Avivamiento matutino
Gn.9:13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra.
Ez.1:28 Como parece el arco iris que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová…
Ap.4:3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.
En Su juicio y destrucción del linaje humano caído en el tiempo de Noé, Dios en Su fidelidad salvó, perdonó, a algunos. Ésta también es nuestra situación como creyentes de Cristo. Debemos darnos cuenta de que hemos sido salvos por Dios. Todos somos seres caídos y merecemos ser destruidos, pero Dios nos ha salvado, nos ha perdonado. ¡Alabado sea el Señor porque en Su fidelidad nos ha salvado! Ahora tenemos un arco iris como señal de la fidelidad de Dios. Dios es un Dios santo y un fuego consumidor, y ninguno puede subsistir en Su presencia, pero Él en Su fidelidad nos ha salvado.
El arco iris tiene varios colores, pero los colores básicos sólo son tres: el rojo, el amarillo y el azul. Cuando estos colores brillan y se combinan, se producen otros colores, tales como naranja, verde y morado. Es muy significativo que los tres colores básicos del arco iris son el rojo, el amarillo y el azul; esto corresponde con lo que ya hemos visto en Ezequiel. El trono se parece a una piedra de zafiro de color azul, el electro es amarillo y el fuego es rojo. Con su resplandor y refracción, estos tres colores se combinan para formar un arco iris. (Life-study of Ezekiel, pág. 132)
Lectura para hoy
Ahora debemos ver el significado espiritual de estos tres colores El color azul representa el trono. Según Salmos 89:14, el cimiento del trono de Dios es la justicia. Esto indica que el trono azul representa la justicia de Dios. El fuego representa el fuego que santifica, que separa y que consume. Esto significa que el rojo en este caso se refiere a la santidad de Dios. Finalmente, el amarillo, que vemos en el electro refulgente, representa la gloria de Dios. Por consiguiente, aquí hallamos la justicia, la santidad y la gloria de Dios representadas por los colores azul, rojo y amarillo.
Antes de ser salvos, la justicia, la santidad y la gloria de Dios nos separaban de Él, pero el Señor Jesús vino, murió en la cruz para satisfacer los requisitos de la justicia, la santidad y la gloria de Dios, fue resucitado, y ahora Él es nuestra justicia, santificación y redención (1 Co. 1:30). Asimismo, Él ahora es nuestra gloria. En nosotros mismos carecemos de la gloria de Dios (Ro. 3:23), estamos bajo el justo juicio de Dios y la santidad de Dios nos impide acercarnos a Él. Pero ahora, como creyentes, estamos en Cristo, y Él ha venido a ser nuestra justicia, nuestra santidad y nuestra gloria. Además, puesto que estamos en Cristo, portamos a Cristo como justicia, santidad y gloria. Puesto que estamos en Cristo, a los ojos de Dios manifestamos justicia, santidad y gloria.
Ésta no debe ser una simple doctrina o enseñanza para nosotros. Debemos experimentar a Cristo de tal manera que otros, al tener contacto con nosotros, puedan percibir en nosotros justicia, santidad y gloria. Eso significa que deben percibir que sobre nosotros hay un cielo despejado, que somos regidos por un trono y que somos personas justas y apropiadas, que de ninguna forma se comportan de forma frívola y descuidada. Asimismo, debemos experimentar el electro refulgente, resplandeciente y macizo. Entonces tendremos la apariencia de un arco iris, y los ángeles, los demonios, y Satanás podrán verlo. Este arco iris será la señal de la fidelidad que Dios muestra al salvarnos a nosotros, seres caídos. Nosotros, que en otro tiempo fuimos personas caídas pero que ahora somos salvos, hemos llegado a ser un testimonio de la fidelidad que Dios muestra al salvarnos. Cada iglesia local debe ser portadora del testimonio de tal arco iris.
Alrededor del trono en la Nueva Jerusalén, habrá un grupo de personas que han sido salvas a causa de la fidelidad de Dios, y por la eternidad ellas serán un arco iris que reflejará el resplandor de la justicia, la santidad y la gloria de Dios. Cuando eso suceda, el plan eterno de Dios se habrá cumplido. (Life-study of Ezekiel págs. 132-134)
Lectura adicional: Life-study of Ezekiel, mensaje 12; En cuanto al recobro del Señor, cap. 5
Witness Lee
Derechos reservados a: “Living Stream Ministry”
¡Jesús es el Señor!
Gn.9:13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra.
Ez.1:28 Como parece el arco iris que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová…
Ap.4:3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.
En Su juicio y destrucción del linaje humano caído en el tiempo de Noé, Dios en Su fidelidad salvó, perdonó, a algunos. Ésta también es nuestra situación como creyentes de Cristo. Debemos darnos cuenta de que hemos sido salvos por Dios. Todos somos seres caídos y merecemos ser destruidos, pero Dios nos ha salvado, nos ha perdonado. ¡Alabado sea el Señor porque en Su fidelidad nos ha salvado! Ahora tenemos un arco iris como señal de la fidelidad de Dios. Dios es un Dios santo y un fuego consumidor, y ninguno puede subsistir en Su presencia, pero Él en Su fidelidad nos ha salvado.
El arco iris tiene varios colores, pero los colores básicos sólo son tres: el rojo, el amarillo y el azul. Cuando estos colores brillan y se combinan, se producen otros colores, tales como naranja, verde y morado. Es muy significativo que los tres colores básicos del arco iris son el rojo, el amarillo y el azul; esto corresponde con lo que ya hemos visto en Ezequiel. El trono se parece a una piedra de zafiro de color azul, el electro es amarillo y el fuego es rojo. Con su resplandor y refracción, estos tres colores se combinan para formar un arco iris. (Life-study of Ezekiel, pág. 132)
Lectura para hoy
Ahora debemos ver el significado espiritual de estos tres colores El color azul representa el trono. Según Salmos 89:14, el cimiento del trono de Dios es la justicia. Esto indica que el trono azul representa la justicia de Dios. El fuego representa el fuego que santifica, que separa y que consume. Esto significa que el rojo en este caso se refiere a la santidad de Dios. Finalmente, el amarillo, que vemos en el electro refulgente, representa la gloria de Dios. Por consiguiente, aquí hallamos la justicia, la santidad y la gloria de Dios representadas por los colores azul, rojo y amarillo.
Antes de ser salvos, la justicia, la santidad y la gloria de Dios nos separaban de Él, pero el Señor Jesús vino, murió en la cruz para satisfacer los requisitos de la justicia, la santidad y la gloria de Dios, fue resucitado, y ahora Él es nuestra justicia, santificación y redención (1 Co. 1:30). Asimismo, Él ahora es nuestra gloria. En nosotros mismos carecemos de la gloria de Dios (Ro. 3:23), estamos bajo el justo juicio de Dios y la santidad de Dios nos impide acercarnos a Él. Pero ahora, como creyentes, estamos en Cristo, y Él ha venido a ser nuestra justicia, nuestra santidad y nuestra gloria. Además, puesto que estamos en Cristo, portamos a Cristo como justicia, santidad y gloria. Puesto que estamos en Cristo, a los ojos de Dios manifestamos justicia, santidad y gloria.
Ésta no debe ser una simple doctrina o enseñanza para nosotros. Debemos experimentar a Cristo de tal manera que otros, al tener contacto con nosotros, puedan percibir en nosotros justicia, santidad y gloria. Eso significa que deben percibir que sobre nosotros hay un cielo despejado, que somos regidos por un trono y que somos personas justas y apropiadas, que de ninguna forma se comportan de forma frívola y descuidada. Asimismo, debemos experimentar el electro refulgente, resplandeciente y macizo. Entonces tendremos la apariencia de un arco iris, y los ángeles, los demonios, y Satanás podrán verlo. Este arco iris será la señal de la fidelidad que Dios muestra al salvarnos a nosotros, seres caídos. Nosotros, que en otro tiempo fuimos personas caídas pero que ahora somos salvos, hemos llegado a ser un testimonio de la fidelidad que Dios muestra al salvarnos. Cada iglesia local debe ser portadora del testimonio de tal arco iris.
Alrededor del trono en la Nueva Jerusalén, habrá un grupo de personas que han sido salvas a causa de la fidelidad de Dios, y por la eternidad ellas serán un arco iris que reflejará el resplandor de la justicia, la santidad y la gloria de Dios. Cuando eso suceda, el plan eterno de Dios se habrá cumplido. (Life-study of Ezekiel págs. 132-134)
Lectura adicional: Life-study of Ezekiel, mensaje 12; En cuanto al recobro del Señor, cap. 5
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¡Jesús es el Señor!