Los cristianos creen en Jesús, creen que él murió por los pecados de todos nosotros (1 Pedro 3:18). Pero, para salvarse, hace falta más que solo creer que Jesús es nuestro Salvador. Los demonios también creen que Jesús es “el Hijo de Dios”, pero ellos no van a salvarse, sino que van a ser destruidos (Lucas 4:41; Judas 6).