EL FUNDAMENTO DE LA GENUINA IGLESIA DE CRISTO
Mat 16:16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Mat 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
1Co 3:11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
En el AT Dios le dio a Moisés el modelo del Santuario terrenal, dónde ni una sola estaca quedó a la imaginación del ser humano, leemos:
Éxo 25:40 Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.
De igual manera, cuando estableció su Iglesia, el Señor nos ha dejado el modelo de la Iglesia que él ganó por su propia sangre:
Hch 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Nos congregamos en el nombre del Señor, SEGÚN EL MODELO DEL NUEVO TESTAMENTO.
Es triste ver la llamada cristiandad dividida en diferentes credos y congregándose bajo diferentes nombres.
Esta inclinación tuvo su principio en la iglesia en Corinto donde cada uno decía:
“Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo”.
El apóstol les recrimina diciendo:
“¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en nombre de Pablo?” (1Co_1:12). Pero esto no era un cisma; fue un mal interno que fue oportunamente sanado.
El grupo más peligroso en esta división, fueron aquellos que izaban la bandera de Cristo como el estandarte de su propia separación de los demás.
Los hombres perversos, que hacen de la piedad la fuente de sus ganancias deshonestas, implementan un modelo comercial, semejante a una tienda por departamentos, y en tales lugares, funciona:
Por otro lado:
En las diferentes epístolas dirigidas a las iglesias del Nuevo Testamento, no encontramos distintivos denominacionales; lo único que se menciona es la localidad donde estaban congregados, por ejemplo:
“a la iglesia de Dios que está en Corinto... a las iglesias de Galacia... á los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso...” etc.
De hecho, las iglesias apostólicas se congregaban sencillamente como iglesias de Dios, bajo un solo nombre distintivo:
El nombre de Cristo.
Aunque había diferencias, la iglesia era una sola y el credo uno solo.
Esta era la iglesia primitiva, que permanece intacta en el Nuevo Testamento.
Allí tenemos su modelo.
Si queremos seguirlo, sólo tenemos que actuar como ella actuó.
No decimos esto como crítica destructiva ni egoísta.
Reconocemos a nuestros verdaderos hermanos dondequiera que ellos se reúnan, pero a la vez, no podemos menos que lamentar el estado de confusión reinante, a causa de haber perdido el modelo divino, poniendo a un lado la palabra de Dios y reemplazándola por la palabra del hombre.
Mat 16:16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Mat 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
1Co 3:11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
En el AT Dios le dio a Moisés el modelo del Santuario terrenal, dónde ni una sola estaca quedó a la imaginación del ser humano, leemos:
Éxo 25:40 Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.
De igual manera, cuando estableció su Iglesia, el Señor nos ha dejado el modelo de la Iglesia que él ganó por su propia sangre:
Hch 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Nos congregamos en el nombre del Señor, SEGÚN EL MODELO DEL NUEVO TESTAMENTO.
Es triste ver la llamada cristiandad dividida en diferentes credos y congregándose bajo diferentes nombres.
Esta inclinación tuvo su principio en la iglesia en Corinto donde cada uno decía:
“Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo”.
El apóstol les recrimina diciendo:
“¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en nombre de Pablo?” (1Co_1:12). Pero esto no era un cisma; fue un mal interno que fue oportunamente sanado.
El grupo más peligroso en esta división, fueron aquellos que izaban la bandera de Cristo como el estandarte de su propia separación de los demás.
Los hombres perversos, que hacen de la piedad la fuente de sus ganancias deshonestas, implementan un modelo comercial, semejante a una tienda por departamentos, y en tales lugares, funciona:
- El grupo de damas
- El grupo de los jóvenes
- El grupo de Conserjes
Por otro lado:
En las diferentes epístolas dirigidas a las iglesias del Nuevo Testamento, no encontramos distintivos denominacionales; lo único que se menciona es la localidad donde estaban congregados, por ejemplo:
“a la iglesia de Dios que está en Corinto... a las iglesias de Galacia... á los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso...” etc.
De hecho, las iglesias apostólicas se congregaban sencillamente como iglesias de Dios, bajo un solo nombre distintivo:
El nombre de Cristo.
Aunque había diferencias, la iglesia era una sola y el credo uno solo.
Esta era la iglesia primitiva, que permanece intacta en el Nuevo Testamento.
Allí tenemos su modelo.
Si queremos seguirlo, sólo tenemos que actuar como ella actuó.
No decimos esto como crítica destructiva ni egoísta.
Reconocemos a nuestros verdaderos hermanos dondequiera que ellos se reúnan, pero a la vez, no podemos menos que lamentar el estado de confusión reinante, a causa de haber perdido el modelo divino, poniendo a un lado la palabra de Dios y reemplazándola por la palabra del hombre.
