Benedicto XVI afirma que la teoría de la evolución es irracional
12.09.2006
Unas 250.000 personas asistieron en las afueras de Ratisbona a la misa que ofició en su primer día de estancia en esta ciudad de Baviera
El papa Benedicto XVI denunció en Ratisbona que una parte de los científicos se empeñan en demostrar que Dios es «inútil» para el hombre y afirmó que la teoría de la evolución es irracional, que el ateísmo moderno nace del miedo a Dios y que el odio y el fanatismo destruyen la imagen de Dios
El Papa hizo estas manifestaciones ante decenas de miles de personas, unas 250.000 según fuentes de los organizadores, que asistieron en las afueras Ratisbona a la misa que ofició en su primer día de estancia en esta ciudad de Baviera en cuya universidad enseñó dogmática.
El Pontífice teólogo dedicó la catequesis a explicar lo que significa creer y tras afirmar que el Credo «no es un compendio de sentencia, ni una teoría», se preguntó si es posible creer en nuestros días y si es una cosa «racional».
«Desde el Ilumismo, al menos una parte de la ciencia se empeña con tenacidad a buscar una explicación del mundo en el que Dios sea algo superfluo. Así, sería algo inútil para nuestra vida. Pero cada vez que parece que lo han logrado, la realidad se muestra evidente. Sin Dios las cuentas no cuadran para el hombre, para el mundo y el universo», afirmó el Papa.
Joseph Ratzinger se preguntó que cosa existe en el origen y añadió que hay sólo dos respuestas: o la «Razón creadora, el Espíritu que hace todo y fomenta el desarrollo» o la «irracionalidad, que sin razón alguna, produce un cosmos ordenado de manera matemática, al hombre y a la razón».
Según el Papa, esta última sería sólo un resultado casual de la evolución, «en fondo una cosa irracional».
Con firmeza, el Pontífice subrayó que los cristianos creen que en el origen está en Dios y la razón y no en la irracionalidad.
Benedicto XVI aseguró que el odio y el fanatismo destruyen la imagen de Dios y que el ateísmo moderno nace del miedo a Dios, quien sin embargo es bondad y amor.
El jefe religioso de más de mil millones de personas de todo el mundo afirmó que sólo Dios salva al hombre del miedo del mundo y del ansia ante el vacío de la propia existencia.
Benedicto XVI también tocó el tema del Juicio Final y aseguró que la fe no quiere meter miedo al hombre, sino llamarlo a la responsabilidad.
«¿No deseamos que se haga justicia para todos los condenados injustamente, para los que han sufrido durante toda su vida y después de una vida de dolores fueron tragados por la muerte, no deseamos que el exceso de injusticia y de sufrimiento que vemos en la historia al final desaparezcan, que todos al final sean felices y que todo tenga sentido?. Esto es lo que se entiende con el concepto del Juicio del mundo», manifestó el Papa.
Ratzinger animó a los hombres a no desperdiciar la vida ni abusar de ella, a compartirla y a no permanecer indiferentes ante las injusticias, «convirtiéndonos en conniventes o cómplices».
Según el Papa el hombre tiene que entender su misión en la historia y responder a ella.
«No miedo, sino responsabilidad y preocupación por nuestra salvación y la de todo el mundo», advirtió el Papa, que insistió que cuando esa responsabilidad y preocupación se convierten en miedo los hombres deben saber que «tenemos ante Dios un abogado que es Jesucristo y que cualquier cosa que nuestro corazón nos eche en cara, Dios es más grande que cualquier corazón y conoce todas las cosas».
Esta tarde el Papa visitará la Universidad de Ratisbona, de la que fue vicerrector. Joseph Ratzinger tras haber impartido clases de teología Dogmática en la Escuela Superior de Filosofía y Teología de Friesing, Bonn, Munster y Tubinga, pasó a este ateneo bávaro.
Titular de la cátedra de Dogmática e Historia del Dogma, Ratzinger impartió esta materia desde 1969 a 1971 en la universidad en la que hoy se encontrará con representes del mundo de la ciencia, ante los que pronunciará un discurso que ha levantado expectación.
Después mantendrá un encuentro ecuménico en la catedral con representes de las iglesias luteranas y ortodoxas presentes en Ratisbona, donde vive su hermano, Georg, de 82 años, y donde están enterrados sus padres y hermana. (AGENCIAS - DIARIO DE NAVARRA)
12.09.2006
Unas 250.000 personas asistieron en las afueras de Ratisbona a la misa que ofició en su primer día de estancia en esta ciudad de Baviera
El papa Benedicto XVI denunció en Ratisbona que una parte de los científicos se empeñan en demostrar que Dios es «inútil» para el hombre y afirmó que la teoría de la evolución es irracional, que el ateísmo moderno nace del miedo a Dios y que el odio y el fanatismo destruyen la imagen de Dios
El Papa hizo estas manifestaciones ante decenas de miles de personas, unas 250.000 según fuentes de los organizadores, que asistieron en las afueras Ratisbona a la misa que ofició en su primer día de estancia en esta ciudad de Baviera en cuya universidad enseñó dogmática.
El Pontífice teólogo dedicó la catequesis a explicar lo que significa creer y tras afirmar que el Credo «no es un compendio de sentencia, ni una teoría», se preguntó si es posible creer en nuestros días y si es una cosa «racional».
«Desde el Ilumismo, al menos una parte de la ciencia se empeña con tenacidad a buscar una explicación del mundo en el que Dios sea algo superfluo. Así, sería algo inútil para nuestra vida. Pero cada vez que parece que lo han logrado, la realidad se muestra evidente. Sin Dios las cuentas no cuadran para el hombre, para el mundo y el universo», afirmó el Papa.
Joseph Ratzinger se preguntó que cosa existe en el origen y añadió que hay sólo dos respuestas: o la «Razón creadora, el Espíritu que hace todo y fomenta el desarrollo» o la «irracionalidad, que sin razón alguna, produce un cosmos ordenado de manera matemática, al hombre y a la razón».
Según el Papa, esta última sería sólo un resultado casual de la evolución, «en fondo una cosa irracional».
Con firmeza, el Pontífice subrayó que los cristianos creen que en el origen está en Dios y la razón y no en la irracionalidad.
Benedicto XVI aseguró que el odio y el fanatismo destruyen la imagen de Dios y que el ateísmo moderno nace del miedo a Dios, quien sin embargo es bondad y amor.
El jefe religioso de más de mil millones de personas de todo el mundo afirmó que sólo Dios salva al hombre del miedo del mundo y del ansia ante el vacío de la propia existencia.
Benedicto XVI también tocó el tema del Juicio Final y aseguró que la fe no quiere meter miedo al hombre, sino llamarlo a la responsabilidad.
«¿No deseamos que se haga justicia para todos los condenados injustamente, para los que han sufrido durante toda su vida y después de una vida de dolores fueron tragados por la muerte, no deseamos que el exceso de injusticia y de sufrimiento que vemos en la historia al final desaparezcan, que todos al final sean felices y que todo tenga sentido?. Esto es lo que se entiende con el concepto del Juicio del mundo», manifestó el Papa.
Ratzinger animó a los hombres a no desperdiciar la vida ni abusar de ella, a compartirla y a no permanecer indiferentes ante las injusticias, «convirtiéndonos en conniventes o cómplices».
Según el Papa el hombre tiene que entender su misión en la historia y responder a ella.
«No miedo, sino responsabilidad y preocupación por nuestra salvación y la de todo el mundo», advirtió el Papa, que insistió que cuando esa responsabilidad y preocupación se convierten en miedo los hombres deben saber que «tenemos ante Dios un abogado que es Jesucristo y que cualquier cosa que nuestro corazón nos eche en cara, Dios es más grande que cualquier corazón y conoce todas las cosas».
Esta tarde el Papa visitará la Universidad de Ratisbona, de la que fue vicerrector. Joseph Ratzinger tras haber impartido clases de teología Dogmática en la Escuela Superior de Filosofía y Teología de Friesing, Bonn, Munster y Tubinga, pasó a este ateneo bávaro.
Titular de la cátedra de Dogmática e Historia del Dogma, Ratzinger impartió esta materia desde 1969 a 1971 en la universidad en la que hoy se encontrará con representes del mundo de la ciencia, ante los que pronunciará un discurso que ha levantado expectación.
Después mantendrá un encuentro ecuménico en la catedral con representes de las iglesias luteranas y ortodoxas presentes en Ratisbona, donde vive su hermano, Georg, de 82 años, y donde están enterrados sus padres y hermana. (AGENCIAS - DIARIO DE NAVARRA)