ALIMENTO DIARIO Y MATUTINO (Miércoles)
Hechos de los apóstoles
Semana 22 --- Pablo va a Roma
Miércoles --- Leer con oración: Hch 24:27; Jn 15:1-6
“Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto” (Jn 15:2)
FRUCTIFICAR ES UN ASUNTO DE ESTAR EN LA VID
En la semana anterior, vimos el tercer viaje de Pablo, donde siguió su voluntad, y esto terminó por sofocar la voluntad del Espíritu. En innumerables ocasiones el Espíritu intentó impedirle que subiera a Jerusalén, pero por causa de su afecto natural por sus compatriotas, él quiso llevar personalmente las ofrendas a los judíos, lo que le ocasionó muchos sufrimientos.
Finalmente, a sugerencia de los hermanos de Jerusalén, se purificó con el fin de cumplir el voto del nazareato. Pero el Señor tuvo misericordia de Pablo, rescatándolo de la religión, librándolo de que los judíos lo matasen, y dándole descanso en una prisión, impidiendo así que cumpla tal voto, pues si eso hubiese ocurrido, éste sería el fin de su ministerio neotestamentario.
Para liberarlo de los judíos, el tribuno romano lo envió hasta Cesarea, donde estaba el representante del gobierno romano, y los judíos así ya no podrían matarlo. Pablo permaneció preso en Cesarea por dos años (cfr. Hch 24:27), un tiempo útil para reflexionar, esto causó un gran cambio en su vida. Dios pudo hablarle e iluminarle en cuanto a todo lo que le ocurrió.
Necesitamos tomar la experiencia de Pablo como nuestra. No volvamos a la esfera del alma siguiendo nuestro afecto natural, permanezcamos siempre en el espíritu. En el principio, nosotros, como pámpanos, permanecemos en la vid, unidos todo el tiempo por medio de la oración y así, fructificamos. Pero después pensamos que ya tenemos experiencia, que ya sabemos cómo hacer las cosas, y dejamos de depender del Señor. Un pámpano que ya fructificó necesita ser podado para producir más fruto. Con nosotros sucede lo mismo. Después de una experiencia positiva necesitamos del trabajo de la cruz para permanecer en el Señor, la Vid verdadera, y no basarnos en nuestras experiencias pasadas (Jn 15:1-6).
Después de que retomamos la expansión en el mes de septiembre del 2005, las iglesias más grandes seleccionaron varias ciudades distantes, donde aún no había el testimonio del Señor. También dos o tres ciudades más cercanas se juntaron con las iglesias más chicas, con el fin de propagar el evangelio y levantar otras iglesias. ¡El resultado fue tremendo! Tal vez hasta setiembre de 2006, podamos levantar novecientas iglesias nuevas. Esto es excelente, pero debemos prestar atención en como hacer la obra después de ese resultado maravilloso. No debemos pensar: “Ahora ya sabemos cómo levantar una iglesia nueva”. Gracia al Señor por el cuadro que vemos en el tercer viaje de Pablo. No podemos relajarnos en ningún momento, sino que debemos estar ceñidos y fuertemente apegados al Señor, pues para fructificar, debemos estar unidos a la vid. Sin permanecer en la vid no habrá posibilidad de que el pámpano dé fruto, antes será cortado y echado en el fuego (v. 6).
Punto Clave: Estar ceñidos y apegados al Señor
Pregunta: ¿Cuál fue el motivo del fracaso del tercer viaje de Pablo?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!
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SEMANA 3 — DÍA 3
Alimento matutino
1 Co. 12:20-21 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
27 Ahora bien, vosotros sois el Cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Para poder llevar la vida que es propia del Cuerpo de Cristo, es imprescindible que primero hayamos recibido la revelación del Cuerpo de Cristo. Si no hemos recibido la revelación del Cuerpo de Cristo, jamás cesará nuestro accionar individualista. Hay quienes han dicho que no tiene nada de extraordinario el haber visto el Cuerpo de Cristo. No obstante, hermanos y hermanas, si ustedes verdaderamente han visto el Cuerpo de Cristo, sabrán que hay leyes que rigen en el Cuerpo de Cristo y que tienen que actuar conforme a dichas leyes; no se trata de meras palabras o conceptos vacíos. Si una persona ve a Cristo, sus esfuerzos por salvarse a sí mismo cesarán. Asimismo, si una persona afirma haber visto el Cuerpo, pero sigue manifestando una conducta independiente e individualista, ciertamente dicha persona no está asida de la Cabeza y no ha recibido la revelación del Cuerpo. Si una persona verdaderamente ha recibido la revelación del Cuerpo, ciertamente se producirá un cambio en ella y con toda certeza buscará la comunión y aprenderá obediencia. (The Collected Works of Watchman Nee, tomo 38, pág. 487)
Lectura para hoy
Con frecuencia, la dirección interna del Espíritu Santo nos conduce a ser guiados por otros; es decir, el Espíritu Santo nos dirige a recibir ayuda de los demás. Si nos rehusamos a recibir ayuda de otros, sufriremos pérdida en muchas cosas. Algunos cristianos toman decisiones de acuerdo con sus propios sentimientos. ¿Dónde, entonces, está el Cuerpo? Tales personas viven completamente inmersas en el ámbito de su individualismo; ellas no han visto el Cuerpo …. Les ruego que examinen sus acciones en el pasado, ¿cuántas de ellas fueron realizadas en el Cuerpo? Es imprescindible que veamos que somos miembros del Cuerpo y que, como tales, estamos bajo restricciones. Tenemos que recibir la ayuda de los otros miembros del Cuerpo. Quiera el Señor mostrarnos el Cuerpo hoy. Los que han visto el Cuerpo son personas que buscan la comunión, que temen equivocarse y que no se atreven a laborar de manera individualista. (The Collected Works of Watchman Nee, tomo 38, pág. 496)
Hemos experimentado un disturbio tras otro debido a que no conocemos el Cuerpo. El único remedio que puede curarnos de esta clase de enfermedad es ver el Cuerpo. Cuando el hermano Nee enseñó acerca del Cuerpo, él dijo que en todo lo que hacemos, debemos tomar en cuenta lo que las iglesias piensan al respecto. Cuando estamos por hacer algo, no debemos olvidar que somos miembros del Cuerpo, y que el Cuerpo no es solamente una iglesia local. La iglesia local no es un “cuerpo local”; si esto fuera así, vendría a ser una secta local. El Cuerpo es el Cuerpo de Cristo, cuyo elemento constitutivo es el Dios Triuno y todos los creyentes en esta tierra, junto con todas las iglesias locales. (The Problems Causing the Turmoils in the Church Life, págs. 28-29)
La obra que venimos realizando no es nuestra labor personal, sino la obra que corresponde a la economía de Dios a lo largo de todas las generaciones, es decir, la edificación del Cuerpo de Cristo. Es en virtud de que nosotros estamos unidos a otros que el Señor puede hacer que llevemos la vida del Dios-hombre. A esto se debe que en la tercera estrofa de nuestro himno nuevo dice: “No solamente vivo yo, /Mas vive Dios conmigo hoy; / Y con los santos en unión / En Dios edificado estoy; / Como una casa universal / Su Cuerpo orgánico será, / Un vaso colectivo que / Expresará todo Su ser” (Himnos,#500).Ésta es la realidad del Cuerpo de Cristo.
Si hemos visto esto, no le daremos excesiva importancia a las prácticas externas. No importa qué es lo que ustedes hagan, todo ello pertenece a la vieja creación, a menos que haya pasado por muerte y resurrección. Así pues, independientemente de que usted haga lo que es correcto o no, ello todavía pertenece a la vieja creación; en ningún caso tiene valor para Dios. En nuestro servicio a Dios, primero debemos ver que Dios no puede ser burlado. En segundo lugar, debemos ver que en el universo Dios no solamente tiene leyes físicas, sino también leyes espirituales; además, las leyes espirituales son más estrictas que las físicas. Por eso, cuando nos involucramos en la obra espiritual de Dios, debemos ser restringidos por Sus leyes. Si nos desviamos de ellas sólo un poco, ello será nuestro fin. (La cumbre de la visión y la realidad del Cuerpo de Cristo, pág. 58)
Lectura adicional: The Collected Works of Watchman Nee, tomo 38, cap. 63; La cumbre de la visión y la realidad del Cuerpo de Cristo,
cap. 4
Witness Lee
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Hechos de los apóstoles
Semana 22 --- Pablo va a Roma
Miércoles --- Leer con oración: Hch 24:27; Jn 15:1-6
“Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto” (Jn 15:2)
FRUCTIFICAR ES UN ASUNTO DE ESTAR EN LA VID
En la semana anterior, vimos el tercer viaje de Pablo, donde siguió su voluntad, y esto terminó por sofocar la voluntad del Espíritu. En innumerables ocasiones el Espíritu intentó impedirle que subiera a Jerusalén, pero por causa de su afecto natural por sus compatriotas, él quiso llevar personalmente las ofrendas a los judíos, lo que le ocasionó muchos sufrimientos.
Finalmente, a sugerencia de los hermanos de Jerusalén, se purificó con el fin de cumplir el voto del nazareato. Pero el Señor tuvo misericordia de Pablo, rescatándolo de la religión, librándolo de que los judíos lo matasen, y dándole descanso en una prisión, impidiendo así que cumpla tal voto, pues si eso hubiese ocurrido, éste sería el fin de su ministerio neotestamentario.
Para liberarlo de los judíos, el tribuno romano lo envió hasta Cesarea, donde estaba el representante del gobierno romano, y los judíos así ya no podrían matarlo. Pablo permaneció preso en Cesarea por dos años (cfr. Hch 24:27), un tiempo útil para reflexionar, esto causó un gran cambio en su vida. Dios pudo hablarle e iluminarle en cuanto a todo lo que le ocurrió.
Necesitamos tomar la experiencia de Pablo como nuestra. No volvamos a la esfera del alma siguiendo nuestro afecto natural, permanezcamos siempre en el espíritu. En el principio, nosotros, como pámpanos, permanecemos en la vid, unidos todo el tiempo por medio de la oración y así, fructificamos. Pero después pensamos que ya tenemos experiencia, que ya sabemos cómo hacer las cosas, y dejamos de depender del Señor. Un pámpano que ya fructificó necesita ser podado para producir más fruto. Con nosotros sucede lo mismo. Después de una experiencia positiva necesitamos del trabajo de la cruz para permanecer en el Señor, la Vid verdadera, y no basarnos en nuestras experiencias pasadas (Jn 15:1-6).
Después de que retomamos la expansión en el mes de septiembre del 2005, las iglesias más grandes seleccionaron varias ciudades distantes, donde aún no había el testimonio del Señor. También dos o tres ciudades más cercanas se juntaron con las iglesias más chicas, con el fin de propagar el evangelio y levantar otras iglesias. ¡El resultado fue tremendo! Tal vez hasta setiembre de 2006, podamos levantar novecientas iglesias nuevas. Esto es excelente, pero debemos prestar atención en como hacer la obra después de ese resultado maravilloso. No debemos pensar: “Ahora ya sabemos cómo levantar una iglesia nueva”. Gracia al Señor por el cuadro que vemos en el tercer viaje de Pablo. No podemos relajarnos en ningún momento, sino que debemos estar ceñidos y fuertemente apegados al Señor, pues para fructificar, debemos estar unidos a la vid. Sin permanecer en la vid no habrá posibilidad de que el pámpano dé fruto, antes será cortado y echado en el fuego (v. 6).
Punto Clave: Estar ceñidos y apegados al Señor
Pregunta: ¿Cuál fue el motivo del fracaso del tercer viaje de Pablo?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!
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SEMANA 3 — DÍA 3
Alimento matutino
1 Co. 12:20-21 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
27 Ahora bien, vosotros sois el Cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Para poder llevar la vida que es propia del Cuerpo de Cristo, es imprescindible que primero hayamos recibido la revelación del Cuerpo de Cristo. Si no hemos recibido la revelación del Cuerpo de Cristo, jamás cesará nuestro accionar individualista. Hay quienes han dicho que no tiene nada de extraordinario el haber visto el Cuerpo de Cristo. No obstante, hermanos y hermanas, si ustedes verdaderamente han visto el Cuerpo de Cristo, sabrán que hay leyes que rigen en el Cuerpo de Cristo y que tienen que actuar conforme a dichas leyes; no se trata de meras palabras o conceptos vacíos. Si una persona ve a Cristo, sus esfuerzos por salvarse a sí mismo cesarán. Asimismo, si una persona afirma haber visto el Cuerpo, pero sigue manifestando una conducta independiente e individualista, ciertamente dicha persona no está asida de la Cabeza y no ha recibido la revelación del Cuerpo. Si una persona verdaderamente ha recibido la revelación del Cuerpo, ciertamente se producirá un cambio en ella y con toda certeza buscará la comunión y aprenderá obediencia. (The Collected Works of Watchman Nee, tomo 38, pág. 487)
Lectura para hoy
Con frecuencia, la dirección interna del Espíritu Santo nos conduce a ser guiados por otros; es decir, el Espíritu Santo nos dirige a recibir ayuda de los demás. Si nos rehusamos a recibir ayuda de otros, sufriremos pérdida en muchas cosas. Algunos cristianos toman decisiones de acuerdo con sus propios sentimientos. ¿Dónde, entonces, está el Cuerpo? Tales personas viven completamente inmersas en el ámbito de su individualismo; ellas no han visto el Cuerpo …. Les ruego que examinen sus acciones en el pasado, ¿cuántas de ellas fueron realizadas en el Cuerpo? Es imprescindible que veamos que somos miembros del Cuerpo y que, como tales, estamos bajo restricciones. Tenemos que recibir la ayuda de los otros miembros del Cuerpo. Quiera el Señor mostrarnos el Cuerpo hoy. Los que han visto el Cuerpo son personas que buscan la comunión, que temen equivocarse y que no se atreven a laborar de manera individualista. (The Collected Works of Watchman Nee, tomo 38, pág. 496)
Hemos experimentado un disturbio tras otro debido a que no conocemos el Cuerpo. El único remedio que puede curarnos de esta clase de enfermedad es ver el Cuerpo. Cuando el hermano Nee enseñó acerca del Cuerpo, él dijo que en todo lo que hacemos, debemos tomar en cuenta lo que las iglesias piensan al respecto. Cuando estamos por hacer algo, no debemos olvidar que somos miembros del Cuerpo, y que el Cuerpo no es solamente una iglesia local. La iglesia local no es un “cuerpo local”; si esto fuera así, vendría a ser una secta local. El Cuerpo es el Cuerpo de Cristo, cuyo elemento constitutivo es el Dios Triuno y todos los creyentes en esta tierra, junto con todas las iglesias locales. (The Problems Causing the Turmoils in the Church Life, págs. 28-29)
La obra que venimos realizando no es nuestra labor personal, sino la obra que corresponde a la economía de Dios a lo largo de todas las generaciones, es decir, la edificación del Cuerpo de Cristo. Es en virtud de que nosotros estamos unidos a otros que el Señor puede hacer que llevemos la vida del Dios-hombre. A esto se debe que en la tercera estrofa de nuestro himno nuevo dice: “No solamente vivo yo, /Mas vive Dios conmigo hoy; / Y con los santos en unión / En Dios edificado estoy; / Como una casa universal / Su Cuerpo orgánico será, / Un vaso colectivo que / Expresará todo Su ser” (Himnos,#500).Ésta es la realidad del Cuerpo de Cristo.
Si hemos visto esto, no le daremos excesiva importancia a las prácticas externas. No importa qué es lo que ustedes hagan, todo ello pertenece a la vieja creación, a menos que haya pasado por muerte y resurrección. Así pues, independientemente de que usted haga lo que es correcto o no, ello todavía pertenece a la vieja creación; en ningún caso tiene valor para Dios. En nuestro servicio a Dios, primero debemos ver que Dios no puede ser burlado. En segundo lugar, debemos ver que en el universo Dios no solamente tiene leyes físicas, sino también leyes espirituales; además, las leyes espirituales son más estrictas que las físicas. Por eso, cuando nos involucramos en la obra espiritual de Dios, debemos ser restringidos por Sus leyes. Si nos desviamos de ellas sólo un poco, ello será nuestro fin. (La cumbre de la visión y la realidad del Cuerpo de Cristo, pág. 58)
Lectura adicional: The Collected Works of Watchman Nee, tomo 38, cap. 63; La cumbre de la visión y la realidad del Cuerpo de Cristo,
cap. 4
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