BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

4 Marzo 2005
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Hola Saludos a todos, soy nuevo aqui:
A decir verdad no conozco mucho del tema pero me gustaria saber si alguien me puede ayudar, busco las biografias de Maria Jesus y Jose, ojala lo mas acabadas posible, ya sea publicada en internet, en algun libro en para descargar o alguna investigacion de algun tipo que exista respecto de este tema.
De antemano agradezco a todos.

Saludos y feliz cumpleaños a todos los que esten de cumpelaños.


Atte

Rodrigo

(espero sus respuestas)
 
Re: BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

EL EVANGELIO DE LA NATIVIDAD DE MARIA <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

Prefacio <o:p></o:p>

El suave requerimiento que me dirigís reclama de mí un trabajo relativamente fácil, pero penoso en grado sumo, por las cuidadosas precauciones que hay que tomar contra el error. Me pedís, en efecto, que ponga por escrito lo que haya encontrado en diversas fuentes sobre la vida y la natividad de la bienaventurada Virgen María hasta su incomparable parto y hasta los primeros momentos del Cristo, empresa poco difícil de ejecutar, pero singularmente presuntuosa, como os digo, por los peligros a que expone a la verdad. Porque lo que de mí exigís, hoy que las canas blanquean mi cabeza, lo he leído, sabedlo, cuando era joven, en un librito que cayó en mis manos. Ciertamente, después de ese lapsó, colmado por otras preocupaciones nada triviales, ha podido muy bien suceder que varios rasgos se hayan escapado de mi memoria. Por ende, si accedo a vuestra súplica, habría injusticia en acusarme de haber querido suprimir, añadir o cambiar un ápice de la historia. Si esto ocurriese, y no lo niego, sería, a lo menos, cosa independiente de mi voluntad. En estas condiciones, y en éstas solamente, satisfago vuestros deseos y la curiosidad de los lectores, previniéndoos, empero, tanto a vosotros como a ellos, que el susodicho opúsculo, si no me es infiel la memoria, comenzaba por el siguiente prefacio, que recuerdo, a lo menos en su sentido. <o:p></o:p>

María y sus padres <o:p></o:p>

I 1.Sabemos que la bienaventurada y gloriosa María siempre virgen, salida del tronco real de la familia de David, nació en la ciudad de Nazareth, y fue educada en Jerusalén, en el templo del Señor. Su padre se liamaba Joaquín, y su madre Ana. Su familia paterna era de Galilea, de la ciudad de Nazareth, y su familia materna era de Bethlehem. <o:p></o:p>

2. Y la vida de ambos esposos era sencilla y santa ante Dios, y piadosa e irreprensible ante los hombres. Todos sus bienes, en efecto, los habían dividido en tres partes, consagrando la primera al templo y a sus servidores, distribuyendo la segunda entre los pobres y los peregrinos, y reservándose la tercera para sí mismo y para los menesteres de su hogar. <o:p></o:p>

3. Y de esta manera, amados por Dios y buenos para los hombres, habían vivido durante cerca de veinte años en un casto connubio, sin tener descendencia. No obstante, habían hecho voto, si por acaso Dios les daba uñ hijo, de consagrarlo al servicio del Señor. Y, así, cada año, acostumbraban, en los días festivos, a ir, piadosos, al templo. <o:p></o:p>

Maldición de Joaquín por Isachar <o:p></o:p>

II 1.Y, como se aproximase la fiesta de la Dedicación, Joaquín, con algunos de sus compatriotas, subió a Jerusalén. Y, en aquella época, Isachar era Gran Sacerdote. Y, habiendo visto a Joaquín con su ofrenda, en medio de sus conciudadanos, lo miró con desprecio, y desdeñé sus presentes, preguntándole por qué él, que no tenía hijos, se atrevía a estar entre los que eran fecundos. Y le advirtíó que, habiéndolo Dios juzgado indigno de posteridad, no podían serle aceptos sus presentes, por cuanto la Escritura dice: Maldito sea quien no engendre hijos en Israel. Y lo conminó para que se librase de esta maldición, creando una progenitura, porque sólo entonces le sería lícito acercarse, con sus ofrendas, a la presencia del Señor. <o:p></o:p>

2. Y este reproche que se le lanzaba cubrió de extremo oprobio a Joaquín, el cual se retiró al sitio en que estaban sus pastores con sus rebaños. Y no quiso volver a su casa, temiendo sufrir los mismos reproches de sus comarcanos, que habían asistido a la escena, y que habían oído al Gran Sacerdote. <o:p></o:p>

Aparición de un ángel a Joaquín <o:p></o:p>

III 1. Y permanecía allí desde hacía algún tiempo, cuando, cierto día que estaba solo, le apareció un ángel del Señor, rodeado de una gran luz. Y, a su vista, Joaquín quedó turbado. Pero el ángel apaciguó su turbación, diciéndole: No temas, Joaquín, ni te turbe mi vista, porque soy un ángel del Señor, enviado por Él a ti, para anunciarte que tus súplicas han sido escuchadas, y que tus limosnas han subido a su presencia. Ha visto tu oprobio, y ha considerado el reproche de esterilidad que sin razón se te ha dirigido. Porque Dios es vengador del pecado, mas no de la naturaleza. Y, cuando cierra una matriz, lo hace para abrirla después de una manera más admirable, y para que se sepa que lo que nace así no es fruto de la pasión, sino presente de la Providencia. <o:p></o:p>

2. La primera madre de vuestra nación, Sara, permaneció estéril hasta los ochenta años, a pesar de lo cual, en los últimos días de su vejez, dio a luz a Isaac, en quien le había sido prometido que serían benditas todas las naciones. Asimismo Raquel, tan agradable a Dios y tan amada por Jacob, permaneció estéril durante mucho tiempo, y, no obstante, parió a José, que fue no solamente el dueño de Egipto, sino el salvador de numerosos pueblos que iban a morir de hambre. ¿Quién, entre los jueces, más fuerte que Sansón y más santo que Samuel? Y, sin embargo, ambos a dos tuvieron por madres a mujeres por mucho tiempo estériles. Si, pues, la razón no te persuade por mi boca, cree a lo menos que las concepciones dilatadamente diferidas y los partos tardíos son de ordinario los más portentosos. <o:p></o:p>

3. Así, tu esposa Ana te parirá una niña, y la llamarás María. Y, conforme a vuestro voto, se consagrará al Señor desde su niñez, y estará llena del Espíritu Santo desde el vientre de su madre. Y no comerá ni beberá nada impuro, ni vivirá en medio de las agitaciones populares del exterior, sino en el templo, a fin de que no pueda enterarse, ni aun por sospecha, de nada de lo que existe de vergonzoso en el mundo. Y, con el curso de la edad, bien como ella nació milagrosamente de una mujer estéril, de igual modo, por un prodigio incomparable y permaneciendo virgen, traerá al mundo al hijo del Altísimo, que será llamado Jesús o salvador de todas las naciones, conforme a la etimología de su nombre. <o:p></o:p>

4. Y he aquí el signo de la verdad de las cosas que te anuncio. Cuando llegues a la Puerta Dorada de Jerusalén, encontrarás a Ana tu esposa, la cual, inquieta hasta hoy por tu retardo, se regocijará sobremanera, al volver a verte. Y, dicho esto, el ángel se separó de Joaquín. <o:p></o:p>

Aparición de un ángel a Ana <o:p></o:p>

IV 1. Y después apareció a Ana su esposa, diciéndole: No temas, Ana, ni imagines que es un fantasma lo que ves. Yo soy el ángel que ha llevado vuestras oraciones y vuestras limosnas a la presencia de Dios, y que ahora he sido enviado a vosotros para anunciaros el nacimiento de una hija, que se llamará María, y que será bendita entre todas las mujeres. Llena de la gracia del Señor desde el instante de su nacimiento, permanecerá en la casa paterna durante los tres años de su lactancia. Después, consagrada al servicio del Altísimo, no se apartará del templo hasta la edad de la discreción. Y allí, sirviendo a Dios día y noche con ayunos y con plegarias, se abstendrá de todo lo que es impuro, y no conocerá varón jamás, manteniéndose sin tacha, sin corrupción, sin unión con hombre alguno. Empero, virgen, parirá un hijo, y, sierva, parirá a su Señor, el que será por gracia, por título, por acción, el salvador del mundo. <o:p></o:p>

2. Así, pues, levántate, sube a Jerusalén, y, cuando llegues a la llamada Puerta Dorada, allí, a manera de signo, encontrarás a tu esposo, sobre cuyo paradero anda inquieta tu alma. Y, cuando hayan sucedido estas cosas, lo que yo te anuncio se cumplirá al pie de la letra. <o:p></o:p>

Nacimiento de María <o:p></o:p>

V 1. Y, obedeciendo al mandato del ángel, ambos esposos, abandonando uno y otro los parajes respectivos en que estaban, subieron a Jerusalén. Y, al llegar al lugar designado por el oráculo del ángel, se encontraron mutuamente. Entonces, gozosos de volver a encontrarse, y poseídos de confianza en la verdad de la promesa de que tendrían descendencia, rindieron acción de gracias bien debidas al Señor, que exalta a los humildes. <o:p></o:p>

2. Y, habiendo adorado al Altísimo, regresaron a su casa, y, llenos de júbilo, esperaron la realización de la divina promesa. Y Ana concibió y parió una hija, y, conforme a la orden del ángel, sus padres le pusieron por nombre María. <o:p></o:p>

Presentación de María en el templo <o:p></o:p>

VI 1. Transcurridos tres años y terminado el tiempo de la lactancia, llevaron a la Virgen con ofrendas al templo del Señor. Y había alrededor del templo, según el número de los salmos graduales, quince gradas que subir. Porque, estando el templo situado sobre una altura, sólo por gradas era accesible el altar de los holocaustos, que estaba situado en el exterior. <o:p></o:p>

2. Y sobre la primera de aquellas gradas colocaron los padres a la bienaventurada Maña, todavía muy pequeña. Y, en tanto que ellos se quitaban los vestidos de viaje, para ponerse, siguiendo la costumbre, trajes más bellos y más propios de la ceremonia, la Virgen del Señor subió todas las gradas, sin mano alguna que la condujese, de tal suerte que todos pensaron que no le faltaba nada, a lo menos en aquella circunstancia, de la perfección de la edad. Es que el Señor, en la infancia misma de la Virgen, operaba ya grandes cosas, y mostraba por aquel milagro lo que sería un día. <o:p></o:p>

3. Y, después de haber celebrado un sacrificio conforme al uso de la ley, dejaron allí a la Virgen, para ser educada en el recinto del templo, con las demás vírgenes. Y ellos regresaron a su casa. <o:p></o:p>

Negativa de la virgen a contraer matrimonio ordinario <o:p></o:p>

VII 1. Y la Virgen del Señor, a la vez que en edad, crecía igualmente en virtud, y, según la palabra del salmista, su padre y su madre la habían abandonado, pero Dios la había recogido. A diario, en efecto, era visitada por los ángeles, y a diario gozaba de la visión divina, que la libraba de todo mal, y que la hacía abundar en toda especie de bienes. Así llegó a los catorce años, y, no solamente los malos no podían encontrar en ella nada reprensible, sino que todos los buenos que la conocían juzgaban su vida y su conducta dignas de admiración. <o:p></o:p>

2. Entonces el Gran Sacerdote anunció en público que todas las vírgenes que habían sido educadas en el templo, y que tenían catorce años, debían volver a sus hogares, y casarse, conforme a la costumbre de su nación y a la madurez de su edad. Todas las vírgenes obedecieron con premura esta orden. Sólo María, la Virgen del Señor, declaró que no podía hacerlo. Como sus padres la habían consagrado primero a Dios, y ella después había ofrendado su virginidad al Señor, no quería violar este voto, para unirse a un hombre, fuese el que fuese. El Gran Sacerdote quedó sumido en la mayor perplejidad. Él sabía que no era lícito violar un voto contra el mandato de la Escritura, que dice: Haced votos, y cumplidlos. Mas, por otra parte, no le placía introducir un uso extraño a la nación. Ordenó, pues, que, en la fiesta próxima, se reuniesen los notables de Jerusalén y de los lugares vecinos, por cuyo consejo podría saber cómo le convendría obrar en una causa tan incierta. <o:p></o:p>

3. Y así se hizo, y fue común parecer que había que consultar sobre ese punto a Dios. Y, mientras todos se entregaban a la oración, el Gran Sacerdote avanzó para consultar al Señor, según la costumbre. Y, a poco, una voz, que todos oyeron, salió del oráculo y del lugar del propiciatorio. Y esa voz afirmaba que, de acuerdo con la profecía de Isaías, debía buscarse a quien debía desposar y guardar aquella virgen. Porque es bien sabido que Isaías vaticinó: Y saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el espíritu del Señor, espíritu de inteligencia y de sabiduría, espíritu de fortaleza y de consejo, espíritu de conocimiento y de temor del Altísimo. <o:p></o:p>

4. Y, conforme a esta profecía, el Gran Sacerdote ordenó que todos los hombres de la casa y de la familia de David, aptos para el matrimonio y no casados, llevasen cada uno su vara al altar, y que debía ser confiada y casada la virgen con aquel cuya vara produjera flores, y en la extremidad de cuya vara reposase el espíritu del Señor en forma de paloma. <o:p></o:p>

Recae en José la elección de esposo para la Virgen <o:p></o:p>

VIII 1. Y había, entre otros, un hombre de la casa y de la familia de David, llamado José y ya avanzado en edad. Y, al paso que todos fueron ordenadamente a llevar sus varas, él omitió llevar la suya. Y, como nada apareció que correspondiese al oráculo divino, el Gran Sacerdote pensó que había que consultar de nuevo al Señor. El cual respondió que, de todos los que habían sido designados, sólo el que no había llevado su vara, era aquel con quien debía casarse la Virgen. José fue así descubierto. Y, cuando hubo llevado su vara, y en su extremidad reposé una paloma venida del cielo, todos convinieron en que a él le pertenecía el derecho de desposar con María. <o:p></o:p>

2. Y, una vez celebrados los desposorios, se retiró a Bethlehem, su patria, para disponer su casa, y preparar todo lo necesario para las nupcias. Cuanto a María, la Virgen del Señor, volvió a Galilea, a casa de sus padres, con otras siete vírgenes de su edad y educadas con ella, que le había dado el Gran Sacerdote. <o:p></o:p>

Revelación hecha por un ángel a la Virgen <o:p></o:p>

IX 1. Y, en aquellos días, es decir, desde los primeros tiempos de su llegada a Galilea, el ángel Gabriel fue enviado a ella por Dios, para anunciarle que concebiría al Señor, y para exponerle la manera y el orden según el cual las cosas pasarían. Y, entrando en su casa, inundando con gran luz la habitación en que se encontraba, y saludándola muy graciosamente, le dijo: Salve María, virgen muy agradable a Dios, virgen llena de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres, bendita eres por encima de todos los hombres que hasta el presente han nacido. <o:p></o:p>

2. Y María, que conocía ya bien las fisonomías angélicas, y que estaba habituada a recibir la luz celeste, no se amedrentó ante la visión del enviado divino, ni quedó estupefacta ante aquella luz. Unicamente la palabra del ángel la turbó en extremo. Y se puso a reflexionar sobre lo que podía significar una salutación tan insólita, sobre lo que presagiaba, sobre el fin que tenía. Y el ángel divinamente inspirado previno estas dudas, diciéndole: No temas, María, que mi salutación oculte algo contrario a tu castidad. Has encontrado gracia ante el Señor, por haber escogido el camino de la pureza, y, permaneciendo virgen, concebirás sin pecado, y parirás un hijo. <o:p></o:p>

3. Y él será grande, porque dominará de un mar a otro, y hasta las extremidades de la tierra. Y será llamado hijo del Altísimo, porque, naciendo en la humildad, reinará en las alturas de los cielos. Y el Señor Dios le dará el trono de David su padre, y prevalecerá eternamente en la casa de Jacob, y su poder no tendrá fin. Es, en efecto, rey de reyes y señor de los señores, y su trono durará por los siglos de los siglos. <o:p></o:p>

4. Y, a estas palabras del ángel, la Virgen, no por incredulidad, sino por no saber la manera como el misterio se cumpliría, repuso: ¿Cómo eso ha de ocurrir? Puesto que, según mi voto, no conozco varón, ¿cómo podré dar a luz, a pesar de ello? Y el ángel le dijo: No pienses, María, que concebirás al modo humano. Sin unión con hombre alguno, virgen concebirás, virgen parirás, virgen amamantarás. Porque el Espíritu Santo descenderá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra contra todos los ardores de la pasión. El que de ti saldrá, por cuanto ha de nacer sin pecado, será el único santo y el único merecedor del nombre de hijo de Dios. Entonces, María, con las manos extendidas y los ojos elevados al cielo, dijo: He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra. <o:p></o:p>

5. Sería quizá demasiado largo, y para muchos enojoso, insertar en este opúsculo todos los sucesos que, conforme a nuestros textos, precedieron y siguieron a la natividad de Nuestro Señor. Omitiendo, pues, lo que está suficientemente referido en el Evangelio, pasemos a la narración de lo que allí aparece menos detallado. <o:p></o:p>

Revelación hecha por un ángel a José <o:p></o:p>

X 1.Habiendo ido José de Judea a Galilea, tenía la intención de tomar por esposa a la virgen que le había sido confiada. Porque, desde el día de los desposorios, habían transcurrido ya tres meses, y había comenzado el cuarto. Y, en el intervalo, el vientre de la Virgen se había hinchado, hasta el punto de manifestar su embarazo, cosa que no pudo escapar a José, quien, según la costumbre de los desposados, entraba más libremente a ver a María, y conversaba más familiarmente con ella, por lo que descubrió su estado. Y comenzó a agitarse y a turbarse, ignorando lo que le sería preferible hacer. Como hombre justo, no quería entregarla, y, como hombre piadoso, no quería infamarla, haciendo recaer sobre ella sospecha de fornicación. Pensó, pues, en disolver secretamente su matrimonio, y en devolverla secretamente. <o:p></o:p>

2. Y, estando en estas cavilaciones, he aquí que un ángel del Señor le apareció en sueños, y le dijo: José, hijo de David, no temas, ni imagines que hay en la virgen nada de vergonzoso, porque lo que ha nacido en ella, y que hoy angustia tu corazón, no es obra de un hombre, sino del Espíritu Santo. Entre todas las mujeres, sólo ella, permaneciendo virgen, traerá el hijo de Dios al mundo, Y darás a este hijo el nombre de Jesús, es decir, Salvador, porque salvará a su pueblo de sus pecados. <o:p></o:p>

3. Y José, conforme a la orden del ángel, tomó a María por esposa. Mas no la conoció, sino que la guardó en castidad. Y, llegado el final del noveno mes del embarazo, José, tomando consigo a la Virgen y a las demás cosas que le eran necesarias, partió para la ciudad de Bethlehem, de donde era oriundo. Y sucedió que, durante su estancia en aquel lugar, sobrevino el tiempo del parto de María, la cual trajo al mundo, como los evangelistas nos han enseñado, a su hijo primogénito, Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina, con el Padre y con el Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. <o:p></o:p>

Fuente: Los Evangelios Apócrifos, por Edmundo González Blanco <o:p></o:p>

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Re: BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

Estimado Rodrigo,
Un cordial saludo para usted.

Si usted quiere saber la historia real (no apócrifa) sobre Jesús, María y José, le invito a que lea, en su Biblia, los cuatro Evangélios sinópticos: Mateo, Lucas, Marcos y Juan, y ahí encontrará la información que necesita.

Porque evangélios apócrifos hay muchos, así como historias y tradiciones de dudosa procediencia, pero la verdad la encuentra en la Biblia.

Un ejemplo:

Evangelio de Mateo, capítulo 1

1: LIBRO de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.
2: Abraham engendró á Isaac: é Isaac engendró á Jacob: y Jacob engendró á Judas y á sus hermanos:
3: Y Judas engendró de Thamar á Phares y á Zara: y Phares engendró á Esrom: y Esrom engendró á Aram:
4: Y Aram engendró á Aminadab: y Aminadab engendró á Naassón: y Naassón engendró á Salmón:
5: Y Salmón engendró de Rachâb á Booz, y Booz engendró de Ruth á Obed y Obed engendró á Jessé:
6: Y Jessé engendró al rey David: y el rey David engendró á Salomón de la que fué mujer de Urías:
7: Y Salomón engendró á Roboam: y Roboam engendró á Abía: y Abía engendró á Asa:
8: Y Asa engendró á Josaphat: y Josaphat engendró á Joram: y Joram engendró á Ozías:
9: Y Ozías engendró á Joatam: y Joatam engendró á Achâz: y Achâz engendró á Ezechîas:
10: Y Ezechîas engendró á Manasés: y Manasés engendró á Amón: y Amón engendró á Josías:
11: Y Josías engendró á Jechônías y á sus hermanos, en la transmigración de Babilonia.
12: Y después de la transmigración de Babilonia, Jechônías engendró á Salathiel: y Salathiel engendró á Zorobabel:
13: Y Zorobabel engendró á Abiud: y Abiud engendró á Eliachîm: y Eliachîm engendró á Azor:
14: Y Azor engendró á Sadoc: y Sadoc engendró á Achîm: y Achîm engendró á Eliud:
15: Y Eliud engendró á Eleazar: y Eleazar engendró á Mathán: y Mathán engendró á Jacob:
16: Y Jacob engendró á José, marido de María, de la cual nació Jesús, el cual es llamado el Cristo.
17: De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce generaciones: y desde David hasta la transmigración de Babilonia, catorce generaciones: y desde la transmigración de Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.
18: Y el nacimiento de Jesucristo fué así: Que siendo María su madre desposada con José, antes que se juntasen, se halló haber concebido del Espíritu Santo.
19: Y José su marido, como era justo, y no quisiese infamarla, quiso dejarla secretamente.
20: Y pensando él en esto, he aquí el ángel del Señor le aparece en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir á María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
21: Y parirá un hijo, y llamarás su nombre JESUS, porque él salvará á su pueblo de sus pecados.
22: Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que fué dicho por el Señor, por el profeta que dijo:
23: He aquí la virgen concebirá y parirá un hijo, Y llamarás su nombre Emmanuel, que declarado, es: Con nosotros Dios.
24: Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió á su mujer.
25: Y no la conoció hasta que parió á su hijo primogénito: y llamó su nombre JESUS.


En la Biblia, mi estimado Rodrigo, encontrará más que biografías, encontrará la revelación que Dios hace de si mismo al hombre, y conforme la vaya leyendo, encontrará que es la historia más maravillosa que se ha escrito y lo llevará a un encuentro personal con Jesús el Cristo, vivo y resucitado, pues la Biblia da testimonio de Él.

Dios le bendiga.

apócrifo, fa.
(Del lat. apocry?phus, y este del gr. ?????????, oculto).

1. adj. Fabuloso, supuesto o fingido.
2. adj. Dicho de un libro atribuido a autor sagrado: Que no está, sin embargo, incluido en el canon de la Biblia.
 
Re: BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

San José y las razones de su divorcio


“María estaba comprometida con José. Pero antes de que ellos empezaran a vivir juntos, ella se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo. Su esposo José, como era justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Ya lo tenía decidido, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: ‘José, hijo de David, no tengas miedo en tomar contigo a María, tu esposa, porque lo que ella ha concebido viene del Espíritu Santo. Dará a luz a un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados’... Despertó José del sueño e hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su esposa” (Mt. 1, 18-24).

Por Ariel Álvarez Valdés

San Mateo nos cuenta, al relatar la infancia de Jesús, cómo san José estuvo a punto de divorciarse de su esposa María cuando se enteró de que ella estaba embarazada y que el hijo que esperaba no era suyo.

Los cristianos siempre se han sentido desconcertados por el dramático momento que le tocó vivir a la sagrada familia, y se han preguntado: ¿Dudó realmente José de la honestidad de su esposa? ¿Pensó que le había sido infiel con otro hombre? ¿Cuánto tiempo vivió torturándose en silencio, sin saber que el niño que ella llevaba en las entrañas venía del Espíritu Santo, hasta que un ángel le contó la verdad? ¿Y por qué María no se lo dijo, si nadie le había prohibido hacerlo? ¿Por qué Dios sólo le anunció a ella lo del embarazo virginal, y no a José? ¿Sólo para mortificarlo? ¿Y por qué José quiso abandonarla en secreto?

Matrimonio en dos partes

Sin entrar a plantearnos la veracidad de este episodio (que así como está contado puede ser o no histórico), sí podemos intentar responder a estas preguntas suscitadas por el relato de Mateo.

Para ello debemos tener en cuenta las costumbres matrimoniales de aquella época. Los judíos solían casarse temprano: a los 18 años los varones y a los 13 las niñas. Los mismos rabinos aseguraban que “Dios maldice al joven que a los 20 años aún no se ha casado”. Y por tratarse de una edad tan prematura, la elección de la pareja corría por cuenta de los padres. Para justificar esa costumbre los israelitas decían que era el propio Dios, en el cielo, quien concretaba las uniones matrimoniales cuarenta días antes del nacimiento de cada niño y que luego las comunicaba a sus padres. Pero sí se daban algunos casos en los que los jóvenes elegían a sus futuras novias.

Concretada la elección, se realizaba la primera fase del matrimonio, llamada por los rabinos “quidushín” (que significa consagración). Era una especie de compromiso formal, en el que la muchacha quedaba consagrada para siempre a su novio, pero todavía no podían vivir juntos debido a la corta edad de la joven, y a que los esposos casi no se conocían.

El período del “quidushín” duraba generalmente un año, y los jóvenes eran considerados ya verdaderos esposos, a tal punto que si ella llegaba a unirse en este tiempo a algún otro hombre se convertía en adúltera; y si llegaba a morir, el muchacho era tenido por viudo.

Transcurrido el año del “quidushín” se efectuaba la segunda parte del matrimonio, llamada el “nissuín”, en la que luego de una gran fiesta que duraba varios días, la joven era conducida en procesión a la casa de su esposo para que comenzaran a vivir juntos.

La noche oscura de José
Debió, pues, de haber sido entre el “quidushín” y el “nissuín”, es decir, entre la primera y la segunda fase del matrimonio, cuando María quedó embarazada del Espíritu Santo. Así lo especifica Mateo: “María estaba comprometida con José. Pero antes de que ellos empezaran a vivir juntos, ella se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo” (Mt. 1, 18-19).

¿Qué sucedió entonces entre los santos esposos? No lo sabemos. Mateo no lo dice. Sólo podemos imaginar el drama que vivió José, atormentado por las sospechas de infidelidad de su esposa, angustia ésta que Dios no tuvo la bondad de ahorrarle. Y las penurias de María, que veía sufrir a su esposo, pero callaba porque tenía miedo de no ser comprendida.

Llegamos, así, al punto más oscuro y misterioso de todo el relato. ¿Por qué José decide abandonar a María, dejándola sola y expuesta en el peor momento de su vida? Mateo dice que porque él era “justo”. Pero ¿qué tiene que ver su justicia con el hecho de abandonar a su mujer?

Se han propuesto dos teorías para explicar la justicia de José. Según la primera, José cree que María ha cometido adulterio. Ahora bien, la Ley de Moisés ordenaba que la mujer adúltera debía ser repudiada por su marido (Dt 22, 20-21). Como José era “justo”, es decir, cumplidor de la Ley, decide repudiarla (abandonarla) para cumplir con la Ley. O sea que, según esta teoría, “justo” significaba cumplidor de la Ley.

Pero esta hipótesis choca con un inconveniente. La Ley ordenaba al marido repudiar “públicamente” a la mujer infiel. Y José decide repudiarla en secreto. Por lo tanto no estaría cumpliendo la Ley de Moisés. ¿Cómo entonces se lo puede llamar justo?

En la segunda teoría, José cree que María ha cometido adulterio. Pero él sabe que la Ley manda apedrear a las adúlteras hasta que mueran. Entonces, como es “justo”, es decir, bondadoso, y no quiere que ella sufra, la abandona, sí, pero en secreto para salvarle la vida. Por lo tanto, según esta teoría, “justo” significaba bondadoso.

Pero también esta hipótesis presenta dificultades. Si José quiere abandonar en secreto a María porque es bueno, no debería llamárselo “justo” sino “bondadoso”. ¿Por qué entonces Mateo dice que es justo?

La tercera teoría

Ninguna de las dos teorías, pues, explica satisfactoriamente por qué José quiere abandonar a María. Por eso actualmente los biblistas han propuesto una tercera que, aparte de armonizar mejor con el contexto del relato, tiene el mérito de arrojar una nueva luz sobre san José.

Según ésta, José desde siempre conoció el misterio de María. Desde el principio supo que el niño que su esposa llevaba en las entrañas era hijo del Espíritu Santo. Por eso jamás pensó que ella lo hubiera engañado. Esto se deduce del modo como vimos que Mateo comienza su relato. Éste decía: “El nacimiento de Jesucristo fue así: María estaba comprometida con José. Pero antes de que ellos empezaran a vivir juntos ella se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo”.

O sea que empieza dando tres informaciones: a) que María estaba comprometida con José; b) que no vivían juntos; c) que ella quedó embarazada del Espíritu Santo. Nosotros normalmente suponemos que José sólo conocía dos de estos datos: el primero y el segundo. Pero no el tercero. ¿Y por qué no? ¿Por qué, si Mateo enumera juntos los tres datos, y luego presenta a José analizando este dilema, él va a saber sólo dos de esos datos? Es lógico que, según Mateo, José conociera las tres informaciones.

¿Cómo supo José del embarazo virginal de su mujer? Mateo no lo dice. Pero tampoco dice cómo se enteró María (Lucas es el que cuenta que la anunciación fue por medio de un ángel). Por lo tanto, es posible pensar que para Mateo ambos se enteraron de la misma manera.

Era otro el aviso

Resta un último problema. ¿Por qué un ángel le avisa en sueños a José que el hijo que espera María es del Espíritu Santo, si él ya lo sabía? En realidad las palabras del ángel están mal traducidas en las Biblias. En efecto, éstas suelen decir: “José, no tengas miedo en tomar contigo a María, tu esposa, porque lo que ella ha concebido viene del Espíritu Santo. Dará a luz a un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús”.

Pero muchos biblistas afirman que las partículas griegas “gar” y “de”, que aparecen en esta frase, no hay que traducirlas al castellano como “porque” sino como “porque si bien”. De ese modo el mensaje del ángel cambia totalmente, y queda así: “José, no tengas miedo en tomar contigo a María porque, aun si bien lo que ella ha concebido viene del Espíritu Santo, dará a luz a un hijo a quien tú pondrás por nombre Jesús”.

Por lo tanto, lo que el ángel le informa a José no es el origen divino del niño (cosa que ya sabía), sino que él debe quedarse con María para ponerle el nombre al niño (cosa que no sabía).

Un plan para los dos

Ahora sí, con esta nueva perspectiva, tratemos de entender el relato de Mateo.
José y María, dos jóvenes israelitas de 18 y 13 años respectivamente, estaban comprometidos. Habían concretado la primera fase del matrimonio, es decir, el “quidushín”, y esperaban pronto poder ir a vivir juntos una vez que se cumpliera el plazo estipulado. Pero en el entretiempo María resultó escogida por Dios para ser la madre de su divino Hijo. Enterado José, se encontró frente a un serio problema. Él había elegido a María para sí, para que fuera su esposa, la madre de sus hijos, su compañera. Pero ahora se da cuenta de que Dios también se había fijado en ella, y también Él la había elegido como madre de su Hijo.

¿Cómo competir con Dios por el amor de una muchacha? ¿Podría tener a Dios como contrincante? No. Tampoco podía apropiarse de un hijo que no era suyo, sino que venía del cielo. Hubiera sido una injusticia.

Aquí, entonces, se aclara la decisión de José. Como él era justo, no queriendo apoderarse de un hijo que le pertenecía a Dios, y viendo además que Dios había elegido a la misma mujer que él para iniciar el plan de salvación, resuelve dejar a su esposa libre del compromiso que habían contraído, y divorciarse en secreto.

Y así lo había decidido, cuando en sueños se le presenta un ángel y le dice que no tenga miedo (es decir, escrúpulos) en tomar a María como esposa (es decir, celebrar el “nissuín”). Porque si bien el hijo que ella espera viene de Dios, él le pondrá el nombre de Jesús cuando nazca.

En otras palabras, Dios le pide a José que se quede junto a María. Porque aun cuando ella ha sido elegida para Dios, él también ha sido elegido; él también forma parte del plan de salvación. ¿Y cuál es su misión en todo esto? Deberá ponerle el nombre al niño, es decir, considerarlo como suyo, asumirlo como propio. Porque al ser él descendiente de la familia del rey David, si lo adoptaba como su hijo podía convertirlo a Jesús en un “descendiente” de David, en un “hijo de David”. E introduciéndolo a Jesús en la genealogía de David, se cumplían las profecías anunciadas sobre Él.
Recuperar a José

Siempre hemos tenido una imagen triste y descolorida de san José. Lo imaginamos como un pobre hombre (cuando no anciano), manso y sufrido, que mes tras mes debió ver crecer el vientre de su amada, mientras por dentro se moría de dolor en silencio. Desorientado y casi ridículo, luchando entre la confianza y la duda, entre el amor y los celos. Incapaz de comprender el misterio de la encarnación, por eso no se lo contaban.

Pero no es ése el san José del evangelio. José nunca tuvo dudas sobre su María. Lo supo todo desde el principio, porque tenía la misma madurez que su esposa. Su única duda fue si Dios lo quería o no al lado de su mujer. Y Dios le hizo saber que sí.

Hoy los cristianos hemos encumbrado enormemente a María, pero no así a José. En la Liturgia tenemos muchísimas fiestas de la Virgen, pero sólo dos de san José. Los mismos estudios de Mariología dan la impresión de que ella no hubiera sido casada, que se hubiera santificado fuera del contexto matrimonial y familiar. Incluso nuestras devociones, imágenes y pinturas se centran casi exclusivamente en María, y prescinden de José. Hemos separado lo que Dios ha unido.

Pero María y José amaron a Dios en equipo. Se santificaron juntos. El uno con el otro. El uno gracias al otro. Estuvieron juntos desde el principio. Por eso hoy en día en que tantas familias atraviesan momentos de crisis, que muchos matrimonios hacen agua por todos lados, y que la Iglesia no dispone de modelos conyugales, conviene recordar a José, a quien Dios quiso santificar en familia unido para siempre a María.
 
Re: BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

Rodrigo:

Por lo que preguntas creo que ya te han respondido.

Tal cual:

Me sorprendes: Este texto es de un teólogo católico; Ariel Alvarez ¿En qué quedamos pues? a quien le crees ¿A Lutero o a la Iglesia Católica?
 
Re: BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

Joaco dijo:
Porque evangélios apócrifos hay muchos, así como historias y tradiciones de dudosa procediencia, pero la verdad la encuentra en la Biblia.

cuales son los otros evangelios apocrifos?

la paz,

JCSS
 
Re: BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

JCSS,
Un cordial saludo para usted.

Le dejo una lista de Evangelios apócrifos, si quiere luego seguimos platicando del asunto, pero será hasta el lunes porque no acostumbro entrar a los foros el fin de semana.

Evangelios Apócrifos
  • Evangelios de la infancia de Tomás
  • Protoevangelio de Santiago
  • Evangelio del Pseudo-Mateo
  • Libro de la Natividad de María
  • Historias de José el carpintero
  • Evangelio Árabe de la infancia
  • Evangelio Armenio de la infancia
  • Fragmentos del Evangelio según los Hebreos
  • Evangelio de Pedro
  • Evangelio de Bernabé
  • Evangelio de Nicodemo
Evangelios Gnósticos
  • Evangelio de Tomás
  • Evangelio de Felipe
  • Evangelio de María Magdalena
  • Evangelio de los Egipcios
  • Evangelio de la Verdad
  • La Sabiduría Fiel (Pistis Sophia)

Dios le bendiga.
 
Re: BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

†Legionario dijo:
Rodrigo:

Por lo que preguntas creo que ya te han respondido.

Tal cual:

Me sorprendes: Este texto es de un teólogo católico; Ariel Alvarez ¿En qué quedamos pues? a quien le crees ¿A Lutero o a la Iglesia Católica?

¿No dije yo en otro epígrafe que este venía en plan de guerra?

Sabes una cosa Sr. legionario. Tengo varias obras de un teólogo católico llamado Hans Küng y te aseguro que entre ambos Lutero se queda corto.

Las parrafadas de tu entrada ¿de que trotólogo las has copiado?
 
Re: BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

Tengo varias obras de un teólogo católico llamado Hans Küng
Donde dice "católico" debe decir "hereje".
 
Re: BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

†Legionario dijo:
Rodrigo:

Por lo que preguntas creo que ya te han respondido.

Tal cual:

Me sorprendes: Este texto es de un teólogo católico; Ariel Alvarez ¿En qué quedamos pues? a quien le crees ¿A Lutero o a la Iglesia Católica?

Yo como protestante no estoy obligado a creer a ningun hombre sea papa o teólogo. Como dice la Biblia: lo examino todo y retengo lo bueno............ a que no sabes donde está ese texto.??

El que tiene problemas eres tu porque el MAGISTERIO de tu iglesia te prohibe pensar. O estás con él o contra él.

Por cierto a mi me gusta como escribe Ariel Alvarez y a ti.??
 
Re: BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

no sabes que juzgar unicamente Dios tiene ese derecho?
Quien sostiene doctrinas heréticas a sabiendas de que son heréticas es un hereje. No es necesario ser Dios para decir esto.
 
Re: BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

Este artículo lo leíen la revista Didascalia, edición Argentina. He leído muchos más en sus libros sobre enigmas de la Biblia, y te puedo decir que a pesar de su don de prédica, y sus conocimientos teológicos, corre el riesgo, de convertirse en un küng o un Lutero más...

Le ha salvado el hecho de que se ha semi-sujetado al Magisterio de la Iglesia, sin embargo ha creado mucha controversia, sobre todo cuando ha negado verdades fundamentales que un cristiano bien habido no puede negar, como la existencia del Diablo... (recuerdas?)

Pero ha hecho declaraciones que le han valido llamados de atención bastante importantes...

RETRACTACION


Carta del presbítero Alvarez Valdés

Con fecha 19 de julio, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe me pidió que en alguna revista o boletín católico publicara el siguiente texto de retractación :

En el mes de diciembre de 1995 publiqué un artículo de divulgación bíblica, titulado "¿EL DIABLO Y EL DEMONIO SON LO MISMO?". En dicho artículo yo afirmaba que:

1. "No es posible la posesión diabólica, en el sentido de que un ser personal se introduzca dentro de otra persona, lo posea y lo obligue a tender hacia el mal en contra de su voluntad".

2. "Los casos de posesión diabólica siempre son enfermedades a las que la ciencia de aquel tiempo no encontraba respuesta natural".

3. "Jesús vino a enseñar religión, no medicina. En este sentido Jesús permaneció dentro de los límites de la concepción judía de aquel tiempo. Los presuntamente poseídos eran en realidad enfermos, pero como la gente explicaba aquellos trastornos y su curación mediante el lenguaje de "posesión" y "exorcismo", Jesús no tenía porqué hablar con términos distintos de los que eran familiares en aquel tiempo".

4. "A la altura de nuestros actuales conocimientos, tanto científicos como bíblicos, no es posible seguir creyendo en la existencia de los demonios".

5. "(La Iglesia) lentamente ha ido abandonando su creencia en las posesiones".

6. "En 1984 Juan Pablo II publicó el nuevo Ritual Romano en el que elimina definitivamente la ceremonia misma del exorcismo, de la Iglesia Católica".

7. "En el siglo II la Iglesia preguntó a los científicos de la época por qué ciertas personas tenían comportamientos sumamente extraños y le contestaron: están endemoniados. Ante esto, creó la ceremonia del exorcismo. En el siglo XX la Iglesia vuelve a hacer la misma pregunta a los científicos, y ahora éstos contestan: tienen raras patologías, cuyas causas a medias ya se conocen. Entonces (la Iglesia) suprimió el exorcismo".

"Por medio de la presente quiero retractarme de estas afirmaciones, y reconocer que eran erróneas y contrarias a las enseñanzas de la Iglesia Católica, a la que amo y deseo servir fielmente desde mi ministerio. Especialmente a la luz del nuevo Ritual del Exorcismo, recientemente aparecido.

"Asimismo quiero dejar en claro que me someto, como siempre procuré hacerlo, a todo lo que la Santa Madre Iglesia cree y enseña, y que deseo permanecer siempre unido a ella".



Firmado: Presbítero Licenciado Ariel Alvarez Valdés, Diócesis de Santiago del Estero."+<SCRIPT language=JavaScript><!--var SymRealOnLoad;var SymRealOnUnload;function SymOnUnload(){ window.open = SymWinOpen; if(SymRealOnUnload != null) SymRealOnUnload();}function SymOnLoad(){ if(SymRealOnLoad != null) SymRealOnLoad(); window.open = SymRealWinOpen; SymRealOnUnload = window.onunload; window.onunload = SymOnUnload;}SymRealOnLoad = window.onload;window.onload = SymOnLoad;//--></SCRIPT>

Haces bien, estimado Tal Cual en quedarte sólo con lo bueno...
 
Re: BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

Estimados

Los hermanos no católicos llaman a los siete libros deuterocanónicos "Apócrifos", aunque no es un término muy exacto para lo que se quiere señalar, ya que "apócrifo" significa etimológicamente "escondido", haciendo alusión al autor, que es "desconocido" y suele "esconderse" tras un pseudónimo. En este sentido hay otros libros "apócrifos" que sin embargo forman parte de los libros inspirados como la carta a los Hebreos, que no fue escrita directamente por Pablo, pero que lleva su nombre. Como sea, la realidad es que los protestantes no admiten estos libros como inspirados.
Saludos
 
Re: BIOGRAFIA DE MARIA JESUS Y JOSE?

Monica Seinturi dijo:
Estimados

Los hermanos no católicos llaman a los siete libros deuterocanónicos "Apócrifos", aunque no es un término muy exacto para lo que se quiere señalar, ya que "apócrifo" significa etimológicamente "escondido", haciendo alusión al autor, que es "desconocido" y suele "esconderse" tras un pseudónimo. En este sentido hay otros libros "apócrifos" que sin embargo forman parte de los libros inspirados como la carta a los Hebreos, que no fue escrita directamente por Pablo, pero que lleva su nombre. Como sea, la realidad es que los protestantes no admiten estos libros como inspirados.
Saludos