Greivin: esa es la Palabra de Dios, la Palabra "Rhema", la que te hace llorar, quebrantarte, ver tus debilidades, tus faltas, tus pecados, tus errores, es esa palabra que nos cambia, que nos exhorta, que nos HABLA A NOSOTROS DIRECTAMENTE Y OBRA EN LO MÁS PROFUNDO DE NUESTRAS VIDAS.
Es la Palabra de Dios que nos "obliga" a ceder ante ella, a entregar a crucificar y cada vez más nuestra pecaminosa vida. Es la palabra que cumple su misión y no vuelve a Dios vacía, porque gracias a ella, hemos recibido un poco más de vida de Dios, al habernos hecho morir un poco más a neustra pecaminosa vida.
Y cuando se da, cuando se muestra, cuando se expresa, es PALABRA DE DIOS, porque es verdadera, porque ha sido SUFRIDA Y VIVIDA.
Bienvenidos a casa
Que Dios les bendiga.