Hoy inicio este tema porque Dios pone en mi corazón que hay quienes necesitan saber los principios básicos para ser parte de la Familia de Dios. A continuación hay un breve ejercicio que recomiendo hacer a quienes no son cristianos ni tienen a Jesús como Señor y Salvador. Nuevamente quiero aclarar que repetir una oración sin entender (ni aceptar) su significado con la mente o el corazón no sirve de nada. Obviamente uno tiene que entender con su mente y aceptar con el corazón las verdades que uno está aprendiendo por medio del Lenguaje Escrito. En ninguna parte de la Biblia existe una prohibición explícita para usar el lenguaje (hablado o escrito) con el fin de entender las cosas de Dios.
EL PLAN DE DIOS DE SALVACION
La Biblia dice que sólo hay un camino hacia el Cielo
Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6)
Las buenas obras NO pueden salvarte
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." (Efesios 2:8-9)
¡Confía en Jesucristo HOY! Aquí está lo que debes hacer:
1. Admite que eres un pecador:
“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,” (Romanos 3:23)
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” (Romanos 5:12)
“Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.” (1 Juan 1:10)
2. Renuncia al pecado (arrepentimiento):
“Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.” (Lucas 13: 5)
“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;” (Hechos 17:30)
3. Cree que Jesucristo murió por ti, fue sepultado y resucitó de entre los muertos:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16)
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8)
“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” (Romanos 10:9)
4. A través de la oración, invita a Jesús a que entre a tu vida aceptándolo como tu Señor y Salvador personal:
“Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” (Romanos 10:10)
“Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Romanos 10:13)
¿Qué debes orar?
Querido Dios, Yo soy un pecador y necesito tu perdón. Yo creo que Jesucristo derramó su preciosa sangre y murió por mis pecados. Estoy dispuesto a renunciar al pecado. Ahora yo invito a Cristo a que entre en mi corazón y en mi vida como mi único Señor y Salvador personal.
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;” (Juan 1:12)
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17)
Si has aceptado a Jesucristo como tu Señor y Salvador personal, como cristiano debes hacer lo siguiente:
Leer tu Biblia TODOS los días para llegar a conocer mejor a Cristo:
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” (2 Timoteo 2:15)
“Tu palabra es una lámpara a mis pies y una luz en mi camino.” (Salmo 119:105)
Habla con Dios a través de la oración TODOS los días:
“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.” (Mateo 21:22)
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” (Filipenses 4:6)
Se bautizado, adora a Dios, convive con Dios, sirve a Dios y a tu prójimo junto a otros cristianos en una iglesia, confesión, comunidad, congregación o asamblea cristiana donde Cristo sea el centro y la Biblia la autoridad final:
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;” (Mateo 28:19)
“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” (Hebreos 10:25)
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,” (2Timoteo 3:16)
Háblale a otros acerca de Jesucristo:
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” (Marcos 16:15)
“Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” (1 Corintios 9:16)
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.” (Romanos 1:16)
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Y bueno, si hiciste con un corazón sincero todo el ejercicio de arriba, permíteme ser el primero en darte la bienvenida a la Familia de Dios. Ora, lee tu Biblia, congrégate, imita a Cristo y háblale a otros de Cristo y uno de estos días nos veremos en el Cielo.
Bendiciones
Robespengler