Re: Mis respuestas a todos:
Re: Mis respuestas a todos:
Mi hermano en Cristo
Quisiera que leyeras este articulo acerca de los antecedentes del conflicto y por justicia deberia ser chile quien ceda territorio a Bolivia pues fueron ellos quienes les quitaron la salida al mar a Bolivia.
En 1878, las autoridades bolivianas, en medio de una crisis económica, buscaron reaccionar a los privilegios que el anterior gobierno había otorgado a los empresarios de la zona (ellos en su mayoria chilenos). En ese contexto, el congreso de Bolivia se abocó al estudio del acuerdo celebrado por el gobierno en 1873.
Para Bolivia, el contrato firmado en 1873 con la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, aún no estaba vigente, porque de acuerdo con la constitución boliviana, los contratos sobre recursos naturales debían aprobarse por el congreso. Ello se hizo por la Asamblea Nacional Constituyente boliviana mediante una ley, el 14 de febrero de 1878, a condición que se pagara un impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado por la compañía.
Artículo Único. Se aprueba la transacción celebrada por el ejecutivo en 27 de noviembre de 1873 con el apoderado de la Compañía Anónima de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta a condición de hacer efectivo, como minimun, un impuesto de diez centavos en quintal de salitre exportado.
Asamblea Nacional Constituyente de Bolivia. Ley de 14 de febrero de 1878[2]
En lo que respecta a Chile, el cobro del impuesto de 10 centavos sobre quintal exportado violaba el artículo IV del tratado de 1874. Por ello, dicho impuesto encontró una gran resistencia por parte de los propietarios de la empresa afectada y una cerrada defensa de su causa por parte del gobierno de Santiago, desencadenándose un conflicto diplomático.
El 17 de noviembre de 1878 el gobierno de La Paz ordenó al prefecto del departamento de Cobija que hiciera efectivo el impuesto de 10 centavos establecido por la ley de 14 de febrero. Posteriormente, en 1 de febrero de 1879, el gobierno de Hilarión Daza rescinde el contrato, suspendiendo los efectos de la ley de 14 de febrero de 1878, y decide reivindicar las salitreras detentadas por la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta y rematar estas últimas para cobrar los impuestos impagos desde febrero de 1878. El remate estaba programado para el 14 de febrero de 1879.
Gracias a los archivos de la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta se sabe que en Chile no existía interés en ir a la guerra por salvar a la compañía, a pesar de que muchos políticos y ministros importantes eran accionistas minoritarios de la compañía. Sin embargo, la decisión sería otra en el caso de que se remataran efectivamente las salitreras, lo que, según la visión del presidente de Chile Aníbal Pinto, supondría la violación efectiva del tratado.
En Chile, la decisión de ir a la guerra se toma la mañana del 11 de febrero, cuando en una sesión especial del gabinete chileno se recibe un telegrama del norte, conteniendo textualmente un mensaje del ministro plenipotenciario de Bolivia "Anulación de la ley de febrero, reivindicación de las salitreras de la compañía". Este gatilla la decisión del presidente Aníbal Pinto de ordenar la ocupación de Antofagasta, que se verifica el 14 de febrero de 1879, penetrando las tropas chilenas al interior del litoral boliviano (véase Carta del presidente de Chile, a su embajador ante el gobierno de La Paz). Ante esta situación el 27 de febrero, Hilarión Daza decreta el estado de sitio en Bolivia.
El Perú, que había suscrito el Tratado de Alianza Defensiva de carácter secreto con Bolivia en 1873 y al que Argentina no se había adherido, trata de persuadir al gobierno de La Paz para someterse a un arbitraje con la misión Quiñones, figura que se encontraba estipulada en el protocolo complementario de 1875, toda vez que se trataba de un "problema tributario" y no territorial. El gobierno peruano para mediar en el conflicto ofreció enviar a su ministro plenipotenciario José Antonio de Lavalle a Chile; la misión del diplomático fracasó y en lugar de ello, el gobierno de Chile, denuncia al plenipotenciario peruano la existencia del "Tratado Secreto" firmado con Bolivia.
El 1 de marzo el gobierno de Bolivia declara cortado todo comercio con Chile. El 15 de marzo Chile inicia preparativos para ocupar más al norte del paralelo 23. Con ello 23 de marzo tiene lugar la batalla de Calama, en la que las fuerzas chilenas vencieron a un grupo de civiles bolivianos. El 5 de abril de 1879 Chile le declara la guerra al Perú y a Bolivia.
La revisión y análisis del tratado secreto de alianza, lleva a historiadores peruanos a la conclusión que el Perú aún tenía la opción de decidir si la agresión a Bolivia era real o si el asunto merecía un arbitraje, lo que "era preferible", según la cláusula pertinente. Esta misma interpretación dice que a raíz de la penetración de tropas chilenas en territorio boliviano y el poco interés del gobierno de Chile en "una salida diplomática", y a la declaratoria de guerra que le hace el gobierno chileno el 5 de abril, es que Perú se siente ligado a Bolivia por el tratado recíproco de defensa, y entra asimismo, en la contienda, declarando el casus foederis.
La historiográfica chilena en cambio afirma que el pacto es defensivo en la forma, pero ofensivo en el fondo, por lo que considera la mediación de Perú después de la toma de Antofagasta como una forma de ganar tiempo, mientras se realizaban preparativos de guerra. Además declaran motivos de más largo alcance para que la guerra terminara en un conflicto entre Chile y Perú, que sería, según esta visión, una enemistad que tendría raíces en la colonia, y exacerbadas en la independencia y en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana.
Por otra parte la historiográfica peruana afirma que la relaciones coloniales eran de cooperación y comercio entre los puertos del El Callao y Valparaíso. Luego de la Independencia, el Perú no reconoce la deuda a Chile por la expedición libertadora, pero en 1839 con la derrota de la Confederación, el Perú pagó a Chile la deuda contraída por el servicio prestado por el ejército chileno en la campaña restauradora y la independencia, así como reconoció las acciones de los oficiales de Chile otorgándoles premios y condecoraciones del ejército del Perú por reunificar el Perú y derrotar a Santa Cruz reconociendo a Chile como aliado del Perú.
En alabanza de Cristo
Re: Mis respuestas a todos:
Procuraré contestar en el mismo orden que introdujeron sus aportes al epígrafe:
4 – A el-católico
Tal parece que no sólo Uruguay a través de la hidrovía sino que también Chile y Perú han sigo generosos con sus corredores terrestres para facilitar en algo a Bolivia el tráfico comercial.
Lo que después de 130 años se requiere de chilenos y peruanos es que sean magnánimos.
Extensa por demás ha sido la penitencia impuesta a Bolivia.
No han cesado los argentinos sus reclamos sobre la más que secular ocupación británica de las Islas Malvinas, ¿y hemos de confinar a Bolivia tras la cordillera?
La dimensión de la faja que proyectamos sea boliviana es tan minúscula, que ni siquiera alcanza a al 0.24% del territorio que perdiera tras la guerra del Pacífico. Por ello, ni siquiera cabe hablar de recuperación o restitución, sino apenas de la dignidad de ejercer plena soberanía sobre un territorio asaz angosto pero propio ¡y que llega al mar!
Lo más justo, no puede ahora determinarlo las reminiscencias históricas, sino la voluntad de dar algo sabiendo que en compensación se ha de recibir mucho más.
6 –A el-católico.
Aun cuando a Chile correspondiera ceder parte del territorio tomado a Bolivia, parece justicia esperar igual liberalidad del tercero en el conflicto.
Siendo que el litoral marítimo del Perú es de aproximadamente 2.600 kilómetros, ¿qué puede representar a su integridad territorial la cesión a Bolivia de apenas un kilómetro de costa oceánica? Chile, por otra parte, mide unos 4.300 kilómetros de norte a sur. Un solo kilómetro en la frontera, ¿será perceptible en algún mapa aunque sea de mayor escala? Sé que más de un lector chileno o peruano ahora se dirá:
- ¿A Bolivia? ¡Ni un palmo! ¡Ni un milímetro cuadrado de nuestro territorio!
Pero si esos ciudadanos son cristianos, será oportuno que relean la historia de David en 1Samuel 25. Todos podemos reaccionar con la necedad de un Nabal o la prudencia de Abigail. Dios juzgó a Nabal por su necedad y así el Señor también lo hará con las naciones (Mateo 25:31-46).-
Mis cordiales saludos a todos.
Ricardo.
Mi hermano en Cristo
Quisiera que leyeras este articulo acerca de los antecedentes del conflicto y por justicia deberia ser chile quien ceda territorio a Bolivia pues fueron ellos quienes les quitaron la salida al mar a Bolivia.
En 1878, las autoridades bolivianas, en medio de una crisis económica, buscaron reaccionar a los privilegios que el anterior gobierno había otorgado a los empresarios de la zona (ellos en su mayoria chilenos). En ese contexto, el congreso de Bolivia se abocó al estudio del acuerdo celebrado por el gobierno en 1873.
Para Bolivia, el contrato firmado en 1873 con la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, aún no estaba vigente, porque de acuerdo con la constitución boliviana, los contratos sobre recursos naturales debían aprobarse por el congreso. Ello se hizo por la Asamblea Nacional Constituyente boliviana mediante una ley, el 14 de febrero de 1878, a condición que se pagara un impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado por la compañía.
Artículo Único. Se aprueba la transacción celebrada por el ejecutivo en 27 de noviembre de 1873 con el apoderado de la Compañía Anónima de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta a condición de hacer efectivo, como minimun, un impuesto de diez centavos en quintal de salitre exportado.
Asamblea Nacional Constituyente de Bolivia. Ley de 14 de febrero de 1878[2]
En lo que respecta a Chile, el cobro del impuesto de 10 centavos sobre quintal exportado violaba el artículo IV del tratado de 1874. Por ello, dicho impuesto encontró una gran resistencia por parte de los propietarios de la empresa afectada y una cerrada defensa de su causa por parte del gobierno de Santiago, desencadenándose un conflicto diplomático.
El 17 de noviembre de 1878 el gobierno de La Paz ordenó al prefecto del departamento de Cobija que hiciera efectivo el impuesto de 10 centavos establecido por la ley de 14 de febrero. Posteriormente, en 1 de febrero de 1879, el gobierno de Hilarión Daza rescinde el contrato, suspendiendo los efectos de la ley de 14 de febrero de 1878, y decide reivindicar las salitreras detentadas por la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta y rematar estas últimas para cobrar los impuestos impagos desde febrero de 1878. El remate estaba programado para el 14 de febrero de 1879.
Gracias a los archivos de la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta se sabe que en Chile no existía interés en ir a la guerra por salvar a la compañía, a pesar de que muchos políticos y ministros importantes eran accionistas minoritarios de la compañía. Sin embargo, la decisión sería otra en el caso de que se remataran efectivamente las salitreras, lo que, según la visión del presidente de Chile Aníbal Pinto, supondría la violación efectiva del tratado.
En Chile, la decisión de ir a la guerra se toma la mañana del 11 de febrero, cuando en una sesión especial del gabinete chileno se recibe un telegrama del norte, conteniendo textualmente un mensaje del ministro plenipotenciario de Bolivia "Anulación de la ley de febrero, reivindicación de las salitreras de la compañía". Este gatilla la decisión del presidente Aníbal Pinto de ordenar la ocupación de Antofagasta, que se verifica el 14 de febrero de 1879, penetrando las tropas chilenas al interior del litoral boliviano (véase Carta del presidente de Chile, a su embajador ante el gobierno de La Paz). Ante esta situación el 27 de febrero, Hilarión Daza decreta el estado de sitio en Bolivia.
El Perú, que había suscrito el Tratado de Alianza Defensiva de carácter secreto con Bolivia en 1873 y al que Argentina no se había adherido, trata de persuadir al gobierno de La Paz para someterse a un arbitraje con la misión Quiñones, figura que se encontraba estipulada en el protocolo complementario de 1875, toda vez que se trataba de un "problema tributario" y no territorial. El gobierno peruano para mediar en el conflicto ofreció enviar a su ministro plenipotenciario José Antonio de Lavalle a Chile; la misión del diplomático fracasó y en lugar de ello, el gobierno de Chile, denuncia al plenipotenciario peruano la existencia del "Tratado Secreto" firmado con Bolivia.
El 1 de marzo el gobierno de Bolivia declara cortado todo comercio con Chile. El 15 de marzo Chile inicia preparativos para ocupar más al norte del paralelo 23. Con ello 23 de marzo tiene lugar la batalla de Calama, en la que las fuerzas chilenas vencieron a un grupo de civiles bolivianos. El 5 de abril de 1879 Chile le declara la guerra al Perú y a Bolivia.
La revisión y análisis del tratado secreto de alianza, lleva a historiadores peruanos a la conclusión que el Perú aún tenía la opción de decidir si la agresión a Bolivia era real o si el asunto merecía un arbitraje, lo que "era preferible", según la cláusula pertinente. Esta misma interpretación dice que a raíz de la penetración de tropas chilenas en territorio boliviano y el poco interés del gobierno de Chile en "una salida diplomática", y a la declaratoria de guerra que le hace el gobierno chileno el 5 de abril, es que Perú se siente ligado a Bolivia por el tratado recíproco de defensa, y entra asimismo, en la contienda, declarando el casus foederis.
La historiográfica chilena en cambio afirma que el pacto es defensivo en la forma, pero ofensivo en el fondo, por lo que considera la mediación de Perú después de la toma de Antofagasta como una forma de ganar tiempo, mientras se realizaban preparativos de guerra. Además declaran motivos de más largo alcance para que la guerra terminara en un conflicto entre Chile y Perú, que sería, según esta visión, una enemistad que tendría raíces en la colonia, y exacerbadas en la independencia y en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana.
Por otra parte la historiográfica peruana afirma que la relaciones coloniales eran de cooperación y comercio entre los puertos del El Callao y Valparaíso. Luego de la Independencia, el Perú no reconoce la deuda a Chile por la expedición libertadora, pero en 1839 con la derrota de la Confederación, el Perú pagó a Chile la deuda contraída por el servicio prestado por el ejército chileno en la campaña restauradora y la independencia, así como reconoció las acciones de los oficiales de Chile otorgándoles premios y condecoraciones del ejército del Perú por reunificar el Perú y derrotar a Santa Cruz reconociendo a Chile como aliado del Perú.
En alabanza de Cristo