No fue ninguna farsa, sino el método de Dios, desde los tiempos de Mosiés. Se llevaban los problemas a los líderes y ellos decidían. Jacobo fue el líder por la mentalidad judía que le daba mucha importancia al fator sangre. Evidentemente Jacobo siguió a Cristo, sino hace tiempo que lo hubiera sacado de su puesto.
Hermanos, lo único que nos falta es que empecemos a decir esto es inspirado, esto no, de la Biblia, y todo para quitarse el sábdo y otras cosas del medio.