ALGUNA REFLEXION SOBRE LA BENDICIÓN DE TORONTO
Creo que seria un error querer contrarrestar esa nueva forma de religiosidad a golpe de versículos. No podemos caer en la tan extendida forma de exégesis bíblica de apoyar todos nuestros razonamientos con textos fuera de su contexto. Intentaremos explicar el fenómeno a través de un análisis basado en la fenomenología de la religión y en la Biblia.
Algo esta ocurriendo en el mundo religioso. Asistimos, por una parte, a una total relativización de nuestras creencias cristianas:, unos creen en la reencarnación, otros dicen no tener clara la divinidad de Jesucristo. Cada vez hay mas gente que se declara agnóstica y de entre los que dicen no creer en nada hay quienes oran.
Por otro lado parece como si hubiese un sarpullido neoesotérico y neoespiritual en nuestra sociedad. Televisión, radio, etc., se hacen eco del conjunto de hechos extraordinarios o inexplicables con apariciones, contactos, sanaciones, etc.
Parece como si hubiese quedado libre cierto potencial religioso institucionalizado, que ahora vaga libre y a disposición de quien quisiera atraparlo y darle forma. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que estamos ante una nueva configuración de lo religioso en nuestra sociedad.
Cuando deseamos encontrar alguna explicación a esta serie de manifestaciones son varios los intentos que podemos hacer. Como ante tantas manifestaciones complejas del espíritu humano, algunas ofrecen rasgos y aspectos que entran dentro del campo socio-cultural-religioso.
- La trivialización de los sagrado en una época y país de mucha secularización. Al encontrarnos ante expresiones pobres, ñoñas, banales de lo sagrado, a algunos cristianos les cuesta poco reaccionar. Ante un contexto secularizado quieren volver al encuentro con Dios saliéndose de las formas típicas.
- La privatización de la religión o alternativa a los sistemas oficiales. Es importante comprobar el alto grado de oposición a lo establecido que recogen ciertas prácticas. Casi todas se inscriben en la contestación y protesta en contra de las creencias oficialmente establecidas. Les cuesta reconocer, que en el fondo, su actuación es una especie de revancha contra todo lo que huele a ortodoxo.
- La emoción en la religion., toda experiencia religiosa esta llena de sentimiento emotivo. Es una de las experiencias fundamentales en la religión, más alla de formulaciones dogmáticas o institucionales. La exaltación religiosa como presencia de lo sagrado está en la raíz del hombre. Pero aún así, no siempre ha estado en primer plano. Jesús mismo reclamó que nuestra emoción, como componente de nuestra personalidad, estuviera presente. (Mt. 11,17) La característica de este grupo parece ser, sin embargo, el predominio de lo emocional. Se valora lo que hace temblar nuestros sentimientos. Ninguna experiencia es buena si no hace vibrar las cuerdas de nuestra sensibilidad emocional.
Ademas esta tiene que pasar por el grupo o comunidad. Normalmente no se desarrolla en el individuo en solitario. Me permito afirmar, con alguna reserva, que se trata de una emoción mediatizada por la comunidad y por un líder carismático.
Entrando un poco en argumentos teológicos salta a la vista que el ser testigos, Hch. 1,8 no tiene nada que ver con hechos para-religiosos. Si realmente tenemos que reflejar lo que hacía, decía, predicaba Jesús, no se entiende el énfasis en ciertos aspectos religiosos.
No encuentro en ningún lugar de la Escritura, a no ser en el camino del calvario, que Jesús cayera, temblara o que parecieses que estaba borracho. Ya no menciono los lloros y los gritos de Jesús que nada tienen que ver con manifestaciones emocionales, sino con el dolor y el abatimiento.
La risa es una reacción a un estimulo y no todos reaccionamos “igual”.
En los dos únicos casos que encontramos en la Biblia de risa no tiene nada que ver con una manifestación especial del Espíritu Santo.
Cuando el angel anunció a Abraham que su mujer tendría un hijo. Génesis 18,12 y en el Salmo 2 cuando dice que Dios se reira de los que se le oponen.
En el primero la risa fue una manifestación de incredulidad y en el segundo de burla. En ningún caso es síntoma de bendición.
Dicho con todos los respetos para mis hermanos que creen en esta manifestación, en ninguna parte de la Palabra encontramos que la risa sea una manifestación del Espíritu Santo.
La riso-terapia es muy positiva para el cuerpo y lógicamente afecta al nuestro psiquis, pero decir que esta es una manifestación del Espíritu Santo me parece tremendamente atrevida.
Creo que seria un error querer contrarrestar esa nueva forma de religiosidad a golpe de versículos. No podemos caer en la tan extendida forma de exégesis bíblica de apoyar todos nuestros razonamientos con textos fuera de su contexto. Intentaremos explicar el fenómeno a través de un análisis basado en la fenomenología de la religión y en la Biblia.
Algo esta ocurriendo en el mundo religioso. Asistimos, por una parte, a una total relativización de nuestras creencias cristianas:, unos creen en la reencarnación, otros dicen no tener clara la divinidad de Jesucristo. Cada vez hay mas gente que se declara agnóstica y de entre los que dicen no creer en nada hay quienes oran.
Por otro lado parece como si hubiese un sarpullido neoesotérico y neoespiritual en nuestra sociedad. Televisión, radio, etc., se hacen eco del conjunto de hechos extraordinarios o inexplicables con apariciones, contactos, sanaciones, etc.
Parece como si hubiese quedado libre cierto potencial religioso institucionalizado, que ahora vaga libre y a disposición de quien quisiera atraparlo y darle forma. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que estamos ante una nueva configuración de lo religioso en nuestra sociedad.
Cuando deseamos encontrar alguna explicación a esta serie de manifestaciones son varios los intentos que podemos hacer. Como ante tantas manifestaciones complejas del espíritu humano, algunas ofrecen rasgos y aspectos que entran dentro del campo socio-cultural-religioso.
- La trivialización de los sagrado en una época y país de mucha secularización. Al encontrarnos ante expresiones pobres, ñoñas, banales de lo sagrado, a algunos cristianos les cuesta poco reaccionar. Ante un contexto secularizado quieren volver al encuentro con Dios saliéndose de las formas típicas.
- La privatización de la religión o alternativa a los sistemas oficiales. Es importante comprobar el alto grado de oposición a lo establecido que recogen ciertas prácticas. Casi todas se inscriben en la contestación y protesta en contra de las creencias oficialmente establecidas. Les cuesta reconocer, que en el fondo, su actuación es una especie de revancha contra todo lo que huele a ortodoxo.
- La emoción en la religion., toda experiencia religiosa esta llena de sentimiento emotivo. Es una de las experiencias fundamentales en la religión, más alla de formulaciones dogmáticas o institucionales. La exaltación religiosa como presencia de lo sagrado está en la raíz del hombre. Pero aún así, no siempre ha estado en primer plano. Jesús mismo reclamó que nuestra emoción, como componente de nuestra personalidad, estuviera presente. (Mt. 11,17) La característica de este grupo parece ser, sin embargo, el predominio de lo emocional. Se valora lo que hace temblar nuestros sentimientos. Ninguna experiencia es buena si no hace vibrar las cuerdas de nuestra sensibilidad emocional.
Ademas esta tiene que pasar por el grupo o comunidad. Normalmente no se desarrolla en el individuo en solitario. Me permito afirmar, con alguna reserva, que se trata de una emoción mediatizada por la comunidad y por un líder carismático.
Entrando un poco en argumentos teológicos salta a la vista que el ser testigos, Hch. 1,8 no tiene nada que ver con hechos para-religiosos. Si realmente tenemos que reflejar lo que hacía, decía, predicaba Jesús, no se entiende el énfasis en ciertos aspectos religiosos.
No encuentro en ningún lugar de la Escritura, a no ser en el camino del calvario, que Jesús cayera, temblara o que parecieses que estaba borracho. Ya no menciono los lloros y los gritos de Jesús que nada tienen que ver con manifestaciones emocionales, sino con el dolor y el abatimiento.
La risa es una reacción a un estimulo y no todos reaccionamos “igual”.
En los dos únicos casos que encontramos en la Biblia de risa no tiene nada que ver con una manifestación especial del Espíritu Santo.
Cuando el angel anunció a Abraham que su mujer tendría un hijo. Génesis 18,12 y en el Salmo 2 cuando dice que Dios se reira de los que se le oponen.
En el primero la risa fue una manifestación de incredulidad y en el segundo de burla. En ningún caso es síntoma de bendición.
Dicho con todos los respetos para mis hermanos que creen en esta manifestación, en ninguna parte de la Palabra encontramos que la risa sea una manifestación del Espíritu Santo.
La riso-terapia es muy positiva para el cuerpo y lógicamente afecta al nuestro psiquis, pero decir que esta es una manifestación del Espíritu Santo me parece tremendamente atrevida.