Re: Angelolatría católica popular
No es mio, si quieren la fuente,,, mandenme un mail....
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Cuando se habla de los ángeles, no faltan quienes se sonríen maliciosamente, como dando a entender que es un tema pasado de moda o simplemente que es un cuento muy bonito para hacer dormir a los niños. No faltan, incluso, quienes se atreven a confundirlos o niegan su existencia, porque "nadie" los ha visto. Sin embargo, la existencia de los ángeles es una de las verdades de nuestra fe católica.
"La existencia de seres espirituales no corporales que la Sagrada Escritura llama habitualmente ángeles es una verdad de fe" Los ángeles "son servidores y mensajeros de Dios" Son criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales e inmortales y superan en perfección a todas las criaturas visibles"
"la existencia de los ángeles está atestiguada en casi todas las páginas de la Sagrada Escritura". Ciertamente, la Escritura está llena de intervenciones angélicas. Los ángeles cierran el paraíso terrenal (Gén 3,24), protegen a Lot (Gén 19), salvan a Agar y a su hijo en el desierto (Gén 21,17), detienen la mano de Abraham, alzada para matar a su hijo Isaac (Gén 22,11), asisten a Elías (1 Re 19,5), a Isaías (6,6), a Ezequiel (40,2) y a Daniel (7,16).
En el Nuevo Testamento, los ángeles se aparecen en sueños a José, anuncian el nacimiento de Jesús a los pastores, le sirven en el desierto y lo confortan en Getsemaní. Anuncian su Resurrección y se presentan en su Ascensión. Jesús mismo habla mucho de ellos en sus parábolas y enseñanzas. También un ángel libera a Pedro de la cárcel (Hech 12) y otro ángel ayuda al diácono Felipe para que convierta al etíope en el camino de Gaza (Hech 8). En el libro del Apocalipsis hay muchas intervenciones de los ángeles como ejecutores de las órdenes de Dios, incluso para castigo de los hombres.
Su número es de miríadas y millares de millares (Dan 7,10 y Ap 5,11). Ellos son espíritus servidores, enviados para el servicio de los hombres (Heb 1,14).
"Dios los envía como el viento y hace de sus servidores llamas de fuego" (Heb 1,7).
Algunos autores hablan de Lechitiel, Uriel, Rafiel, Etofiel, Salatiel, Emmanuel..., pero no hay seguridad y sus nombres no son importantes. En la Biblia sólo se nombran a los tres primeros: Miguel (Ap 12,7; Jud 9; Dan 10,21), Gabriel, que anuncia la Encarnación a María (Lc 1; Dan 8,16 y 9,21), y Rafael, que acompaña a Tobías durante su viaje, según el libro del mismo nombre.
A San Miguel se le suele dar el título de arcángel, como se dice en Jud 9, a pesar de ser el príncipe y jefe de todos los ejércitos celestiales. A Gabriel y Rafael la piedad cristiana les ha dado también el título de arcángeles.
Los ángeles "son estrellas de la aurora e hijos de Dios" (Job 38,7).Fray Luis de León, comentando este texto dice: "Se les llama estrellas de la aurora, porque su entendimiento es más claro que las estrellas y salieron a la luz en la aurora del mundo". San Gregorio Nacianceno afirma que "si Dios es un sol, los ángeles son sus primeros y más bellos rayos". San Agustín dice: "Ellos nos miran con ardiente amor y nos ayudan para que podamos llegar también nosotros a las puertas del cielo" (Com al Sal 62,6).
SU JERARQUÍA
La palabra ángel viene del griego angelos y significa mensajero. Entre ellos hay distintos grados o jerarquías, que se llaman coros. El Seudo Dioniso Areopagita, escritor cristiano del siglo IV, fue el primero, que, en su libro "Teología mística y jerarquía celeste", ha definido con claridad las funciones y jerarquías de los nueve coros de los ángeles. Muchos santos Padres como San Gregorio Magno, San Juan Damasceno, Santo Tomás de Aquino y otros muchos lo han seguido en esto. Los nueve coros u órdenes de ángeles son:
Ángeles (Ap 5,11; Dan 7,10), arcángeles (1 Tes 4,16); tronos, dominaciones, principados, potestades (Ef 1,21; Col 1,16); virtudes (Ef 1,21; 1 Pe 3,22); querubines (Ez 10,1-20; Gén 3,24); serafines (Is 6,2-6). Suelen colocarse en este orden: ángeles, arcángeles, principados, potestades, virtudes, dominaciones, tronos, querubines y serafines.
Su jerarquía no se debe a que sean distintos en su naturaleza (al igual que todos los hombres, son iguales por su naturaleza). Su diferencia, según algunos, se debe a las diferentes misiones encomendadas o al grado de amor y santidad de cada uno, así como entre los hombres también hay distintos grados de santidad.
SUS FUNCIONES
En Dan 10,13-21 se nos habla de los ángeles protectores de los griegos y de los persas. San Pablo habla del ángel protector de Macedonia (Hech 16,9). A San Miguel siempre se le ha considerado como protector del pueblo de Israel (Dan 10,21).
También hay ángeles protectores de las Iglesias. En el Apocalipsis se nos habla de los ángeles de las siete Iglesias de Asia (Ap 1,20).
EL ANGEL CUSTODIO
Dice la Palabra de Dios: "Yo mandaré un ángel delante de ti para que te defienda en el camino y te haga llegar al lugar que te he dispuesto. Acátale y escucha su voz, no le resistas... Si escuchas su voz y haces cuanto yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios" (Ex 23,20-22). "Para el hombre hay un ángel, un protector entre mil que le haga ver al hombre su deber" (Job 33,23). "Mi ángel está con vosotros y os pedirá cuentas" (Baruc 6,6). "El ángel del Señor está en torno a los que le temen y los salva" (Sal 33,8). Su misión es "guardarte en todos tus caminos" (Sal 90,11). Y dice Jesús que "los ángeles de los niños ven continuamente el rostro de mi Padre celestial" (Mt 18,10). El ángel guardián te cuidará como a Azarías y sus compañeros en el horno. "El ángel había descendido al horno con Azarías y sus compañeros y apartaba del horno las llamas de fuego y hacía que el interior del horno estuviera, como si soplara un viento fresco, y el fuego no los tocaba absolutamente ni les causaba ninguna molestia" (Dan 3,46-50). El ángel te salvará como a Pedro. "Un ángel se presentó en la cárcel que quedó iluminada y, golpeando a Pedro en el costado, lo despertó diciendo: Cíñete y cálzate tus sandalias... Envuélvete el manto y sígueme... La puerta se les abrió por sí misma y salieron y avanzaron por una calle, desapareciendo luego el ángel. Entonces, Pedro, vuelto en sí, dijo: Ahora sé que el Señor ha enviado a su ángel" (Hech 12,7-11).
En la primitiva Iglesia se creía normalmente en el ángel custodio y, por eso, cuando Pedro es liberado de la cárcel y va a casa de Marcos, la sirvienta Rode, al darse cuenta de que era Pedro, llena de alegría, va corriendo a anunciar la noticia sin haberle abierto la puerta. Pero los que la escucharon creyeron que estaba equivocada y dijeron: "Será su ángel" (Hech 12,15).
También José y María tenían su ángel. Es probable que el ángel que avisó a José para que tomara a María como esposa (Mt 1,20) o que huyera a Egipto (Mt 2,13) o que regresara a Israel (Mt 2,20) fuera su propio ángel.
EL ANGEL CONSOLADOR
Pueden presentarse también como personas comunes y corrientes, como el arcángel San Rafael, cuando acompañó a Tobías en su viaje; o con formas majestuosas y resplandecientes, como guerreros en las batallas. En el libro de los Macabeos se nos dice que "cerca de Jerusalén se les apareció en cabeza un jinete vestido de blanco, armado con armadura de oro y una lanza. Todos a una bendijeron a Dios misericordioso y se enardecieron, sintiéndose prontos, no sólo a atacar a los hombres y a los elefantes, sino a penetrar por muros de hierro" (2 Mac 11,8-9). "En lo más duro de la pelea, se les aparecieron en el cielo cinco varones resplandecientes, montados en caballos con frenos de oro, que, poniéndose a la cabeza de los judíos y tomando dos de ellos en medio al Macabeo, le protegían con sus armas, le guardaban incólume y lanzaban flechas y rayos contra los enemigos, que heridos de ceguera y espanto caían" (2 Mac 10,29-30).
EL ÁNGEL GUARDIÁN
Se llama así, porque según el Salmo 90,11, él nos guarda en todos los caminos.
Una buena lección para muchos teólogos, que viven de libros y se olvidan de estas maravillosas realidades espirituales. El famoso sacerdote francés Jean Edouard Lamy (1853-1931) decía: "No rezamos lo suficiente a nuestro ángel custodio. Hay que invocarlo para todo y no olvidarnos de su presencia permanente.
Él es nuestro mejor amigo, protector y aliado al servicio de Dios". Y dice que, durante la guerra, él debía atender a los heridos del frente de batalla y, a veces, era transportado de un lugar a otro por los ángeles para poder cumplir bien su misión. Algo así le sucedió a Felipe apóstol, que fue transportado por el ángel de Dios (Hech 8,39), y también al profeta Habacuc, quien fue llevado hasta Babilonia al foso de los leones, donde estaba Daniel (Dan 14,36).
¡Cuántas veces nos habrá salvado nuestro ángel de graves peligros del cuerpo o del alma sin habernos dado cuenta!
Recuerda que tu ángel está deseoso de ser tu amigo ¿Despreciarás su amistad? Si de verdad lo amas, él te enseñará a amar a Jesús y a María y crecerás muy rápido por los caminos del Señor. Entonces, podrás decirle con sinceridad:
"Tú eres mi compañero, mi amigo y confidente, a quien me une una dulce intimidad" (Sal 54,14).
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Y me faltaron una infinidad de testinomios de los santos,,, pero con su postura protestante no creo que les interese..
anibalrmz