En Mateo 24 el Señor compara su venida a como fue en los días de Noé.
Mat 24:37 «Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.»
En Génesis 6:6 leemos estas palabras:
Gen 6:5 «Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Gen 6:6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
Gen 6:7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.»
Haciendo una comparación entre la humanidad antidiluviana (aún sin tener referencias de ella) con la actual, creo que no hay mucha diferencia tomando en cuenta las palabras del verso 5.
En Lucas también se nos da una comparación con otra historia de juicio:
Luc 17:28 «Asimismo como sucedió en los días de Lot;(F) comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;
Luc 17:29 mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
Luc 17:30 Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.»
Estamos en la antesala del clímax de maldad de la humanidad, tal y como sucedió con la humanidad en la que vivió Noé y con Lot.
Una humanidad entregada a las concupiscencias de su corazón. Que no quiere saber nada acerca de Dios, que lo aborrece y que lo expulsa de sus vidas.
Resulta increíble ver lo que hacen los hombres en su maldad y perversión.
Sin embargo, de la misma manera como sucedió con Noé, hay unas palabras que deben alentarnos, que también debemos comparar entre ambas historias, y que deberían ser una meta a seguir para nosotros. Dice en Génesis 6:8:
Gen 6:8 «Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.»
No importa que la humanidad que así lo ha decidido......esté sumergida en sus deleites y placeres como sucedió con Sodoma y Gomorra, a punto de ser enjuiciada, que nosotros, sus hijos, metidos en medio de esa generación maligna y perversa, hallemos gracia ante los ojos de nuestro Dios.
Mat 24:37 «Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.»
En Génesis 6:6 leemos estas palabras:
Gen 6:5 «Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Gen 6:6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
Gen 6:7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.»
Haciendo una comparación entre la humanidad antidiluviana (aún sin tener referencias de ella) con la actual, creo que no hay mucha diferencia tomando en cuenta las palabras del verso 5.
En Lucas también se nos da una comparación con otra historia de juicio:
Luc 17:28 «Asimismo como sucedió en los días de Lot;(F) comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;
Luc 17:29 mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
Luc 17:30 Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.»
Estamos en la antesala del clímax de maldad de la humanidad, tal y como sucedió con la humanidad en la que vivió Noé y con Lot.
Una humanidad entregada a las concupiscencias de su corazón. Que no quiere saber nada acerca de Dios, que lo aborrece y que lo expulsa de sus vidas.
Resulta increíble ver lo que hacen los hombres en su maldad y perversión.
Sin embargo, de la misma manera como sucedió con Noé, hay unas palabras que deben alentarnos, que también debemos comparar entre ambas historias, y que deberían ser una meta a seguir para nosotros. Dice en Génesis 6:8:
Gen 6:8 «Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.»
No importa que la humanidad que así lo ha decidido......esté sumergida en sus deleites y placeres como sucedió con Sodoma y Gomorra, a punto de ser enjuiciada, que nosotros, sus hijos, metidos en medio de esa generación maligna y perversa, hallemos gracia ante los ojos de nuestro Dios.