus, era el verdadero nombre latino de Jerónimo, que nació en el ano 346 d.C., en el Estridor en Dalmacia.
Jerónimo decidió seguir revisando el AT en latín haciendo referencia a la Septuaginta. Pero pronto se convenció de que la única forma satisfactoria era trabajar del hebreo original.
En su prologo acorazado (Prologus Galetaus) estableció los principios sobre los cuales se propuso trabajar.
"Este prólogo a las Escrituras puede servir como un prefacio con yelmo [galeatus] para todos los libros que hemos vertido del hebreo al latín, para que podamos saber -mis lectores tanto como yo mismo- que cualquiera [libro] que esté más allá de estos debe ser reconocido entre los apócrifos. Por tanto, la Sabiduría de Salomón, como se la titula comúnmente, y el libro del Hijo de Sirá [Eclesiástico] y Judit y Tobías y el Pastor no están en el Canon."
Traducción al español se encuentra en el libro “El canon de la Escritura” F.F. Bruce.
Lo que escribe Jerónimo en su Prolugos Galeatus, no lo hace un radical y el único padre de la iglesia que pensó de esa manera, como lo tratan de hacer ver los apologistas romanos, sino que hizo de de una forma mas explicita lo que pensaban la mayoría de los padres respecto a los libros llamados eclesiásticos, y a las pruebas me remito.
También tenemos mas aportaciones de Jeronimo en su prologo a los tres libros de Salomón (Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los cantares):
“Allí circula también la virtusisima de Jesús hijo de Sirac, junto a una obra parecida: el seudopigrafe titulado “La sabiduría de Salomón”. La primera de ellas la encontré también en hebreo, con el titulo no de Eclesiástico, como en latín, sino de “Parábolas”. El último no se ha encontrado en ninguna parte en hebreo: su mismo estilo tiene un sabor a elocuencia griega y varios escritores antiguos afirman que es obra del Judio Filon. Igual que la iglesia lee Judit, Tobit y los libros de los Macabeos sin considerarlos libros canónicos, permitamos leer también estos dos volúmenes para la edificación del pueblo aunque no sean para establecer la autoridad de los dogmas eclesiásticos”.
Interesante, dice que la iglesia leía los apócrifos pero no los recibe como escrituras, esto derrumba más de la mitad de los ejemplos que dan en muchas paginas de apologética romanista , donde padres de la iglesia citan a los apócrifos pero jamás lo consideran como escritura.
También hay algo interesante dice Jerónimo que leen lo libros para edificación pero “no como autoridad para confirmación de la doctrina”, pero que hace Roma:
-Los difuntos y el purgatorio (2 Mac 12, 45; Sab 3, 5-6), sobre el alma (Sab 3,1),
-El buen uso del vino (Eclo 31, 25-27),
-La intercesión de los Santos para nosotros (2 Mac 15,13-14)
Lo que nos dice que la iglesia de roma no se esta comportando como la iglesia primitiva, mas bien esa iglesia parece una iglesia evangélica.
También vemos la falsedad de este argumento:
“El Protestantismo, siguiendo a Martín Lutero, quitó los libros deuterocanónicos de sus Biblias debido a la clara enseñanza de doctrinas que acababan de haber sido repudiadas por los Protestantes, como las oraciones por los muertos (Tobit 12:12, 2ª Macabeos 12:39-45 ss; cf 1ª Corintios 15:29), la intercesión de los santos muertos (2ª Macabeos 15,14; cf Apocalipsis 5:8; 8:3-4), y la intercesión mediadora de los ángeles (Tobit 12:12,15; cf Apocalipsis 5:8, 8:3-4). Sabemos esto por las propias declaraciones de Lutero y otros Reformadores”
Los "Apócrifos": ¿Porqué forman parte de la Biblia?, Tomado de Evidencia Bíblica para el catolicismo
Por Dave Armstrong, Tradujo Luis Fernando Perez www.************************
No fue que el protestantismo introdujera una innovación sino que se siguió una antigua verdad.
¿Cómo calificaban generalmente los padres a los libros llamados Eclesiásticos?
Atanasio había distinguido 3 categorías de libros: Canónicos, Edificantes (pero sin ser canónicos) y apócrifos. Los libros edificantes (Sabiduría de Salomón y el hijo de Sirac, Ester, Judit y Tobit, con la Didaje y el Pastor de Hermas de la época del NT) se podían leer en la iglesia, los libros apócrifos hay que evitarlos.
También esta tripe diferenciación fue sostenidas por los padres latinos, aquí tenemos el ejemplo de Rufino de Aquilea (345-410), quien se refería a la segunda categoría como libros eclesiásticos. Rufino: Acerca del credo, 38: “Nuestros padres los llamaron eclesiásticos”
Y esto que dijo Atanasio es históricamente comprobable, como lo acabamos de ver Jerónimo se apegaba al punto de vista así como casi todos los demás padres.
Jamás negamos que usaran ampliamente la Septuaginta ampliada, ya que ellos mismos dicen en que términos la usaban, pero el argumento romano de decir que porque un padre cito un libro de la Septuaginta ampliada ya es razón para decir que lo consideraba canónico es completamente falso, primero hay que ver el contexto en que se cito.
Y el hecho es que no vemos a estos libros en las listas canónicas, a excepción de Baruc y en algunas la carta de Jeremías que eran generalmente ligadas con el Canónico Jeremías y por ello su inclusión a las listas.
Un ejemplo lo vemos en Hilario de Poiters (315-367) quien siguió la lista de Orígenes cuando enumero los libros del Antiguo Testamento, aunque el cito ampliamente la septuaginta ampliada.
El punto es que los escritores y padres a la hora de decir cuales eran los libros canónicos en su lista no nombraban los Eclesiásticos ya que no los consideraban dignos del canon, pero aun así los usaban solo como buenos para leer.
En base a la evidencia histórica es una mentira por parte de los apologistas romanos que los cristianos siempre aceptaron los libros apócrifos, siempre hubo una diferencia con la que la mayor parte de los cristianos miraba a esos libros y es argumento histórico verificable, no fueron los protestantes los que hicieron tal diferencia sino que seguimos con el pensamiento cristiano desde los tiempos de Jesús y sus apóstoles.
Por lo tanto por la pura argumentación histórica verificable y argumentación positiva queda completamente refutado este apologista romano:
“Otra razón del porque en la Iglesia Católica se usan estos libros en la Biblia es por que se quiere ser fiel a la lista que se aprobó en un principio por el cristianismo.”
www.apostoles.org, por Martin Zavala
ARGUMENTOS DADOS POR ROMA
Algunas citas que se presentan de los padres de la iglesia tratando de decir que ellos aceptaban a estos libros como canónicos.
¿Pero que tratan de decir con que reconocían a los apócrifos? ¿En que solo los conocían o que los consideraban inspirados?
CLEMENTE ALEJANDRINO (+ 215) conoce todos los libros y pasajes deuterocanónicos, si exceptuamos el 1 y 2 Mac, y los considera como sagrados y canónicos.
Clemente Alejandrino, conoce según los apologistas católicos a todos los libros deuterocanónicos, pero la pregunta es ¿Los consideraba inspirados?, queremos ver las pruebas.
Si usamos los mismos principios por los cuales suponen que Clemente de Alejandría aceptaba los libros apócrifos como inspirados, también supondríamos que el mismo Clemente aceptaría otras obras como 4 Esdras, 1 Enoc y el Apocalipsis de sofonias obras que cito.
TERTULIANO (+ hacia 225) cita todos los libros deuterocanónicos, excepto Tob y las partes deuterocanónicas de Est. Acusa, además, a los judíos de rechazar muchas cosas de los Libros Sagrados que eran favorables a Cristo
Tertuliano aceptaba casi todo libro que le pusieran enfrente, así que vamos a decir que este padre de la iglesia aceptaba como inspirados los libros que acepta roma, pero al acusar a los judíos de rechazar muchas cosas de los libros sagrados es sumamente cuestionable, al igual que Justino Mártir estos dos no pudieron quitarse los prejuicios y por eso en su dialogo con Trifon, la mayoría de los especialistas le dan la razón a las interpretaciones de Trifon que a las de Justino Martir, pero con respecto a Tertuliano su critica era que puesto que 1 Enoc no se incluye en la Biblia hebrea, ni siquiera en la Septuaginta (que era, por supuesto, una traducción judía), Tertuliano alberga la sospecha de que fue rechazado por los judíos porque hablaba de Cristo.
ORÍGENES (+ 254) se sirve con frecuencia de todos los libros deuterocanónicos, que él considera como inspirados, siguiendo en esto como él mismo confiesa la autoridad de la Iglesia: “Ausi sumus uti in hoc loco Danielis exemplo, non ignorantes, quoniam in hebraeo positum non est, sed quoniam in Ecclesiis tenetur” (“...sabemos que este ejemplo de la vida de Daniel no está en el texto hebreo, pero lo usamos porque es aceptado en las Iglesias”).
Pero el argumento de Orígenes para no deshacerse por completo de las adiciones a la Biblia es muy débil, ya que el dice que la iglesia las aceptaba, aunque no aclara si como Eclesiásticas o inspiradas, pero esto es falso ya que en los escritos de otros padres y contemporáneos no vemos que todos aceptaron estos libros.
La Didajé (hacia 90-100) 4,5 alude claramente al Eclo 4,31 (36). También Didajé 5,2 se refiere a Sab 12,7, y Didajé 10,3 a Sab 1,4.
La Didajé (4:5) no introduce Eclesiástico 4:31 como una cita escritural. Y del largo versículo 12:5 de Sabiduría, en 5:2 solamente coincide (de nuevo sin citarlo como Escritura) en las palabras “asesinos de sus hijos”.
¿Qué quieren probar con esto?, ¿que el autor de la Didaje conocia a los apocrifos o los consideraba inspirados?, conforme a la evidencia el mismo autor no lo reconoce como inspirado y después de leer de cómo consideraban los apocrifos los antiguos cristianos llegamos a la conclusión de que no los usaba como inspirados.
SAN CLEMENTE ROMANO (+101) aduce el ejemplo de Judit y la fe de Ester. También alude al libro de la Sab y al Eclo.
Es una lástima que no haya explicitado las citas de Judit, Tobías y Ester.
Me parece que el autor confunde a Clemente de Roma con su homónimo que vivió en Alejandría en el siglo siguiente (no le importa, lo fundamental es probar la propia tesis).
Es cierto que Clemente de Roma reproduce el texto de Sabiduría 12:12 en su carta a los corintios (27:5), pero también es cierto que no introduce dicho texto como si fuese Escritura.
Clemente, uno de los varios obispos que por entonces había en Roma, hacia fines del siglo I escribió una extensa carta a los corintios. Demuestra conocer muy bien tanto el Antiguo Testamento como los escritos apostólicos. Cita de los Evangelios, las cartas de Pablo, de Pedro y de Santiago. También Hebreos, epístola con la cual muestra gran afinidad. Del Antiguo Testamento cita las tres divisiones, Ley, Profetas y Salmos, estos últimos con mucha frecuencia. Sin embargo, no cita ninguno los libros eclesiásticos si bien unas pocas alusiones indican que conocía la Sabiduría de Salomón (hecho ya mencionado). He aquí pues, un pastor romano del primer siglo que descuella en su conocimiento de las Escrituras y que jamás cita los libros eclesiásticos (apócrifos, deuterocanónicos) como Escritura.
Fernando D. Saravi
SAN POLICARPO (+ 156) cita, aunque no expresamente, en la Epistola ad Pililippenses 10,2 a Tob 4,11, o bien 12,9.
Finalmente, Policarpo reproduce las palabras de Tobías 4:10 , “la limosna libra de la muerte”, pero nuevamente sin citarlas como Escritura.
La Epístola de Bernabé (hacia 93 97 d.C.) “parece aludir” en 6,7 a Sab 2,12, y en 19,9 a Eclo 4,36. (Comillas del autor)
La Epístola de Bernabé dice en 6:7 “Como quiera, pues, que había el Señor de manifestarse y sufrir en la carne, fue de antemano mostrada su pasión. Dice, en efecto, el profeta contra Israel: ¡Ay del alma de ellos, pues han tramado designio malo contra sí mismos! Atemos al justo, porque nos es molesto.”
Por su parte, Sabiduría 2:12 dice: “Tendamos lazos al justo que nos fastidia, Se enfrenta a nuestro modo de obrar, Nos echa en cara faltas contra la Ley Y nos culpa de faltas contra nuestra educación.”
Sin embargo, tanto Bernabé como Sabiduría parecen depender del muy canónico Isaías: “¡Ay de ellos, porque han merecido su propio mal! Decid al justo que bien, Que el fruto de sus manos comerá. ¡Ay del malvado! Que le irá mal, que el mérito de sus manos se le dará.” (Isaías 3:9-11, Biblia de Jerusalén)
Fernando D. Saravi
Perdóneseme volver a repetir de nuevo, pero aquí en la Epístola de Bernabé no hay ninguna evidencia a favor del punto de vista de roma, aunque fuera una alusión o cita explicita ya que como hemos visto los cristianos solían usar los libros eclesiásticos sin considerarlos canónicos y no dándoles autoridad.
SAN JUSTINO (+ 165), en su Apología 1,46, alude a las partes deuterocanónicas de Dan 3. Y en el Diálogo con Trifón 71 acusa a los judíos de rechazar de la versión griega de los Setenta las Escrituras que testificaban en favor de Cristo.
Sí, es cierto que en el fragor de la controversia Justino acusó a los judíos de haber adulterado las Escrituras. No sé cuál texto tiene en mente el autor católico, pero yo recuerdo haberlo leído en el Diálogo con Trifón el judío, capítulo 73. Allí dice: Y del salmo noventa y cinco, de las palabras de David, suprimieron estas breves expresiones: “De lo alto del madero”. Pues diciendo la palabra: «Decid entre las naciones: El Señor reina desde lo alto del madero», sólo dejaron: “Decid entre las naciones: El Señor reina”.
Esta frase cuya omisión cuestiona Justino es desconocida en los manuscritos tanto hebreos como griegos. Por tanto, cabe pensar que Justino estaba errado y que su interlocutor tenía razón.
Habitualmente cuando Justino menciona las Escrituras se refiere al Antiguo Testamento, al cual conoce fundamentalmente en la antigua versión Septuaginta. Un aspecto interesante es que en la actualidad los católicos apelan al hecho de que los manuscritos de la Septuaginta incluyan los libros que desde el siglo XVI llaman “deuterocanónicos” (y nosotros apócrifos) como prueba de la existencia de un imaginario “canon alejandrino” similar si no idéntico al establecido dogmáticamente en el Concilio de Trento. Ahora bien, el maestro y mártir Justino emplea la Septuaginta, de la cual cita profusamente del Pentateuco, de los profetas y de los salmos. Sin embargo, el examen de sus escritos muestra que jamás cita textos de los apócrifos/deuterocanónicos.
Fernando D. Saravi
SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA (+ 109) alude al libro de Judit 16,14 en su Epistola ad Ephes. 15,1.
Otra alusión a un libro apócrifo, pero como hemos visto hasta el cansancio una alusión no muestra que el autor que supuestamente la alude la acepte como canónica, ¿Cuál es la prueba de que Ignacio de Antioquia consideraba a Judit digno del canon? ¿Y de los demás libros apócrifos que jamás cito?.
El Pastor de HERMAS (hacia 140 154) tiene bastantes alusiones a diversos libros deuterocanónicos: al Eclo, a Tobías, al 2 Mac y a la Sab.
Cuando comenzaron en el Oriente las disputas de los cristianos con los judíos, los apologistas se vieron obligados a servirse únicamente de los libros protocanónicos, porque los judíos no admitían la canonicidad de los deuterocanónicos. Así nos lo dice expresamente San Justino.
Bueno las alusiones no sirven, almenos que consideraran al libro en cuestión como inspirado o digno del canon.
Es cierto que hubo discusiones con los judíos, pero lo que dice San Justino nos preguntamos a que apologistas se refiere, ¿solo a el?, es evidente históricamente que los cristianos no consideraban a estos libros inspirados y por tal razón no los encontramos en las listas canónicas.
ATENÁGORAS (hacia 177), en su obra Legatio pro Christianis 9 cita explícitamente a Bar 3,36, considerándolo como uno de los profetas.
SAN IRENEO (+ 202) cita a Baruc bajo el nombre de Jeremías. Aduce los capítulos 13 y 14 de Daniel, atribuyéndolos a este profeta. También se sirve frecuentemente del libro de la Sabiduría.
Con referente a Baruc hay confusión de los padres ya que ellos lo consideraban como el Baruc bíblico, el escriba de Jeremías. Pero en al apéndice hay una refutación a este punto de vista.
Me hubiera gustado que de Ireneo por lo menos me hubieran puesto las citas donde aluden a los apócrifos, no vaya a ser que piense que me están mintiendo.
SAN CIPRIANO (+ 258) coloca entre las Escrituras canónicas todos los libros deuterocanónicos, a excepción de Judit.
No hay citas que me comprueben esto, pero si es verdad lo que dicen de Cipriano seria uno de los pocos padres con ese pensamiento.
Fue de gran ayuda los escritos de Fernando D. Saravi, en cada caso donde extraje su refutación puse el nombre de el, ya que hay dar honor a quien honor merece, para mayor información sobre su trabajo favor revisar www.conocereislaverdad.org, ahí encontraran la totalidad de su material.
También cabe mencionar que estas “pruebas” romanas fueron casi todos fragmentos de un debate que sostuve con José Miguel, creo Webmaster de ************************, y otras fueron sacadas de la misma página.
CONTRADICCIONES PAPALES Y CONCILIARES.
En el 393 en el concilio de Hipona se definió el límite del canon según como los aprobó Agustin, de este concilio no tenemos sus resoluciones, pero estas estan resumindas en el concilio de Cartago del 397.
Aparte de que aceptaban a los libros Eclesiasticos como parte del canon tambien aceptaban a 1 Esdras (3 Esdras en la Vulgata). Esta misma decisión fue ratificada en el Concilio de Cartago de 419.
En el ano del 405, papa Inocencio I de acuerdo con el concilio de Cartago en su carta al Obispo de Tolouse, incluye los eclesiasticos en el canon, junto con ellos a 1 Esdras (3 Esdras en la Vulgata).
Lo curioso es que en el concilio de Trento que rechazo el libro de 1 Esdras como parte del canon, el mismo libro que antes Cartago en reiteradas ocasiones lo habia aprobado junto con el papa Inocencio I. Lo que nos dice es que Cartago y el papa Inocencio se equivocaron o el que se equivoco fue Trento, entonces la misma autoridad con la que Cartago e Inocencio I aceptaron a 1 Esdras, la cual fue con la que aceptaron a los demás libros Eclesiásticos, fue violada por Trento. ?Si Cartago se equivoco junto con el papa Inocencio I en aceptar a 1 Esdras, que nos dice que no se hayan equivocado en aceptar los demás libros eclesiásticos como parte del canon?
“De todas maneras; o el sínodo de Cartago se equivocó, o se equivocó el concilio de Trento; por consiguiente, uno de ellos se equivocó, porque lo aprobado por uno fue desaprobado por otro. Si uno de dichos concilios se equivocó, bien pudieron haberse equivocado los dos; porque "es de humanos errar". Está pues demostrado que la iglesia Romana, no admitió los apócrifos en el canon de los libros inspirados hasta el concilio de Trento en 1545.
Domingo Fernandez Suarez, Los libros llamados apocrifos.
Pero aun hay más:
En total eran tres documentos los que se aceptaron en Cartago y que después fueron rechazados en Trento:
1 Esdras, 2 Esdras y la oración de Manases.
Catecismo de la Iglesia Católica (Montevideo, Uruguay: Editorial LUMEN, 1992)
“El concilio de Trento, en el ano 1545, modifico el canon, sacando tres de estos libros. Este mismo hecho esparce duda sobre la decisión de incluirlos en la Biblia. Pensémoslo: El argumento más fuerte que podría justificar su inclusión en la Biblia es que estaban en algunas copias de la Septuaginta. Sin embargo, ahora han sacado tres de los quince que estaban incluidos en esas versiones de la septuaginta. Es decir, ¡Ya no confían en el canon de la Septuaginta!
¿Por qué rechazar los tres y no los demás? Ya no usan el mismo criterio”
Católicos y Protestantes, ¿Cuál es la diferencia?, Dr. Richard B. Ramsay, Edit. UNILIT
Como vemos que equivocado estaba este católico romano al decir:
Los Concilios de la Iglesia en Hipona (393 D.C.) y Cartago (397, 419 D.C.), enormemente influenciados por San Agustín, listaron los libros Deuterocanónicos como escritura inspirada, lo cual fue simplemente el visto bueno de lo que se había convertido en el consenso general de la Iglesia en Occidente y en la mayor parte del Oriente. De esta manera, el Concilio de Trento sólo reiteró en términos más fuertes lo que ya había sido decidido once siglos antes.
Hasley Morales, Acerca de los deuterocanocios, www.************************
El Concilio de Trento no definió lo que venia de antes sino que lo modifico, quitándole la autoridad que pudieran haber tenido Hipona y Cartago.
También hay que recordar que el concilio de Cartago fue un concilio local, no universal, y vemos en reiteradas ocasiones que aun depuse de este en gran parte del cristianismo a los libros Eclesiásticos no se les consideraban canónicos.
Esto nos dice que verdaderamente fue en el concilio de Trento donde se decidió el nuevo canon de la iglesia de Roma, ya que aunque desde Cartago estos libros pertenecieran a la Vulgata estos jamás tuvieron el apoyo pleno del cristianismo medieval, ya que siempre los pusieron en un segundo plano, como libros Eclesiasticos buenos para leer pero no para apoyarse doctrinalmente en ellos.
Por esta razon Trento modifico lo que venia desde cartago, ahora si para poder tener una lista cerrada y segura de sus libros deuterocanónicos, que no tuvo la iglesia en mas de 1500 anos.
Esto lo comprueba este autor catolico:
En la Iglesia latina, a través de toda la Edad Media hallamos evidencia de vacilación acerca del carácter de los deuterocanónicos. Hay una corriente amistosa hacia ellos, otra distintamente desfavorable hacia su autoridad y sacralidad, mientras que oscilando entre ambas hay un número de escritores cuya veneración por estos libros es atemperada por cierta perplejidad acerca de su posición exacta, y entre ellos encontramos a Santo Tomás de Aquino. Se encuentran pocos que reconozcan inequívocamente su canonicidad. La actitud prevalente de los autores occidentales medievales es substancialmente la de los Padres griegos.
(George J. Reid, Canon of the Old Testament, en The Catholic Encyclopedia ,1913; negritas añadidas)
Este autor católico prueba todo lo que hemos argumentado durante este escrito de que siempre se reconoció a los libros eclesiásticos inferiores y que no se reconocía su canonicidad en la mayoría del cristianismo.
No es la primera vez que observo que un apologista católico de la Web es contradicho por los escritores romanos de mayor reconocimiento que ellos, por ejemplo miremos este argumento:
“A partir de fines del siglo V las dudas acerca de los Deuterocanónicos van desapareciendo, restableciéndose así la unanimidad en el siglo VI”.
Acerca de los libros deuterocanónicos, por Hasley Morales en www.************************ y www.luxdomini.com
El autor de este escrito parece que le importa muy poco poder sostener lo que dice, lo único que le importa es decir lo que le gustaría que hubiera pasado, pero sin prueba alguna. No solo lo contradice la prueba histórica sino también la erudición romana.
Seguiremos con mas ejemplos de esta distinción que hacían los cristianos aun después de Cartago, pero esta ya no se da después de Trento ya que si lo hacían se ganarían de inmediato un anatema.
Aquí tenemos un ejemplo interesante de un papa romano que no considera a los libros llamados eclesiasiticos como canonicos:
Un siglo más tarde Gregorio Magno, obispo de Roma (590-604) continuaba insistiendo en la distinción entre libros canónicos y eclesiásticos:
Con referencia a tal particular no estamos actuando irregularmente, si de los libros, aunque no canónicos, sin embargo otorgados para la edificación de la Iglesia, extraemos testimonio. Así, Eleazar en la batalla hirió y derribó al elefante, pero cayó debajo de la misma bestia que había matado [1 Macabeos 6:46].
Library of the Fathers of the Holy Catholic Church, 2:424;
Pero tenemos aquí un papa después de Trento que coincidía con Jerónimo en esto:
“Llamo aquí la atención a una cita anteriormente hecha y que vamos a repetir. En la introducción, que la versión de Torres Amat, tiene al libro de Esther, dice: "San Jerónimo tuvo por dudosos los seis últimos capítulos por no haberlos hallado en el texto hebreo; y hasta Sisto V, siguieron muchos católicos esta opinión". Ahora bien, Sixto V, fue papa después del concilio de Trento, o sea, de 1585 a 1590. Así este papa y con él la mayoría de los católicos se colocaron bajo los anatemas del concilio, al dudar de sus decisiones. Además, ¿Era Sixto V infalible? Si lo era, el concilio de Trento se equivocó, al sancionar las partes apócrifas del Antiguo Testamento, partes que el papa no aceptaba.”
Domingo Fernandez Suarez, Los libros llamados apocrifos.
En el trabajo de Fernando D. Saray encontraran gran cantidad de ejemplos de tales distinciones después de Cartago y Trento.