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ALGUNAS COSAS NO SON NEGOCIABLES
El Hombre: La habitación de Dios por A. W. Toser
Traducción por: Past. Samuel Daniele
Will Rogers dijo una vez que una manera segura de prevenir las guerras es abolir las conferencias de paz.
Ciertamente Will como es usual, ha querido usar esta provocación para dar una sacudida al hábito perezoso de reemplazar las palabras por los hechos. Hay sin embargo en observación algo más que una verdad incómoda.
Ésta es la época en que por sobre todo, se distingue por el palabrerío más que nada. No pasa un día en que los periódicos intitulan sus paginas con "Comenzando los diálogos, o se reiniciaron algunos diálogos". Todos estas interminables reuniones oficiales nacen, porque está la idea de que todas las diferencias existentes entre los hombres se ha debido a la incapacidad de entenderse y por consiguiente si se pudieran descubrir las opiniones consecuentemente se encontrara la solución para llevarse bien de acuerdo todos. Al final bastaría simplemente sonreír, darse un apretón de manos, volver a casa y vivir feliz.
En la base de todo esto está la filosofía empalagosa del "nosotros somos todos los hermanos" que ha hecho pie en las mentes de muchos, entre nuestros educadores y políticos (los ideólogos del comunismo real lo conocen muy bien; quizás esto pasa porque se está creando un número de alarmas que los devotos del que "somos-todos-hermanos" están desplomándose en confusión, intentando mantener la sonrisa aun cuando están por ser muertos) Tolerancia, caridad, y comprensión, buena voluntad, paciencia y otras palabras son tomadas de la Biblia, torciendo su sentido original y aplicado indiscriminadamente en cada situación. El secuestrador no raptará a tu niño si intentas entender, el ladrón que entra en tu casa con el arma no es mal intencionado solo está deseoso de amistad y de hermandad; el asesino podría ser disuadido de cometer su delito si sólo alguien tuviera fe en su bondad de base y se comenzara a hablar con él. Todos estos conceptos son atribuidos a Jesús, mientras que en realidad no lo son.
Hoy la cuestión más importante es mantener el contacto. No se debe jamás dejar morir el diálogo y ninguna decisión debe aceptarse como definitiva; todo puede ser negociado. Donde hay vida hay diálogo y donde hay dialogo hay esperanza. "mientras tanto que se discute no se dispara por la espalda" así dicen los defensores de los largos diálogos, y en el decir se olvidan de Pearl Harbor.
Este punto de vista también ha tocado a la iglesia y no tiene que parecer extraño ya que casi todos lo que se hace en la iglesia de nuestros días, está inspirado del mundo. Yo lo observo como una sufrida diversión a los predicadores del agua de rosas que esforzándose en ser profetas intentan proponer sus argumentos aprendidos de los psiquiatras, de los sociólogos, de los científicos y de los educadores. La habilidad de predicar correctamente lo que es la pública opinión, es una habilidad que esta diseñada de tal manera que los predicadores pueden hablar en voz alta sin pasar problemas.
Un nuevo Decálogo ha sido adoptado por éstos cristianos nuevos y tímidos de nuestros días, y la primera ley dice: "No tiene que estar en desacuerdo" y las bienaventuranzas comienzan "Bendita esas personas que toleran todo, porque ellos no serán responsables de nada". Ahora se acepta el hecho de que cuando se habla de diferencias religiosas en público se pone bien en claro que ninguno quiere convertir a nadie más bien se quiere subrayar los errores de la fe de los otros. El propósito de estos diálogos no es poner luz en la verdad, pero si, descubrir el pensamiento de otras religiones para considerar su beneficio y esperar que el otro haga lo mismo con nosotros.
Es un lugar común que las personas están en desacuerdo en temas de poca importancia. Nadie es tolerante en lo que concierne a la propia vida o la vida de sus hijos y nadie estaría de acuerdo con negociar sobre temas religiosos considerados vitales para la vida eterna. Imagina a Moisés convocado alrededor de la mesa redonda para discutir si es justo tener un becerro de oro o Elías mientras está entreteniéndose en una amable discusión con los profetas de Baal. Intenten pensar en el Sr. Jesús Cristo deseoso de establecer un diálogo con los Fariseos para alcanzar puntos coincidentes entre ellos, o a Atanasio que intenta de limar las diferencias que lo separaban de Ario de manera que su pudiera aumentar la unión entre ellos; o aun considerar a Lutero postrado delante del Papa en el nombre de una unidad entre Cristianos.
El deseo de placer aun sin ser respetado constituye una gran debilidad en el carácter del ser humano y para de los ministros de Cristo esta debilidad no es excusable. La imagen del hombre de Dios siempre sonriente, el apretón de manos suave y de quien la cabeza siempre cabecea en un perpetuo sí no tiene nada que ver con la imagen que se encuentra en las Escrituras.
La bendición de Dios es prometida a las personas que están y se esfuerzan en favor de la paz, pero los negociadores religiosos tendrían que tener cuidado con los pasos que dan. La habilidad de aplacar el litigio entre los miembros de la casa de Dios es un regalo que tiene que ser cultivado asiduamente. El espíritu de discernimiento que puede reconciliar a los amigos separados a través de las oraciones e invocaciones es considerado por las Escrituras más precioso que los diamantes.
Todo esto es justo, pero el esfuerzo por mantener la unidad a costa de la verdad y la justicia es toda otra cosa. Intentar ser amigos con quienes que no quieren ser amigos de Cristo es una manera de traicionar a nuestro Señor. La oscuridad y luz no pueden estar juntas. Algunas cosas no son negociables.
APOCALYPSE soon
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