A fin de recibir a otros debemos ser transformados y alimento diario

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5 Septiembre 2001
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A fin de recibir a otros debemos ser transformados
~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~
Romanos 12:2 sino transformaos por medio de la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cual sea la voluntad e Dios: lo bueno, lo agradable y lo perfecto.
Romanos 14:1 Ahora bien, recibid al débil en la fe, pero no para juzgar sus opiniones.
Romanos 15:7 Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo os recibió, para gloria de Dios.
~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
A fin de recibir a nuestros hermanos creyentes en el Señor, necesitamos la transformación. Si permanecemos naturales, seremos incapaces de estar de acuerdo con los demás. De hecho, conforme a nuestra inclinación natural, no somos capaces ni siquiera de estar de acuerdo con nosotros mismos en forma consistente. Por lo general, peleamos con nosotros mismos. Así que, es muy difícil que cualquier creyente que permanece en su carácter natural, camine en armonía con otros. El recibir a los santos requiere transformación. Yo creo que lo dicho por Pablo en Romanos 12:2 con respecto a la transformación que se efectúa por medio de la renovación de la mente no sólo gobierna la sección sobre la práctica de la vida del Cuerpo, sino también todos los otros capítulos relacionados con la vida de iglesia. La transformación gobierna los asuntos que se hallan en el capítulo trece así como algunos de los aspectos hallados en los capítulos catorce y quince.
Si no somos transformados al menos en cierto grado, seremos incapaces de ser uno con los demás creyentes. Aunque podamos reunirnos con ellos, seremos incapaces de tener comunión con ellos abiertamente. Si nos abriéramos a ellos, terminaríamos peleando debido a que aún no estamos transformados y a que somos muy naturales en nuestros conceptos, conducta, y en todo lo que somos y hacemos. Así que, para recibir a los demás creyentes, necesitamos ser transformados. Todo el capítulo catorce de Romanos y parte del capítulo quince se ocupan de este asunto.
Witness Lee
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¡Jesús es el Señor!
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PRACTICANDO EL LIBRO DE LOS HECHOS
Semana 11 --- La obra de los apóstoles
Domingo --- Leer con oración: Hch 13:1-3; 1 Co 12:28; Ef 4:11; 2 Ti 2:2
“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2 Ti 2:2)
LAS PALABRAS DE LOS APÓSTOLES VIENEN DEL SEÑOR DÁNDONOS DIRECCIÓN EN SU MOVER
Cada apóstol tiene su porción y cada siervo de Dios tiene una dirección que el Señor le da. Bernabé y Saulo eran profetas y maestros entre los hermanos en Antioquía antes de que el Señor les enviara para hacer la obra de expansión del reino (Hch 13:1-3). Queremos alentar a todos a funcionar y a hablar por el Señor en las iglesias, pues no sabemos a quien enviará el Señor. Tanto en la vida de la iglesia como en la obra de expansión, lo que más necesitamos es la palabra del Señor.
En 1 Corintios 12:28 vemos que Dios estableció “en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros”. En Efesios 4:11 Pablo dice: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros”. Los apóstoles son los que fueron enviados por Dios para predicar el evangelio, establecer las iglesias y edificarlas; los profetas son los que expresan al mismo Dios e infunden Dios en las personas cuando hablan. Esteban fue escogido para servir a las mesas, sin embargo estaba lleno del Espíritu y de la palabra, por eso hablaba por el Señor. Felipe era evangelista. Por medio de él muchos oyeron la palabra y fueron salvos. Por lo tanto, todos nosotros necesitamos hablar por Dios y expresarlo.
Para la edificación de la iglesia, necesitamos del nombre y de la palabra del Señor. La doctrina sola no edifica. Necesitamos de las verdades elevadas para que sean practicadas; de otra forma, ellas llegarán a ser sólo teorías y doctrinas, lo cual fácilmente hace que los hombres se dividan. En nuestro ser natural, unos gustan más de una cosa y otros, de otra. Uno prefiere eso y el otro aquello. Por eso damos énfasis a un solo punto: la Palabra de Dios, que viene por medio de la revelación, de la enseñanza de los apóstoles y de las palabras saludables que el Señor nos da. En 2 Timoteo 2:2, Pablo dice a su joven colaborador: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”. Es de esta manera que edificamos la iglesia.
Los doce apóstoles hacían la obra entre los judíos, y Saulo y Bernabé entre los gentiles. Después el Señor también preparó a Silas, Timoteo y a otros que formaron una “compañía”, un servicio colectivo.
Es importante ver que la obra de los apóstoles no es algo de la iglesia local, sino que la iglesia en cada localidad recibe ayuda de los apóstoles y otras iglesias son levantadas por ellos. Las palabras de los apóstoles vienen del Señor, nos dan una dirección clara en Su mover. ¡Que todos podamos dar la debida atención a la obra saludable de los apóstoles! ¡Cuando salgamos llevemos adelante esa obra!
Punto Clave: Las palabras de los apóstoles vienen del Señor.
Pregunta: ¿Cuál es la función de los apóstoles y de los profetas?
Dong Yu Lan
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¡Jesús es el Señor!