Saludos hermanos,
1. Elías fue tomado “al cielo”, dice la escritura, tal como sucedió con Enoc.
2. Elías “ha de venir primero”, dicen las profecías, así que sí, es uno de los dos olivos. El otro, según Enoc, es él mismo, el propio Enoc. Tanto Elías como Enoc están vivos, con carne y huesos, a ellos les llegará la muerte cuando “terminen su ministerio, y la Bestia, que sube de la tierra, les quite la vida”.
3. El carro de fuego que levó a Elías al cielo es el mismo que aparece mencionado en todo el capítulo 1 de Ezequiel. Dios tiene carros de fuego y carros voladores: “caminó en el querubín por los cielos”, y dice “los carros del Señor son miríadas de miríadas, en ellos el Señor viene del Sinaí a su santuario”.
4. Moisés y Elías no están en el mismo plano, porque en la Biblia no se habla de esas cosas, la palabra “plano” está basada en la metafísica. Solo una vez se asocia a Moisés con Elías, y fue “por costumbre”. Cuando un católico ve un prodigio o figura dice: “¡Santa Madre de Dios!” o “La Virgen María”. Para los judíos la frase es “¡Moisés!”, y al ver dos hombres en la transfiguración, Pedro pensó que eran Moisés y Elías, pero “no sabía lo que decía”, añade la escritura. Ellos dos nunca se identificaron, ni Pedro podía saber la apariencia de Elías, o de Moisés, solo eran unos hombres mayores. La parte de la escritura ahí está suprimida –puede que lo hiciera el imperio católico en antaño- y sobre lo que ocurrió Jesús dijo que “no hablen hasta que el hijo del hombre halla resucitado”. Moisés está muerto y los muertos no suben al cielo sino los resucitados, y Moisés aún no había resucitado, de ahí que ellos se preguntasen “qué sería aquello de resucitar de entre los muertos”, y sobre Elías les dijo que “había de venir otra vez”, aunque Juan bautista ya había venido en su nombre.
5. Eso de las “almas vivas” es una doctrina inventada. O se está vivo o se está muerto, pero “un espíritu
no tiene carne ni huesos”, y Jesús, hasta el día de doy tiene CARNE Y HUESOS.
6. Decir que para subir al cielo el cuerpo de Elías fue purificado con fuego, es una afirmación anti-bíblica que no tiene por dónde sostenerse. Enoc subió al cielo y se quedó “caminando con Dios”, pero en ningún momento se le purificó con fuego. Ese cielo inmaterial intangible de las religiones no existe. El cielo está encima de nuestras cabezas y es todo aquello que vemos al mirar con un telescopio. Jesús mismo dijo que iría a “preparar lugar” y que si no hubiese allá afuera más moradas “él mismo nos lo habría dicho”. El Señor –si es que le creen a él y no a las doctrinas de los hombres- dijo que “Dios es Dios de vivos y no de muertos”. Diferente es que “ni la sangre ni carne puedan heredar el reino”, o sea, no heredará uno las promesas venideras (Isaías dijo: “los justos heredarán la tierra”… no el cielo) No heredará el reino carne CORRUPTIBLE (porque seremos transformados de “mortales a inmortales”, dijo Pablo, y lo corruptible –que se deteriora y envejece y enferma- de este cuerpo se hará incorruptible) ni sangre (ni por linaje concreto, ni por descendencia… no son vínculos de sangre, sino que son hijos espirituales, hermanos en Cristo)
7. Dios hace a sus ministros “llama de fuego”, ¿y es que el fuego si puede entrar al cielo? ¿y el agua? ¿y la arena? ¿y las plantas? ¿y las hormigas? “erráis, porque ignoráis las escrituras”, dijo verdaderamente Jesús. Dejen de inventar doctrinas. Jesús no dijo nada de que sin fuego no se puede subir al cielo, lo que necesitas para subir al cielo es únicamente un transporte –y un objetivo-, y ese lo tuvo Enoc y lo tuvo Elías. Estos dos se dejarán ver pronto, otra vez en la Tierra, y conmocionarán al mundo.
Bendiciones.
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