ALIMENTO DIARIO
Hechos de los apóstoles
Semana 19 --- El tercer viaje de Pablo
Domingo --- Leer con oración: Hch 19:9b-12; Lv 11:2-3
“Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo” (Hch 19:10-11)
VOLVERSE AL ESPÍRITU EN NUESTRO ESPÍRITU
Hechos 19:11-12 dice “Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían”. Después de que Pablo ayudó a los santos en Éfeso, hubo una manifestación del Espíritu de poder. Por otro lado, Pablo los condujo a conocer la palabra por medio de las enseñanzas que les daba en la escuela de Tirano (9b-10).
Todo lo que está escrito en la Biblia es para que andemos según la Palabra, en el espíritu. Aunque era instruido en la Escritura, Apolos conocía solamente el Antiguo Testamento y hablaba solamente del bautismo de Juan. Cuando predicamos el evangelio, necesitamos tener discernimiento. Esto es ser como un animal limpio citado en Levítico 11: que tiene pezuña hendida y rumia. La pezuña hendida, simboliza el Espíritu de discernimiento. Un animal también era considerado limpio porque rumiaba. Nosotros somos aquellos que “rumian” la palabra de Dios y la digieren constantemente para crecer en vida, esto nos hace tener un espíritu de discernimiento. Cuando alguien se acerca a nosotros hablando palabras negativas, podemos volvernos al espíritu, invocar al Señor y discernir si estas palabras provienen del Espíritu o no.
Hechos de los Apóstoles es un libro que nos muestra cómo debemos avanzar. Cuando salgamos a las diversas ciudades para predicar el evangelio, muchas iglesias se levantarán. Al encontrar ciertas situaciones, debemos aprender cómo tratar con ellas no según nuestro hombre natural, sino según la dirección del Espíritu. El camino es volvernos al Espíritu y ser llenos de Él hasta rebosar. Este es el deseo del Señor, esto es lo que Él quiere de nosotros, y así estaremos aptos para hacer la obra de expansión, de acuerdo con Su voluntad eterna que nos es mostrada en la Palabra. En el lugar donde nos encontramos, la porción que el Señor nos concedió, es nuestra incumbencia ser fructíferos, multiplicarnos, llenar la tierra y sojuzgarla. Necesitamos predicar el evangelio, ganar cada ciudad para establecer la mesa del Señor, derrotando a Satanás, para que el trono de Cristo sea establecido. Continuemos en este camino y así daremos continuidad a los Hechos de los Apóstoles. ¡Amén!
Punto Clave: Tener un espíritu de discernimiento
Pregunta: ¿Para que sirven las palabras de la Biblia en nuestro diario vivir?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!
Hechos de los apóstoles
Semana 19 --- El tercer viaje de Pablo
Domingo --- Leer con oración: Hch 19:9b-12; Lv 11:2-3
“Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo” (Hch 19:10-11)
VOLVERSE AL ESPÍRITU EN NUESTRO ESPÍRITU
Hechos 19:11-12 dice “Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían”. Después de que Pablo ayudó a los santos en Éfeso, hubo una manifestación del Espíritu de poder. Por otro lado, Pablo los condujo a conocer la palabra por medio de las enseñanzas que les daba en la escuela de Tirano (9b-10).
Todo lo que está escrito en la Biblia es para que andemos según la Palabra, en el espíritu. Aunque era instruido en la Escritura, Apolos conocía solamente el Antiguo Testamento y hablaba solamente del bautismo de Juan. Cuando predicamos el evangelio, necesitamos tener discernimiento. Esto es ser como un animal limpio citado en Levítico 11: que tiene pezuña hendida y rumia. La pezuña hendida, simboliza el Espíritu de discernimiento. Un animal también era considerado limpio porque rumiaba. Nosotros somos aquellos que “rumian” la palabra de Dios y la digieren constantemente para crecer en vida, esto nos hace tener un espíritu de discernimiento. Cuando alguien se acerca a nosotros hablando palabras negativas, podemos volvernos al espíritu, invocar al Señor y discernir si estas palabras provienen del Espíritu o no.
Hechos de los Apóstoles es un libro que nos muestra cómo debemos avanzar. Cuando salgamos a las diversas ciudades para predicar el evangelio, muchas iglesias se levantarán. Al encontrar ciertas situaciones, debemos aprender cómo tratar con ellas no según nuestro hombre natural, sino según la dirección del Espíritu. El camino es volvernos al Espíritu y ser llenos de Él hasta rebosar. Este es el deseo del Señor, esto es lo que Él quiere de nosotros, y así estaremos aptos para hacer la obra de expansión, de acuerdo con Su voluntad eterna que nos es mostrada en la Palabra. En el lugar donde nos encontramos, la porción que el Señor nos concedió, es nuestra incumbencia ser fructíferos, multiplicarnos, llenar la tierra y sojuzgarla. Necesitamos predicar el evangelio, ganar cada ciudad para establecer la mesa del Señor, derrotando a Satanás, para que el trono de Cristo sea establecido. Continuemos en este camino y así daremos continuidad a los Hechos de los Apóstoles. ¡Amén!
Punto Clave: Tener un espíritu de discernimiento
Pregunta: ¿Para que sirven las palabras de la Biblia en nuestro diario vivir?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!