ALIMENTO MATUTINO
DIA Martes
Lectura para hoy
Tit. 3:5 Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a Su misericordia, mediante el lavamiento de la regeneración y la renovación del Espíritu Santo.
2 Co. 3:18 Mas, nosotros todos, a cara descubierta mirando y reflejando como un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Señor Espíritu.
Ro. 5:10 …Mucho más …seremos salvos en Su vida.
La obra de salvación que Dios efectuado sólo nos redime, sino que también nos salva. La obra redentora de Dios es de carácter jurídico. La obra salvadora de Dios es orgánica. Fuimos redimidos jurídicamente por la sangre de Cristo, pero somos salvos orgánicamente por la vida de Cristo (Ro. 5:10b).No debemos decir que Dios nos salvó con Su sangre, sino que Dios nos redimió con Su sangre. Tampoco es acertado decir que Dios nos redimió de nuestro enojo. En lugar de ello, Él nos salva de nuestro enojo, no con Su sangre sino con Su vida. Nosotros los pecadores necesitamos ser redimidos jurídicamente por la sangre de Cristo, y también necesitamos ser salvos orgánicamente por Su vida. La redención fue efectuada en la cruz, pero la obra salvadora que Dios efectúa se lleva a cabo en el Espíritu de vida (8:2). (La cristalización de la Epístola a los Romanos, págs. 41-42)
Cristo, como Espíritu vivificante (Ro. 8:9-10; 2 Co. 3:17-18), lleva a cabo Su ministerio celestial efectuando la obra salvadora orgánica de Dios en nosotros, de modo subjetivo, en ocho pasos. [Por ahora, sólo hablaremos de los primeros cinco pasos] … La regeneración consiste en generar a los creyentes redimidos con la vida divina para que nazcan de Dios y así sean Sus hijos que pertenecen a Su especie (Jn.1:12-13; 3:6b).Nosotros, como hijos de Dios, pertenecemos a Su género, a Su especie. Por tanto, somos dioses, pues tenemos la vida y la naturaleza de Dios pero no Su Deidad.
La alimentación consiste en dar de comer a los bebés que recién han nacido mediante la regeneración, y se efectúa mediante el pastoreo que Cristo ejerce sobre Su rebaño nutriéndolo y cuidándolo con ternura (Ef. 5:29). Dicha alimentación tiene como fin que Sus ovejas crezcan en la vida divina hasta alcanzar la madurez (Jn. 10:10-11, 14-16; 21:15-17;He. 13:20;1 P.5:4; 2:25). Sin duda, la alimentación es orgánica.
La santificación del modo de ser de los creyentes consiste en santificar con la naturaleza santa de Dios a los creyentes que están creciendo en la vida divina (Ro. 15:16; 6:19, 22; 1 Ts. 5:23). Nuestro modo de ser natural es torcido, pervertido y distorsionado, pero puede ser santificado y corregido, no con enseñanzas sino con la naturaleza santa de Dios.
La renovación se efectúa por el Espíritu de verdad y mediante las revelaciones de las Escrituras. Dicha renovación consiste en que nuestra mente sea cambiada con respecto a nuestros conceptos religiosos, nuestra lógica y nuestra filosofía, tal y como se relacionan con el universo, el hombre, Dios, etc., incluso al grado de reemplazar nuestra mente con la mente de Cristo por medio de la obra consumidora de la cruz (Tit. 3:5; Ro. 12:2b; Ef. 4:23; Ro. 8:6; Fil. 2:5; 2 Co. 4:16).
Todas las virtudes cristianas, incluyendo el amor, son diferentes de las virtudes naturales humanas. Cada virtud cristiana debe satisfacer un requisito cuádruple: tiene que pasar por la cruz, debe ser regulada por el Espíritu, debe tener como fin ministrar a Cristo y debe producir la iglesia. El amor enseñado en el Nuevo Testamento es un amor que pasa por la cruz—la cual elimina el yo—, es regulado por el Espíritu y ministra a Cristo para producir la iglesia.
Todas las virtudes que se mencionan en la Biblia son virtudes que pasan por la cruz, están regidas por el Espíritu y ministran a Cristo para producir las iglesias con miras a la edificación del Cuerpo. Nuestra mente necesita ser renovada en cuanto a esto.
La transformación es el resultado de la renovación (Ro.12:2).Significa ser transformado no sólo en la naturaleza interior sino, aún más, en la forma exterior con el fin de manifestar una expresión. No es una corrección, ni meramente un cambio exterior; es un metabolismo interior que se da al añadirse más del elemento de la vida divina a los creyentes, lo cual produce un cambio en nuestra expresión exterior (v.2b; 2 Co.3:18). Recuerde que la transformación no es sólo un cambio exterior, sino un cambio producido mediante un proceso metabólico en el cual se añade a nosotrosmás de la vida divina, la cual nos transforma en la imagen de Cristo. (La esfera divina y mística, págs. 28-29)
Lectura adicional: La cristalización de la Epístola a los Romanos, mensaje 4; El aspecto orgánico de la obra salvadora de Dios, cap. 5; La esfera divina y mística, cap. 2
Witness Lee
Derechos reservados a; Living Stream Ministry
Anahaim Ca.
¡Jesús es el Señor!
DIA Martes
Lectura para hoy
Tit. 3:5 Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a Su misericordia, mediante el lavamiento de la regeneración y la renovación del Espíritu Santo.
2 Co. 3:18 Mas, nosotros todos, a cara descubierta mirando y reflejando como un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Señor Espíritu.
Ro. 5:10 …Mucho más …seremos salvos en Su vida.
La obra de salvación que Dios efectuado sólo nos redime, sino que también nos salva. La obra redentora de Dios es de carácter jurídico. La obra salvadora de Dios es orgánica. Fuimos redimidos jurídicamente por la sangre de Cristo, pero somos salvos orgánicamente por la vida de Cristo (Ro. 5:10b).No debemos decir que Dios nos salvó con Su sangre, sino que Dios nos redimió con Su sangre. Tampoco es acertado decir que Dios nos redimió de nuestro enojo. En lugar de ello, Él nos salva de nuestro enojo, no con Su sangre sino con Su vida. Nosotros los pecadores necesitamos ser redimidos jurídicamente por la sangre de Cristo, y también necesitamos ser salvos orgánicamente por Su vida. La redención fue efectuada en la cruz, pero la obra salvadora que Dios efectúa se lleva a cabo en el Espíritu de vida (8:2). (La cristalización de la Epístola a los Romanos, págs. 41-42)
Cristo, como Espíritu vivificante (Ro. 8:9-10; 2 Co. 3:17-18), lleva a cabo Su ministerio celestial efectuando la obra salvadora orgánica de Dios en nosotros, de modo subjetivo, en ocho pasos. [Por ahora, sólo hablaremos de los primeros cinco pasos] … La regeneración consiste en generar a los creyentes redimidos con la vida divina para que nazcan de Dios y así sean Sus hijos que pertenecen a Su especie (Jn.1:12-13; 3:6b).Nosotros, como hijos de Dios, pertenecemos a Su género, a Su especie. Por tanto, somos dioses, pues tenemos la vida y la naturaleza de Dios pero no Su Deidad.
La alimentación consiste en dar de comer a los bebés que recién han nacido mediante la regeneración, y se efectúa mediante el pastoreo que Cristo ejerce sobre Su rebaño nutriéndolo y cuidándolo con ternura (Ef. 5:29). Dicha alimentación tiene como fin que Sus ovejas crezcan en la vida divina hasta alcanzar la madurez (Jn. 10:10-11, 14-16; 21:15-17;He. 13:20;1 P.5:4; 2:25). Sin duda, la alimentación es orgánica.
La santificación del modo de ser de los creyentes consiste en santificar con la naturaleza santa de Dios a los creyentes que están creciendo en la vida divina (Ro. 15:16; 6:19, 22; 1 Ts. 5:23). Nuestro modo de ser natural es torcido, pervertido y distorsionado, pero puede ser santificado y corregido, no con enseñanzas sino con la naturaleza santa de Dios.
La renovación se efectúa por el Espíritu de verdad y mediante las revelaciones de las Escrituras. Dicha renovación consiste en que nuestra mente sea cambiada con respecto a nuestros conceptos religiosos, nuestra lógica y nuestra filosofía, tal y como se relacionan con el universo, el hombre, Dios, etc., incluso al grado de reemplazar nuestra mente con la mente de Cristo por medio de la obra consumidora de la cruz (Tit. 3:5; Ro. 12:2b; Ef. 4:23; Ro. 8:6; Fil. 2:5; 2 Co. 4:16).
Todas las virtudes cristianas, incluyendo el amor, son diferentes de las virtudes naturales humanas. Cada virtud cristiana debe satisfacer un requisito cuádruple: tiene que pasar por la cruz, debe ser regulada por el Espíritu, debe tener como fin ministrar a Cristo y debe producir la iglesia. El amor enseñado en el Nuevo Testamento es un amor que pasa por la cruz—la cual elimina el yo—, es regulado por el Espíritu y ministra a Cristo para producir la iglesia.
Todas las virtudes que se mencionan en la Biblia son virtudes que pasan por la cruz, están regidas por el Espíritu y ministran a Cristo para producir las iglesias con miras a la edificación del Cuerpo. Nuestra mente necesita ser renovada en cuanto a esto.
La transformación es el resultado de la renovación (Ro.12:2).Significa ser transformado no sólo en la naturaleza interior sino, aún más, en la forma exterior con el fin de manifestar una expresión. No es una corrección, ni meramente un cambio exterior; es un metabolismo interior que se da al añadirse más del elemento de la vida divina a los creyentes, lo cual produce un cambio en nuestra expresión exterior (v.2b; 2 Co.3:18). Recuerde que la transformación no es sólo un cambio exterior, sino un cambio producido mediante un proceso metabólico en el cual se añade a nosotrosmás de la vida divina, la cual nos transforma en la imagen de Cristo. (La esfera divina y mística, págs. 28-29)
Lectura adicional: La cristalización de la Epístola a los Romanos, mensaje 4; El aspecto orgánico de la obra salvadora de Dios, cap. 5; La esfera divina y mística, cap. 2
Witness Lee
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Anahaim Ca.
¡Jesús es el Señor!