Todas las guerras sólo han representado la manipulación del sistema satánico sobre este planeta. No ha existido bueno ni malo, sino inocentes víctimas de los hechos dentro de una batalla entre malos y malos. Los soldados se presentan voluntarios después de meses de lavado de cerebro de patriotismo por las calles, la radio, la prensa y la TV, mientras que otros deben ir al servicio obligatoriamente. Todos se ven obligados a morir, sí o sí, con falsos valores y creencias de libertad, y dejando mujeres viudas y hogares desolados. Todo siempre para alimentar a las grandes corporaciones, a la banca y principalmente a la industria militar y petrolífera como las casas J.P. Morgan, Whitney, Rockefeller y Rothschild, incluso la familia Bush y la casa real de Inglaterra.
Dios no ha tenido nada que ver con eso. Ah sido el método Maquiavelo usado por Satanás para destruir al mundo, haciéndoles creer que existen dos bandos opuestos, cuando el que dirige los títeres mueve a ambos. Esto sigue siendo así hasta hoy, con los equipos de futbol, los partidos políticos, las fronteras de naciones, y demás, donde si eres rojo te odio porque yo soy azul. Ese sistema ha sido sembrado con inteligencia por el enemigo desde hace siglos para que nos odiemos y destruyamos entre nosotros. Divide y vencerás, es el lema de nuestro enemigo común. Y así se nos a quitado la gran enseñanza de Jesús de amarnos sin importar religiones, procedencia, color, lengua, linaje, educación, familia, estatus, filosofía o puntos de vista, sino respetarnos unos a otros.