Re: A JUNEGOFE Y A QUIEN QUIERA
La salvación del alma del ser humano; sublime y más grande propósito de Dios hacia la humanidad; se obtiene a través de las verdades implícitas en las Sagradas Escrituras; si bien es cierto no toda la verdad es la necesaria para ser salvos; no es menos cierto que hay verdades suficientes para salvar el alma del que cree. Es decir, no toda verdad es verdad salvadora; a pesar de que las Escrituras son todas inspiradas por Dios, muchas de estas verdades están dirigidas con fines distintos. Pero aquí me interesa hablar (escribir) en relación a las verdades salvadoras.
En la Palabra de Dios hay suficientes verdades; por las cuales el Espíritu santo puede proveer material suficiente y eficaz para convicción y luego salvación. Sin embargo estas mismas verdades pueden ser usadas por algunos, de manera tal, que sencillamente no produzcan ningún efecto salvador. Es decir, estas verdades “salvadoras” pueden ser usadas engañosa y maliciosamente.
Existen muchos materiales o elementos conductores de la energía eléctrica. Aunque el vidrio o el cristal, son mucho más preciosos a la vista, más bonitos y brillantes que el fierro o alambre; y aunque hiciéramos un cable telegráfico de vidrio o cristal, nunca llegarían a transmitir un mensaje; pues ellos no transmiten electricidad.
Hay verdades en la naturaleza, en la filosofía, en la historia etc. etc. que aunque estas verdades las revistiéramos de alambres de vidrio, de cristal, hermosas, brillantes, verdades cristalinas; sin embargo no tocan el corazón del hombre ni le convencen ni son como fuego que consume el pecado. Pero el Espíritu Santo, obra a través de verdades salvadoras apropiadas y a través de hombres llamados para usar estas verdades, en la misma forma en que un soldado, en una batalla, debe llevar y usar el arma apropiada.
Hay doctrinas, filosofías, hombres o personajes brillantes, hermosos a la vista; portadores de mensajes envueltos en cristal, llamativos, amorosos, pero que están solo usurpando el lugar que le corresponde a la Palabra de Dios y a sus verdades salvadores y el lugar de hombres de Dios y sus mensajes genuinamente divinos.
Su Palabra nos alerta, que cualquiera: doctrinas, filosofías, enseñanzas, métodos, maestros, filósofos etc. que presentan al mundo teorías, sistemas religiosos; palabras para satisfacer la necesidad del alma, que ofrecen medios de redención, que no sea Cristo; el tal o los tales son ladrones y robadores. Cualquier doctrina que aparte del hombre la mirada hacia Cristo y su palabra; es usurpador, es ladrón y robador.
Jesucristo es la puerta; y por ella miles y millones incontables, desde siempre, desde los más remotos tiempos, han hallado segura y feliz entrada al reino de los cielos. O miramos atentamente las verdades salvadoras de la palabra de Dios, buscamos diligentemente la comunión con Dios y su Hijo Jesucristo como único y suficiente salvador; o nos embelesamos ingenuamente en “los alambres de cristal”.
Dios les bendiga
salvington052 dijo:
La salvación del alma del ser humano; sublime y más grande propósito de Dios hacia la humanidad; se obtiene a través de las verdades implícitas en las Sagradas Escrituras; si bien es cierto no toda la verdad es la necesaria para ser salvos; no es menos cierto que hay verdades suficientes para salvar el alma del que cree. Es decir, no toda verdad es verdad salvadora; a pesar de que las Escrituras son todas inspiradas por Dios, muchas de estas verdades están dirigidas con fines distintos. Pero aquí me interesa hablar (escribir) en relación a las verdades salvadoras.
En la Palabra de Dios hay suficientes verdades; por las cuales el Espíritu santo puede proveer material suficiente y eficaz para convicción y luego salvación. Sin embargo estas mismas verdades pueden ser usadas por algunos, de manera tal, que sencillamente no produzcan ningún efecto salvador. Es decir, estas verdades “salvadoras” pueden ser usadas engañosa y maliciosamente.
Existen muchos materiales o elementos conductores de la energía eléctrica. Aunque el vidrio o el cristal, son mucho más preciosos a la vista, más bonitos y brillantes que el fierro o alambre; y aunque hiciéramos un cable telegráfico de vidrio o cristal, nunca llegarían a transmitir un mensaje; pues ellos no transmiten electricidad.
Hay verdades en la naturaleza, en la filosofía, en la historia etc. etc. que aunque estas verdades las revistiéramos de alambres de vidrio, de cristal, hermosas, brillantes, verdades cristalinas; sin embargo no tocan el corazón del hombre ni le convencen ni son como fuego que consume el pecado. Pero el Espíritu Santo, obra a través de verdades salvadoras apropiadas y a través de hombres llamados para usar estas verdades, en la misma forma en que un soldado, en una batalla, debe llevar y usar el arma apropiada.
Hay doctrinas, filosofías, hombres o personajes brillantes, hermosos a la vista; portadores de mensajes envueltos en cristal, llamativos, amorosos, pero que están solo usurpando el lugar que le corresponde a la Palabra de Dios y a sus verdades salvadores y el lugar de hombres de Dios y sus mensajes genuinamente divinos.
Su Palabra nos alerta, que cualquiera: doctrinas, filosofías, enseñanzas, métodos, maestros, filósofos etc. que presentan al mundo teorías, sistemas religiosos; palabras para satisfacer la necesidad del alma, que ofrecen medios de redención, que no sea Cristo; el tal o los tales son ladrones y robadores. Cualquier doctrina que aparte del hombre la mirada hacia Cristo y su palabra; es usurpador, es ladrón y robador.
Jesucristo es la puerta; y por ella miles y millones incontables, desde siempre, desde los más remotos tiempos, han hallado segura y feliz entrada al reino de los cielos. O miramos atentamente las verdades salvadoras de la palabra de Dios, buscamos diligentemente la comunión con Dios y su Hijo Jesucristo como único y suficiente salvador; o nos embelesamos ingenuamente en “los alambres de cristal”.
Dios les bendiga