Ciencia y Religión

2 Octubre 2010
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¿Qué opináis de la ciencia? debe superponersa a la religión, debe esta última frenar su expansión, o por el contrario deben actuar en concordancia, adecuando sus formas a los tiempor que corren. Con este articulillo, ya viejo, me gustaría dar a otro enfoque a tan tocado tema:

Leyendo yo en Semanal de esta semana, encontré un curioso artículo en donde se entrevistaban a cuatro científicos españoles que habían desarrollado interesantes inventos. En una sección de cada entrevista, cada cual hablaba de temas personales. Dos de ellos, lo otros dos ni siquiera mencionaban el tema, hacían referencia a Ciencia vs Religión. Ambos científicos reprochaban aquella frase, y declaraban que ellos mismos son creyentes y que la fe se sitúa más allá de la ciencia, no en relación con la investigación, ya que por supuesto la fe no explica empíricamente ningún hecho, pero sí en el ámbito personal y espiritual. En conclusión, ciencia y religión deberían, respetarse por supuesto, e incluso darse apoyo.
<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>
Muchas instituciones de la iglesia, entre los cuales está el OPUS Dei, se muestran reacias a cualquier ciencia que “ensucie” la fe cristiana. Les debería gustar oír las siguientes afirmaciones totalmente veraces: entre los Dones del Espíritu Santo, está el don de ciencia. Juan de Ortega, Domingo de Soto, Ignacio Danti (entre muchos otros), monjes dominicos aportaron su pequeño grano de arena a la ciencia, contribuyendo a la ley de la caída libre, utilizando la velocidad media para calcular la caída libre y representando en la comisión científica, respectivamente. Por si no es suficiente, el mismo Vaticano posee, su Observatorio Vaticano, dedicado a la astronomía, con cantidad de monjes astrónomos.
<o:p></o:p>
Ciencia y religión no tienen por qué estar reñidas, yo mismo soy católico y muestro una gran devoción a la astronomía, de hecho quisiera dedicarme a ella. Para nada, me veo influido, a la hora de practicar ciencia, por la religión las considero dos cosas muy distintas, que a la vez son fundamentales en la vida, o al menos en la mía. Nosotros los católicos deberíamos mostrar afecto a la ciencia, y los científicos lo mismo por la religión.
 
Re: Ciencia y Religión

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Re: Ciencia y Religión

En Atenas — El Discurso Sobre <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:smarttags" /><st1:personName w:st="on" ProductID="la Ciencia">la Ciencia</st1:personName><?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

(1476.3) <SUP>133:5.1</SUP> En breve llegaron al antiguo centro de la ciencia y del saber griegos, y Ganid estaba encantado de encontrarse en Atenas, en Grecia, en el centro cultural de lo que en un tiempo fuera el imperio de Alejandro, que había extendido sus fronteras incluso hasta su patria misma, <st1:personName w:st="on" ProductID="la India. Allí">la India. Allí</st1:personName> había pocos negocios que hacer; de manera que Gonod pasó la mayor parte del tiempo con Jesús y Ganid, visitando los muchos sitios de interés, escuchando las interesantes conversaciones del mancebo y de su versátil maestro.<o:p></o:p>

(1476.4) <SUP>133:5.2</SUP> Aún florecía en Atenas una gran universidad, y el trío hizo frecuentes visitas a sus aulas. Jesús y Ganid habían discutido ampliamente las enseñanzas de Platón cuando asistieron a las conferencias en el museo de Alejandría. Todos disfrutaban del arte de Grecia, ejemplos del cual aún se encontraban aquí y allá por toda la ciudad.<o:p></o:p>

(1476.5) <SUP>133:5.3</SUP> Tanto el padre como el hijo disfrutaron mucho también la discusión sobre ciencia que Jesús tuvo con un filósofo griego, una noche en la hostería donde se alojaban. Una vez que acabó este pedante su discurso de casi tres horas, Jesús dijo, traducido en términos de pensamiento moderno:<o:p></o:p>

(1476.6) <SUP>133:5.4</SUP> Los científicos podrán algún día llegar a medir la energía, las manifestaciones de la fuerza, de la gravedad, de la luz y la electricidad, pero estos mismos científicos nunca podrán (científicamente) deciros qué son estos fenómenos del universo. La ciencia se ocupa de las actividades de la energía física; la religión se ocupa de los valores eternos. La verdadera filosofía parte de la sabiduría, que trata de correlacionar estas observaciones cuantitativas y cualitativas. Siempre existe el peligro de que el científico puramente físico pueda llegar a sufrir del placer del orgullo matemático y el egoísmo estadístico, sin dejar de mencionar la ceguera espiritual.<o:p></o:p>

(1476.7) <SUP>133:5.5</SUP> La lógica es válida en el mundo material, y las matemáticas son confiables cuando su aplicación se limita a las cosas físicas; pero ni la una ni la otra han de considerarse completamente confiables o infalibles cuando se aplican a los problemas de la vida. La vida incluye fenómenos que no son totalmente materiales. La aritmética dice que si un hombre puede trasquilar una oveja en diez minutos, entonces diez hombres podrían trasquilarla en un minuto. Es una verdad matemática, pero es falaz, porque los diez hombres no podrían hacerlo así; se tropezarían los unos a los otros de tal manera que el trabajo demoraría mucho más tiempo.<o:p></o:p>

(1477.1) <SUP>133:5.6</SUP> Las matemáticas afirman que, si una persona simboliza cierta unidad de valor intelectual y moral, diez personas simbolizarían diez veces este valor. Pero al tratar con la personalidad humana estaría más cerca de la verdad el decir que tal asociación de personalidades es una suma igual al cuadrado del número de personalidades relacionadas con la ecuación, más bien que la simple suma aritmética. Un grupo social de seres humanos que trabajan en armonía coordinada representa una fuerza mucho más grande que la simple suma de sus partes.<o:p></o:p>

(1477.2) <SUP>133:5.7</SUP> La cantidad puede identificarse como un hecho, haciéndose así una uniformidad científica. La calidad, estando sujeta a la interpretación de la mente, representa un cálculo aproximado de valores y debe, por tanto, permanecer como una experiencia del individuo. Cuando la ciencia y la religión sean menos dogmáticas y más tolerantes de la crítica, comenzará entonces la filosofía a lograr la unidad en la comprensión inteligente del universo.<o:p></o:p>

(1477.3) <SUP>133:5.8</SUP> Hay unidad en el universo cósmico, si sólo se pudiera observar su funcionamiento en realidad. El universo real es cordial y acogedor para con todos los hijos del Dios eterno. El verdadero problema es: ¿Cómo puede la mente finita del hombre alcanzar una unidad de pensamiento lógica, verdadera y correspondiente? Este estado mental de conocimiento del universo tan sólo puede alcanzarse si se concibe la idea de que el hecho cuantitativo y el valor cualitativo tienen una causa común en el Padre del Paraíso. Tal concepción de la realidad produce una visión más amplia de la unidad de propósito de los fenómenos universales; e incluso revela una meta espiritual de logro progresivo por parte de la personalidad. Y éste es un concepto de unidad que puede percibir los antecedentes inmutables de un universo viviente de relaciones impersonales continuamente cambiantes y de relaciones personales evolutivas.<o:p></o:p>

(1477.4) <SUP>133:5.9</SUP> La materia, el espíritu y el estado intermedio entre ellos, son tres niveles interrelacionados e interasociados de la verdadera unidad del universo real. Independientemente de cuán divergentes parezcan ser los fenómenos universales de hecho y valor, éstos están, después de todo, unificados en el Supremo.<o:p></o:p>

(1477.5) <SUP>133:5.10</SUP> La realidad de la existencia material se vincula a la energía no reconocida como también a la materia visible. Cuando las energías del universo se hacen tan lentas que adquieren el grado requerido de movimiento, entonces, bajo condiciones favorables, estas mismas energías se convierten en masa. Y no olvides que la mente que es la única que puede percibir la presencia de las realidades aparentes, es en sí misma también real. La causa fundamental de este universo de energía-masa, mente y espíritu, es eterna —existe y radica en la naturaleza y en las reacciones del Padre Universal y sus coordinados absolutos.<o:p></o:p>

(1477.6) <SUP>133:5.11</SUP> Estaban todos más que asombrados de las palabras de Jesús, y cuando el griego se despidió de ellos les dijo: «Al fin mis ojos han visto un judío que piensa en algo más que en la superioridad racial y que sabe hablar de algo más que de religión». Y ellos se retiraron por el resto de la noche.<o:p></o:p>
<o:p></o:p>
 
Re: Ciencia y Religión

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Re: Ciencia y Religión

Muchas instituciones de la iglesia, entre los cuales está el OPUS Dei, se muestran reacias a cualquier ciencia que “ensucie” la fe cristiana.
Manolo... una pequeña pausa.

Primero --> Toda la IC, pero absolutamente TODA la IC se opone a todo aquellos que "ensucie" la Fe Cristiana.


Ahora, si hablabas sarcásticamente respecto a la ciencia....podrías decirme de dónde sacaste semejante cosa??? El Opus Dei dedica gran parte de sus esfuerzos a la educación, así que tu afirmación me parece verdaderamente increíble!!!!
 
Re: Ciencia y Religión

Sí, tienes razón, me he pasado. SImplemente quería hacer referencia a grupos que ensucian no la Fe Cristiana, sino a la ciencia. Un breve cambio de palabras
 
Re: Ciencia y Religión

¿Qué opináis de la ciencia? debe superponersa a la religión, debe esta última frenar su expansión, o por el contrario deben actuar en concordancia, adecuando sus formas a los tiempor que corren. Con este articulillo, ya viejo, me gustaría dar a otro enfoque a tan tocado tema:

Leyendo yo en Semanal de esta semana, encontré un curioso artículo en donde se entrevistaban a cuatro científicos españoles que habían desarrollado interesantes inventos. En una sección de cada entrevista, cada cual hablaba de temas personales. Dos de ellos, lo otros dos ni siquiera mencionaban el tema, hacían referencia a Ciencia vs Religión. Ambos científicos reprochaban aquella frase, y declaraban que ellos mismos son creyentes y que la fe se sitúa más allá de la ciencia, no en relación con la investigación, ya que por supuesto la fe no explica empíricamente ningún hecho, pero sí en el ámbito personal y espiritual. En conclusión, ciencia y religión deberían, respetarse por supuesto, e incluso darse apoyo.
<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>
Muchas instituciones de la iglesia, entre los cuales está el OPUS Dei, se muestran reacias a cualquier ciencia que “ensucie” la fe cristiana. Les debería gustar oír las siguientes afirmaciones totalmente veraces: entre los Dones del Espíritu Santo, está el don de ciencia. Juan de Ortega, Domingo de Soto, Ignacio Danti (entre muchos otros), monjes dominicos aportaron su pequeño grano de arena a la ciencia, contribuyendo a la ley de la caída libre, utilizando la velocidad media para calcular la caída libre y representando en la comisión científica, respectivamente. Por si no es suficiente, el mismo Vaticano posee, su Observatorio Vaticano, dedicado a la astronomía, con cantidad de monjes astrónomos.
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Ciencia y religión no tienen por qué estar reñidas, yo mismo soy católico y muestro una gran devoción a la astronomía, de hecho quisiera dedicarme a ella. Para nada, me veo influido, a la hora de practicar ciencia, por la religión las considero dos cosas muy distintas, que a la vez son fundamentales en la vida, o al menos en la mía. Nosotros los católicos deberíamos mostrar afecto a la ciencia, y los científicos lo mismo por la religión.

Matemáticas ó filosofía.

Ciencias exactas ó humanidades.

Escoge una para que muera la otra.
 
Re: Ciencia y Religión

Suelto otra pregunta, más abierta: ¿Cree un Católico en la Evolución?

Puede creerlo o no puede creerlo......... no es dogma de Fe creerlo.

Lo que sí es dogma de Fe es que Dios es el creador de todas las cosas.
 
Re: Ciencia y Religión

Mejor dicho, puede un Católico ser evolucionista?
Pues sí.... según su nivel de estudios podrá establñecer las prmisas del evolucionismo que considere ciertas o falsas, y le corresponde mediante lños procesos científicos comprobarlo o desecharlo.
 
Re: Ciencia y Religión

¿Qué opináis de la ciencia? debe superponersa a la religión, debe esta última frenar su expansión, o por el contrario deben actuar en concordancia, adecuando sus formas a los tiempor que corren. Con este articulillo, ya viejo, me gustaría dar a otro enfoque a tan tocado tema:

Leyendo yo en Semanal de esta semana, encontré un curioso artículo en donde se entrevistaban a cuatro científicos españoles que habían desarrollado interesantes inventos. En una sección de cada entrevista, cada cual hablaba de temas personales. Dos de ellos, lo otros dos ni siquiera mencionaban el tema, hacían referencia a Ciencia vs Religión. Ambos científicos reprochaban aquella frase, y declaraban que ellos mismos son creyentes y que la fe se sitúa más allá de la ciencia, no en relación con la investigación, ya que por supuesto la fe no explica empíricamente ningún hecho, pero sí en el ámbito personal y espiritual. En conclusión, ciencia y religión deberían, respetarse por supuesto, e incluso darse apoyo.
<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>
Muchas instituciones de la iglesia, entre los cuales está el OPUS Dei, se muestran reacias a cualquier ciencia que “ensucie” la fe cristiana. Les debería gustar oír las siguientes afirmaciones totalmente veraces: entre los Dones del Espíritu Santo, está el don de ciencia. Juan de Ortega, Domingo de Soto, Ignacio Danti (entre muchos otros), monjes dominicos aportaron su pequeño grano de arena a la ciencia, contribuyendo a la ley de la caída libre, utilizando la velocidad media para calcular la caída libre y representando en la comisión científica, respectivamente. Por si no es suficiente, el mismo Vaticano posee, su Observatorio Vaticano, dedicado a la astronomía, con cantidad de monjes astrónomos.
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Ciencia y religión no tienen por qué estar reñidas, yo mismo soy católico y muestro una gran devoción a la astronomía, de hecho quisiera dedicarme a ella. Para nada, me veo influido, a la hora de practicar ciencia, por la religión las considero dos cosas muy distintas, que a la vez son fundamentales en la vida, o al menos en la mía. Nosotros los católicos deberíamos mostrar afecto a la ciencia, y los científicos lo mismo por la religión.

La ciencia y la religión son completarías y perfectamente compatibles.<o:p></o:p>
Hay personas religiosos que ven a la ciencia como enemigo y también científicos que ven a la religión como enemigos, cegados por su ignorancia y fanatismo…...

Que Dios te bendiga<o:p></o:p>
 
Re: Ciencia y Religión

Suelto otra pregunta, más abierta: ¿Cree un Católico en la Evolución?

No esta obligado a creerlo.

De hecho el católico es libre para pensar ó creer lo que le plazca. Lo que le conviene como creyente es conocer y guardar lo que enseña la Iglesia. Pero, ya lo dijo San Pablo, "Todo me es licito, mas no todo me conviene".

Si una persona cree en la evolución y toma la lectura del Genesis como una pedagogia Espiritual le es licito, pero en cambio, si su entendimiento entra en contradicción la Fe, le conviene mejor estudiar a fondo la literatura Sagrada para asi no alejarse de la Fe.
 
Re: Ciencia y Religión

Mejor dicho, puede un Católico ser evolucionista?

MENSAJE DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
A LOS MIEMBROS DE LA ACADEMIA PONTIFICIA DE CIENCIAS



Con gran placer le dirijo un cordial saludo a usted, señor presidente, y a todos vosotros que constituís la Academia pontificia de ciencias, con ocasión de vuestra asamblea plenaria. Felicito, en particular, a los nuevos académicos, que han venido para participar por primera vez en vuestros trabajos. Quiero recordar también a los académicos fallecidos durante el año pasado, a quienes encomiendo al Señor de la vida.

1. Al celebrarse el sexagésimo aniversario de la refundación de la Academia, me complace recordar los propósitos de mi predecesor Pío XI, que quiso rodearse de un grupo elegido de sabios, esperando que informaran con toda libertad a la Santa Sede sobre el desarrollo de la investigación científica, y que así le ayudaran en sus reflexiones.

A quienes solía llamar el Senatus scientificus de la Iglesia, les pedía que sirvieran a la verdad. Es la misma invitación que os renuevo hoy, con la certeza de que podremos aprovechar la «fecundidad de un diálogo confiado entre la Iglesia y la ciencia», (cf. Discurso a la Academia de ciencias, 28 de octubre de 1986: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 16 de noviembre de 1986, p. 15).

2. Me alegra el primer tema que habéis elegido, el del origen de la vida y de la evolución, tema esencial que interesa mucho a la Iglesia, puesto que la Revelación, por su parte, contiene enseñanzas relativas a la naturaleza y a los orígenes del hombre. ¿Coinciden las conclusiones a las que llegan las diversas disciplinas científicas con las que contiene el mensaje de la Revelación? Si, a primera vista, puede parecer que se encuentran oposiciones, ¿en qué dirección hay que buscar su solución? Sabemos que la verdad no puede contradecir a la verdad (cf. León XIII, encíclica Providentissimus Deus). Por otra parte, para aclarar mejor la verdad histórica, vuestras investigaciones sobre las relaciones de la Iglesia con la ciencia entre el siglo XVI y el XVIII son de gran importancia.

Durante esta sesión plenaria, hacéis una «reflexión sobre la ciencia en el umbral del tercer milenio», comenzando por determinar los principales problemas creados por las ciencias, que influyen en el futuro de la humanidad. Mediante vuestros trabajos, vais proponiendo soluciones que serán beneficiosas para toda la comunidad humana. Tanto en el campo de la naturaleza inanimada como en el de la animada, la evolución de la ciencia y de sus aplicaciones plantea interrogantes nuevos. La Iglesia podrá comprender mejor su alcance en la medida en que conozca sus aspectos esenciales. Así, según su misión específica podrá brindar criterios para discernir los comportamientos morales a los que todo hombre está llamado, con vistas a su salvación integral.

3. Antes de proponeros algunas reflexiones más específicas sobre el tema del origen de la vida y de la evolución, quisiera recordaros que el Magisterio de la Iglesia ya ha sido llamado a pronunciarse sobre estas materias, en el ámbito de su propia competencia. Deseo citar aquí dos intervenciones.

En su encíclica Humani generis (1950), mi predecesor Pío XII ya había afirmado que no había oposición entre la evolución y la doctrina de la fe sobre el hombre y su vocación, con tal de no perder de vista algunos puntos firmes (cf. AAS 42 [1950], pp. 575-576).

Por mi parte, cuando recibí el 31 de octubre de 1992 a los participantes en la asamblea plenaria de vuestra Academia, tuve la ocasión, a propósito de Galileo, de atraer la atención hacia la necesidad de una hermenéutica rigurosa para la interpretación correcta de la Palabra inspirada. Conviene delimitar bien el sentido propio de la Escritura, descartando interpretaciones indebidas que le hacen decir lo que no tiene intención de decir. Para delimitar bien el campo de su objeto propio, el exégeta y el teólogo deben mantenerse informados acerca de los resultados a los que llegan las ciencias de la naturaleza (cf. AAS 85 [1993], pp. 764-772, Discurso a la Pontificia Comisión Bíblica, 23 de abril de 1993, anunciando el documento sobre La interpretación de la Biblia en la Iglesia: AAS 86 [1994], pp. 232-243).

4. Teniendo en cuenta el estado de las investigaciones científicas de esa época y también las exigencias propias de la teología, la encíclica Humani generis consideraba la doctrina del «evolucionismo» como una hipótesis seria, digna de una investigación y de una reflexión profundas, al igual que la hipótesis opuesta. Pío XII añadía dos condiciones de orden metodológico: que no se adoptara esta opinión como si se tratara de una doctrina cierta y demostrada, y como si se pudiera hacer totalmente abstracción de la Revelación a propósito de las cuestiones que esa doctrina plantea. Enunciaba igualmente la condición necesaria para que esa opinión fuera compatible con la fe cristiana; sobre este aspecto volveré más adelante.

Hoy, casi medio siglo después de la publicación de la encíclica, nuevos conocimientos llevan a pensar que la teoría de la evolución es más que una hipótesis. En efecto, es notable que esta teoría se haya impuesto paulatinamente al espíritu de los investigadores, a causa de una serie de descubrimientos hechos en diversas disciplinas del saber. La convergencia, de ningún modo buscada o provocada, de los resultados de trabajos realizados independientemente unos de otros, constituye de suyo un argumento significativo en favor de esta teoría.

¿Cuál es el alcance de dicha teoría? Abordar esta cuestión significa entrar en el campo de la epistemología. Una teoría es una elaboración metacientífica, diferente de los resultados de la observación, pero que es homogénea con ellos. Gracias a ella, una serie de datos y de hechos independientes entre sí pueden relacionarse e interpretarse en una explicación unitaria. La teoría prueba su validez en la medida en que puede verificarse, se mide constantemente por el nivel de los hechos; cuando carece de ellos, manifiesta sus límites y su inadaptación. Entonces, es necesario reformularla.

Además, la elaboración de una teoría como la de la evolución, que obedece a la exigencia de homogeneidad con los datos de la observación, toma ciertas nociones de la filosofía de la naturaleza.

Y, a decir verdad, más que de la teoría de la evolución, conviene hablar de las teorías de la evolución. Esta pluralidad afecta, por una parte, a la diversidad de las explicaciones que se han propuesto con respecto al mecanismo de la evolución, y, por otra, a las diversas filosofías a las que se refiere. Existen también lecturas materialistas y reduccionistas, al igual que lecturas espiritualistas. Aquí el juicio compete propiamente a la filosofía y, luego, a la teología.

5. El Magisterio de la Iglesia está interesado directamente en la cuestión de la evolución, porque influye en la concepción del hombre, acerca del cual la Revelación nos enseña que fue creado a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1, 28-29). La constitución conciliar Gaudium et spes ha expuesto magníficamente esta doctrina, que es uno de los ejes del pensamiento cristiano. Ha recordado que el hombre es «la única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma» (n. 24). En otras palabras, el hombre no debería subordinarse, como simple medio o mero instrumento, ni a la especie ni a la sociedad; tiene valor por sí mismo. Es una persona. Por su inteligencia y su voluntad, es capaz de entrar en relación de comunión, de solidaridad y de entrega de sí con sus semejantes. Santo Tomás observa que la semejanza del hombre con Dios reside especialmente en su inteligencia especulativa, porque su relación con el objeto de su conocimiento se asemeja a la relación que Dios tiene con su obra (cf. Summa Theol., I-II, q. 3, a. 5, ad 1). Pero, más aún, el hombre está llamado a entrar en una relación de conocimiento y de amor con Dios mismo, relación que encontrará su plena realización más allá del tiempo, en la eternidad. En el misterio de Cristo resucitado se nos ha revelado toda la profundidad y toda la grandeza de esta vocación (cf. Gaudium et spes, 22). En virtud de su alma espiritual, toda la persona, incluyendo su cuerpo, posee esa dignidad. Pío XII había destacado este punto esencial: el cuerpo humano tiene su origen en la materia viva que existe antes que él, pero el alma espiritual es creada inmediatamente por Dios («animas enim a Deo immediate creari catholica fides nos retinere iubet»: encíclica Humani generis: AAS 42 [1950], p. 575).

En consecuencia, las teorías de la evolución que, en función de las filosofías en las que se inspiran, consideran que el espíritu surge de las fuerzas de la materia viva o que se trata de un simple epifenómeno de esta materia, son incompatibles con la verdad sobre el hombre. Por otra parte, esas teorías son incapaces de fundar la dignidad de la persona.

6. Así pues, refiriéndonos al hombre, podríamos decir que nos encontramos ante una diferencia de orden ontológico, ante un salto ontológico. Pero, plantear esta discontinuidad ontológica, ¿no significa afrontar la continuidad física, que parece ser el hilo conductor de las investigaciones sobre la evolución, y esto en el plano de la física y la química? La consideración del método utilizado en los diversos campos del saber permite poner de acuerdo dos puntos de vista, que parecerían irreconciliables. Las ciencias de la observación describen y miden cada vez con mayor precisión las múltiples manifestaciones de la vida y las inscriben en la línea del tiempo. El momento del paso a lo espiritual no es objeto de una observación de este tipo que, sin embargo, a nivel experimental, puede descubrir una serie de signos muy valiosos del carácter específico del ser humano. Pero la experiencia del saber metafísico, la de la conciencia de sí y de su índole reflexiva, la de la conciencia moral, la de la libertad o, incluso, la experiencia estética y religiosa competen al análisis y de la reflexión filosóficas, mientras que la teología deduce el sentido último según los designios del Creador.

7. Para concluir, quisiera recordar una verdad evangélica capaz de irradiar una luz superior sobre el horizonte de vuestras investigaciones acerca de los orígenes y el desarrollo de la materia viva. En efecto, la Biblia es portadora de un extraordinario mensaje de vida. Dado que caracteriza las formas más elevadas de la existencia, nos da una visión sabia de la vida. Esta visión me ha guiado en la encíclica que he dedicado al respeto de la vida humana y que, precisamente, he titulado Evangelium vitae.

Es significativo que, en el evangelio de san Juan, la vida designa la luz divina que Cristo nos comunica. Estamos llamados a entrar en la vida eterna, es decir, en la eternidad de la felicidad divina.

Para ponernos en guardia contra las tentaciones más grandes que nos acechan, nuestro Señor cita las importantes palabras del Deuteronomio: «No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (Dt 8, 3, cf. Mt 4, 4).

Por otra parte, la vida es uno de los más hermosos títulos que la Biblia ha reconocido a Dios. Él es el Dios vivo.

De todo corazón invoco la abundancia de las bendiciones divinas sobre todos vosotros y vuestros seres queridos.

Vaticano, 22 de octubre de 1996
 
Re: Ciencia y Religión

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Re: Ciencia y Religión

Hola Vino Tinto, Tengo más que leído esa declaración de Juan Pablo II, pero quisiera acercarlo a la gente que no lo haya hecho y que siga estancado en un creacionismo estricto que no ve más allá del Génesis, pero gracias por responder
 
Re: Ciencia y Religión

Hola Vino Tinto, Tengo más que leído esa declaración de Juan Pablo II, pero quisiera acercarlo a la gente que no lo haya hecho y que siga estancado en un creacionismo estricto que no ve más allá del Génesis, pero gracias por responder

Pero es que pocos catòlicos en estos foros encontrarà Ud. estancados en eso. Sobre todo si poseemos un tanto de ilustraciòn cientìfica.
 
Re: Ciencia y Religión

"'Alí, el yerno de Mu¥ammad, dijo: "Aquello que está de acuerdo con la ciencia, está de acuerdo con la religión". Aquello que la inteligencia del hombre no puede comprender, no debe aceptarlo la religión. La religión y la ciencia marchan de acuerdo, y toda religión contraria a la ciencia no es la verdad".<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>
<o:p></o:p>
<o:p></o:p>
No existe contradicción entre la verdadera religión y la ciencia. Cuando una religión se opone a la ciencia, se convierte en mera superstición: aquello que es contrario al conocimiento, es ignorancia. <o:p></o:p>
<o:p></o:p>
¿Cómo puede un individuo dar crédito a un hecho que la ciencia ha demostrado que es imposible? Si él cree a despecho de su propia razón, es más bien ignorante superstición que fe. Los verdaderos principios de todas las religiones están en conformidad con las enseñanzas de la ciencia.<o:p></o:p>
<o:p></o:p>
Podemos pensar que la ciencia es como un ala, y la religión es como la otra; un pájaro necesita dos alas para volar, una sola le sería inútil. Cualquier religión que contradiga a la ciencia o se oponga a ella, es sólo ignorancia, pues la ignorancia es lo opuesto al conocimiento. <o:p></o:p>
<o:p></o:p>
La religión que sólo consiste en ritos y ceremonias basadas en el prejuicio, no es la verdad. Esforcémonos con ahínco para que seamos los instrumentos de la unificación de la religión y la ciencia."
Abdu'l-Bahá<o:p></o:p>
 
Re: Ciencia y Religión

La ciencia es única, y la ciencia es universal. En cambio, hay centenares de religiones, y la religión es subjetiva. Esto por sí solo ya debería responder a la cuestión sobre cual debería estar por encima de la otra.

Sin que "por encima" quiera decir que deba pisotearla ni menospreciarla, por supuesto.