Estimado Criven19, voy a intentar ofrecerle, en mi limitado conocimiento, una explicación lo más sencilla posible a su charla con ese testigo cristiano de Jehová.
NO VOY A ENTRAR EN DEBATES TEOLÓGICOS. SOLO VOY A INTENTAR RESPONDERLE CON EL MAYOR RIGOR ACADÉMICO QUE PUEDA.
En primer lugar, usted dice :
<<Estube hablando con testigo de Jehová, hace algún tiempo y me estubo hablando sobre algunas palabras de griego y hebreo sobre el pasaje de S. Juan 1:1
con lo que terminaba diciendo de que nuestra traducción está mal hecha>>
Permítame preguntarle...¿cuál es “nuestra traducción” de la que usted habla?
Le recuerdo que en español existen decenas de traducciones de las Escrituras Griegas Cristianas (el llamado Nuevo Testamento). Claro, hay algunas que están mejor traducidas que otras, o entre las que se han usado diferentes estilos de traducción, o en las que se ha tomado más o menos en cuenta la “teología” del traductor, o en las que se ha empleado un texto griego maestro anticuado y desfasado en ciencia bíblica textual (como por ejemplo el Textus Receptus o Texto Recibido), etc.
El cristiano no debe depender para su estudio de las Escrituras, según la opinión de reputados eruditos de las Sociedades Bíblicas Unidas, de una sola traducción de la Biblia.
Continua diciendo:
<< y de que la mayoría de los heruditos traducian Dios con d miniscula,>>
En mi opinión, lo que quizá el testigo quería decir es que el que una palabra este o no en mayúscula en una traducción bíblica solo depende del SENTIDO O VALOR SEMÁNTICO que PERSONALMENTE DÉ EL TRADUCTOR A ESA PALABRA.
Como ha mencionado Tobi, los manuscritos más antiguos de las Escrituras Griegas Cristianas se escribieron en unciales, es decir, en mayúsculas, por lo que los escritores de esa época no hacían diferencia entre palabras por usar en unas mayúsculas y en otras minúsculas.
Todas las traducciones de la Biblia que conozco al español se han escrito mayormente en minúsculas, usando las mayúsculas, entre otras cosas, para diferenciar los nombres propios de los nombres comunes; ahora bien, como he mencionado, cada traductor ha decidido PERSONALMENTE donde colocar las mayúsculas y donde colocar minúsculas.
Resumiría así lo que, quizás, el testigo intentó explicarle:
El que una palabra esté o no en mayúsculas no tiene mayor importancia a la hora de interpretar el texto bíblico que señalar la importancia que el traductor, SEGÚN SU PROPIA FORMA DE ENTENDER EL TEXTO, ha querido darle.
Usted continua así:
<< porque este pasaje nunca intentaba decir que Jesus es Dios....>>
No hay unanimidad entre los eruditos de koiné acerca de la traducción exacta de Jn 1:1.
Hay ciertos eruditos que insisten en que se debe traducir “el verbo era Dios”; sin embargo hay otros (entre los que se encuentran católicos, evangélicos y de otras ideologías) que tienen otro punto de vista.
Para entender el punto de vista de estos últimos, se hace precisa una breve explicación del texto en cuestión, que si me permite, me tomaré la libertad de hacer.
Pienso que para entender los conceptos que vamos a tratar, no se necesita ser un erudito de griego bíblico, ni siquiera conocer el koiné, sólo hace falta interés y deseo sincero de buscar la verdad.
Paso a la exposición:
El texto griego de Juan 1:1 lee literalmente:
“En principio era la palabra, y la palabra era hacia el dios [“ton theon” con artículo determinado], y dios [“theos” sin artículo determinado] era la palabra”.
En Juan 1:1 aparece dos veces el sustantivo griego the·ós (dios). La primera vez que aparece se refiere al Dios Todopoderoso, con quien estaba la Palabra (“y la Palabra [ló·gos] estaba con Dios [una forma de the·ós]”
. Este primer the·ós está precedido por la palabra ton (el), una forma del artículo definido griego que señala a alguien claramente identificado, en este caso el Dios Todopoderoso (“y la Palabra estaba con [el] Dios”
.
Por otra parte, no hay artículo delante del segundo the·ós en Juan 1:1. Eso haría que una traducción literal dijera: “y dios era la Palabra”. Sin embargo, veremos que varias traducciones vierten “divino”, “parecido a Dios” o “un dios” este segundo the·ós (un complemento predicativo). ¿Qué autoridad tienen para eso?
El lenguaje griego koiné tenía artículo definido (como en español tenemos “el”, “la”, y sus plurales), pero no tenía artículo indefinido (como “un”, “una” y sus plurales). Por eso, cuando un complemento predicativo no está precedido por el artículo definido, puede ser indefinido, dependiendo del contexto.
Otros eruditos de koiné están de acuerdo con la opinión de los testigos cristianos de Jehová:
Al tratar este tema, Philip B. Harner dice que la construcción gramatical de Juan 1:1 incluye un predicado sin el artículo definido “el” antecediendo al verbo, una construcción que tiene principalmente un significado cualitativo y que muestra que “el logos posee la naturaleza de theós”. Más adelante dice: Creo que “en Juan 1:1 la fuerza cualitativa del predicado es tan importante que el nombre [the·ós] no puede considerarse definido”. (Journal of Biblical Literature, 1973, págs. 85, 87.)
Veamos la explicación del famoso erudito evangélico William Barclay:
“Ahora bien, normalmente, excepto por razones especiales, los sustantivos griegos siempre tienen el artículo determinado antepuesto a ellos, . . . Cuando un sustantivo griego no tiene el artículo antepuesto, se convierte más bien en descripción que identificación, y tiene carácter de adjetivo en vez de sustantivo. Podemos ver exactamente lo mismo en [español]. Si yo digo: ‘Santiago es el hombre,’ entonces identificó a Santiago con algún hombre determinado en el cual pienso; pero, si digo: ‘Santiago es hombre,’ entonces simplemente estoy describiendo a Santiago como ser humano, y la palabra hombre se ha convertido en descripción y no identificación. Si Juan hubiese dicho ho theos era ho logos, utilizando un artículo determinado antepuesto a ambos sustantivos, entonces definitivamente habría identificado al logos [la Palabra] con Dios, pero porque no tiene artículo determinado antepuesto a theos éste se convierte en descripción, y más en adjetivo que en sustantivo. Entonces la traducción llega a ser, expresándola algo torpemente: ‘La Palabra estaba en la misma clase que Dios, pertenecía al mismo orden de ser que Dios’. . . . Aquí Juan no está identificando a la Palabra con Dios. Expresándolo muy sencillamente, no dice que Jesús era Dios.”—(Many Witnesses, One Lord (1963), páginas 23, 24.)
Muchos otros doctos han compartido estos puntos de vista, señalado que los predicados nominales sin artículo antepuestos al verbo en griego pueden tener significado cualitativo. Es decir, pueden describir la naturaleza o condición del sujeto. Así, veamos como algunos de estos doctos vierten Juan 1:1 en sus traducciones:
“La naturaleza de la Palabra era lo mismo que la naturaleza de Dios,” (Barclay).
“Estaba estrechamente vinculada a Dios, sí, incluso [era] de esencia divina” (Boehmer).
“La Palabra era incluso de esencia divina” (Stage).
“Y Dios (= de esencia divina) era la Palabra” (Menge).
La obra Lectura del evangelio de Juan, I (de Xavier León-Dufour, ediciones Sígueme, Salamanca, 1989, pág. 59), plantea como alternativa la lectura: El Logos “estaba en la esfera de Dios”.
“Y la Palabra era divina” (The Bible—An American Translation, por J. M. P. Smith y E. J. Goodspeed).
“El Logos era divino,” (Moffatt).
“La Palabra estaba con Dios y compartía su naturaleza,” (The Translator’s New Testament).
“La Palabra [...] era divina”. (El Nuevo Testamento original, de H. Schonfield.)
“El Logos era divino [categoría de divinidad]”.(Ernst Haenchen)
“Y de género parecido a Dios era el Logos” (Das Evangelium nach Johannes, por Johannes Schneider).
“Y Dios de cierto tipo era la Palabra” (Thimme).
Todas estas traducciones destacan la CUALIDAD de la Palabra, no su IDENTIDAD con su Padre, el Dios Todopoderoso.
Sin embargo, tanto John Robinson como el crítico textual británico sir Frederick Kenyon indican que “divino” no es la solución más acertada en este pasaje y explican que si este hubiera sido el sentido que se proponía destacar Juan, podría haber utilizado la palabra griega para “divino”: théi·os.
Por lo tanto, la Traducción del Nuevo Mundo reconoce que la palabra “dios” es indefinida y expresa el aspecto cualitativo que indica la construcción griega utilizando el artículo indefinido español y traduce así Jn 1:1:
“En el principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios”.
Es verdad que el artículo indefinido (“un”
no está en el texto griego, pero eso no significa que no pueda usarse en la traducción, pues en el griego koiné o común este artículo no existía. Por lo tanto, los traductores deben incluir o no el artículo indefinido en todas las Escrituras Griegas Cristianas según su entendimiento del significado del texto. Todas las traducciones españolas de las Escrituras Griegas contienen el artículo indefinido cientos de veces, aunque la mayoría no lo usa en Juan 1:1. No obstante, su inclusión en la traducción de este versículo tiene buen fundamento.
¿Son los testigos los únicos que opinan que la traducción, “un dios”, es exacta?
El Evangelio de Juan. Análisis lingüístico y comentario exegético” de Juan Mateos y Juan Barreto, editado por Cristiandad, que en su página 41 dice en una nota filológica a Juan 1:1 :
”[un] Dios, gr. theos, sin artíc., a diferencia de 1,1b.2: ton theon, articulado.”
Y en la página 56 explica:
”La frase puede traducirse, por tanto, también de esta manera: y un Dios era el proyecto”.”(Juan Mateos admite como traducción de “Logos” también la palabra “proyecto”
“El título ho theos [el Dios, o Dios], que ahora designa al Padre como un personaje real, no se aplica en el N[uevo] T[estamento] a Jesús mismo; Jesús es el Hijo de Dios (de ho theos). [...] Juan 1:1 debería traducirse estrictamente así: ‘La palabra estaba con el Dios [=el Padre], y la palabra era un ser divino’.” (Dictionary of the Bible, 1965, por John L. McKenzie, S.J.)
1694, "y la Palabra era un dios" Reijnier Rooleeuw.
1808 “y la palabra era un dios” The New Testament, in An
Improved Version, Upon
the Basis of Archbishop
Newcome’s New Translation:
With a Corrected Text,
Londres.
1864 “y un dios era la Palabra” The Emphatic Diaglott
(lectura interlineal), por
Benjamin Wilson, Nueva York
y Londres.
1879 “y la Palabra era un dios” La Sainte Bible,
Segond-Oltramare, Ginebra
y París.
1928 “y la Palabra era un ser La Bible du Centenaire,
divino” Société Biblique de París.
1975 “y un dios (o: de Das Evangelium nach Johannes,
naturaleza divina) por Siegfried Schulz,
era la Palabra” Göttingen,Alemania.
1979 “y un dios era el Logos” Das Evangelium nach Johannes,
por Jürgen Becker,
Würzburg, Alemania.
Y HAY MUCHAS BIBLIAS MÁS QUE TRADUCEN Jn 1:1 DE ESTA MANERA.
¿CUÁL TRADUCCIÓN ESTÁ DE ACUERDO CON EL CONTEXTO BÍBLICO DEL VERSÍCULO EN CUESTIÓN?
Juan 1:18 dice: “A Dios nadie jamás le ha visto”. El versículo 14 dice claramente que “el Verbo [la Palabra] fue hecho carne y habitó entre nosotros y vimos su gloria”.
Luego, en pura LÓGICA, no puede tratarse de la misma persona
Además, los versículos 1 y 2 dicen que en el principio él [Jesucristo como La Palabra] estaba “con Dios”.
¿Puede razonablemente alguien estar con alguna persona y al mismo tiempo ser esa persona?
¿ES ALGO EXTRAÑO EN EL CONTEXTO HISTÓRICO DEL APÓSTOL JUAN QUE SE DIJERA QUE “LA PALABRA” ERA “UN DIOS”?
El referirse a la Palabra o el Verbo (quien llegó a ser Jesucristo) como a “un dios” es consecuente con el uso que se da a esa expresión en el resto de las Escrituras. Por ejemplo, en Salmo 82:1-6 se llama “dioses” (hebreo: ’elo·him'; griego: the·oi', en Juan 10:34) a jueces humanos de Israel porque eran representantes de Jehová y habían de declarar Su ley.
Dejemos que nos de su punto de vista el erudito de la Biblia Ernst Haenchen:
“Para evitar un concepto erróneo, debe añadirse aquí que en este período [theos] y [ho theos] (‘dios, divino’ y ‘el Dios’
no eran lo mismo. Relacionado con esto, Filón escribió que el [Logos] significa solamente (‘divino’
y no (‘Dios’
, ya que, en el sentido estricto del término, el logos no es Dios. [...] Orígenes también se expresa en términos semejantes al indicar que lo que el Evangelista dice no es que el logos sea ‘Dios’, sino que el logos es ‘divino’. De hecho, tanto para el autor del himno [en Juan 1:1], como para el evangelista, solo el Padre era ‘Dios’ ( cf. Jn 17:3); ‘el Hijo’ estaba subordinado a Él (cf. Jn 14:28). Pero eso es algo que en este pasaje solo se deja entrever, ya que aquí lo importante es la proximidad que existe entre uno y otro”.
Luego, Haenchen pasa a hacer la siguiente observación:
“En el monoteísmo judío y cristiano era perfectamente posible hablar de seres divinos que existían junto a Dios y bajo Él, pero no idénticos a Él. Filipenses 2:6-10 lo demuestra. En ese pasaje, Pablo describe a un ser divino, precisamente de esas características, quien más tarde adquirió naturaleza humana en la persona de Jesucristo. [...] Por consiguiente, tanto Filipenses como Juan 1:1 presentan, no una exposición dialéctica del concepto de dos personas en una, sino una explicación de la unión personal de dos entidades”. (John 1. A Commentary on the Gospel of John Chapters 1-6 por el escriturario Ernst Haenchen, traducido por Robert W. Funk,1984; páginas 108,109, 110).
HASTA ERUDITOS QUE TRADUCEN DE OTRA MANERA ADMITEN QUE LA TRADUCCIÓN “UN DIOS” ES CORRECTA GRAMATICALMENTE. Veamos un ejemplo:
El profesor C. H. Dodd, que dirigió la preparación de la New English Bible, comenta este enfoque: “Una traducción posible [...] sería ‘La Palabra era un Dios’. Como traducción literal, no se puede criticar”.
No obstante, The New English Bible no traduce el versículo de ese modo. Más bien, Juan 1:1 aparece así:
“Cuando todas las cosas comenzaron, la Palabra ya era. La Palabra moraba con Dios, y lo que Dios era, lo era la Palabra”.
¿Por qué no empleó el equipo de traducción la lectura más sencilla?
El Profesor Dodd responde: “La razón que la hace inaceptable es que va contra toda la corriente del pensamiento joánico y, por supuesto, del pensamiento cristiano en su totalidad”. (Technical Papers for the Bible Translator, volumen 28, enero de 1977.)
Como se observa en la respuesta de este señor, el motivo de no traducir “un dios” es totalmente TEOLÓGICO, los traductores que se acogen al DOGMA TRINITARIO no desean traducir de la manera que la razón y la ciencia bíblica aconsejan.
CONCLUSIÓN DE MI BREVE EXPOSICIÓN SOBRE LA FORMA DE TRADUCIR Jn 1:1:
1º.: EL CONTEXTO HISTÓRICO, EL CONTEXTO BÍBLICO Y EL CONOCIMIENTO ACTUAL DEL GRIEGO BÍBLICO KOINÉ señalan claramente a la Traducción del Nuevo Mundo,“un dios”, como la más fiel a los escritos del apóstol Juan.
2º.: Si la mayoría de las versiones han traducido y siguen traduciendo “era Dios” es por un motivo mayormente TEOLÓGICO; lo hacen, en general, por que creen que así defienden, de una manera inadecuada bajo mi punto de vista, sus propias creencias.
3º.: Los testigos cristianos de Jehová no “han torcido” la traducción de la Biblia para adecuarla a sus enseñanzas, sino que se apegan a la más alta erudición bíblica posible, compartiendo puntos de vista con muchos afamados eruditos y traductores de la Biblia de diferentes orientaciones teológicas.
No son ni los primeros ni los últimos en la historia del cristianismo que han traducido “un dios” en Jn 1:1.
Entonces, ¿CUAL ES LA INTERPRETACIÓN DE JUAN 1:1? ¿QUÉ QUISO DECIRNOS ACERCA DE “LA PALABRA” EL APÓSTOL JUAN?
ESTA ES MI RESPUESTA:
Los datos arriba aportados suministran una base sólida para traducir “la Palabra era un dios” en Juan 1:1. Con estas palabras Juan nos comunicó la posición preeminente que ocupa la Palabra entre las criaturas de Dios como el Primogénito. Esta Palabra o Ló·gos fue la única creación directa de Dios, su hijo unigénito, y por lo tanto Su asociado más íntimo, a quien se dirigió cuando dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza”.(Apocalipsis 3:14; Génesis 1:26.) Por consiguiente, Juan continuó diciendo: “Este estaba en el principio con Dios. Todas las cosas vinieron a existir por medio de él, y sin él ni siquiera una cosa vino a existir”.
La Palabra, Jesucristo, es aquel por medio de quien Dios creó todas las cosas y el que actuaba como su Portavoz. Esto da base para que se le llame “un dios” o poderoso. La profecía mesiánica de Isaías 9:6 predijo que se le llamaría “Dios Poderoso”, aunque no el Dios Todopoderoso, y que sería el “Padre Eterno” de todos aquellos que tuvieran el privilegio de vivir bajo su gobernación. El celo de su propio Padre, “Jehová de los ejércitos”, haría posible el cumplimiento de esta predicción. (Isa 9:7.) Si al adversario de Dios, Satanás el Diablo, se le llama un “dios” (2Co 4:4) debido a su dominio sobre hombres y demonios (1Jn 5:19; Lu 11:14-18), con mucha más razón y propiedad se puede llamar “un dios” al Hijo primogénito de Dios, “el dios unigénito”, como lo llaman los manuscritos más confiables de Juan 1:18.
Espero que mi aportación le haya parecido interesante.
Si tiene alguna otra duda no tiene mas que indicármelo, y si está en mi mano, intentaré aclarársela.
Saludos cordiales,
APELES.
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