Les comparto esto a ver que les parece:
68,224 albañiles no se cayeron del andamio
1) Para saber
En el año de 1922 se convirtió al catolicismo un famoso escritor inglés llamado
G. K. Chesterton. Era de un grupo de hombres estudiosos que solían creer
demasiado en el progreso, en el adelanto, y despreciaban lo pasado. Y, aunque
ciertamente el progreso llevado correctamente es bueno, nunca se ha de
despreciar lo pasado por el simple hecho de ser anterior. Chesterton, que al
principio no era católico, estudió las razones que le decían contra la Iglesia
Católica y vio que eran injustas. Se sorprendió que fueran tantos los ataques
que había recibido la Iglesia y que sus argumentos fueran contradictorios y sin
valor. Entonces se convenció de que la Iglesia era un auténtico milagro, pues
era la única institución que había podido mantenerse sana y optimista entre una
muchedumbre pesimista. Escribiendo sobre ese optimismo, se preguntaba: "¿Por qué
diablos se publica en el periódico la siguiente noticia: «Ayer un albañil se
cayó de un andamio y se mató»? ¿No sería más inteligente y, sobre todo, más
consolador, anunciar: «Ayer 68,224 albañiles en el país no se cayeron del
andamio?» En efecto, por poco que se piense, dada la fragilidad de los andamios
y lo distraído que son los hombres, resulta mucho más extraordinario que 6,224
albañiles no se caigan del andamio que el hecho de que se caiga uno solo".
La Iglesia nos da una visión optimista de la vida al recordarnos que los
hombres hemos sido salvados y redimidos por nuestro Señor Jesucristo.
2) Para pensar
El Papa nos recuerda que el año Jubilar nos ha ayudado para que pudiéramos
contemplar los misterios divinos, en especial el misterio de la Santísima
Trinidad. Pero para podernos adentrar en esos misterios es importante primero
purificarnos. Por ello se ha invitado a todos los fieles a reconciliarse con
Dios. El Papa mismo ha pedido perdón en nombre de todos los miembros de la
Iglesia que han sido infieles y que han ensombrecido el rostro de la Iglesia.
Pues no hay que olvidar que la Iglesia es santa, aunque sus hijos en ocasiones
manchen su rostro. Es por ello que la Iglesia, siendo santa, necesita de la
purificación. Una de las características de la Iglesia es su santidad: La
Iglesia, unida a Cristo, está santificada por Él; por Él y con Él, ella también
ha sido hecha santificadora, La Iglesia es, pues, santa aunque abarque en su
seno pecadores (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 824, 827).
Es importante no confundir y hacer una mala generalización creyendo que porque
uno de los miembros de la Iglesia ha obrado mal, se califique a toda la Iglesia.
Sería como decir que una familia es mentirosa o corrupta porque uno de sus
miembros dijo una mentira o hizo un acto corrupto.
68,224 albañiles no se cayeron del andamio
1) Para saber
En el año de 1922 se convirtió al catolicismo un famoso escritor inglés llamado
G. K. Chesterton. Era de un grupo de hombres estudiosos que solían creer
demasiado en el progreso, en el adelanto, y despreciaban lo pasado. Y, aunque
ciertamente el progreso llevado correctamente es bueno, nunca se ha de
despreciar lo pasado por el simple hecho de ser anterior. Chesterton, que al
principio no era católico, estudió las razones que le decían contra la Iglesia
Católica y vio que eran injustas. Se sorprendió que fueran tantos los ataques
que había recibido la Iglesia y que sus argumentos fueran contradictorios y sin
valor. Entonces se convenció de que la Iglesia era un auténtico milagro, pues
era la única institución que había podido mantenerse sana y optimista entre una
muchedumbre pesimista. Escribiendo sobre ese optimismo, se preguntaba: "¿Por qué
diablos se publica en el periódico la siguiente noticia: «Ayer un albañil se
cayó de un andamio y se mató»? ¿No sería más inteligente y, sobre todo, más
consolador, anunciar: «Ayer 68,224 albañiles en el país no se cayeron del
andamio?» En efecto, por poco que se piense, dada la fragilidad de los andamios
y lo distraído que son los hombres, resulta mucho más extraordinario que 6,224
albañiles no se caigan del andamio que el hecho de que se caiga uno solo".
La Iglesia nos da una visión optimista de la vida al recordarnos que los
hombres hemos sido salvados y redimidos por nuestro Señor Jesucristo.
2) Para pensar
El Papa nos recuerda que el año Jubilar nos ha ayudado para que pudiéramos
contemplar los misterios divinos, en especial el misterio de la Santísima
Trinidad. Pero para podernos adentrar en esos misterios es importante primero
purificarnos. Por ello se ha invitado a todos los fieles a reconciliarse con
Dios. El Papa mismo ha pedido perdón en nombre de todos los miembros de la
Iglesia que han sido infieles y que han ensombrecido el rostro de la Iglesia.
Pues no hay que olvidar que la Iglesia es santa, aunque sus hijos en ocasiones
manchen su rostro. Es por ello que la Iglesia, siendo santa, necesita de la
purificación. Una de las características de la Iglesia es su santidad: La
Iglesia, unida a Cristo, está santificada por Él; por Él y con Él, ella también
ha sido hecha santificadora, La Iglesia es, pues, santa aunque abarque en su
seno pecadores (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 824, 827).
Es importante no confundir y hacer una mala generalización creyendo que porque
uno de los miembros de la Iglesia ha obrado mal, se califique a toda la Iglesia.
Sería como decir que una familia es mentirosa o corrupta porque uno de sus
miembros dijo una mentira o hizo un acto corrupto.