¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

30 Marzo 2004
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¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?... Si, según Uds., protestantes, la iglesia católica no es cristiana, ni auténtica, etc.


¿Qué dice la Biblia al respecto?

Marcos 3:23 Y llamándolos junto a sí, les hablaba en parábolas: ¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás?
Marcos 3:24 Y si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede perdurar.
Marcos 3:25 Y si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá permanecer.
Marcos 3:26 Y si Satanás se ha levantado contra sí mismo y está dividido, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin.


:eek:
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

La verdad, amigo ortodoxo. No hay quien te entienda.
Defiendes a marcha martillo a lo que llamas iglesia católica y ni una sola palabra defendiendo, o al menos mostrando, las de la tuya. (si es que ralmente militas en la ortodoxa)
En este aporte partes de una falsa premisa.
¿Es que crees que los exorcitas :Angel_ani
romanistas hechan fuera demonios? ¿Y los vuestros? (si es que los hay, que no lo se?
¿Como van a echarlos los primeros si presidieron los Autos de Fe con sus brillantes hogueras? ¿Y vosotros con vuestros extaordinarios "PROGROMS" masacrando a gente inocente?
¿Crees que eso lo presidió el amor de Jesús para todos los hombres?

¿Crees que lo que solo es PURA MAGIA MEDIEVAL afecta a los demonios?

Seguro que los demonios no tienen la capacidad de reirse. Si fuera así TODOS OIRIAMOS SUS CARCAJADAS,
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

El Ortodoxo dijo:
¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?... Si, según Uds., protestantes, la iglesia católica no es cristiana, ni auténtica, etc.


¿Qué dice la Biblia al respecto?

Marcos 3:23 Y llamándolos junto a sí, les hablaba en parábolas: ¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás?
Marcos 3:24 Y si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede perdurar.
Marcos 3:25 Y si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá permanecer.
Marcos 3:26 Y si Satanás se ha levantado contra sí mismo y está dividido, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin.


:eek:
En estos foros hace aproximadamente un par de años alguien trajo una noticia de una endemoniada que fué presentada ante vuestro papa, que alguien te cuente lo que sucedió, te daré una avanzadilla, ambos salieron de dicho encuentro de la misma manera que con el que entraron. Me hubiera gustado que se la hubieran presentado al Apostol Pedro, a ver si el resultado hubiera sido el mismo... :rolleyes:

Que alguien busque la noticia, que en estos foros está.

Shalom!!
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

Lo encontré!!

http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?t=3797&highlight=endemoniada

Aporte de mi querido hermano Ezequiel Romero, al que tuve el gozo de conocer en Barcelona el año pasado:

El hecho se produjo el miércoles pasado durante la audiencia general realizada en la Plaza San Pedro
Papa realiza exorcismo a joven de 19 años
La información intentó mantenerse en el más estricto secreto. Sin embargo, el sacerdote Gabriele Amorth, presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas, confirmó el hecho al diario romano Il Messaggero, donde asegura que el exorcismo realizado por el Papa no dio los resultados esperados. Todo sucedió en el más estricto secreto. Durante la última audiencia general en la Plaza San Pedro, el miércoles pasado, el obispo Giovanni Danzi se acercó cautelosamente al secretario personal del Juan Pablo II, monseñor Stanislao Dziwisz y le comunicó que en la tercera fila, en los asientos reservados a los enfermos e inválidos, se encontraba una joven víctima de un severo caso de posesión satánica. La muchacha gritaba y profería insultos e incluso reaccionó con violencia ante el propio obispo Danzi cuando éste le pidió que se calmara.
Monseñor Dziwisz le informó del hecho a Juan Pablo II, quien decidió reunirse con la joven después de finalizada la audiencia. Para ello, la muchacha de 19 años y originaria de un pequeño poblado de Lombardia, fue sacada de su asiento y trasladada a un lugar apartado. Testigos relataron cómo forcejó con los guardias que intentaban sacarla, demostrando una fuerza que calificaron de "sobrehumana", mientras gritaba en lenguas extrañas, con una voz ronca y gutural.
Una vez culminada la audiencia y cuando la joven ya había sido apartada del lugar, el pontífice se reunió con ella. Fuentes Vaticanas aseguraron que Juan Pablo II simplemente rezó con la muchacha. Sin embargo, según la prensa italiana, el Papa habría realizado un tradicional proceso de exorcismo.
INTENTO FRACASADO
El encuentro entre Juan Pablo II y la joven duró media hora y fue presenciado por el obispo Danzi. El pontífice oró con la muchacha e intentó bendecirla con unas cuantas gotas de agua bendita. Un proceso que estuvo lejos de ser sencillo, según relató al diario Il Messaggero el padre Gabriele Amorth, presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas, quien tuvo acceso al encuentro. La muchacha reaccionó con violencia, en especial cuando fue salpicada con agua bendita, e incluso insultó en varias oportunidades al Pontífice.
Al día siguiente y mientras el Papa realizaba una misa especial para ayudar a la muchacha, Gabriele Amorth y el obispo Danzi tuvieron que realizarle un segundo exorcismo. Esto porque el realizado por Juan Pablo II no dio los resultados esperados. En esta ocasión, el proceso duró una hora y, según el padre Amorth, el demonio "estaba orgulloso de su poder". "Ni siquiera tu jefe fue capaz de hacer algo", le habría dicho la joven a Amorth en medio de risas escalofriantes, refiriéndose al intento fracasado de exorcismo del Papa.
Según Amorth, no es la primera vez que la joven lombarda es sometida a exorcismos. El presidente de la Asociación Internacional de Exorcismo asegura que la joven, cuya identidad se mantiene en secreto, ha estado poseída desde los 12 años. Según él, una persona que tenía problemas con los padres de la niña le solicitó a "un mago que lanzara sobre ella un maleficio". Desde entonces, la muchacha ha debido "convivir con el demonio". Amorth asegura que él mismo la intentó exorcizar el martes en la tarde, un día antes del encuentro con el Papa.
El día de la audiencia, los padres de la muchacha la llevaron a la Plaza San Pedro con la esperanza de que la bendición papal la ayudara a liberarse. Pero el hecho sólo ayudó a empeorar las cosas. Apenas instalada en su asiento la joven reaccionó con violencia, insultando al Pontífice y lanzando gritos en lenguas extrañas contra los presentes. Fue entonces cuando se acercó el obispo Giovanni Danzi para intentar calmarla con una cruz y una medalla de la Virgen. Pero su reaccionó fue incluso peor. Por ello, el obispo decidió advertir de lo sucedido al Papa, quien al final optó por intervenir directamente.
Si vuestro papa no fué capáz, como esperas que...
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

toni: Fue entonces cuando se acercó el obispo Giovanni Danzi para intentar calmarla con una cruz y una medalla de la Virgen. Pero su reaccionó fue incluso peor. Por ello, el obispo decidió advertir de lo sucedido al Papa, quien al final optó por intervenir directamente.

Yo solo espero que no intenten algo asi: "En el nombre de la Santisima e Inmaculada Virgen Maria, sin pecado concebida, te ordeno que salgas demonio"
Jijiji, porque si es asi nunca va a salir.

A Maria los cristianos le guardamos mucho respeto por haber encontrado tanta gracia ante los ojos del Señor, pero los demonios solo estan sujetos al poderoso nombre de Jesucristo.

A mi me parece que al Papa le fallo un poquitin la fe (o los metodos), pues cuando uno le ordena a un demonio que salga en el nombre de Jesus, tiene que salir y punto, que no quepa duda. Pero si la fe nos falla, y nos rendimos, estamos declarando al demonio en victoria, y eso no, no, no. Si hay que durar horas, horas se duran, pero que por nuestra falta de fe no sea tomado en menos el nombre de nuestro Señor Jesucristo!
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

aparte de fé la persona debe tener autoridad ... para que una persona pueda librerar a una persona opromida lo primero que debe de hacer es recibir a cristo como su salvador , luego entrar en una comunion con Dios y llevar una vida en santidad. como por ejemplo no adorar imajines , no adorar a maria la persona que uso Dios para traer a jesus hecho carne , confesar sus pecados a Dios y no a un hombre , orar a Dios a travez de jesucristo que es el unico intersesor entre el hombre y Dios , pasos a seguir para liberacion de la persona es llevar a la persona al arepentimiento de pecados y reconocer a jesucristo como su salvador, luego cancelar toda puerta abierta que alla abierto a satana atravez de su vida , como por ejemplo haber participado en brujerias , satanismo , leer horoscopo , sacrigelios , macumbas y cosas asi .... para que pueda ser libre en el nombre de Jesus y luego de ser liberado ser ministrado para que pueda ser lleno del espiritud santo y no volver a pecar con referente a todo demonio sacado y cubrirse con la sangre presiosa de jesucristo ....
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?... Si, según Uds., protestantes, la iglesia católica no es cristiana, ni auténtica, etc.



Yo aun no he visto a ningun catolico expulsar demonios... bueno, si en la pelicula del Exorcista.. pero vamos, eso no cuenta... Eso es como las historias de los OVNIS: el 99.9% son montajes falsos y engaños.
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

Xelmorro dijo:
¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?... Si, según Uds., protestantes, la iglesia católica no es cristiana, ni auténtica, etc.



Yo aun no he visto a ningun catolico expulsar demonios... bueno, si en la pelicula del Exorcista.. pero vamos, eso no cuenta... Eso es como las historias de los OVNIS: el 99.9% son montajes falsos y engaños.

Yo tampoco he visto a un evangélico hacerlo. ¿Entonces son historias también?
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

el ortodoxo:
¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?


SERVANDO:


SIMPLE...............................................



























































NO PUEDE.
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

gerardocb dijo:
Yo tampoco he visto a un evangélico hacerlo. ¿Entonces son historias también?

SERVANDO:

simple............................................





























































seguramente por que no acudes a ninguna iglesia evangélica. jajajajaja
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

gerardocb dijo:
Yo tampoco he visto a un evangélico hacerlo. ¿Entonces son historias también?
Pues tu servidor, si. La promesa de Marcos 16 se está cumpliendo ahora. A la Iglesia de Jesucristo le ha sido dado el poder de echarlos fuera en el Nombre de Jesús.
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

SERVANDO SUASTE dijo:
SERVANDO:

simple............................................

seguramente por que no acudes a ninguna iglesia evangélica. jajajajaja

¡Pero que gracia tiene para decir las cosas! ¡No paro de reír!

Oiga, pero no se le ocurre que entonces lo que sucede con su hermano Xelmorro es que tampoco ha tenido la oportunidad de estar en el momento preciso en que se expulsa un demonio en una iglesia católica???

Simple.................................................
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

MARACHITO dijo:
Pues tu servidor, si. La promesa de Marcos 16 se está cumpliendo ahora. A la Iglesia de Jesucristo le ha sido dado el poder de echarlos fuera en el Nombre de Jesús.

No lo dudo, marachito.

Mi comentario fue debido a:
"Yo aun no he visto a ningun catolico expulsar demonios... bueno, si en la pelicula del Exorcista.. pero vamos, eso no cuenta... Eso es como las historias de los OVNIS: el 99.9% son montajes falsos y engaños."

Si esto lo tomamos como regla general, entonces puedo asumir que tampoco sucede en las iglesias evangélicas porque yo no lo he visto.

Saludos y bendiciones.
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

Seguramente porque existen tales seres.¿Porqué un católico sacerdote?
¿A que un budista, por ejemplo, no lo hace? Porque no los tiene
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

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Primera sesión relatada del exorcismo de "Marta"
Domingo, 22 de septiembre de 2002</SPAN>


Exorcismo / Marta, la poseida
El exorcismo que yo viví en Madrid

El corresponsal religioso de EL MUNDO acude, incrédulo, al exorcismo que va a realizar un sacerdote autorizado por el Vaticano. Pero queda conmocionado al ver lo que le sucede a la joven poseída por el diablo
JOSÉ MANUEL VIDAL
-"Hic est dies" (éste es el día), dice el exorcista con el crucifijo en la mano.
-No, responde una voz ronca de hombre que sale de la garganta de la posesa, una preciosa chica de 20 años.
-"Exi nunc, Zabulon", (sal ahora, Zabulón), repite el sacerdote.
-No.
-¿Por qué no quieres salir?
-Para servir de testimonio.
-¿De testimonio de qué?
-De que Satanás existe.
Se corta la tensión en el ambiente penumbroso de la capilla. Satán luchando contra Dios. Una batalla a la que asisto atónito y en primera fila por primera vez en mi vida. "Esta debe de ser la razón por la que me invitó a presenciar el exorcismo. El diablo quiere publicidad", pienso en medio del shock. Mi mente gira a toda velocidad. Estamos en el clímax de un ritual que, hasta ahora, no encajaba en mis esquemas. Y eso que en el seminario los curas siguieron alimentando mi miedo infantil al Maligno, siempre dispuesto a tomar posesión de un alma. Después del Concilio Vaticano II, el dogma de la existencia del diablo pasó a ser una "parte vergonzosa de la doctrina" y, como tantos otros católicos, también yo prescindí de ella.
El exorcista, José Antonio Fortea, párroco de Nuestra Señora de Zulema, está exhausto. Y eso que sólo tiene 33 años. Pero lleva ya más de una hora luchando, crucifijo en ristre, contra Satanás. Marta (nombre ficticio de la posesa), en cambio, se encuentra tan fresca como al principio y no deja de rugir, bufar, revolverse y agitar su cuerpo como un resorte. Con una fuerza inusitada para una chica de 20 años, más bien menudita y de rasgos dulces. Son las 12,30 de la mañana de un día cualquiera y llevo hora y media presenciando un exorcismo.
Un par de días antes, recibí en mi móvil una llamada especial. Especial no por ser de un cura (recibo muchas), sino por ser de un exorcista católico (hay un par de ellos en España) que suelen mantenerse muy alejados de los periodistas. Quiere invitarme a presenciar un exorcismo. Me quedé de piedra. Asistir a un exorcismo oficiado por un sacerdote autorizado por el Vaticano es un auténtico caramelo para alguien especializado en información religiosa. Hasta ese momento y a pesar de llevar más de 20 años en la profesión, lo único que había conseguido fue entrevistar al exorcista oficial de Roma, el padre Gabriel Amorth. Ya entonces, al dedicarme su libro había escrito: "A José Manuel, con mi gratitud y con la advertencia de no tener jamás miedo del diablo".
Confieso que por miedo decidí devolverle la llamada al padre Fortea y pedirle que dejase venir conmigo a un compañero de la agencia EFE, también especialista en información religiosa. Aceptó. Nerviosos, el día señalado nos desplazamos en coche hasta la diócesis de Alcalá. Era un día radiante. Llegamos a la parroquia con mucha antelación. Cuestión de prepararse psicológicamente. Por el camino, bromitas y nervios. El exorcista nos había citado en su parroquia, una iglesia moderna, de ladrillo rojo, situada entre pinos. El interior, sencillo y limpio. Con un retablo y una gran cruz en medio. En un lateral, la pila del agua bendita con una inscripción: "El agua bendita aleja la tentación del demonio".
A las 10,30, el exorcista sale del templo y viene a nuestro encuentro. Es alto y delgado. Lleva gafas y una barbita bien recortada. Su aspecto impone. Quizá, por relacionarlo con su profesión de echador de demonios. Embutido en una sotana de un negro inmaculado, su tez blanquecina y su frente despoblada todavía resaltan más. Nos invita a dar un paseo para ponernos en antecedentes del caso.
. Siete demonios
"No soy ningún showman ni quiero publicidad. Si estáis aquí es porque os necesito para liberar a la chica. Tendréis que ser muy prudentes. No podréis dar pista alguna que permita la identificación ni de la muchacha ni de su madre. Preferiría que tampoco me nombraseis a mí, pero acepto ese sacrificio en aras de una mayor credibilidad. Pero sólo Dios sabe lo que me cuesta y los problemas que me puede acarrear. Y no tengáis miedo. A vosotros no os pasará nada".Insiste en la seriedad del tema. Asegura que en el Antiguo Testamento aparece 18 veces la palabra Satán. Y en el Nuevo Testamento, 35 veces la palabra diablo y 21 la palabra demonio. El propio Jesús hizo muchos exorcismos o lo que los Evangelios llaman "expulsar demonios". Fortea recuerda también que Juan Pablo II ha realizado al menos tres exorcismos reconocidos y advierte que la creencia en el diablo constituye uno de los pocos rasgos comunes a la práctica totalidad de las religiones. "Es el punto ecuménico por excelencia". Aprovecha para hacer un pequeño repaso por las distintas religiones y épocas históricas y las diversas teorías. Sigo mostrándome incrédulo. Me da la sensación de que trata de condicionarnos buscando justificaciones en la Historia.
Para hacerlo aterrizar en lo concreto, le preguntamos detalles del caso. Nos cuenta que se trata de un chica poseída por siete demonios. Que ya expulsó a seis, pero que el último se resiste. "Se llama Zabulón, es un diablo casi mudo pero muy inteligente. Su nombre ya sale en la Biblia. Siempre queda el jefe para el final. Llevo ya 16 sesiones y todavía no he conseguido expulsarlo, cuando en los casos más normales, basta con dos o tres". No quiere dar más detalles de la endemoniada. Sólo dice que vendrá acompañada por su madre, "que es una santa", y que la posesión se debió a un hechizo que le hizo una compañera de instituto, a los 16 años. "En una de las primeras sesiones le pregunté cómo había entrado y me respondió un nombre que yo no conocía. Su madre me dijo que era una compañera de clase, que había invocado a Satán para hacer un hechizo de muerte contra ella. Y de hecho, primero estuvo gravísima y a punto de morir. Una vez que sanó, comenzaron los fenómenos raros".
Desde entonces, su madre empieza a detectar cosas raras en su hija: muebles que se mueven, objetos que se rompen y, sobre todo, una inquina especial hacia los objetos religiosos, cuando era de misa dominical. Hasta que un día, de noche, oye ruidos extraños, se levanta y, cuando abre la puerta de la habitación de su hija, la ve sobre la cama, levitando.
Como no quiere perder a su única hija, comienza a buscar remedios. Habla con el párroco, que la remite a dos famosos psiquiatras. Pero ambos diagnostican que la chica es absolutamente normal. Ninguna explicación científica para los constantes dolores de cabeza que torturan a su hija. Y entonces, María (nombre ficticio de la madre), a sus 60 años, se lanza a la búsqueda de un exorcista. Recorre casi todas las diócesis españolas. Ningún obispo quiere saber nada de su caso. Está ya dispuesta a trasladarse con ella a Italia a ver al padre Amorth, cuando le hablan de un exorcista español que acaba de salir en la tele porque ha publicado un libro, Demoniacum, sobre los exorcismos.
En ese instante vemos llegar un taxi. "Son ellas", dice Fortea. María, la madre, es pequeña, delgada. Su mirada es todo dolor: "Creo en Dios y sé que, tarde o temprano, liberará a mi hija de las garras de Zabulón. Llevo cinco años de calvario. No lo sabe nadie de mi familia. Ni mis hermanos", confiesa. María es viuda y, cada vez que se desplaza desde su casa a la cita con el exorcista (prácticamente, una sesión por semana), tiene que inventarse alguna excusa. "No lo entenderían y no quiero que mi hija quede marcada para siempre".
. El ritual
A su lado, Marta sonríe tímidamente. Pequeña, de grandes ojos negros, un poco tristes, tiene la cara picada de una mala adolescencia. Pelo negro, recogido en una coleta. Los labios gruesos y sin pintar, aunque contraídos en una mueca casi de dolor. Lleva unos vaqueros, un niqui azul cielo de manga corta y cuello alto y unos zapatos negros. Es guapa. Sus ojos llaman la atención, pero más que timidez desprenden miedo, mucho miedo. Me parece una chica de lo más normal que, nos cuenta, estudia Matemáticas en la Universidad. "Es imposible que esté poseída", pienso para mis adentros.
El padre Fortea abre la capilla, en los bajos de su parroquia donde dice misa a diario, y vuelve a cerrar con llave por dentro. Es pequeña, acogedora. Dentro, penumbra y silencio absoluto. Fuera, un sol radiante. El exorcista pide ayuda para transportar una colchoneta forrada de plástico verde, grande y pesada, para colocarla al pie del altar. La capilla, rectangular, tendrá unos 25 metros cuadrados. Sin ventanas. En el centro, un altar enorme. Encima un mantel blanco y seis velas encendidas, amén de una gran Cruz de Trinidad, apenas iluminada por la luz mortecina de un halógeno. Al fondo, la imagen de un Pantocrátor iluminado y el Santísimo. En un lateral, una imagen de la Virgen con el Niño en brazos.
Nada más entrar en la capilla, madre e hija se preparan para el rito. Marta se pone unos calcetines blancos, mientras su madre saca del bolso un rosario, un crucifijo de unos 15 centímetros y una postal de la Virgen de Fátima, y los coloca al lado de la colchoneta. Trato de registrar el más mínimo detalle en mi mente. Sigo pensando que asisto a un montaje. Marta se recuesta en la colchoneta boca arriba, mirando a la cruz. María se arrodilla a su lado, una postura que no abandonará durante las siguientes dos horas y media. El padre Fortea reza un rato de rodillas, se quita la sotana, bebe agua y se sitúa sobre el extremo de la colchoneta más alejado del altar.
Presiento que el rito va a comenzar. Me siento, expectante, en el banco. El exorcista extiende su mano derecha y la impone sobre el rostro de la joven, sin tocarla. Luego, cierra los ojos, agacha la cabeza y susurra varias veces una plegaria ininteligible. Un alarido desgarrador, el primero, rompe el silencio de la capilla, penetra en mi alma y me pone la carne de gallina. No es humano. Es un chillido sobrecogedor y profundo el que sale de la garganta de Marta. Pero no puede ser ella. No es su tono de voz. Es ronco y masculino. El padre Fortea sigue rezando y los rugidos se suceden. Poco a poco, el cuerpo de la joven se estremece vivamente. Su cabeza se mueve de un lado a otro con lentitud al principio, con inusitada rapidez después.
. "Sal, Zabulón"
Ante la salmodia del exorcista, la joven gime y se retuerce sin parar. Al instante, el gemido se convierte en rugido desgarrador, altísimo, furioso. El exorcista acaba de colocar el crucifijo sobre su vientre y entre sus pechos, mientras la rocía con agua bendita. Patalea con tanta furia que el crucifijo se cae y la madre lo recoge una y otra vez y se lo vuelve a colocar de nuevo, mientras le acerca el rosario que Marta arroja a lo lejos, con furia. Parece tranquilizarse un poco pero, inmediatamente, vuelve a rugir. No hay un momento de respiro. El padre Fortea acaba de invocar a san Jorge y, al oírlo, la joven grita, bufa, pone los ojos totalmente en blanco, arquea el cuerpo y se levanta toda entera un palmo de la colchoneta. No doy crédito.
-Besa el crucifijo, dice el exorcista.
-No.
-Jesús es Rey.
-Assididididaj.
-Secuaz de Satanás, estás en tinieblas.
-Assididididaj
-Estás haciendo mucho bien. Por tu culpa, mucha gente va a creer en Dios.
-No.
-Sal, Zabulón, te lo ordeno en nombre de Cristo. Te espera la condenación eterna. No hay salvación para ti.
Mientras el padre Fortea sigue conminando a Zabulón, las manos de la joven se han ido transformando. Son como garras. El exorcista arrecia sus plegarias y sus exhortaciones: "Hoy es el día. Sal, Zabulón. Sal de esta criatura en nombre de Dios". La joven se desata en temblores. Los gritos se elevan hasta el espanto. Y con voz ronca dice: "Asesinos". Es entonces cuando el padre Fortea le pregunta por qué no sale y Zabulón le contesta: "Para que la gente crea en Satanás".
Agotado, tras hora y media de lucha, el exorcista se levanta y sale de la capilla. Esto no puede ser una impostura ni un montaje. Hay que tener muchas agallas para dedicarse a esto. Y menos mal que los casos de posesión, según cuenta después el padre Fortea, son muy pocos. Él lleva cinco años ejerciendo y sólo ha tenido cuatro en España. Pero, mientras preparaba su tesis, asistió a otros 13 exorcismos. Se nota que tiene práctica: manda, templa, insiste y, con voz suave pero enérgica, tortura al diablo sin piedad. Con lo que más le duele. Siempre en nombre de Dios. No parece tener miedo alguno. Y eso que ya sabe lo que es ser atacado por Satanás. Una vez, en un exorcismo, dice que el diablo le hizo sentir la misma sensación y el mismo dolor que el que lleva un puñal clavado en el brazo.
Fortea sale de la capilla y mi corazón se acelera, pensando qué puede ocurrir ahora sin la presencia tranquilizadora del exorcista. Pero no pasa nada. O sí. María, la madre, coge las riendas del rito y comienza a repetir las mismas o parecidas frases del exorcista. Con calma, pero con decisión, parece no dirigirse a su hija, sino al Maligno que la posee:
-En nombre de Cristo te ordeno salir.
-No.
-Abre los ojos y mira a la Virgen, le increpa mientras pone a su vista una postal de la Virgen de Fátima. Pero, por toda respuesta, obtiene un bufido. Entonces coge el crucifijo.
-Es tu Creador, ¿lo ves?
-Sí, dice la voz de ultratumba acompañada de rugidos y bufidos constantes.
-Míralo, Zabulón, no te resistas. Sabes que es tu día y tu hora. Ha llegado tu día y tu hora.
-Noooo...
-¿Por qué te resistes?
-Estoy harto. Ya te lo dije muchas veces.
-Di a esos señores por qué no te vas.
-Uhhhh.
-Díselo claramente.
-No quiero.
-Díselo en nombre de Cristo
-Para que crean en Satanás.
-San Jorge, ven. san Jorge, ven. Ven, san Jorge. Sal de ella san Jorge.
La posesa se detiene un segundo, sonríe y dice, con sorna:
-Sal, san Jorge...
Coge al vuelo el error de la improvisada exorcista y lo mismo hará, un rato después, con una pequeña equivocación del padre Fortea. Pero María no se da por vencida. Es una auténtica Dolorosa al pie de la cruz de su hija poseída. Me da tanta pena que también yo me arrodillo y, entre lágrimas, suplico a Dios (por lo bajo, no me atrevo a intervenir más directamente) que, por lo que más quiera, libere a Marta. Mi compañero hace lo mismo. Hacía tiempo que no rezaba con tanto fervor.
Entonces entra de nuevo el exorcista, coge una cajita con hostias consagradas del sagrario y se coloca delante de la joven:
-Mira al Rey de Reyes y arrodíllate ante Él.
-No.
-Siervo desobediente y rebelde, arrodíllate, repite el padre Fortea, mientras exhibe la hostia consagrada.
-Asesino, déjame.
-San Jorge, haz que se arrodille.
Y como un resorte, ante la mención de san Jorge, la posesa se arrodilla y el padre Fortea le hace abrir la boca para que reciba la sagrada comunión. Y continúa torturando al diablo que anida en Marta. Tras darle la comunión, coge una Biblia y recita el Apocalipsis: "Entonces el diablo fue arrojado a la lengua de fuego y azufre... allí será atormentado día y noche por lo siglos de los siglos". Y hace repetir al diablo frase por frase.
-Repite: Cuánto más me hubiera valido seguir a la luz.
-Cuánto-más-me-hubiera-valido-seguir-a-la-luz, repite a regañadientes y arrastrando cada palabra.
Y así durante un buen rato. El exorcista parece un maestro que enseña a un niño rebelde, que repite a la fuerza, entre bufidos y alaridos, frases como éstas: "Señor, tú eres Rey. Yo soy tu criatura. Nada escapa a tu poder. Eres el Alfa y Omega..."
-Ya no más. Me estoy cansando, gruñe.
Pero el padre Fortea arrecia en su acoso, coge un banquito y se sienta ante la posesa con un crucifijo en la mano. "Hic est dies", repite con fuerza. Por un momento, creo que lo va a conseguir.
-Cuanto más tardes en salir, más gente creerá en Dios. Eres un predicador de Dios. Acércate, siéntate y besa a Cristo crucificado. Dale un beso de respeto y homenaje.
Como zombi, Marta se sienta y se acerca a la cruz. Tiene los ojos en blanco y echa espumarajos por la boca, pero besa el crucifijo. Entonces Fortea la coge suavemente por un brazo, le hace levantar y la obliga a recorrer la capilla y besar a la Virgen y al Sagrario.
-Aquí está Dios. Repite siete veces: Iesus, lux mundi. La posesa repite, pero al terminar le lanza una mirada como de fuego y le dice:
-Asesino, déjame, no puedo más. Pero el exorcista continúa un buen rato.
Ha pasado otra hora. Fortea se toma un respiro. "Ahora usted", le dice a la madre. Y sale de la capilla. Y María se inclina sobre su hija y comienza a increpar a Zabulón:
-Tienes que dejar esta criatura. Por la sangre de Cristo, déjala ya. Sus ángeles están con ella. Vienen los tres arcángeles. La Virgen te va a aplastar la cabeza...

Zabulón sigue bufando y retorciéndose, pero no parece que esté dispuesto a irse. Al rato entra de nuevo el padre Fortea:
-¿No temes la sentencia de Dios?
-Sé cual es, grita desgarrada.
Solos con la endemoniada
El padre Fortea mira a la madre: "No se va a ir. Dejémoslo por hoy". Se levanta y se va. Los gritos se detienen en seco. Noto cierta decepción en el rostro de María. Me da la sensación de que esperaba que fuese hoy. Ha pasado casi tres horas de rodillas, pero en su cara no hay signos de cansancio, sólo de cierta desilusión. Recoge con paciencia la estampa de la Virgen y el crucifijo y sale de la capilla. Mi compañero y yo nos quedamos solos con la endemoniada. Unos segundos que se hacen eternos. Nos hemos quedado pegados al banco, sin respiración. De pronto, se vuelve hacia nosotros, abre los ojos (que ha mantenido en blanco durante tres horas) y nos lanza una mirada que no olvidaré mientras viva. Sus ojos son de otro mundo. Nunca vi algo así en mi vida. Al instante, la mirada vuelve a ser la de Marta, que nos sonríe, se levanta con tranquilidad, se sienta en el banco y se quita los calcetines blancos que dobla con sumo cuidado. Noto que apenas suda, a pesar de las tres horas de ejercicio continuo. Se pone los pendientes y nos vuelve a sonreír.
-¿Cómo éstas?
-Cansada
-¿Sabes lo que ha ocurrido?
-No, no recuerdo. Y mientras nos habla, coge la estampa y el crucifijo, a los que hace un rato tanto odiaba, y los besa con cariño.
-¿Te duele la garganta?
-No.
Y su voz es tan suave como cuando llegó. Nadie diría que por esa misma garganta salieron aullidos durante tres horas.
-¿Sabes por qué estás aquí?
-Sí, eso lo sé. Sé que tengo...
No termina la frase. Respetamos su silencio. Salimos y nos sentamos en un salón contiguo los cinco. Marta está tranquila. Vuelve a ser la chiquilla tímida de antes. "Todas las noches", nos cuenta María, "antes de acostarme cojo el crucifijo, del que nunca me separo, y bendigo mi habitación: "En nombre de Dios, malos espíritus salid de esta habitación. Y ella, antes de acostarse, siempre me pregunta: "¿Mamá, has bendecido la habitación?"" Pero aún así pasa miedo. Como cuando las manos de su hija se convirtieron en garras al tocar la cruz o cuando la persigue con los dedos abiertos, en forma de cuernos, para clavárselos en los ojos."Siempre amenazas que, afortunadamente, nunca cumple".
Y antes de despedirse, repite una súplica: "Que se conciencien la gente y los obispos. Que haya muchos más exorcistas". Abraza a su hija, se suben las dos al coche del padre Fortea y se van. Marta se vuelve y nos mira. Sus ojos son el grito de angustia del esclavo encadenado. El padre Fortea queda en llamarme cuando se produzca la liberación definitiva.
Rezo por Marta y por su madre. Lo que vi no es un montaje.
Asi es Zabulón
"No habla demasiado, pero es muy inteligente". Así describe el padre Fortea a Zabulón, el enemigo contra el que viene luchando desde hace siete meses. Al principio, el padre Fortea pensó simplemente que así se llamaba el décimo hijo de Jacob y Lía, su mujer. Después, investigando un poco más, cayó en la cuenta de que se las estaba viendo con uno de los demonios más poderosos del infierno.
Ha aparecido sólo tres veces en la Historia. La primera, en Ludón (Francia), en el siglo XVI. Casi todas las monjas de un convento quedaron poseídas por multitud de diablos, que las atormentaban sin pausa. El jefe era Zabulón. La segunda fue en los años 50, en un caso de exorcismo realizado por el padre Cándido, el exorcista italiano maestro del padre Amorth. Y ahora, ha vuelto a aparecer.
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fuente: http://www.aciprensa.com/controversias/exorcismo/exorcismo1.htm
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

MARACHITO dijo:
Pues tu servidor, si. La promesa de Marcos 16 se está cumpliendo ahora. A la Iglesia de Jesucristo le ha sido dado el poder de echarlos fuera en el Nombre de Jesús.
Habrá que invitar a gerardocb a alguna iglesia para que así se saque la duda ¿alguien se apunta para llevarle?
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

oseas4_6 dijo:
aparte de fé la persona debe tener autoridad....

Pues si la máxima autoridad de la iglesia de Roma no pudo, entonces apaga y vamonos!!

Al Apóstol Pedro se le iva a resistir...
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

A mi me desespera que los catolicos hacen del hecho de sacar demonios toda una novela..... el "exorcista autorizado de vaticano"?! por favor la autoridad de Jesus esta al alcance de las personas que vivan de acuerdo con Su proposito y no esta limitada a unos cuantos "escogidos".
Yo al menos se que tengo autoridad sobre cualquier demonio y hecharlos fuera a sido mas sencillo (hasta ahora) de lo que alguna vez imagine.
Tal vez los sacerdotes hechen fuera demonios pero todos conocemos el versiculo que dice "En tu nombre hechamos fuera demonios "...... "nunca os conoci, apartaos de mi hacedores de maldad"
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

Esa historia del "exorcismo" que ha pegado "ortodoxo" (Bendiciones) fue noticia hace unos meses...
Me parece increible que un supuesto exorcista, un "experto" que ha escrito libros, un ordenado por la iglesia catolica para tal fin, haga semejante show, que ha quien esta dando "gloria" es al principe de este mundo, dando a entender que el es quien "domina" la situacion, y que un siervo de Cristo no lo puede expulsar.
¡Que testimonio!
Todo demonio, toda autoridad, toda potestad, se han de sujetar al poderoso Nombre de Cristo.
Con los demonios no se entanblan "dialogos" no se les da "chacharilla", se sujeta en el nombre de Jesus, y se le expulsa. PUNTO. Pero claro a lo mejor es que los cristianos evangelicos no somos "expertos" en demonios.
 
Re: ¿Cómo puede un sacerdote católico expulsar demonios?

Jaaziel dijo:
Esa historia del "exorcismo" que ha pegado "ortodoxo" (Bendiciones) fue noticia hace unos meses...
Me parece increible que un supuesto exorcista, un "experto" que ha escrito libros, un ordenado por la iglesia catolica para tal fin, haga semejante show, que ha quien esta dando "gloria" es al principe de este mundo, dando a entender que el es quien "domina" la situacion, y que un siervo de Cristo no lo puede expulsar.
¡Que testimonio!
Todo demonio, toda autoridad, toda potestad, se han de sujetar al poderoso Nombre de Cristo.
Con los demonios no se entanblan "dialogos" no se les da "chacharilla", se sujeta en el nombre de Jesus, y se le expulsa. PUNTO. Pero claro a lo mejor es que los cristianos evangelicos no somos "expertos" en demonios.