"Andad, he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos"
Ser o llegar a ser lobos rapaces no solo es en referencia a ministros; lo que al parecer es un errado concepto generalizado, por lo que veo en estos pocos aportes de éste tema.
Cualquiera puede ser un lobo rapaz, un falso ministro, un falso hermano, un falso creyente. Por tanto, quienes andan alucinando con los ministros pueden estar tranquilos y cuidarse realmente de cualquiera que puede ser un potencial lobo rapaz.
Tampoco se trata de que los lobos rapaces anden detrás del dinero y que su único interés sea el dinero, lo que evidentemente asusta a más de algún tacaño;.. O que sean pervertidos sexuales; sino el daño de un lobo rapaz está en el plano espiritual. Jesús dijo que nos cuidáramos de los lobos rapaces entre los cuales deberíamos andar, y que en contraste al espíritu que mueve a aquellos que se constituyen en lobos rapaces, nuestra actitud debería de ser la de un espíritu apacible, sencillos como palomas y humildes como corderos.
Por tanto, si no tenemos la capacidad de reconocer realmente a un verdadero lobo rapaz, seremos presa fácil para ellos.
Lo primero que debemos entender es que en nuestro servicio a Dios, especialmente en el trabajo de la extensión del reino de los cielos, habremos de encontrar en muchas ocasiones, una férrea oposición, he allí los lobos rapaces. Cuando Jesús envió a sus discípulos, les previno que se encontrarían en medio de lobos rapaces; y esto lo dijo en clara referencia a los fariseos (“He aquí yo os envío como corderos en medio de lobos rapaces” Mat. 10:16;…. “Andad, he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos” Lucas 10:3) Los fariseos que hasta el día de hoy funcionan en el ámbito religioso, mostrando ser cristianos pero sin evidencia del fruto de un verdadero cristiano son aquellos lobos rapaces que se mueven en varios terrenos en el mundo cristiano, pues, el mismo Pablo nos previene diciendo que después de que él partiera, aparecerían estos lobos implacables en medio de los discípulos: “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al ganado” (Hechos 20:29)
De modo que la labor de los lobos rapaces, es “comerse” a las ovejas o corderos; es decir, destruirlos en su vida espiritual, matarlos espiritualmente y dispersar el ganado. Es una labor silenciosa pero sostenida para ir destruyendo paulatinamente a aquellos que buscan sinceramente a Dios.
¿Cuál es o debe ser la postura de un verdadero hijo de Dios o de aquel que pertenece genuinamente al rebaño de Cristo: “sed sencillos como palomas y prudentes como serpientes”; nuestra actitud no es la de ir a confrontar al lobo rapaz, porque no podemos contra él;… si no que debemos cobijarnos al alero del buen pastor quien sí nos puede defender de aquellos lobos rapaces y sacarlos del rebaño; pues indudablemente el Señor conoce claramente a aquellos que cumplen tan ingrata labor: ser lobos en medio del rebaño:… los cuales a nosotros no nos será fácil reconocer.
No podemos ir por la vida vociferando en contra de pretendidos lobos rapaces, demostrando simplemente que no somos aquellas ovejas o corderos pertenecientes al rebaño de Cristo. El contraste del carácter entre un lobo y un cordero, será más que evidencia para entender cuando nos encontramos frente a un lobo rapaz o frente a una verdadera oveja o cordero de Cristo. Es por tanto el carácter, el espíritu, apacible por un lado, e iracundo por el otro, quien hará la diferencia entre una oveja y un lobo rapaz.
Muchos que se dicen cristianos, dejan mal olor como verdaderos lobos, entregando un pésimo testimonio y una forma de vida que desacredita el evangelio y por tanto muchos se escandalizan y se apartan del evangelio pensando que todos son iguales, esa es la labor de un lobo, y que no puede esconder, pues su carácter iracundo, rapaz, implacable, odioso, tarde o temprano aflora y la máscara de oveja va dando lugar a la cara de lobo rapaz que se esconde detrás de una apariencia de piedad.
Por tanto, los lobos trabajan dentro de las iglesias, fuera de ellas e incluso en la propia familia.
Tarde o temprano, el odio, la ira, la falta de paz espiritual, nos dará clara evidencia que detrás de una máscara de oveja, se esconde un lobo rapaz; y que muy bien puede ser un ministro, o un hermano o un creyente cualquiera;… quien se mueve por éste espíritu, sin importar qué lugar ocupa en la obra de Dios, es un lobo.
Dios les bendiga