CONTEXTO BÍBLICO
El altar que Dios no encendió
En el Antiguo Testamento, el altar era el lugar de encuentro, de sacrificio, de gloria.
Pero hubo un día trágico: Nadab y Abiú ofrecieron fuego extraño, algo que Dios nunca pidió. No fue adoración… fue arrogancia.
Ese día, el juicio cayó, no sobre enemigos, sino sobre sacerdotes.

- Eran hijos del sumo sacerdote, pero no eran íntimos de Dios.
- Sabían el protocolo, pero perdieron el temor.
- La forma estaba, pero faltaba la obediencia.

CONEXIÓN ACTUAL
Altares modernos… sin fuego eterno
Hoy seguimos presentando “fuego extraño” en la iglesia:
fuegos de espectáculo, emocionalismo, manipulación…
todo menos lo que Dios encendió.

- Canciones con pasión, pero sin rendición.
- Predicaciones virales, pero vacías de Palabra.
- Eventos con humo y luces, pero sin quebranto.
- Líderes con fama, pero sin comunión.

TESTIMONIO BREVE
UNA HISTORIA QUE AÚN DUELE
Una mujer me dijo llorando:
“Fui a buscar a Dios… pero me encontré con un show”.
Su corazón salió más vacío de lo que llegó.
Su fe quedó herida por un altar sin presencia.
Y aún no ha vuelto a una iglesia.
ADVERTENCIAS BÍBLICAS












DESAFÍO PERSONAL
¿QUÉ FUEGO EXTRAÑO HAY EN MÍ?
Antes: el altar era un lugar de muerte al yo.
Ahora: se convirtió en una vitrina para el ego.


LLAMADO FINAL
¡Vuelve al altar real!
¡Quita el fuego extraño!
¡Invoca Su fuego santo!

PREGUNTAS REFLEXIVAS




El Espíritu no busca shows… busca corazones rendidos.