Hechos de los apóstoles
Semana 19 --- El tercer viaje de Pablo
Martes --- Leer con oración: Hch 18:19-22; 16:6-10; Gá 1:16-18
“Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio” (Hch 16:10)
SEGUIR LA DIRECCIÓN DADA POR EL ESPÍRITU
En Hechos 18:19-21 leemos: “Y llegó a Éfeso, y los dejó allí; y entrando en la sinagoga, discutía con los judíos, los cuales le rogaban que se quedase con ellos por más tiempo; mas no accedió, sino que se despidió de ellos, diciendo: Es necesario que en todo caso yo guarde en Jerusalén la fiesta que viene; pero otra vez volveré a vosotros, si Dios quiere. Y zarpó de Éfeso”. El hecho de que Pablo haya permanecido tan poco tiempo en Éfeso la primera vez, es una señal de que andaba por el Espíritu. En su segundo viaje, quería ir a Asia para predicar el evangelio, pero el Espíritu no se lo permitió; entonces, recibió el llamamiento de Macedonia y fue hacia allá (Hch 16:6-10). Después de eso, pasó por Acaya, visitando a muchas iglesias, dispensando mucho tiempo a la iglesia en Corinto. Cuando pasó por Éfeso dejó allí a Aquila y Priscila.
Pablo permaneció poco tiempo en Éfeso; fue a la sinagoga para predicar a los judíos, y a pesar de que le rogaron que se quedase más tiempo, no estuvo de acuerdo y partió. Tal vez estuvo pocos días allí, porque era alguien que andaba en el Espíritu, y el Señor no le había abierto las puertas en Éfeso en aquel momento.
En Hechos 18:22, leemos: “Habiendo descendido a Cesarea, subió a Jerusalén para saludar a la iglesia, y luego descendió a Antioquía”. El texto griego no contiene la expresión “a Jerusalén”. Según el texto griego, puede interpretarse que Pablo no fue a Jerusalén, sino solamente a Cesarea, y después descendió a Antioquía. La mayoría de los estudiosos, dice que él fue a Jerusalén, no para llevar un informe, sino para saludar a los hermanos, ya que no fue enviado por Jerusalén sino por Antioquía, hacia donde regresó.
Cuando escribió a los gálatas, Pablo dice que no subió a Jerusalén, sino a las regiones de Arabia y sólo tres años después fue a Jerusalén para ver a Pedro (cfr. Gá 1:16-18). Aunque fue algo muy bueno y crucial el haber tenido comunión entre los apóstoles, no era necesario que Pablo hiciese eso, porque no era apóstol de parte de Jerusalén ni predicaba el evangelio a la manera de Jerusalén. Por eso, lo más probable, es que haya ido directamente a Antioquía después de desembarcar en Cesarea, pues Antioquía estaba al norte, mientras que Jerusalén estaba al sur, y concluyó así su segundo viaje ministerial iniciado en Hechos 15:40.
Podemos ver que Pablo vivía por el Espíritu de vida en su interior, pues, seguía la dirección que el Espíritu le daba a pesar de las dificultades enfrentadas y de los pedidos para que permaneciese en determinada ciudad.
Punto Clave: Obedecer la dirección del Espíritu
Pregunta: ¿Qué significa el hecho de que Pablo no haya ido a Jerusalén, sino directamente a Ant
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!
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SEMANA 5 — DÍA 2
Alimento matutino
Mt. 6:33-34 Mas buscad primeramente Su reino y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os inquietéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia inquietud…
24:14 Y será predicado este evangelio del reino en toda la tierra habitada, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
En [Mateo 24:4-14] vemos la verdadera historia relacionada con los judíos, desde la ascensión de Cristo hasta el fin de esta era, que son los tres años y medio de la gran tribulación. Antes que la gran tribulación venga, se habrán cumplido todos estos versículos. Lo último en llevarse a cabo será la predicación del evangelio del reino. Tengo la convicción de que las iglesias en el recobro del Señor cumplirán la comisión de llevar este evangelio a toda la tierra habitada. El evangelio de la gracia ha sido predicado en todos los continentes, mas no así el evangelio del reino … El evangelio del reino es el evangelio elevado. Este evangelio elevado será llevado a todos los continentes por medio de las iglesias en el recobro del Señor. Esta predicación, la cual es la señal más firme de la consumación de esta era, se llevará a cabo antes de la gran tribulación. Por tanto, la señal más importante de la consumación de esta era será la predicación del evangelio del reino por toda la tierra habitada. (Estudio-vida de Mateo, págs. 724-725)
Lectura para hoy
Todos tenemos nuestros propios deberes. Al cumplir con nuestro deber, no debemos actuar motivados por nuestra ansiedad, pues somos poseedores de la vida divina, la cual no conoce la ansiedad. Además, tenemos un Padre celestial, quien es todopoderoso, todo-inclusivo y cuida de nosotros en todo aspecto. Hoy en día, la gente de este mundo está llena de ansiedad, pero los ciudadanos del reino no debemos preocuparnos por nada. Con preocuparnos no podremos añadir un codo a nuestra estatura (Mt. 6:27). Con respecto a la moral, poseemos la vida y naturaleza de nuestro Padre, lo cual nos permite satisfacer los requisitos morales más elevados. Con respecto a nuestro vivir, disfrutamos del cuidado del Padre celestial. Sin embargo, esto no quiere decir que no es necesario que cumplamos con nuestros deberes. Si bien tenemos que cumplir con nuestros deberes, no debemos estar ansiosos. Al igual que los hijos de Israel, quienes tenían lo suficiente para vivir y ofrendaron ciertas porciones con diversos fines, nosotros también debemos obtener “una cosecha” y estar dispuestos a ofrendar cierta cantidad con diversos fines. Finalmente, todo lo que demos se acumulará en el banco celestial, y todas nuestras riquezas estarán allí.
El reino del Padre es la realidad del reino de los cielos hoy…Puesto que los ciudadanos del reino buscan primeramente el reino y la justicia de su Padre celestial, le serán dados Su reino y Su justicia, y además les será añadido todo lo que necesitan. (Estudio-vida de Mateo, págs. 280-281, 282)
Jonás fue un profeta que pasó tres días y tres noches enterrado en el vientre de un gran pez y sumergido en las aguas de la muerte. Después de tres días, él salió de allí. Esto tipifica la crucifixión y resurrección del Señor Jesús. El Señor Jesús dio a entender a las personas religiosas de su tiempo que su generación no vería otra señal que no fuese la señal única, la del Cristo crucificado y resucitado.
La atmósfera imperante entre algunas personas religiosas de nuestro tiempo es la misma que imperaba entre las personas religiosas en los tiempos de Jesús. Tales personas siempre están en procura de señales, milagros y sanidades. Sin embargo, al llevar la vida que es propia del reino de Dios no debemos hacer demostraciones de señales y prodigios; más bien, debe ser manifiesto ante los demás que somos personas crucificadas y resucitadas. La señal que es necesaria el día de hoy … es la de una persona crucificada y resucitada.
No debemos buscar la popularidad; más bien, debemos permanecer escondidos, ser humildes e insignificantes. Más aún, no debemos hacer exhibiciones ostentosas realizando milagros y señales. Por el contrario, cuanto más la gente nos pida señales, más debemos ir a la cruz y más debemos ser sepultados en las aguas de la muerte. Cuanto más la gente abrigue la expectativa de que realizaremos algo extraordinario, más tenemos que ir a la cruz para ser crucificados y a las aguas de la muerte para ser sepultados. Después de la crucifixión y la sepultura, experimentaremos la resurrección. Los ciudadanos del reino tenemos que ser personas que han sido crucificadas, sepultadas y en resurrección.(The Kingdom, págs.227-228)
Lectura adicional: Estudio-vida de Mateo, mensaje 22; The Kingdom, cap. 23
Witness Lee
Derechos reservados a:”Living Stream Ministry”
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Semana 19 --- El tercer viaje de Pablo
Martes --- Leer con oración: Hch 18:19-22; 16:6-10; Gá 1:16-18
“Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio” (Hch 16:10)
SEGUIR LA DIRECCIÓN DADA POR EL ESPÍRITU
En Hechos 18:19-21 leemos: “Y llegó a Éfeso, y los dejó allí; y entrando en la sinagoga, discutía con los judíos, los cuales le rogaban que se quedase con ellos por más tiempo; mas no accedió, sino que se despidió de ellos, diciendo: Es necesario que en todo caso yo guarde en Jerusalén la fiesta que viene; pero otra vez volveré a vosotros, si Dios quiere. Y zarpó de Éfeso”. El hecho de que Pablo haya permanecido tan poco tiempo en Éfeso la primera vez, es una señal de que andaba por el Espíritu. En su segundo viaje, quería ir a Asia para predicar el evangelio, pero el Espíritu no se lo permitió; entonces, recibió el llamamiento de Macedonia y fue hacia allá (Hch 16:6-10). Después de eso, pasó por Acaya, visitando a muchas iglesias, dispensando mucho tiempo a la iglesia en Corinto. Cuando pasó por Éfeso dejó allí a Aquila y Priscila.
Pablo permaneció poco tiempo en Éfeso; fue a la sinagoga para predicar a los judíos, y a pesar de que le rogaron que se quedase más tiempo, no estuvo de acuerdo y partió. Tal vez estuvo pocos días allí, porque era alguien que andaba en el Espíritu, y el Señor no le había abierto las puertas en Éfeso en aquel momento.
En Hechos 18:22, leemos: “Habiendo descendido a Cesarea, subió a Jerusalén para saludar a la iglesia, y luego descendió a Antioquía”. El texto griego no contiene la expresión “a Jerusalén”. Según el texto griego, puede interpretarse que Pablo no fue a Jerusalén, sino solamente a Cesarea, y después descendió a Antioquía. La mayoría de los estudiosos, dice que él fue a Jerusalén, no para llevar un informe, sino para saludar a los hermanos, ya que no fue enviado por Jerusalén sino por Antioquía, hacia donde regresó.
Cuando escribió a los gálatas, Pablo dice que no subió a Jerusalén, sino a las regiones de Arabia y sólo tres años después fue a Jerusalén para ver a Pedro (cfr. Gá 1:16-18). Aunque fue algo muy bueno y crucial el haber tenido comunión entre los apóstoles, no era necesario que Pablo hiciese eso, porque no era apóstol de parte de Jerusalén ni predicaba el evangelio a la manera de Jerusalén. Por eso, lo más probable, es que haya ido directamente a Antioquía después de desembarcar en Cesarea, pues Antioquía estaba al norte, mientras que Jerusalén estaba al sur, y concluyó así su segundo viaje ministerial iniciado en Hechos 15:40.
Podemos ver que Pablo vivía por el Espíritu de vida en su interior, pues, seguía la dirección que el Espíritu le daba a pesar de las dificultades enfrentadas y de los pedidos para que permaneciese en determinada ciudad.
Punto Clave: Obedecer la dirección del Espíritu
Pregunta: ¿Qué significa el hecho de que Pablo no haya ido a Jerusalén, sino directamente a Ant
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!
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SEMANA 5 — DÍA 2
Alimento matutino
Mt. 6:33-34 Mas buscad primeramente Su reino y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os inquietéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia inquietud…
24:14 Y será predicado este evangelio del reino en toda la tierra habitada, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
En [Mateo 24:4-14] vemos la verdadera historia relacionada con los judíos, desde la ascensión de Cristo hasta el fin de esta era, que son los tres años y medio de la gran tribulación. Antes que la gran tribulación venga, se habrán cumplido todos estos versículos. Lo último en llevarse a cabo será la predicación del evangelio del reino. Tengo la convicción de que las iglesias en el recobro del Señor cumplirán la comisión de llevar este evangelio a toda la tierra habitada. El evangelio de la gracia ha sido predicado en todos los continentes, mas no así el evangelio del reino … El evangelio del reino es el evangelio elevado. Este evangelio elevado será llevado a todos los continentes por medio de las iglesias en el recobro del Señor. Esta predicación, la cual es la señal más firme de la consumación de esta era, se llevará a cabo antes de la gran tribulación. Por tanto, la señal más importante de la consumación de esta era será la predicación del evangelio del reino por toda la tierra habitada. (Estudio-vida de Mateo, págs. 724-725)
Lectura para hoy
Todos tenemos nuestros propios deberes. Al cumplir con nuestro deber, no debemos actuar motivados por nuestra ansiedad, pues somos poseedores de la vida divina, la cual no conoce la ansiedad. Además, tenemos un Padre celestial, quien es todopoderoso, todo-inclusivo y cuida de nosotros en todo aspecto. Hoy en día, la gente de este mundo está llena de ansiedad, pero los ciudadanos del reino no debemos preocuparnos por nada. Con preocuparnos no podremos añadir un codo a nuestra estatura (Mt. 6:27). Con respecto a la moral, poseemos la vida y naturaleza de nuestro Padre, lo cual nos permite satisfacer los requisitos morales más elevados. Con respecto a nuestro vivir, disfrutamos del cuidado del Padre celestial. Sin embargo, esto no quiere decir que no es necesario que cumplamos con nuestros deberes. Si bien tenemos que cumplir con nuestros deberes, no debemos estar ansiosos. Al igual que los hijos de Israel, quienes tenían lo suficiente para vivir y ofrendaron ciertas porciones con diversos fines, nosotros también debemos obtener “una cosecha” y estar dispuestos a ofrendar cierta cantidad con diversos fines. Finalmente, todo lo que demos se acumulará en el banco celestial, y todas nuestras riquezas estarán allí.
El reino del Padre es la realidad del reino de los cielos hoy…Puesto que los ciudadanos del reino buscan primeramente el reino y la justicia de su Padre celestial, le serán dados Su reino y Su justicia, y además les será añadido todo lo que necesitan. (Estudio-vida de Mateo, págs. 280-281, 282)
Jonás fue un profeta que pasó tres días y tres noches enterrado en el vientre de un gran pez y sumergido en las aguas de la muerte. Después de tres días, él salió de allí. Esto tipifica la crucifixión y resurrección del Señor Jesús. El Señor Jesús dio a entender a las personas religiosas de su tiempo que su generación no vería otra señal que no fuese la señal única, la del Cristo crucificado y resucitado.
La atmósfera imperante entre algunas personas religiosas de nuestro tiempo es la misma que imperaba entre las personas religiosas en los tiempos de Jesús. Tales personas siempre están en procura de señales, milagros y sanidades. Sin embargo, al llevar la vida que es propia del reino de Dios no debemos hacer demostraciones de señales y prodigios; más bien, debe ser manifiesto ante los demás que somos personas crucificadas y resucitadas. La señal que es necesaria el día de hoy … es la de una persona crucificada y resucitada.
No debemos buscar la popularidad; más bien, debemos permanecer escondidos, ser humildes e insignificantes. Más aún, no debemos hacer exhibiciones ostentosas realizando milagros y señales. Por el contrario, cuanto más la gente nos pida señales, más debemos ir a la cruz y más debemos ser sepultados en las aguas de la muerte. Cuanto más la gente abrigue la expectativa de que realizaremos algo extraordinario, más tenemos que ir a la cruz para ser crucificados y a las aguas de la muerte para ser sepultados. Después de la crucifixión y la sepultura, experimentaremos la resurrección. Los ciudadanos del reino tenemos que ser personas que han sido crucificadas, sepultadas y en resurrección.(The Kingdom, págs.227-228)
Lectura adicional: Estudio-vida de Mateo, mensaje 22; The Kingdom, cap. 23
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