Aleluya





[1] Cuando estábamos en Babilonia,
lejos de nuestro país,
acostumbrábamos sentarnos
a la orilla de sus ríos.
¡No podíamos contener el llanto
al acordarnos de Jerusalén!
[2] En las ramas de los árboles
que crecen junto a esos ríos
colgamos nuestras arpas.
[3] Los mismos soldados
que nos sacaron de Israel
y nos hacían trabajar,
nos pedían estar alegres;
¡querían oírnos cantar!
¡Querían que les cantáramos
canciones de nuestra tierra!
[4] ¡Jamás cantaríamos
en tierra de extranjeros
alabanzas a nuestro Dios!
[5-6] ¡Jerusalén, Jerusalén!
Si llegara yo a olvidarte,
¡que la mano derecha se me seque!
¡Que me corten la lengua
si por estar alegre
dejo de pensar en ti!

‭Salmos 137:1-6 TLAI‬


 
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Bienaventurados los pobres en espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran,
porque ellos recibirán consolación.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Bienaventurados los que tienen hambre
y sed de justicia,
porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los de limpio corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores,
porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución
por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados sois cuando por mi causa
os vituperen y os persigan,
y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Gozaos y alegraos,
porque vuestro galardón
es grande en los cielos;
porque así persiguieron a los profetas
que fueron antes de vosotros.

S. Mateo 5:3-12 RVR1960


Enjugará Dios toda lágrima
de los ojos de ellos;
y ya no habrá muerte,
ni habrá más llanto,
ni clamor, ni dolor;
porque las primeras cosas
pasaron.

Apocalipsis 21:4 RVR1960


 
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