BIENVENIDO 2002

22 Enero 2000
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ESTA VIDA ES EL TIEMPO V


Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es el.

Proverbios 23:7


'Sostengo que es un ente el pensamiento, dotado de alas, de un cuerpo y de un aliento;
y que al mundo por nosotros es enviado para llenarlo con su bueno o malo resultado.
Nuestro secreto pensamiento, así llamado, va de nosotros al rincón mas apartado,
dejando bendiciones o desgracia, como huellas tras de si, por donde pasa.
Nuestro futuro el pensamiento va labrando, sin enterarnos de que tal esta pasando,
empero el universo a si se fue formando. El pensamiento es otro nombre del destino;
escoge pues, tu suerte y tu camino, que del rencor nace el rencor, mas del amor, amor divino.'

Henry Van Dyke


Por todo el viaje de nuestra vivencias en esta tierra se presenta oportunidades para uno instruirse y nos desarrollamos a medida que viajamos aprendiendo. Y en ese continuo recorrer de conocimiento va amoldando según lo que deseemos nuestra personalidad. El hombre es literalmente lo que piensa, ya que su carácter es la suma total de sus pensamientos.

Cuando leemos que 'porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es el', no solo se convierte la persona en lo que piensa, sino que frecuentemente toma esa apariencia. Si adora al dios de la guerra, el ceño tiende a dar rigidez a sus facciones. Si adora al dios de la lujuria, la disipación se manifiesta en su rostro. Si adora al dios de paz y verdad, la serenidad adornara su semblante.

Es bueno saber fijarse en el rostro humano, y observaremos en el, las pasiones del alma emerger; en donde el espíritu con mano silenciosa suele toda impresión y designio anotar. Todas las malas pasiones allí se denuncian o revelan la nobleza real del alma; igual que como campanas sonoras anuncian un infausto suceso o la alegría de un boda. Indefectiblemente en nuestro caminos recogemos lo que sembramos. Si un agricultor desea cultivar trigo, debe plantar trigo; si desea fruta, debe plantar arboles frutales, y así sucesivamente con cualquier otra cosecha. Igualmente es obligatoria es este principio en el aspecto mental y espiritual, como lo expresa las siguientes palabras:

'Así como la planta brota de la semilla, y sin la cual no podría existir, en igual manera todo acto del hombre proviene de las semillas ocultas del pensamiento, sin las cuales no pudo haberse manifestado. Esto se aplica tanto los actos llamados 'espontáneos' e 'impremeditados', como a los que se cometen deliberadamente...

En el arsenal del pensamiento(del hombre), se forjan las armas con las cuales se destruye a si mismo; también labra la herramienta con la cual edifica para si mansiones celestiales de gozo y fuerza, y paz...

Entre uno y otro extremo yacen todos los distintos grados del carácter, y el hombre es su hacedor y su amo... El hombre es el amo del pensamiento, el moldeador del carácter y el hacedor y formador de la condición, el ambiente y el destino.

James Allen


No puede recalcarse demasiado esta relación que el carácter guarde con el pensamiento. ¿Como será posible que una persona llegue a ser lo que no esta pensando? Ni hay pensamiento alguno, cuando en el se persiste, que sea demasiado pequeño para surtir su efecto. La divinidad que da forma a nuestros propósitos ciertamente se halla en nosotros. Es uno mismo. Así, nuestros ... son nuestros ideales. El pensamiento que ocupa la mente en este momento esta contribuyendo, casi imperceptiblemente, pese a lo infinitesimal que sea, a la formación del alma y aun la configuración de nuestros semblantes. Hasta los pensamientos pasajeros y ociosos dejan su huella. Los arboles que pueden resistir al huracán a veces son vencidos por parásitos destructores que difícilmente se pueden ver sin la ayuda de un microscopio. En igual manera, los enemigos mas potentes del individuo no son siempre las perversidades manifiestas de la humanidad, sino las influencias sutiles del pensamiento y de la asociación continua que recogemos en nuestro caminos en este viaje si dejamos que nos aborden las malas e influencias degeneradores.

El efecto acumulado de nuestros pensamientos, y su poder sobre las circunstancias de esta vida se expresa significativamente en las siguientes palabras:

'Un hombre no llega al hospicio o la carcel por motivo de la TIRANIA del destino o las circunstancias (predestinación), sino por el sendero de pensamientos serviles y deseos bajos. Ni tampoco un hombre de mente pura desciende repentinamente al crimen debido a la presión o una mera fuerza externa(predestinación), el pensamiento criminal se habría abrigado secretamente en el corazón por mucho tiempo, y en la hora oportuna manifestó su fuerza acumulada. Las CIRCUNSTANCIAS no hacen al hombre; lo revela a el mismo. No pueden existir condiciones tales como caer en el vicio y sus sufrimientos consiguientes, aislada de la inclinación al vicio; o al ascenso a la virtud y su felicidad pura, sin el cultivo continuo de operaciones virtuosas. Asi como el hombre, como señor y amo de sus pensamientos, es el hacedor de si mismo, el formador y autor del ambiente...

Altere el hombre sus pensamientos radicalmente, y lo sorprenderá la rápida transformación que esta efectuara en las condiciones materiales de su vida. Los hombres se imaginan que el pensamiento puede conservarse encubierto, pero no se puede, rápidamente se cristaliza en un habito, y el habito se solidifica en circunstancia.

James Allen

Esto de 'solidificarse en circunstancias' es la clave a la mayor parte de las historias de éxito que leemos. El hombre venturoso piensa que puede lograrlo. Como lo ha expresado alguien en forma concisa y exacta: 'Bien sea lo que pienses que puedes, o que pienses que no puedes, tienes razón.'

James Allen amplifica este concepto:

'Aquel que abriga un hermosa visión, un noble ideal en su corazón, algún día lo realizara. Colon abrigo la visión de otro mundo, y lo descubrió; Copernico cultivo la visión de una multiplicidad de mundos y un universo mas extenso, y lo revelo.; Buda tuvo la visión de un mundo espiritual de belleza inmaculada y de paz perfecta, y entro en el.

Cuando los pensamientos gobiernan hechos y actitudes nace la expresión: 'cual es su pensamiento en su corazón, tal es el( el hombre), igualmente podría rezar: 'Cual es su pensamiento en su corazón, tal obra el'. Si uno piensa el tiempo suficiente en una cosa, lomas probable es que lo haga. La esposa de un religioso muy conocido, lo descubrió muerto un día en un desván, colgado de una de las vigas del techo. Sus pensamientos le habían quitado la vida. Hacia dos años o mas que se había vuelto melancólico y desalentado. Claro esta que no habría decidido suicidase repentinamente, porque había sido una persona feliz y agradable todo el que lo conocía. Debe haber sido tras un largo descenso, cada vez mas pendiente, bajo su dominio al principio y posiblemente incontrolable al aproximarse al fin del camino. Nadie en sus 'cinco sentidos', especialmente si tiene algún entendimiento del evangelio, se permitirá llegar hasta este 'punto irreversible'.

No solo los actos, sino también las actitudes se basan en los pensamientos con que alimentamos nuestra mente. El viejo 'don pretexto ' finalmente convénse a las personas básicamente buenas de que lo 'malo es bueno y lo bueno es malo', y se deshacen vínculos y se anulan contratos solemnes y se abrogan promesas, al convertirse la mente en incubadoras dentro de las cuales los pensamientos pequeños se desarrollaran en pensamientos perversos, y pequeños actos de impropiedad se convierten en actos casi imperdonables que afectan adversamente las vidas de muchos. Estaríamos siguiendo los pasos del mundo natural que parece resistir en creer que lo bueno es malo y lo malo es bueno, que lo negro es blanco y que la oscuridad es luz.

Nuestros pensamientos influyen en otros, por lo que nadie tiene el derecho de arbitrariamente dar forma a los pensamientos de otros, mas no con esto se quiere decir que los pensamientos de unos son enteramente asunto propio. Cada uno de nosotros inevitablemente afectamos a otros por medio del carácter que nuestros pensamientos y actos han producidos. Cada uno de nosotros somos parte del genero humano, e impartimos a los demás a la vez que recibimos de ellos.

En las manos de todo individuo se coloca un poder maravilloso para obrar bien o mal, a saber, la influencia silenciosa, inconsciente e invisible de su vida. Esta es sencillamente la constante irradiación de lo que el hombre realmente es, no lo que finge ser. La vida es un estado de irradiación y absorción constante, existir es irradiar; existir es ser el recipiente de la irradiación.

El hombre no puede escapar ni por un momento de esta irradiación de su carácter, esta constante debilitación o fortalecimiento de otros. No puede esquivar la responsabilidad diciendo que se trata de una influencia inconsciente. El puede seleccionar las cualidades que permitirá que de el irradien. Puede escoger la calma, la confianza, la generosidad, la verdad., la justicia, la lealtad, la nobleza; puede tomarlas vitalmente activas en su carácter y por medio de estas virtudes constantemente afectara al mundo.

Hasta este punto se ha considerado principalmente el efecto que los pensamientos surten en nuestro viaje de nuestras vidas aquí. ¿y que de la vida futura en nuestro próximo viaje?

Cuando me encontraba de vacaciones en la granja de mi tío, yo leía las Escrituras; fue para mi una tarea larga y ardua, pero la cumplí en leerla con cierto grado de satisfacción. Cuando leí que todos lo hombres serán juzgados según sus obras, me pareció aceptable y pensé que debía tener cuidado de mis hechos y de mis obras. Entonces llegue al punto en que el Salvador dijo a los de Palestina: 'Mas yo digo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás condenado'. Mat. 12:36,37. Esto me pareció algo inverosímil, porque cuando yo 'maldecía' a las vacas de mi tío que me golpeaban los ojos con sus colas cubiertas de abrojos, o volcaban los baldes de leche con sus coces, miraba alrededor, y no había un alma solitaria en el corral que me escuchara; y aun cuando la vaca podría oír, tal vez no podía interpretar. ¿como pues, iba a ser uno a ser juzgado por sus palabras? Esto era en si suficientemente desagradable, pero sigue algo peor, porque sostiene las Escrituras, en varios pasajes nos muestran que nuestros pecados de la mente, así como todos los pecados , quedan escritos en los libros de los cielos.

Si los hechos secretos del hombre van a ser revelados, es probable que también lo sean sus pensamientos secretos, porque se van a pregonar las iniquidades de los rebeldes hasta los confines de la tierra. El que abriga malos pensamientos a veces se siente seguro con la convicción de que estos pensamientos son desconocidos a otros, e igual que los hechos secretos, no son discernibles. Juan el Revelador pareció aclarar el asunto cuando escribió:

'Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios, y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras'. Apo. 20:12.

Consiguientemente, los hechos y pensamientos de los hombres deben estar escritos en el cielo, y los ángeles encargados de estos registros no dejaran de tomar nota completa de nuestros pensamientos y hechos. No habrá omisiones en los registros celestiales, y estarán disponibles en el día del juicio.

Es así que el hombre duerme el sueño de la muerte, pero el espíritu vive donde se guarda el registro de su hecho. El hombre duerme por un tiempo en el sepulcro, y oportunamente resucita de los muertos y va a su juicio; y entonces se revelan los pensamientos secretos de todos los hombres ante Aquel a quien tenemos que responder; no podemos ocultarlos; seria en vano que en esa ocasión dijeran 'yo no hice tal cosa'; se daría el decreto de que se abriera y se leyera el registro que había dejado de si mismo, para ser fiel testigo al respecto de estas cosas, y todos podrían examinarlo.

La interpretación del Salvador concerniente a los pecados de la mente(pensando en transgredir la ley) es de interés vital para nosotros. Sus grandes sermones hacia el principio de su Ministerio revelaron un concepto nuevo. El había sido el autor de la Ley bajo la cual los hijos de Israel habrían vivido. Ahora parecía abrigar la esperanza de que su pueblo pudiera empezar a vivir de acuerdo con las leyes mayores. Por lo menos, sintió la necesidad de exponerlas, e insto al pueblo a que los observara. Les recordó la ley menor y en seguida declaro la mayor:

'Oistes que fue dicho a los antiguos: No mataras; y cualquiera que matare será culpable de juicio.

'PERO YO OS DIGO QUE CUALQUIERA QUE SE ENOJE CONTRA SU HERMANO(SU PROJIMO), SERA CULPABLE DE JUICIO... MAT.5:21,22.

El homicidio es una acto de agresión, pero la ira es un pecado de la mente. Puede ser el precursor del homicidio; pero si los pensamientos de un individuo no llegan a ser furiosos ni violentos, es improbable que este le arrebate a otro la vida.

Tenemos también las leyes morales. Jesús evoco el desenfreno, el libertinaje y la bestialidad de los días antiguos, contra las cuales se formularon tan estrictas leyes. Y tal vez en aquella época, si uno podía refrenarse efectivamente de cometer adulterio o fornicación física, se le habría considerado bastante justo, pero ahora vino la ley mayor:

'Oistes que fue dicho. No cometerás adultero.

'PERO YO OS DIGO QUE CUALQUIER QUE MIRE A UNA MUJER PARA CODICIARLA, YA ADULTERO(FORNICO) CON ELLA EN SU CORAZÓN. Mat. 5:27,28.

El pensamiento que incita a la mirada que provocaba la lujuria era malo en su origen. Querer, desear, apetecer -eso es codiciar. De modo que al nacer el pensamiento que provoca la reacción en cadena, ya se ha cometido un pecado. Si se siembra el pensamiento y luego se desarolla en lujuria, casi es seguro que finalmente produzca la cosecha completa del acto del pecado, el adulterio y la fornicación. Cabe notar que el significado que aquí se le da a la palabra 'codiciar' tiene connotaciones además de lo que se refiere al acto carnal.

Generalmente se considera el asesinato como homicidio premeditado, y ciertamente ningún acto de esta naturaleza jamas se lleva a efecto sin que el pensamiento hay acontecido el hecho. Nadie ha robado un banco sino hasta después de que le ha 'dado un tiento', ha proyectado el asalto y considerado la fuga. Así mismo el adulterio y la fornicación no es el resultado de un solo pensamiento. Primero viene una deteriorizacion de los conceptos en la mente. Por la mente del transgresor ha estado cursando una retahíla de pensamientos pecaminosos antes de cometer o transgredir físicamente.

Efectivamente, en nuestro larga vivencias por esta tierra, cual es el pensamiento del hombre va recogiendo en sus caminos y abriga en su corazón, así obra. Si piensa en ello el tiempo suficiente, probablemente lo hará, bien sea el mal o bien sea el bien. De manera que la ocasión para protegerse contra la calamidad futura de la destruccion de nuestro libre albedrío, es cuando el pensamiento apenas empieza a tomar forma. Destruyase la semilla, y la planta jamas crecerá.

Solo el hombre, de todas las criaturas sobre la tierra, puede alterar su manera de pensar y convertirse en el arquitecto de su destino.


ELABOREMOS UN PENSAMIENTO PROGRESIVO DE LA VIRTUD

Encontré el siguiente concepto, cuyo autor ignoro:

Un artista famoso dijo que jamas se permitiría contemplar un dibujo o pintura inferior, ni hacer cosa alguna baja o desmoralizadora, no fuese que la familiaridad con aquello le mancillara su propio ideal y luego se comunicara a su pincel.

Bueno seria que cada uno de nosotros observáramos el mismo principio, no sea que la mancha sobre tu ideal se comunique a tu alma eterna. Por consiguiente, dejemos que nuestro pensamientos reposen en cosas elevadores de la conducta humana, dejemos que la virtud engalane nuestros pensamientos; entonces nuestra confianza se fortalecerá en la presencia de Dios, y su Espíritu destilara sobre nuestras almas como rocío del cielo.

Si sembramos un pensamiento, se cosecha un acto;
Si sembramos un acto, se cosecha un habito;
Si sembramos un habito, se cosecha un carácter;
Si sembramos un carácter, se cosecha un destinatario.

Tal es el poder, y el resultado, de nuestro pensamiento.

infinito