¿Cómo dividir lo que ni siquiera está unido?

28 Febrero 1999
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No pocos siervos de Dios (misioneros, predicadores, evangelistas, pastores y maestros) están manifestando sus temores de que la abierta exposición de las Escrituras pueda causar división entre los miembros de sus iglesias.
Ante esta reiterada inquietud, correspondería, antes que nada, preguntarse si es que realmente la congregación está unida y en qué consiste esa unidad que se teme perder o deteriorar.
La unidad cristiana, tal como la entendemos de la Escritura, es un hecho divino y no un logro humano, por más que requiera de nuestra cooperación el mantenerla y mostrarla al mundo.
Esencialmente depende de nuestra unión con Cristo. Todos los que nos mantenemos asidos a la Cabeza (Col.2:19) estamos en perfecta unidad vital con todos los miembros del cuerpo de Cristo,en un mismo Espíritu y teniendo todos la mente de Cristo; lo que nos faculta a estar unánimes y constantes, interesándonos los unos por los otros para nuestra mutua edificación (1Co.12:25; Ro.14:19). Además: “si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros...” (1Jn.1:7). Claro está que esta perfecta unidad constantemente es afectada cuando el pecado hace presa de un miembro que no se convence del mal cometido, por lo que tampoco se arrepiente,
confiesa y aparta del pecado. Pero la eficacia de la sangre de Jesucristo está siempre disponible,así como la intercesión de nuestro Abogado ante el Padre, porque Él es la propiciación por nuestros pecados (1Jn.2:1,2).
Así como debemos procurar mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, la unidad de la fe implica desarrollo y madurez (Ef.4:3, 13) y el ministerio de la Palabra de Dios ayuda a ello. Diversidad de opiniones pueden tolerarse (Romanos 14), pero ellas no debieran jamás sobreponerse a la convicciones y principios escriturales que el Espíritu de Dios revela desde su Palabra a nuestras mentes y corazones. La actitud que en tal sentido favorece a la unidad, es la de llevar “cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2Co.10:5). El hablar conforme a las palabras de Dios (1Pe.4:11), escudriñar cada día las Escrituras para ver si estas cosas son así (Hch.17:11) y perseverar en la doctrina de los apóstoles (Hch.2:42) contendiendo ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos (Judas 3), nos lleva a recurrir de continuo a la luz de la Palabra, y a quienes no dijeren conforme a su irrecusable testimonio, es porque no le ha amanecido (Is.8:20).
Existen algunos tipos de unidad que difieren con lo que hemos visto:
a)Unidad en la ignorancia: nadie sabe nada de nada, y cualquier
intento serio de instruir a la congregación es visto como un
atentado a esa monolítica “unidad” en el no saber nada.
b)Unidad caudillesca: como un resabio del papismo, los miembros deben
vivir con un “amén” a flor de labios a cuanto digan quienes llevan
las riendas, sin desentonar jamás.
c)Unidad en la diversidad: loable en su intento de tolerancia; fatal
cuando es un aquelarre de doctrinas y creencias particulares o un sincretismo cercano a la Nueva Era.
¿Nos atreveríamos a acusar al Señor Jesús de divisionista y promotor de divisiones por lo que Él dijo en Lucas 12:49-53? ¿Haríamos lo mismo con la Palabra de Dios por lo dicho en He.4:12?
Preguntamos: ¿Es justo asustar a los hermanos con el ogro de la División siempre que se enseña lo que aún no se sabe? De otro modo ¿cómo aprenderán, crecerán y madurarán? ¿Se justifica que cunda el pánico siempre que la Biblia sea abierta por otras manos que no las propias?

Ricardo.
 
No pocos siervos de Dios (misioneros, predicadores, evangelistas, pastores y maestros) están manifestando sus temores de que la abierta exposición de las Escrituras pueda causar división entre los miembros de sus iglesias.

¿Es cierto eso, Ricardo? Me refiero a que haya este tipo de temor.
Lo que si es cierto que el 90% o más, de las divisiones son por causa de liderazgo en las iglesias. Son por causa de falsos líderes que pretenden ser cabezas allí donde estan.
Tambien he detectado otra realidad respecto a los falsos líderes. Que fuera de las iglesias, es decir, en el mundo laico, son unos pobres hombres que nadie tiene en cuenta. En las iglesias aparentan humildad a fin de que los demás alimenten su "ego".
Se entiende. Una abierta exposición de las Escrituras conlleva el desenmascarar a todos los falsarios y de aquí los temores.
Buena aportación, Ricardo.
Un abrazo
 
Muy buen aporte.
Un abrazo en Cristo, Ricardo.
 
La aportación de Tobi es válida, y yo quiero aportar mi visión personal acerca de esto.

Dice Ricardo:

Esencialmente depende de nuestra unión con Cristo. Todos los que nos mantenemos asidos a la Cabeza (Col.2:19) estamos en perfecta unidad vital con todos los miembros del cuerpo de Cristo,en un mismo Espíritu y teniendo todos la mente de Cristo; lo que nos faculta a estar unánimes y constantes, interesándonos los unos por los otros para nuestra mutua edificación (1Co.12:25; Ro.14:19).

Esta es la teoría, y así debería ser, pero no está pasando esto en muchas iglesias en nuestro tiempo, y para muestra un botón:

Había un cierto creyente cristiano que tanto amaba la Palabra de Dios que un día decidió congregarse con otros hermanos cristianos de una "denominación" evangélica, por el mismo amor a Dios y a la Palabra. Este mismo hermano, en su inocencia, creyó que todas las denominaciones cristianas, eran verdaderos cristianos, y que como tales, estarían en comunión los unos con los otros, dejando a un lado la "denominación". Entonces, un domingo deseó conocer a otros hermanos de una congregación de otra iglesia tres calles mas abajo, como quién dice, "puerta con puerta".

¿Sabes lo que le dijo uno de los ancianos de la primera iglesia, cuando se enteró de que este hermano había visitado "otra" congregación? Pues que le contestó: "Si te te vas a congregar en esa iglesia, entonces, no te invitaría a que lo hicieras con nosotros". El hermano le preguntó: ¿Porqué esto?, y el anciano le contestó: "Es que la verdad es que no nos gusta pescar en pecera ajena"

He aquí un botón de muestra de la "división" que existe en el cuerpo de Cristo, y que lo que importa no es decir que se está "unido a la cabeza, que es Cristo", sino que esto sea efectivamente así.

¿Sabes cual es el problema? Sobran denominaciones y falta unidad verdadera en la Fe, la que una vez nos fue dada por aquellos Apóstoles de Cristo...los cuales recorrieron el camino fundando iglesias de Cristo sobre la tierra, y a ningún cristiano de la época se le hubiera ocurrido de llamar a su iglesia: "Pablista", "Pedrista" o "Policarpista", para diferenciarlas unas de otras. Por eso cuando alguién viajaba a otra ciudad y se encontraba con cristianos, "estaba en su casa", "Nadie decía que algo fuera suyo propio" y practicaba la "hospitalidad".:confused:

No pocos siervos de Dios (misioneros, predicadores, evangelistas, pastores y maestros) están manifestando sus temores de que la abierta exposición de las Escrituras pueda causar división entre los miembros de sus iglesias.

La abierta exposición de las Escrituras sólo puede causar división cuando uno se niega a obedecerla, y esto sólo puede ocurrir por la ausencia del Espíritu Santo en algunos, y porque se actúa carnalmente y no espiritualmente.:confused:

De manera que concluyo diciendo nuevamente que: efectivamente cuando se declaran abiertamente las Escrituras, puede haber divisiones cuando por motivos humanos nos negamos a obedecer la Palabra y no imitamos a los Apostoles, que fueron a su vez imitadores de Cristo. Y no sólo divisiones sino cosas peores como la hipocresía, los celos, la rivalidad, etc.
 
Hermanos Tobi, Daniel y Timoteo:

Hermanos Tobi, Daniel y Timoteo:

Estimado Tobi:
Ya quisiera que no hubiera necesidad de decir estas cosas ni traerlas a colación. Lo hacemos porque más de una vez hemos sido testigos de cómo de esta manera se pretende poner coto a cualquier desborde de entusiasmo bíblico que produzca un genuino despertar en las iglesias.
Históricamente, el espíritu de oración y la fiel predicación de la Palabra de Dios conducía a los cristianos por la santidad y consagración a la alabanza. Actualmente todo está invertido y se espera que las cosas se den al revés, quizás pensando que quemando etapas el avivamiento ahora llegará más pronto.
Como bien dices, la inseguridad de algunos ministros les hace temblar toda vez que las páginas de la Biblia abanica sus narices.

Daniel:
Nos anima que apruebes este epígrafe.

Timoteo:
He escuchado no pocos testimonios semejantes al que pones. Normalmente no son elucubrados tales pensamientos por los que los emiten, sino que simplemente recitan lo que por varias generaciones han escuchado decir a otros. Es así como viejos errores han cobrado status casi de versículos bíblicos en boca de hermanos veteranos aparentemente sabios y entendidos.
Acertadamente pones el énfasis donde debe estar: la fiel exposición de la Palabra de Dios siempre producirá división entre los oyentes: unos creerán y otros no; unos la recibirán y otros la resistirán; unos simplemente asentirán con sus cabezas, y otros la pondrán en práctica.

El Señor les bendiga.
Ricardo.
 
Buen tema Ricardo, lo sigo con entusiasmo.......


No intervengo porque me olvidé el "velo cibernético" :D
 
Originalmente enviado por: Maripaz
Buen tema Ricardo, lo sigo con entusiasmo.......


No intervengo porque me olvidé el "velo cibernético" :D
:sazul: :srojo: :risa:
 
Originalmente enviado por: Maripaz
Buen tema Ricardo, lo sigo con entusiasmo.......


No intervengo porque me olvidé el "velo cibernético" :D

y yo Maripaz uso pantalones!! jajajajaja!!

Hermanos muy buenas sus aportaciones,..Ricardo...te leo..!!
avanti!!
 
Gracias Ricardo

Gracias Ricardo

También te leo pero sin el velo cibernético y con pantalones.

:corazon: :beso: :corazon: