De todos los datos que aparecen en ese libro, el que me parece más importante es el que hace referencia al hecho de que prácticamente todas las versiones de la Biblia hasta el trabajo de Wescott y Hort se basaban en el Texto Mayoritario.
Si confiamos en que Dios ha tenido cuidado de transmitir fielmente su Palabra no es factible pensar que la cristiandad haya tenido que esperar hasta finales del XIX para tener un texto bíblico libre de errores