¿Acaso Dios es tonto?

30 Marzo 2000
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¿Acaso Dios es tonto?

Si Dios es extraordinariamente listo. Si Dios es omnipotente. Si Dios es todopoderoso. Si Dios lo ha creado todo. ¿Cómo puede haber creado una chapuza como el mundo y como el hombre? Coincidirán conmigo que aquí hay un contrasentido, una paradoja.

Si analizamos el hombre, vemos que es la expresión más elevada del mundo animal, tiene un cuerpo casi perfecto y muy bello para vivir y adaptarse a la vida en el mundo. Por ello tenemos la tentación de sentirnos orgullosos y reconfortados. ¡Somos lo más elevado en el mundo! Pero vamos a profundizar un poco más. Si analizamos el cuerpo humano sin apasionamiento y mirándolo desde la lejanía, coincidirán conmigo que es un ser muy dependiente. Dependiente del medio ambiente que le rodea. Que tiene que respirar decenas de veces por minuto para mantenerse con vida. Que tiene que comer materia orgánica para alimentar a las células de su cuerpo. Que tiene que beber líquido para el mismo fin. Que tiene que evacuar los residuos de todo ese entramado químico por medio de sus esfínteres y por la misma respiración. Todas estas necesidades configuran la vida del hombre. Es tan esclavo de su cuerpo, que lo que llama vida queda reducida a todas las actividades necesarias para satisfacer esas necesidades. Todas las actividades del hombre han comportado toda una serie de “ciencias” para dar satisfacción exclusivamente a esas necesidades de su vida en el mundo. La política, la economía, la ciencia, la tecnología, la medicina, etc.

Pero vamos a ir más allá. El hombre es un ser que piensa y tiene una serie de facultades que le permiten comunicarse con el medio exterior y entre ellos mismos. Es el ser más elevado de esta creación porque puede hablar e influir en sus contemporáneos. Y ha inventado toda una serie de herramientas y utensilios que le permiten incluso comunicarse con sus descendientes, dejándoles un legado de conocimientos y experiencias. La imprenta, el ordenador, la fotografía, el cine, etc. ¿Pero qué es lo que piensa el hombre? La mayor parte del tiempo está tan imbuido por sus propias necesidades materiales y de supervivencia, que sólo piensa en la mejor y más fácil manera de satisfacerlas. Mientras esas formas de satisfacer sus necesidades son posibles, la mente del hombre parece razonablemente buena, pero en cuanto no puede satisfacerlas ya sea para sí o para sus hijos, surgen unas tendencias asesinas de sus semejantes. Esta tendencia de eliminar a sus semejantes para tener aseguradas sus propias necesidades de todo tipo que surgen en su cabeza, suelen ser razonadas y enculturizadas para dar una apariencia civilizada y justa, pero representa lo más negro de la esencia del hombre. Es cuando aparece el verdadero rostro del hombre sin ningún tipo de máscara. Véase las guerras, las violencias, las imposiciones, las riquezas, los acaparamientos, los odios, las envidias, las matanzas, las exclusividades, los orgullos, etc.

Ante todo esto, yo me pregunto ¿Esto es lo más elevado que un Dios puede crear? ¿Este puede ser el mundo creado para dar cabida a sus Hijos? ¿Estos cuerpos y esta naturaleza del hombre pueden ser lo que ha destinado un Dios para sus Hijos?

Aquí pasa algo muy sospechoso. Aquí alguien nos está engañando, y creo que Dios no es ese alguien que nos está engañando. ¿Qué ha pasado pues con la creación perfecta de un Dios bueno y generoso para con sus supuestos Hijos?

Llegado a este punto, uno puede pensar que sí, que la ciencia tiene razón. Que no hay Dios, que Dios ha muerto. Que la vida es un accidente en la evolución del universo y estamos solos sin un Padre que nos haya conformado. Que la naturaleza es nuestra verdadera madre. Pero este camino no lleva a ninguna parte, a no ser que uno aspire solo a esta vida vegetativa en la que lo más elevado es tener descendencia y que siga la vida de la especie y aspirar solo a que en la llamada civilización, pueda quedar algún recuerdo de nuestro paso por la vida cuando ya estemos muertos y criando malvas. Ya lo importante no es el individuo, sino la nación, el país, la cultura o la especie humana.

Pero si uno profundiza un poco más, si uno permanece con la idea de la posibilidad de que sí, que exista un Dios bueno y generoso que haya creado el universo, tendremos que reconocer que tal vez, solo tal vez, ese Universo creado por Dios y ese Hombre (con mayúsculas) creado por Dios, no sea este en el que vivimos en la actualidad. Que este universo pequeño y este mundo pequeño y este hombre pequeño sea una condición adquirida al haber sido expulsados de aquel remoto Universo Original creado para sus Hijos. Que este hombre pequeño sea una degeneración en vez de una evolución del Hombre. Que la naturaleza sea en realidad una madre putativa del hombre.

Esto necesita de una investigación, pero esa investigación no puede ser cultural o general. Ha de ser individual. Algún resto de aquel Hombre Primordial debe quedar en el actual hombre. Si lo encontráramos, quedaría demostrado, aunque solo sea para nosotros mismos, que Dios existe y que el Hombre Primordial existió, aunque murió, degeneró y Dios lo puso en otro universo material para que, sólo, encuentre su camino de vuelta a casa.

¿Dónde podemos buscar? Está claro que fuera de nosotros no podemos hacerlo, porque buscamos la esencia del hombre no la historia de su pasado. Hay que buscar dentro de nosotros. Si el Hombre Primordial existió debe quedar algún fósil en nuestro interior. No ya en el cuerpo, porque el cuerpo es resultado del mecanismo de reproducción animal de la especie. ¿Dónde podemos encontrar algo de nuestro maravilloso pasado?

En nuestra mente.

[]Cedesin>
 
Me duele la cabeza. ¿no hos pasa también a vosotros?

Quiero encontrar un fosil. Quiero darle vida. Quiero que despierte. Quiero que vuelva a la vida,como esa bacteria de hace miles de años. Quiero ser su cuerpo. Quiero ser su sangre. Quiero ponerme a su servicio.
Quiero que su Amor me inunde. Ya no quiero ser yo, quiero ser ese fosil.

¡Hágase en mi según tu voluntad!

Con Amor:

[]Cedesin>
 
La Perla.

Hoy he encontrado una pequeña Perla
Entre piedras y guijarros de carbón
Estaba entre el polvo, sucia y manchada
Pero al pasarle un paño brilló como el sol.

Estaba solo y estaba perdido
Pero al ver su triste fulgor, algo pasó.
Un relámpago cruzo mi mente
Y una explosión de alegría me desbordó.

Perla, como fue posible encontrarte.
Perla, como fue que tu dueño te perdió.
Será que no te quería
O que de tanto amor te perdió.

En esta mina, no hay más que piedras
Todas tan negras, como el carbón
Pero la perla que yo he encontrado
Canta y vuela como una canción.

[]Cedesin>