Carta abierta de un joven Pro-Vida a un grupo de periodistas españoles

18 Noviembre 1998
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Carta abierta de un joven Pro-Vida a un grupo de periodistas

Sr. director:

Este correo electrónico va dirigido a José Eulogio López, Ana Romero, Antonio Burgos, Carlos de Prada, Carlos Herrera, Elena Grandall, Elena Markínez, Enrique Campo, Esteban Pérez Almeida, Federico Jiménez Losantos, Germán Yanke, Jaime Campmany, Enrique de Diego, Jesús Cacho, Antonio Casado, José Luis Restán, Julio César Iglesias, Luis Herrero, Luis del Olmo, Oché Cortés, Pablo Sebastián, Manuel Martín Ferrand, Manuel Antonio Rico, Pedro J. Ramirez y Rafael Sánchez.

En primer lugar quisiera pedirles que lo lean como algo serio que pretende ayudar a difundir la cultura de la vida. Esto no es una carta para que la publiquen en sus respectivos medios, ni mucho menos una "campaña publicitaria". No conozco sus direcciones de correo personales, por eso les escribo a las que he podido encontrar en las páginas web, periódicos o revistas en las que ejercen su profesión.

Quiero dirigirme a cada uno de ustedes, como profesionales independientes que son. A todos, sí. Pero uno por uno, personalmente.

En primer lugar quisiera presentarme como es debido. Yo les "conozco" a todos y pienso que están en el mismo derecho. Soy Raúl, tengo 28 años. Trabajo como comercial de frutas en la empresa familiar que fundó mi abuelo (www.torrelche.com). Vivo en Torrellano, un pueblecito de Elche. Y soy miembro de la ong Jóvenes Pro Vida de Alicante.

En Jóvenes Pro Vida disponemos de un Centro de Acogida a la Vida donde ayudamos a todas aquellas madres que deciden seguir con su embarazo adelante y criar al hijo que está por llegar. Pensamos que de esta manera evitamos muchos abortos voluntarios. En muchos de los casos las madres necesitan únicamente apoyo material, es decir, alimentación infantil, ropita, cuna, cochecito, pañales... Pero la mayoría de las veces, lo que verdaderamente necesita una madre en circunstancias difíciles es apoyo humano: alguien en quien confiar, a quien poderle explicar su caso, un amigo o amiga para conversar. También les ofrecemos un médico, una ginecóloga, un pediatra, un psicólogo... todos ellos voluntarios que colaboran en la asociación.

En fin, a esto nos dedicamos los Jóvenes Pro Vida de Alicante, al igual que el resto de asociaciones a nivel estatal. Sólo queremos ayudar a la vida en sus comienzos difíciles para evitar así que ninguna madre tenga que recurrir al aborto. Pensamos que el aborto no es la solución.

¿Cómo es posible que en el siglo XXI no queramos aceptar lo que ya demostró la medicina? El feto es un ser humano totalmente diferente al cuerpo de la madre. Desde el primer momento ya tiene sus características genéticas bien definidas y es un ser humano único e irrepetible. Si eso lo dice la ciencia médica, ¿porqué seguimos ignorándolo? ¿Porqué lo pasan por alto los gobiernos? ¿Porqué los partidos políticos que supuestamente deberían defender la vida no lo hacen?

El progresismo lo explica todo, por lo visto lo de la despenalización del aborto llega hasta tal punto que estar en contra del aborto significa ser un retrógrado o un fanático religioso. Hay que ser progresista, dicen, libertad de elección. ¿Alguien le ha preguntado alguna vez al feto si desea nacer o morir? Nadie. Tradicionalmente ha sido la derecha la que ha salvaguardado los valores tradicionales de la iglesia en España; ¿dónde están esos valores hoy?. También la izquierda: siempre ha estado al lado de los pobres, de los débiles, de los parados, de los oprimidos... ¿no es acaso el feto el ser más indefenso que hay sobre la tierra? Sólo ante el peligro, sin nadie que le ampare en su derecho primordial: el derecho a la vida.

¿Y la Iglesia qué está haciendo? Poco, a mi parecer. Podría moverse mucho más en favor de la vida. No basta con la firme postura del no al aborto, eso no es suficiente. Hay que ayudar a las madres, a las familias.

¿Es que nadie se da cuenta de que están muriendo muchos niños diariamente en todo el mundo? Nos escandalizamos por los muertos de ETA, por los atentados del 11 de septiembre, por las hambrunas del Tercer Mundo, por los refugiados de Afganistán... ¿y las victimas del aborto? ¿quién llora por esas muertes? ¿a dónde van a parar esas víctimas? Lo que ocurre es que no se ven; si las viéramos en televisión quizá pensáramos de otra manera.

Creo que existe muchísima ignorancia sobre el tema: es mucha la gente que piensa que "ahí no hay nada", que "sólo son células"... ¿sabían ustedes que el corazón comienza a latir a los 18 días de la concepción? ¿que el feto siente dolor cuando se le pincha con la legra para trocearlo? Ustedes sí saben todo esto, pero ¿y la gente de la calle? ¿lo saben? NO.

¿Cuál es su postura amiga/o periodista? ¿No se puede hacer nada? Su labor es la de informar siempre con la verdad, ¿porqué este tema siempre se pasa por alto?

Muchos amigos me dicen que soy demasiado radical; que cada uno haga lo que quiera, me insisten. ¿Qué es lo que quiere el feto? ¿Piensan ustedes que no quiere nacer? ¿Porqué no puedo ser radical? ¿Qué es ser radical? La palabra radical viene del latín radix, radicis. Significa raíz, ir a la raíz de las cosas, al fondo de la cuestión.

¿Saben ustedes cómo demuestran los voluntarios que hay en los Centros de Acogida a la Vida de toda España su radicalismo? Lo demuestran trabajando día a día al lado de madres solteras, de prostitutas, de parejas de drogadictos, de familias pobres numerosas. La sociedad les rechaza. SI, la misma sociedad progresista que está a favor de la despenalización total del aborto es la que se lava las manos y "cada uno que solucione sus problemas".

¡¡ Qué fácil es volver la vista para otro lado !!

¿Que soy radical? Pues sí: me gusta reflexionar a fondo en los temas vitales para poder llegar a conocer la verdad de las cosas.

Y en este caso la raíz está muy clara, ésta es la cuestión: ¿es el feto un ser humano?

La ciencia médica demuestra que existe un ser humano único e irrepetible desde el mismo momento de la concepción.

La lógica nos dice que no podemos maltratar a una madre embarazada "para no hacerle daño al niño".

Las principales religiones del mundo están en contra del aborto: a favor de la Vida.

Los Derechos Humanos nos reiteran que todos tenemos Derecho a la Vida.

¿Y la solución? ¿Cual es la solución a este problema? Ayudar a las madres, SIEMPRE HAY QUE AYUDAR A LAS MADRES, A LAS FAMILIAS.

Ustedes, amigas/os periodistas, desde el puesto relevante que ocupan en la sociedad, ¿no pueden hacer nada? Seguro que sí. Yo confío en que sí puedan. No podemos quedarnos con los brazos cruzados.

¿Recuerdan ustedes la sentencia Dred Scott del Tribunal Supremo de EEUU (1857)?: "Aún cuando posea corazón y cerebro y biológicamente se le considere humano, el esclavo no es una persona ante la Ley". No hace mucho de esto, ¿verdad?.

Cuando miramos atrás nos arrepentimos de las barbaridades que hemos hecho la humanidad. En aquel tiempo sabios intelectuales nos demostraron que los negros no eran personas, reconocidos gobernantes legislaron en favor de la esclavitud, santos obispos tuvieron sus propios esclavos.

Cuando nuestros nietos lean en los libros de historia que el aborto voluntario estaba despenalizado y financiado por el estado. ¿Qué pensarán ellos?

Bueno amigos. En sus manos dejo el interrogante. ¿Qué piensan ustedes? ¿están de acuerdo conmigo? ¿qué podemos hacer?

No quiero alargarme más. Puede que les esté haciendo perder su tiempo; si es así les pido disculpas. En cualquier caso les agradezco su lectura y espero impaciente alguna respuesta a mis preguntas.

Raúl Sempere Durá.


Publicado en Hispanidad.com