Alimento matutino (miercoles)

hgo

2
5 Septiembre 2001
3.029
1
SEMANA 9 — DÍA 3
Alimento matutino
Jn. 17:21-23 Para que todos sean uno; como Tú, Padre, estás en Mí, y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros … Para que sean uno, así como Nosotros somos uno. Yo en ellos, y Tú en Mí, para que sean perfeccionados en unidad…
Éx. 26:15 Y harás para el tabernáculo tablas de madera de acacia, que estén derechas.
28 Y la barra de en medio pasará por en medio de las tablas, de un extremo al otro.
Ef. 2:21-22 En quien todo el edificio, bien acoplado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el espíritu.
Para que el Espíritu que une nos pueda traspasar y unir a los demás, tenemos que recibir la cruz, ya que el Espíritu une las tablas del tabernáculo sólo al cruzarlas. Si estamos dispuestos a recibir la cruz, entonces nuestro espíritu cooperará con el Espíritu que une. Entonces, el Espíritu que está mezclado con nuestro espíritu nos unirá a otros creyentes de Cristo…Si bien permanecemos firmes, somos traspasados por el Espíritu … Ésta es la única manera de guardar la unidad.
Hay varios pasos que tenemos que dar para obtener la unidad representada por el tabernáculo. Primero, tenemos al Espíritu inicial, que es el Espíritu que nos regenera y nos sella. Después sigue el proceso de la transformación, mediante el cual somos transformados en madera de acacia. Junto con la transformación, se lleva a cabo el proceso en el que la madera es revestida de la naturaleza divina. Además, el Espíritu intenta continuamente traspasarnos, es decir, pasar a través de nosotros. Sin embargo, para que ello suceda, se requiere tanto la cooperación de nuestro espíritu como también de nuestra mente, voluntad y parte emotiva. Sólo entonces las barras que unen, esto es, las cinco barras distribuidas en tres hileras, podrán unir las tablas, que representan a los creyentes, y hacer de ellos una sola estructura. Cuando experimentamos todos estos aspectos, tenemos la unidad en el Dios Triuno como se revela en Juan 17. Esto significa que tenemos el edificio en virtud del oro que lo reviste y mantiene unida su estructura. (Truth Messages, págs. 106-107)
Lectura para hoy
Debemos recalcar cuán importante es que el Espíritu que une, pase a través de nosotros … Estar dispuestos a que Él pase por nosotros, equivale a tener un espíritu que esté dispuesto a cooperar con el Espíritu que cruza. Este Espíritu nunca podrá unirnos a los demás creyentes si nosotros no estamos dispuestos a cooperar. El Espíritu que une no podrá unirme a usted, amenos que su espíritu
esté dispuesto a cooperar con Él. Cuando el Espíritu que une llega a mí, viene junto con el espíritu de otro hermano, y cuando pasa a través de mí hacia un tercer hermano, va junto con mi espíritu. El Espíritu que une, por Sí solo, no puede unirnos; para ello, Él requiere la cooperación de nuestro espíritu. Esto implica que debemos estar dispuestos a que este Espíritu nos traspase.
Si vemos este asunto comprenderemos por qué, aun después de diecinueve siglos, la unidad por la cual el Señor oró en Juan 17 todavía no se ha manifestado. Actualmente, entre los cristianos, muy pocos han sido transformados o revestidos de la naturaleza divina. Además, son muy pocos aquellos que el Espíritu ha podido traspasar y que cooperan haciendo disponible su espíritu humano al Espíritu divino. Por consiguiente, no hay unidad. Ahora bien, ¿en qué condición nos encontramos nosotros, que estamos en el recobro del Señor?…Tal vez usted sea alguien que está firme en favor del testimonio del Señor como lo estaban las tablas del tabernáculo, pero ¿está dispuesto a que el Espíritu pase a través de usted? … ¿Está su espíritu siempre dispuesto a ir junto con el Espíritu a otro santo? No debemos pensar que el Espíritu de Dios pueda, por Sí solo, unirnos a otros creyentes. No, Él requiere de la cooperación de nuestro espíritu. Esto es lo que significa guardar la unidad del Espíritu con toda humildad y mansedumbre, con longanimidad, soportándonos los unos a los otros en amor.
Si mostramos tal disposición, inmediatamente y de manera espontánea tendremos la experiencia de las barras que unen y experimentaremos la unidad de manera práctica. El Espíritu Santo junto con nuestro espíritu se dirigirá al espíritu de otro santo. Esto a su vez ayudará a que otros hermanos y hermanas estén también dispuestos a que el Espíritu que une pase a través de ellos.
El Espíritu que une pasa a través de todos los miembros del Cuerpo cuando los espíritus de todos ellos están dispuestos a que Él los traspase. Cuando estamos dispuestos y el Espíritu nos traspasa, el resultado es la unidad. Fue de esta manera que el tabernáculo llegó a ser una sola entidad. Ésta es la unidad con miras al edificio, la morada de Dios. (Truth Messages, págs. 107-109)
Lectura adicional: Estudio-vida de Éxodo, mensajes 97-98
Witness Lee
Derechos reservados a: Living Stream Ministry
¡Jesús es el Señor!