algun pastor o hermano estudioso, que me explique todo lo referente al don de lenguas

Estimado Fchapa:

Porque busca entre los hombre lo que esta en Dios?

Esto solo le va a llevar a la amrgura de su alma y creame no es nada recomendable.

Vaya al Señor, hable con El, abra su corazon delante de El.

Preguntele a El, hable con su Santo Espiritu.

Dios le guarde

Victor
 
A TODOS:

Una gran parte de la Iglesia hoy no es "ni caliente ni fría", experimentando poco o nada la vida de Cristo y, por lo tanto, faltando en dar testimonio del mismo. Muchos del pueblo de Dios sin instrucción en la Palabra, y sin experiencia en la verdadera vida del Espíritu, anhelan, sin embargo, un conocimiento más pleno de Cristo y una experiencia más real de su poder. Es a éstos que Satanás se dirige en este falso Pentecostalismo que pretende manifestar la vida que falta en las iglesias, pero no presenta más que una falsificación emocional de la presencia y obra del Espíritu Santo.
Los Pentecostales sostienen que son bautizados por el Espíritu Santo y que la evidencia que sigue a este bautismo es la recepción del don de lenguas. Esto no tiene ningún fundamento Escritural.
El primer fruto de la presencia del Espíritu Santo es la santidad. Esto no se ve en el pentecostalismo; por lo contrario, hay a menudo una marcada tolerancia de pecado, acompañada de extravagancias emocionales. La Palabra de Dios nos previene "Por sus frutos los conoceréis".
El don de lenguas, es decir, de idiomas (porque esto es siempre el significado de la palabra), fue una manifestación del Espíritu de Dios. En Pentecostés esta manifestación tuvo como propósito la proclamación de las Buenas Nuevas a los judíos primero, como lo había mandado el Señor. Se habían reunido en Jerusalén en ese día, para celebrar la fiesta, judíos de muchas naciones distintas, y hablaban distintos idiomas. Así que el Espíritu Santo, morando ya en los creyentes, los capacitó para que predicasen el Evangelio en ese día, en los distintos idiomas de estas personas. Ellos no hablaron en lo llamado "lenguas celestiales". Como lo hacían los paganos, una jerga que nadie puede entender, que es simplemente el producto de un estado emocional forzado y anormal que, en muchos, no es difícil de inducir.

Los Corintios vivían en una ciudad pagana, licenciosa y extremadamente supersticiosa estaban afectados por la moralidad y filosofía pagana y es evidente que la superstición pagana había influenciado no solo su moralidad, sino también su juicio con respecto a las manifestaciones, o dones del Espíritu. Esto se ve en su falta de comprensión y por su abuso del don de idiomas. En el culto pagano, la palabra ininteligible, considerada como el lenguaje de un dios, desconocido por los hombres, como milagrosa y de gran poder. Los convertidos carnales de Corinto, que antes habían creído esto, no podían distinguir entre las experiencias y pretensiones psíquicas extáticas de los paganos y las verdaderas manifestaciones del Espíritu de Dios. Mientras que en el día de Pentecostés se hablaron lenguas vivas, algunos de estos corintios convertidos del paganismo habían corrompido el don de idiomas a algo a lo cual ya estaban acostumbrados en su anterior culto pagano, considerando como lenguaje celestial a las palabras sin sentido.
Esta parece haber sido la única iglesia afectada de esta manera, para muchos en Corinto les era aún difícil comprender que un ídolo no era nada y que la carne sacrificada era simplemente carne (1ª Corintios 8:1-7). Era difícil desprenderse de la influencia de las antiguas creencias. Al considerar los errores en la iglesia en Corintio es necesario tener en cuenta la influencia de sus vidas pasadas. No debería haber tenido tal influencia sobre ellos. El Espíritu Santo les hubiera librado de la misma, como lo hace con todo aquel que se entrega completamente a él, pero ellos eran carnales. En ese estado las viejas supersticiones todavía influenciaban sus pensamientos y acciones.
No fue dado ningún don del Espíritu para hablar con Dios; no era necesario.
Cristo no habló a Dios por medio de un lenguaje celestial manifestado por el Espíritu. Todos los dones del Espíritu fueron dados para hablar, o de otra manera para ministrar a los hombres.
La creencia pagana que uno podía comunicarse mejor con los dioses por el idioma de los dioses. El creyente en Cristo sabe que sólo tiene que elevar su corazón a Dios y que Dios le entiende mejor de lo que él mismo se entiende.
Pero consideremos más de cerca la situación que se enfrentó Pablo en Corinto. Esto es necesario si hemos de comprender lo que escribe en el capítulo 14 de Corintios. Dará luz aún sobre las palabras que él emplea. La palabra griega traducida misterio en el versículo dos es musterión. El término en español ha sido adaptado del griego. La definición de musterión es "un secreto o un misterio" (por la idea del silencio impuesto por la iniciación en ritos religiosos). Es un término usado comúnmente en las religiones paganas y también en el Nuevo Testamento refiriéndose a las cosas de Dios que no podían ser conocidas por el hombre salvo por revelación de Dios. La revelación dada por el Espíritu Santo de estas cosas, no es oscura sino clara y es dada para ser comunicada al pueblo de Dios.
(1ª Corintios 2:1-16). No es dada en privado mediante palabras desconocidas.
En las religiones paganas, esta palabra se refería a los secretos ocultos de los dioses, que sólo podían conocer los iniciados. Aquellos que eran iniciados en tales misterios alegaban tener contacto con el mundo de los espíritus por excitación emocional, revelaciones, el obrar en milagros y el hablar de palabras desconocidas que eran reveladas por los espíritus. En la iglesia del Nuevo Testamento cada creyente es iniciado.

PUNTOS IMPORTANTES:
(1) Con respecto al hablar en palabras desconocidas, en una lengua no viva (como lo hacían los paganos), era prohibido, y son dadas las razones.
(2) Con respecto al hablar en una lengua viva dada por el Espíritu, pero desconocida por los oyentes, esto también era prohibido, a menos que pudiese ser interpretada.
También son dadas las razones. Pero se aclaró que no debía ser prohibido cuando había un interprete.
(3) Se declara que el don de profecía (predicación), definido como "hablando a los hombres para edificación, exhortación y consuelo" 1ª Corintios 14:3. Es mayor que el don de una lengua viva y que todos debieran buscarlo con avidez.
El propósito del don de una lengua viva fue sólo para que el Evangelio pudiera ser predicado a aquellos, que de otra manera no podrían oírlo, y no para un despliegue del poder para hablarlo.
(4) El don de una lengua viva no era una señal para creyentes sino para incrédulos, para quienes era una señal condenatoria.
No era dado este don para que el creyente lo exhibiera entre creyentes. No era para el beneficio del creyente ni para su gloria.
(5) El don de hablar en lenguas no era para capacitar al creyente para "hablar secretos con Dios". Ese era un concepto pagano. Nunca, en todo el trato de Dios con los hombres dio, palabras espirituales para comunicarse con él; es completamente contrario a la manera en que se comunica él con los hombres y los hombres con él.
Sólo entre los paganos existió tal práctica.
El don era para hablar y ser comprendido por todos. "Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire".
1ª Corintios 14:9.
La predicación debe ser comprendida para los que oyen puedan "juzgar" si es en el Espíritu, de acuerdo con la palabra. Con respecto a la oración, también se dice que debe ser inteligible a los demás hermanos presentes, para que les sea posible decir Amén
"Recibiréis poder" - para ser testigos (Hechos 1:8). El poder era para testificar.
(6) en las iglesias del Nuevo Testamento, cada miembro era un sacerdote con el derecho y la responsabilidad de tomar parte en el ministerio en las reuniones de la iglesia. Sin embargo, Pablo limita el numero de aquellos que deberían de tomar parte en una reunión. No más de dos, o al sumo tres deberían ministrar en un idioma extraño por interpretación. El número de los que hablan en un idioma conocido es también limitado a dos o a tres.
(7) No más de tres a la vez deberían tomar parte. Esto incluye la orgía y desorden emocional de tener a muchos predicando, testificando y orando al mismo tiempo.
(8) Nadie debería monopolizar el tiempo; se debería dar la oportunidad de tomar parte a otros que sienten que tienen algo del Señor para dar.
(9) "Los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas"
(1ª Corintios 14:32). Esto expone un principio espiritual fundamental.
Aquellos que se entregan a extravagancias emocionales, sostenían que estaban bajo el control del Espíritu y, por lo tanto, no eran responsables personalmente por lo que hacían, de modo que no se les debería criticar.
Decían que el Espíritu Santo era el responsable.
Muchos creyentes sinceros han sido llamados al error por un culto no Escritural del Espíritu Santo.
Aquellos que conocen el movimiento "Pentecostal" saben que se utilizan leyes y las manipulaciones empleadas en el hipnotismo, el mesmerismo, y el espiritismo para producir los efectos que, según afirman falsamente, son la obra del Espíritu Santo.
Los predicadores Pentecostales que procuran producir avivamientos, y los sanadores, confían en el frotar de la cabeza durante la "imposición de manos" para el "bautismo de Espíritu", los esfuerzos emocionales para impartir alguna influencia por el contacto humano, la repetición continua de una palabra (gloria, aleluya, amen, etc...) Y el consejo de permitir que la lengua y la mandíbula se muevan libremente de por si cuando están buscando el "don de lenguas", el uso de métodos conocidos para inducir la histeria en grupos de personas, para producir lo que llaman "las señales que siguen".
¿Habrá necesidad de decir a aquellos que conocen la verdadera presencia del Espíritu Santo, que las "señales" producidas de esa manera no tienen ninguna relación con su presencia o su obra, sino que son falsificaciones, puramente psíquicas, fingidas a veces deliberadamente y aprovechadas a menudo, por espíritus malignos? Es esta la razón por la cual uno que está produciendo tales efectos podrá, al mismo tiempo, estar en pecado. La santidad de vida no tiene ningún significado en el producir fenómenos psíquicos. Ni tiene ninguna influencia en la práctica de tales fenómenos, sean reales o fingidos.
La razón por la cual el pueblo de Dios puede ser fácilmente engañado por tales fenómenos es la ignorancia generalizada con respecto a su naturaleza, sus manifestaciones y de cómo son producidos, junto con la ignorancia igualmente grande que prevalece en nuestros días, de la verdadera naturaleza y manifestaciones de la actividad del Espíritu Santo en el creyente y por medio de él. Por sincera que sea una persona Pentecostal (y es, a menudo verdaderamente sincera) éste es el método que emplea. Jamás encontramos en la Palabra de Dios al hombre obteniendo el poder del Espíritu de Dios por tales medios. El Espíritu Santo es siempre soberano, se manifiesta a si mismo "como él quiere" (1ª Corintios 12:11-18). Lo hace siempre y sólo de acuerdo con la Palabra y la voluntad de Dios. El hombre nunca puede inducir ni producir su presencia o poder. El Espíritu de Dios se manifestará "como él quiere" de acuerdo con la Palabra de Dios en cada uno de aquellos y que andan "en el Espíritu", separados del pecado, buscando en verdad la voluntad de Dios por fe y entregados a él porque aman a Cristo de todo corazón (Juan 14:21, 23).
La acción que debe tomar el hombre es el de separarse de todo lo que no agrada a Dios, de andar en completa obediencia a su Palabra, de buscar humildemente conocer su voluntad en todas las cosas y de creer, sin duda alguna, que él le capacitará en forma plena por el poder de su Espíritu, para obedecer esa voluntad. Tal persona nunca necesitará inducir una manifestación del Espíritu, el Espíritu será fiel en guiarlo y se manifestará a través de él, cumpliendo toda la voluntad de Dios en su vida. Que el pueblo de Dios no es capaz de discernir la diferencia entre fenómenos psíquicos y una manifestación del Espíritu del Dios viviente manifiesta la gran falta de conocimiento y experiencia espiritual en las iglesias de hoy.
El Pentecostalismo moderno es, en verdad un gran engaño con que Satanás ha burlado al pueblo de Dios, sin discernimiento, apareciendo como un ángel de luz. Esta ignorancia, naturalmente, puede afectar naturalmente, al predicador al igual que al oyente. El predicador es llevado por sus emociones y (estando consciente de que está ejerciendo un poder y gloriándose en el mismo) podrá creer que está abriendo el camino para la obra del Espíritu Santo. Esto hace que él sea un instrumento más peligroso en las manos de Satanás, aunque el mismo no este consciente de ello.
El hecho de creer que el Espíritu Santo es manifestado en la persona, justifica su orgullo y cualquier otro pecado que tuviera. El creyente que es verdaderamente usado por el Espíritu, siente profundamente su indignidad y desea que toda la gloria sea dada sólo a Dios.
Los Pentecostales están muy divididos, y hay entre ellos muchas doctrinas distintas.
Algunos tratan de mantener una disciplina moral más alta aun cuando practican excesos emocionales. Otros, los de congregaciones de más antigüedad, han vuelto a un estado religioso formal en el que hay poco que los distinga de otras iglesias formales.

SIGUE MAS....

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hermano Siervo Fiel
gracias por tuso comentarios acertedos acerrca de este don,
:ojos: estoy esperando a que termines tu comentario, porque creo que te quedaste pendiente,
La acción que debe tomar el hombre es el de separarse de todo lo que no agrada a Dios, de andar en completa obediencia a su Palabra, de buscar humildemente conocer su voluntad en todas las cosas y de creer, sin duda alguna, que él le capacitará en forma plena por el poder de su Espíritu, para obedecer esa voluntad. Tal persona nunca necesitará inducir una manifestación del Espíritu, el Espíritu será fiel en guiarlo y se manifestará a través de él, cumpliendo toda la voluntad de Dios en su vida. Que el pueblo de Dios no es capaz de discernir la diferencia entre fenómenos psíquicos y una manifestación del Espíritu del Dios viviente manifiesta la gran falta de conocimiento y experiencia espiritual en las iglesias de hoy.
El Pentecostalismo moderno es, en verdad un gran engaño con que Satanás ha burlado al pueblo de Dios, sin discernimiento, apareciendo como un ángel de luz. Esta ignorancia, naturalmente, puede afectar naturalmente, al predicador al igual que al oyente. El predicador es llevado por sus emociones y (estando consciente de que está ejerciendo un poder y gloriándose en el mismo) podrá creer que está abriendo el camino para la obra del Espíritu Santo. Esto hace que él sea un instrumento más peligroso en las manos de Satanás, aunque el mismo no este consciente de ello.
El hecho de creer que el Espíritu Santo es manifestado en la persona, justifica su orgullo y cualquier otro pecado que tuviera. El creyente que es verdaderamente usado por el Espíritu, siente profundamente su indignidad y desea que toda la gloria sea dada sólo a Dios.
Los Pentecostales están muy divididos, y hay entre ellos muchas doctrinas distintas.
Algunos tratan de mantener una disciplina moral más alta aun cuando practican excesos emocionales. Otros, los de congregaciones de más antigüedad, han vuelto a un estado religioso formal en el que hay poco que los distinga de otras iglesias formales.

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