Re: Adan y sus contemporaneos
No hay garantía en ser judío. Es cierto, de hecho podríamos culpar a los judíos, por ejemplo, los Rothschild, por el mal que han causado al mundo y a los propios judíos. También es cierto que serán los judíos los que levanten al Anticristo. Me duele aceptarlo pero es una realidad. Israel es una marioneta de EE.UU. y EE.UU. una marioneta de Israel para lo que supone la invasión judía del Medio Oriente, la toma de Babilonia y Bagdad, el atentado al World Trade Center, y muchas más conspiraciones. No obstante, Jesús dijo: “de la higuera aprended la parábola, cuando su fruto está maduro… sabed que el tiempo ha llegado”. Otro pasaje dice: “ahí donde abunda la necesidad-mal ahí también abunda la gracia”. Así como hay una poderosa élite de judíos que van a meter a nuestro planeta en más problemas de los que ya están metidos y van a preparar el reino del Dajjal, el Hijo de la Perdición, así también está la higuera que está dando buenos frutos y está haciendo su cometido. Nosotros los judíos somos el problema y a la vez la solución del mundo, porque “la salvación viene de los judíos”, fue dicho. La diferencia entre una persona que investiga sobre un lugar y otra, que es de aquel lugar Y además investiga, es que el segundo, trabaja en el terreno y tiene todas las ventajas que ellos supone. Eso es comprensible para cualquiera que investigue y estudie. Quien se mete en estos temas comprende lo que estoy diciendo.
Hermano Israel Robles, le dije que existe evidencia sobre presencia humana antes de Adán y lo reitero. Existe evidencia incluso de antes de los Australopitecus, de los Paranthropus, los Ramapitecus y de los Ardipithecus. Adán se cree que vivió, según los ortodoxos judíos, sobre el 5.500 a.C., y la especie Homo se enseña popularmente que surgió hace 250.000 años, a pesar de que otras evidencias llegaron a salir a la luz, situando al hombre sobre los 1,5 millones de años. Algunos ejemplos del Mioceno son el Sahelanthropus tchadensis, que se estima como uno de los ancestros del hombre –lo cierto es que es simplemente un mono- que data de 6,5 millones de años atrás, y los primeros Homo erectus u Homo ergaster que aparecen en escena son de hace 3 millones de años a los sumo. Todo esto es un escenario ficticio tendencioso que no se ajusta a la realidad. En Castenedolo (Italia) Giuseppe Ragazzoni halló en 1860 esqueletos humanos modernos de 4 millones de años. En Delémont (Suiza) Gabriel de Mortillet descubrió evidencias físicas humanas en un estrato de más de 38 millones de años. Garrigou también halló evidencias del Mioceno (5-25 millones de años) de Midi en Francia. El mismo descubridor evolucionista de muchos hallazgos en pro de la hipótesis evolutiva, Richard Leakey, halló un cráneo humano bajo una capa de roca que data de hace 212 millones de años. Hay más de 400 evidencias, entre esqueletos, herramientas y otras piezas importantes conocidas OFICIALMENTE. Uno de mis favoritos es el esqueleto humano moderno descubierto en Guadalupe (México) de 1812, con una antigüedad de 28 millones de años, que fue llevado a un Museo de Londres. Los descubrimientos de esqueletos humanos, pisadas de botas, fósiles humanos, herramientas humanas y demás, no sólo superan la farsa de que el hombre apareció entre el Pleistoceno y el Holoceno en la era Cenozoica, sino que llegan a registrar su presencia hasta el Carbonífero, en la era Paleozoica. Aunque ha habido hallazgos sofisticados de más allá del Cámbrico.
Sobre el pasaje de Henoc, hay unos malajím que fueron encerrados por 7.000 años, y otros por 10.000 años: “Después volví hasta donde todo era caótico; y allá vi algo horrible: no vi ni cielo en lo alto ni tierra firme fundamentada, sino un sitio informe y terrible. Vi allí cuatro estrellas del cielo encadenadas que parecían grandes montañas ardiendo como fuego. Entonces pregunté: "¿Por qué pecado están encadenadas y por qué motivo han sido arrojadas acá?". Uriel el Vigilante y el Santo que estaba conmigo y me guiaba, me dijo: "Janoj ¿por qué preguntas y te inquietas por la verdad? Esta cantidad de estrellas de los cielos son las que han transgredido el mandamiento del Señor y han sido encadenadas aquí hasta que pasen diez mil años, el tiempo impuesto según sus pecados. Desde allí pasé a otro lugar más terrible que el anterior y vi algo horrible: había allá un gran fuego ardiendo y flameando y el lugar tenía grietas hasta el abismo, llenas de columnas descendentes de fuego, pero no pude ver ni sus dimensiones ni su magnitud ni haría conjeturas. Entonces dije: "¡Qué espantoso y terrible es mirar este lugar!". Contestándome, Uriel el Vigilante y el Santo, que estaba conmigo me dijo: "Janoj ¿por qué estás tan atemorizado y espantado?". Le respondí: "Es por este lugar terrible y por el espectáculo del sufrimiento". Y él me dijo: "Este sitio es la prisión de los ángeles y aquí estarán prisioneros por siempre".” (1ª Henoc 21:1-10)
Hermano, los demonios se manifestaban desde antes del Diluvio. Si desde Adán hasta Jesús hubo 5.500 años ¿cómo es posible que entre Henoc y Jesús hubiesen 7.000 años? Sobre los demonios que ya se manifestaban en tiempos del lejano Egipto y de Sumer dice: “Y es el paraíso al norte de [donde] se coloca, para despertar las almas de los demonios a los olvidados que ascienden al árbol de la vida, que comen de su sector de las frutas y [así] condenan a las autoridades y a sus ángeles.” (Texto Guardado de la Rebelión 110:24-29)
“Los que adoran la piedra y los que fabrican imágenes de oro, plata, madera, barro (arcilla) y los que adoran espíritus impuros (a los espíritus malos) y a los demonios y toda clase de ídolos sin discernimiento, a ellos ninguna ayuda les llegará de parte de estos.” (1ª Henoc 99:7. Quinto Libro, Libro de los Sueños)
“Por lo tanto, viendo que el Oscuro Arcano había maldecido a sus compañeros similares, la Sabiduría de vida explotó, y desde el primer cielo con gran poder [vino] y quitó a estos Arcanos de sus cielos y los precipitó en el mundo, de modo que el pecador permanecerá en la forma de malos demonios en la tierra.” (Texto Guardado de la Rebelión 121:27-34)
“Después Uriel me dijo: "Aquí estarán los Vigilantes que se han conectado (unido) por su propia cuenta con mujeres. […] han descarriado a los humanos para que sacrifiquen a demonios y dioses, hasta el día del gran juicio, en que serán juzgados y encontrarán su final.” (1ª Henoc 19:1)
Es claro, Henoc fue antideluviano. Por lo otro, sobre que de Henoc a Jesús hubo 7.000 años –algo que no tine ningún sentido nisiquiera en un marco histórico- hay más referencias, una de ellas es de Nicodemo: “Después de esto, Pilatos, habiendo entrado en el templo de los judíos, congregó a todos los príncipes de los sacerdotes, a los escribas y a los doctores de la ley. Y penetró con ellos en el santuario, y ordenó que se cerrasen todas las puertas, y les dijo: He sabido que poseéis en este templo una gran colección de libros, y os mando que me los mostréis. Y, cuando cuatro de los ministros del templo hubieron aportado aquellos libros adornados con oro y con piedras preciosas, Pilatos dijo a todos: Por el Dios vuestro Padre, que ha hecho y ordenado que este templo fuera construido, os conjuro a que no me ocultéis la verdad. Sabéis todos vosotros lo que en estos libros está escrito. Pues ahora manifestadme si encontráis en las Escrituras que ese Jesús, a quien habéis crucificado, es el Hijo de Dios, que debía venir para la salvación del género humano, y explicadme cuántos años debían transcurrir hasta su venida. Así apretados por el gobernador, Anás y Caifás hicieron salir de allí a los demás, que estaban con ellos, y ellos mismos cerraron todas las puertas del templo y del santuario, y dijeron a Pilatos: Nos pides, invocando la edificación del templo, que te manifestemos la verdad, y que te demos razón de los misterios. Ahora bien: luego que hubimos crucificado a Jesús, ignorando que era el Hijo de Dios, y pensando que hacía milagros por arte de encantamiento, celebramos una gran asamblea en este mismo lugar. Y, consultando entre nosotros sobre las maravillas que había realizado Jesús, hemos encontrado muchos testigos de nuestra raza, que nos han asegurado haberlo visto vivo después de la pasión de su muerte. Hasta hemos hallado dos testigos de que Jesús había resucitado cuerpos de muertos. Y hemos tenido en nuestras manos el relato por escrito de los grandes prodigios cumplidos por Jesús entre esos difuntos. Y es nuestra costumbre que cada año, al abrir los libros sagrados ante nuestra Sinagoga, busquemos el testimonio de Dios. Y, en el primer libro de los Setenta, donde el arcángel Miguel habla al tercer hijo de Adán, encontramos mención de los cinco mil años que debían transcurrir hasta que descendiese del cielo el Cristo, el Hijo bien amado de Dios, y consideramos que el Señor de Israel dijo a Moisés: Haz un arca de alianza de dos codos y medio de largo, de codo y medio de alto, y de codo y medio de ancho. En estos cinco codos y medio hemos comprendido y adivinado el simbolismo de la fábrica del arca del Antiguo Testamento, simbolismo significativo de que, al cabo de cinco millares y medio de años, Jesucristo debía venir al mundo en el arca de su cuerpo, y de que, conforme al testimonio de nuestras Escrituras, es el Hijo de Dios y el Señor de Israel. Porque, después de su pasión, nosotros, príncipes de los sacerdotes, presa de asombro ante los milagros que se operaron a causa de él, hemos abierto estos libros, y examinado todas las generaciones hasta la generación de José y de María, madre de Jesús. Y, pensando que era de la raza de David, hemos encontrado lo que ha cumplido el Señor. Y, desde que creó el cielo, la tierra y el hombre, hasta el diluvio, transcurrieron dos mil doscientos doce años. Y, desde el diluvio hasta Abraham, novecientos doce años. Y, desde Abraham hasta Moisés, cuatrocientos treinta años. Y, desde Moisés hasta David, quinientos diez años. Y, desde David hasta la cautividad de Babilonia, quinientos años. Y, desde la cautividad de Babilonia hasta la encarnación de Jesucristo, cuatrocientos años. Los cuales forman en conjunto cinco millares y medio de años. Y así resulta que Jesús, a quien hemos crucificado, es el verdadero Cristo, hijo del Dios omnipotente.” (Evangelio de Nicodemo 29:1-4)
No hay garantía en ser judío. Es cierto, de hecho podríamos culpar a los judíos, por ejemplo, los Rothschild, por el mal que han causado al mundo y a los propios judíos. También es cierto que serán los judíos los que levanten al Anticristo. Me duele aceptarlo pero es una realidad. Israel es una marioneta de EE.UU. y EE.UU. una marioneta de Israel para lo que supone la invasión judía del Medio Oriente, la toma de Babilonia y Bagdad, el atentado al World Trade Center, y muchas más conspiraciones. No obstante, Jesús dijo: “de la higuera aprended la parábola, cuando su fruto está maduro… sabed que el tiempo ha llegado”. Otro pasaje dice: “ahí donde abunda la necesidad-mal ahí también abunda la gracia”. Así como hay una poderosa élite de judíos que van a meter a nuestro planeta en más problemas de los que ya están metidos y van a preparar el reino del Dajjal, el Hijo de la Perdición, así también está la higuera que está dando buenos frutos y está haciendo su cometido. Nosotros los judíos somos el problema y a la vez la solución del mundo, porque “la salvación viene de los judíos”, fue dicho. La diferencia entre una persona que investiga sobre un lugar y otra, que es de aquel lugar Y además investiga, es que el segundo, trabaja en el terreno y tiene todas las ventajas que ellos supone. Eso es comprensible para cualquiera que investigue y estudie. Quien se mete en estos temas comprende lo que estoy diciendo.
Hermano Israel Robles, le dije que existe evidencia sobre presencia humana antes de Adán y lo reitero. Existe evidencia incluso de antes de los Australopitecus, de los Paranthropus, los Ramapitecus y de los Ardipithecus. Adán se cree que vivió, según los ortodoxos judíos, sobre el 5.500 a.C., y la especie Homo se enseña popularmente que surgió hace 250.000 años, a pesar de que otras evidencias llegaron a salir a la luz, situando al hombre sobre los 1,5 millones de años. Algunos ejemplos del Mioceno son el Sahelanthropus tchadensis, que se estima como uno de los ancestros del hombre –lo cierto es que es simplemente un mono- que data de 6,5 millones de años atrás, y los primeros Homo erectus u Homo ergaster que aparecen en escena son de hace 3 millones de años a los sumo. Todo esto es un escenario ficticio tendencioso que no se ajusta a la realidad. En Castenedolo (Italia) Giuseppe Ragazzoni halló en 1860 esqueletos humanos modernos de 4 millones de años. En Delémont (Suiza) Gabriel de Mortillet descubrió evidencias físicas humanas en un estrato de más de 38 millones de años. Garrigou también halló evidencias del Mioceno (5-25 millones de años) de Midi en Francia. El mismo descubridor evolucionista de muchos hallazgos en pro de la hipótesis evolutiva, Richard Leakey, halló un cráneo humano bajo una capa de roca que data de hace 212 millones de años. Hay más de 400 evidencias, entre esqueletos, herramientas y otras piezas importantes conocidas OFICIALMENTE. Uno de mis favoritos es el esqueleto humano moderno descubierto en Guadalupe (México) de 1812, con una antigüedad de 28 millones de años, que fue llevado a un Museo de Londres. Los descubrimientos de esqueletos humanos, pisadas de botas, fósiles humanos, herramientas humanas y demás, no sólo superan la farsa de que el hombre apareció entre el Pleistoceno y el Holoceno en la era Cenozoica, sino que llegan a registrar su presencia hasta el Carbonífero, en la era Paleozoica. Aunque ha habido hallazgos sofisticados de más allá del Cámbrico.
Sobre el pasaje de Henoc, hay unos malajím que fueron encerrados por 7.000 años, y otros por 10.000 años: “Después volví hasta donde todo era caótico; y allá vi algo horrible: no vi ni cielo en lo alto ni tierra firme fundamentada, sino un sitio informe y terrible. Vi allí cuatro estrellas del cielo encadenadas que parecían grandes montañas ardiendo como fuego. Entonces pregunté: "¿Por qué pecado están encadenadas y por qué motivo han sido arrojadas acá?". Uriel el Vigilante y el Santo que estaba conmigo y me guiaba, me dijo: "Janoj ¿por qué preguntas y te inquietas por la verdad? Esta cantidad de estrellas de los cielos son las que han transgredido el mandamiento del Señor y han sido encadenadas aquí hasta que pasen diez mil años, el tiempo impuesto según sus pecados. Desde allí pasé a otro lugar más terrible que el anterior y vi algo horrible: había allá un gran fuego ardiendo y flameando y el lugar tenía grietas hasta el abismo, llenas de columnas descendentes de fuego, pero no pude ver ni sus dimensiones ni su magnitud ni haría conjeturas. Entonces dije: "¡Qué espantoso y terrible es mirar este lugar!". Contestándome, Uriel el Vigilante y el Santo, que estaba conmigo me dijo: "Janoj ¿por qué estás tan atemorizado y espantado?". Le respondí: "Es por este lugar terrible y por el espectáculo del sufrimiento". Y él me dijo: "Este sitio es la prisión de los ángeles y aquí estarán prisioneros por siempre".” (1ª Henoc 21:1-10)
Hermano, los demonios se manifestaban desde antes del Diluvio. Si desde Adán hasta Jesús hubo 5.500 años ¿cómo es posible que entre Henoc y Jesús hubiesen 7.000 años? Sobre los demonios que ya se manifestaban en tiempos del lejano Egipto y de Sumer dice: “Y es el paraíso al norte de [donde] se coloca, para despertar las almas de los demonios a los olvidados que ascienden al árbol de la vida, que comen de su sector de las frutas y [así] condenan a las autoridades y a sus ángeles.” (Texto Guardado de la Rebelión 110:24-29)
“Los que adoran la piedra y los que fabrican imágenes de oro, plata, madera, barro (arcilla) y los que adoran espíritus impuros (a los espíritus malos) y a los demonios y toda clase de ídolos sin discernimiento, a ellos ninguna ayuda les llegará de parte de estos.” (1ª Henoc 99:7. Quinto Libro, Libro de los Sueños)
“Por lo tanto, viendo que el Oscuro Arcano había maldecido a sus compañeros similares, la Sabiduría de vida explotó, y desde el primer cielo con gran poder [vino] y quitó a estos Arcanos de sus cielos y los precipitó en el mundo, de modo que el pecador permanecerá en la forma de malos demonios en la tierra.” (Texto Guardado de la Rebelión 121:27-34)
“Después Uriel me dijo: "Aquí estarán los Vigilantes que se han conectado (unido) por su propia cuenta con mujeres. […] han descarriado a los humanos para que sacrifiquen a demonios y dioses, hasta el día del gran juicio, en que serán juzgados y encontrarán su final.” (1ª Henoc 19:1)
Es claro, Henoc fue antideluviano. Por lo otro, sobre que de Henoc a Jesús hubo 7.000 años –algo que no tine ningún sentido nisiquiera en un marco histórico- hay más referencias, una de ellas es de Nicodemo: “Después de esto, Pilatos, habiendo entrado en el templo de los judíos, congregó a todos los príncipes de los sacerdotes, a los escribas y a los doctores de la ley. Y penetró con ellos en el santuario, y ordenó que se cerrasen todas las puertas, y les dijo: He sabido que poseéis en este templo una gran colección de libros, y os mando que me los mostréis. Y, cuando cuatro de los ministros del templo hubieron aportado aquellos libros adornados con oro y con piedras preciosas, Pilatos dijo a todos: Por el Dios vuestro Padre, que ha hecho y ordenado que este templo fuera construido, os conjuro a que no me ocultéis la verdad. Sabéis todos vosotros lo que en estos libros está escrito. Pues ahora manifestadme si encontráis en las Escrituras que ese Jesús, a quien habéis crucificado, es el Hijo de Dios, que debía venir para la salvación del género humano, y explicadme cuántos años debían transcurrir hasta su venida. Así apretados por el gobernador, Anás y Caifás hicieron salir de allí a los demás, que estaban con ellos, y ellos mismos cerraron todas las puertas del templo y del santuario, y dijeron a Pilatos: Nos pides, invocando la edificación del templo, que te manifestemos la verdad, y que te demos razón de los misterios. Ahora bien: luego que hubimos crucificado a Jesús, ignorando que era el Hijo de Dios, y pensando que hacía milagros por arte de encantamiento, celebramos una gran asamblea en este mismo lugar. Y, consultando entre nosotros sobre las maravillas que había realizado Jesús, hemos encontrado muchos testigos de nuestra raza, que nos han asegurado haberlo visto vivo después de la pasión de su muerte. Hasta hemos hallado dos testigos de que Jesús había resucitado cuerpos de muertos. Y hemos tenido en nuestras manos el relato por escrito de los grandes prodigios cumplidos por Jesús entre esos difuntos. Y es nuestra costumbre que cada año, al abrir los libros sagrados ante nuestra Sinagoga, busquemos el testimonio de Dios. Y, en el primer libro de los Setenta, donde el arcángel Miguel habla al tercer hijo de Adán, encontramos mención de los cinco mil años que debían transcurrir hasta que descendiese del cielo el Cristo, el Hijo bien amado de Dios, y consideramos que el Señor de Israel dijo a Moisés: Haz un arca de alianza de dos codos y medio de largo, de codo y medio de alto, y de codo y medio de ancho. En estos cinco codos y medio hemos comprendido y adivinado el simbolismo de la fábrica del arca del Antiguo Testamento, simbolismo significativo de que, al cabo de cinco millares y medio de años, Jesucristo debía venir al mundo en el arca de su cuerpo, y de que, conforme al testimonio de nuestras Escrituras, es el Hijo de Dios y el Señor de Israel. Porque, después de su pasión, nosotros, príncipes de los sacerdotes, presa de asombro ante los milagros que se operaron a causa de él, hemos abierto estos libros, y examinado todas las generaciones hasta la generación de José y de María, madre de Jesús. Y, pensando que era de la raza de David, hemos encontrado lo que ha cumplido el Señor. Y, desde que creó el cielo, la tierra y el hombre, hasta el diluvio, transcurrieron dos mil doscientos doce años. Y, desde el diluvio hasta Abraham, novecientos doce años. Y, desde Abraham hasta Moisés, cuatrocientos treinta años. Y, desde Moisés hasta David, quinientos diez años. Y, desde David hasta la cautividad de Babilonia, quinientos años. Y, desde la cautividad de Babilonia hasta la encarnación de Jesucristo, cuatrocientos años. Los cuales forman en conjunto cinco millares y medio de años. Y así resulta que Jesús, a quien hemos crucificado, es el verdadero Cristo, hijo del Dios omnipotente.” (Evangelio de Nicodemo 29:1-4)