27 jun 03
¿CON QUÉ SE ALEGRA DIOS?
por el Hermano Pablo
Esta triste crónica viene de Alahubad, India. Bhagwandi Prahnav, de veintisiete años de edad, sentía dolores de parto, dolores tan viejos como el mundo y tan conocidos como la mujer. Su bebé, su primer bebé, venía al mundo. Entre sudores y lágrimas, gemidos y ahogos, la joven mujer daba a luz a su primogénito, el fruto de un amor fugaz y pasajero. Bhagwandi se hallaba en el pesebre de la casa de su padre Najiv, de cincuenta y cuatro años.
No bien el bebé nació, Najiv, con ojos de loco, se acercó con un tambor de gasolina y un fósforo, y prendió fuego a Bhagwandi su hija, a su nuevo nietecito y al pesebre mismo donde todo esto ocurrió. «Se merece la muerte —le dijo el hombre a las autoridades— por haber quedado embarazada siendo soltera.»
Este caso fue impresionante aun para la policía de un país acostumbrado a ver hogueras. Fue un hecho brutal e injusto, como lo es siempre que un hombre quiere hacer justicia con su propia mano.
¿Quién puede decir, a ciencia cierta y sin duda alguna, que conoce a la perfección y para todo tiempo la voluntad de Dios? ¿Quién puede decir, sin mentir, que cuando comete un acto brutal está «cumpliendo una orden de Dios»? La Biblia dice que Dios no se alegra con la muerte del culpable, de ningún culpable, sino con que cada culpable, sea cual sea el delito, se convierta de su mala conducta y viva (Ezequiel 33:11).
Es importante que toda mujer que haya tenido un hijo siendo soltera sepa que el mismo Dios que no aprueba las relaciones sexuales fuera del matrimonio, extiende su amor y misericordia a la mujer arrepentida que ha caído, y la invita a reiniciar una nueva vida. Por su justicia condena todo pecado, mientras que por su misericordia perdona y rescata a toda persona que peca.
Tanto las jóvenes que tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio sin quedar embarazadas, como las que quedan encintas y llegan a ser madres solteras, merecen consideración, pues Cristo las tuvo a todas en cuenta por igual cuando dio su vida en la cruz del Calvario y derramó su sangre redentora. Cada uno de nosotros, incluso la madre soltera, estaba en la mente de Dios cuando Él envió a su Hijo Jesucristo al mundo para rescatarnos y perdonarnos de todo pecado.
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Box 100 • Costa Mesa, CA 92628 • tel: 949.645.0676 • fax: 949.645.0374
Fuente: www.conciencia.net
¿CON QUÉ SE ALEGRA DIOS?
por el Hermano Pablo
Esta triste crónica viene de Alahubad, India. Bhagwandi Prahnav, de veintisiete años de edad, sentía dolores de parto, dolores tan viejos como el mundo y tan conocidos como la mujer. Su bebé, su primer bebé, venía al mundo. Entre sudores y lágrimas, gemidos y ahogos, la joven mujer daba a luz a su primogénito, el fruto de un amor fugaz y pasajero. Bhagwandi se hallaba en el pesebre de la casa de su padre Najiv, de cincuenta y cuatro años.
No bien el bebé nació, Najiv, con ojos de loco, se acercó con un tambor de gasolina y un fósforo, y prendió fuego a Bhagwandi su hija, a su nuevo nietecito y al pesebre mismo donde todo esto ocurrió. «Se merece la muerte —le dijo el hombre a las autoridades— por haber quedado embarazada siendo soltera.»
Este caso fue impresionante aun para la policía de un país acostumbrado a ver hogueras. Fue un hecho brutal e injusto, como lo es siempre que un hombre quiere hacer justicia con su propia mano.
¿Quién puede decir, a ciencia cierta y sin duda alguna, que conoce a la perfección y para todo tiempo la voluntad de Dios? ¿Quién puede decir, sin mentir, que cuando comete un acto brutal está «cumpliendo una orden de Dios»? La Biblia dice que Dios no se alegra con la muerte del culpable, de ningún culpable, sino con que cada culpable, sea cual sea el delito, se convierta de su mala conducta y viva (Ezequiel 33:11).
Es importante que toda mujer que haya tenido un hijo siendo soltera sepa que el mismo Dios que no aprueba las relaciones sexuales fuera del matrimonio, extiende su amor y misericordia a la mujer arrepentida que ha caído, y la invita a reiniciar una nueva vida. Por su justicia condena todo pecado, mientras que por su misericordia perdona y rescata a toda persona que peca.
Tanto las jóvenes que tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio sin quedar embarazadas, como las que quedan encintas y llegan a ser madres solteras, merecen consideración, pues Cristo las tuvo a todas en cuenta por igual cuando dio su vida en la cruz del Calvario y derramó su sangre redentora. Cada uno de nosotros, incluso la madre soltera, estaba en la mente de Dios cuando Él envió a su Hijo Jesucristo al mundo para rescatarnos y perdonarnos de todo pecado.
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Fuente: www.conciencia.net