Strippers en el Vaticano.
Existen en nuestras vidas ciertas circunstancias que no podemos controlar. A veces establecemos vínculos con personas desequilibradas, asesinos o malvados, sin percatarnos de sus miserias. Sin darnos cuenta, podemos ser engañados por algún zorro o alguna víbora, que se disfrazan de cordero. No solemos invitar a nuestros hogares a hombres de una moral dudosa, que se empecinan en llevar una vida inicua. De alguna manera, aborrecemos el mal y buscamos mantenerlos alejados de nuestros hogares.Podemos compartir nuestras vidas con hombres que se empecinan en el mal y buscar corregirlos; pero no los invitamos a compartir nuestra mesa ni nuestra vida. Somos compasivos con el pecador, pero no con sus maldades. Podemos comprenderlos, pero no consentimos su estilo.
Sin darse cuenta, el Vaticano ha sido víctima de un engaño de este tipo. En sus sagrados espacios, ha acontecido un encuentro que no respeta la dignidad de ese santo lugar. Un grupo de jóvenes acróbatas masculinos, que también suelen hacer espectáculos como strippers, se quitaron sus camisas frente al Papa, en la audiencia del miércoles. Esto fue posible debido a un cambio en el protocolo de audiencias generales del Papa Benedicto XVI. Sin que nadie pueda prever lo que estaba por suceder; un grupo de cuatro strippers se prepararon para presentar su espectáculo ante el Papa. Al subir al estrado, uno de ellos señaló una imagen de san José, mientras el grupo caminaba mostrando su orgullo por lo que iban a realizar. Los jóvenes se pararon sobre una alfombra que hacia de escenario. Entonces comenzó a sonar una música, mientras los hombres comenzaban a sacarse sus sacos. Luego dejaron sus torsos desnudos y entregaron sus ropas a una mujer, con un vestido bien ajustado.
En medio de la algarabía popular, comenzaron a desplegar sus acrobacias. Y mientras la mujer salía con una cierta sonrisa en su cara, el Papa parecía no entender lo que sucedía.Los cuatro muchachos, que se hacen llamar los “Hermanos Pellegrini”, comenzarona crear una torre humana de músculos y carne. Ante semejantes demostración, el Papa,sus cardenales, un grupo de monjas y el público, mostraron diversas reacciones. El grupo de hermanas parecía estallar de algarabía, mientras revoleaban sus pañuelos y sacaban fotos. Entre los cardenales algunos aplaudían, otros permanecían impávidos,unos sonreían y otros mostraban su cara de desagrado. Mientras tanto, el Papa parecía azorado y el público festejaba.
La historia de los cuatros equilibristas, se remonta amuchos años atrás. En sus primeros años, se dedicaban a los espectáculos de strippers en boliches gay, hasta que fueron contratados por el circo de Moira Orfeo. Ello squisieron mostrar su arte ante el Papa en el aula Pablo VI del Vaticano, durante la audiencia del miércoles. Con su torso desnudo, sus pantalones blancos, su físico atlético y una fuerte concentración, los muchachos desplegaron sus destrezas. En sólo diez minutos, generaron cierto estupor en su audiencia. Y al finalizar su número, el Papa separó para saludarlos con su aplauso y los invitó a retirarse . Después de trabajar como strippers en distintos cabarets de Italia, los “PellegriniBrothers” comenzaron a trabajar en el circo de Moira. Los cuatro hermanos, Ernaldo,Natale, Iván y Andrea Pellegrini “desafían la gravedad hasta emocionar y cautivar a cualquiera que vea su show”, sostiene la presentación de su página Web. Fuerza,agilidad, responsabilidad y confianza, son las cuatro cualidades primordiales que dicen desarrollar en sus representaciones. Ellos fueron premiados en diversos festivales internacionales de circo como el de Roma, el de Montecarlo y en el festival de Mosca con el “Clown de oro”. Durante el año 2000 tuvieron dos presentaciones en la televisión, una en Francia con su espectáculo “El Cabaret más Grande del Mundo” y otra en España con “Noche de Fiesta en España”. También hicieron sus presentaciones en una de los más fabulosos cabarets del mundo, el Lido de París. En el año 2002 Iván se casa y se retira separándose de sus hermanos. Por ello, se coloca en su lugar a Oleg Anissimov de Estonia, como reemplazante. Los hermanos estuvieron encabezando los actos del “Gay Circus” en Barcelona durante el 2008. Tal como lo manifestaban sus organizadores “se trataba de un espectáculo poético y sensual, que convoca a todo tipo de público” y que culminaría a fines de julio con los Eurogames de las olimpiadas Gays. En este espectáculo se destacaba la presencia de “27 artistas de fama internacional, premiados en los festivales de Montecarlo, Praga y Budapest… que quieren portar un mensaje muy fuerte en defensa de la homosexualidad masculina y femenina que ahorase siente perseguida”. Según sus promotores, este festival tenía la idea revolucionaria deconformar un circo, atento “al sentimiento de los homosexuales con un grupo de 27artistas en un show de calidad”. El programa seguiría luego por las ciudades de Madrid,París y culminaría en Berlín. Al parecer, el “Gay Circus” abordaba varias temáticas,como por ejemplo el dialogo entre los ángeles y el diablo. Aunque también planteaba eleterno conflicto entre el bien y el mal, que tiene numerosas expresiones en la literatura,la pintura, la danza, la escultura, la fotografía y el cine. Tal como lo decía su promoción,el “Gran Circo Gay” se hallaba instalado en el muelle de Barcelona y mostraba un diseño innovador, con decoraciones burbujeantes.
Sin duda que Cristo solía perdonar a los pecadores. Pero nadie se lo imagina promoviendo espectáculos de este estilo. Nuestro Señor tenía muy claro la importanciade los lugares sagrados. Es así que no dudó en expulsar a los avaros cambistas y comerciantes, que hacían del templo una cueva de ladrones. Estos muchachos fueron invitados como parte de una convención de circos, organizada por la oficina Vaticana de inmigrantes.
Pero ¿nadie sabia de sus actividades?, ¿no podía evitarse semejantes actuación?, ¿por qué se le permite a un grupo de strippers bailar ante el Papa? Vivimos en un mundo que ha perdido el respeto y el decoro. Una sociedad donde la moralidad ha desaparecido y la norma parecería estar asociada a la desvergüenza. Todo da lo mismo y ya no se respeta ni un solo límite.
Hasta el último umbral del recato y el pudor que representaba Roma con su Iglesia, parece haber sido vulnerado. Mientas tanto, el orgullo gay festeja