Era cristiano, y murió salvando vidas inocentes. Tomado de mi propio aporte en Puebloescogido
<HR style="COLOR: #330000" SIZE=1><!-- / icon and title --><!-- message -->TODD MORGAN BEAMER
El HÉROE DEL VUELO 93
Ejecutivo de Oracle Corp., y ex alumno del Wheaton College, a los 32 años, era no sólo un cristiano activo, sino también miembro y maestro de escuela dominical en la Iglesia Alianza de Princeton, en New Jersey. Iba a bordo del vuelo 93 de United Airlines, estrellado en Pennsylvania antes de alcanzar su objetivo, y donde él encabezó la revuelta de los pasajeros contra los secuestradores. Los detalles de lo ocurrido se han podido conocer por las llamadas telefónicas que él y otros pasajeros hicieron durante esos últimos minutos.
--"Lo hemos visto en el valor de los pasajeros que se precipitaron sobre los terroristas para salvar a otros en tierra, pasajeros como un hombre excepcional llamado Todd Beamer. Por favor, acompáñenme a dar la bienvenida a su esposa Lisa Beamer, quien está con nosotros esta noche ..." (Presidente George Bush al iniciar su discurso ante el Congreso de los EE. UU. el 20 de septiembre de 2001)
--"Beamer y otros impidieron que el peor ataque terrorista en la historia de EE. UU. tuviera un impacto aún mayor en la capital de la nación" (Dijo Dick Cheney, el Vice Presidente de los EE. UU. )
-"Todd era un hombre maravilloso, padre, hijo, hermano y amigo. Era también un cristiano comprometido, seguro de su fe y de su eternidad. Todd no era en absoluto perfecto, pero los "frutos del Espíritu" (Gálatas 5:22,23), amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza eran evidentes en la forma en que él vivía cada día" (Dijo su esposa Lisa)
Información Publicada en el Washington Post en 8/16/01
Echémonos a rodar (Let's Roll)
"¿Muchachos están listos?, Echémonos a rodar" (Are you guys ready? Let’s roll) era la expresión que Todd Beamer usaba cuando salían todos juntos de casa, él con su esposa y sus dos pequeños hijos.
Este hombre de negocios y maestro de escuela dominical, usó esta misma expresión para dirigirse a los demás pasajeros, que junto con él se lanzaron contra los secuestradores del vuelo 93 de United, poco antes de que éste se estrellara en una mina abandonada del oeste de Pennsylvania.
Esta aeronave, que las autoridades de gobierno sospechan apuntaba hacia un objetivo de gran importancia en Washington, fue la cuarta de una acción terrorista coordinada que mató a miles de personas, pero fue la única que no cobró vidas en tierra.
"Era amable por naturaleza y muy competente; no habría soportado que alguien resultara herido", dijo Lisa Beamer, su esposa, a la que una operadora telefónica narró las últimas palabras de su esposo. "Saber que ayudó a salvar vidas derribando el avión ...alivia una situación en la cual no hay mucho positivo que encontrar"
Todd Beamer hizo una llamada desde uno de los teléfonos a bordo del Boeing 757 y habló 13 minutos con la operadora de GTE, Lisa D. Jefferson, proporcionándole una información detallada de lo que estaba sucediendo; pero cuando, a su vez, ésta le informó de lo ocurrido esa misma mañana en el World Trade Center y en el Pentágono, él le comunicó que junto con otros pasajeros estaban planeando entrar en acción contra los terroristas del avión.
"Deben haberse dado cuenta de que los secuestradores se proponían hacer lo mismo con ese avión" dijo más tarde la esposa de Beamer, "así que se propusieron hacer lo posible para evitar que otras personas resultaran dañadas".
Antes de que terminara la llamada con un griterío de fondo, Todd Beamer le pidió a la telefonista que lo acompañara en una oración y juntos recitaron el Salmo 23. A continuación Todd le pidió a Robinson que le prometiera que llamaría a su esposa, que esperaba su tercer hijo junto a otros dos de 1 y 3 años.
"La gente me pregunta si me disgusta el que yo no haya podido hablar con él; pero estoy feliz de que en vez de llamarme a mí llamara a la Sra. Jefferson" dijo Lisa Beamer. "Yo habría sido de poca ayuda en esos momentos, y sé que de todos modos sus últimas palabras fueron para mí".
La Sra. Beamer narró que su esposo había llamado a las 9:45 de la mañana del martes y que le había informado a la Sra. Jefferson que a bordo habían tres secuestradores armados de cuchillos y que uno de ellos llevaba una bomba amarrada al pecho. Los otros dos ingresaron a la cabina de mando y expulsaron por la fuerza a los dos pilotos, los que ahora yacían heridos o muertos entre los pasajeros, en el fondo de la cabina.
El aparato se bamboleaba y cambiaba de rumbo a cada rato, de modo que los pasajeros ya sabían que de ningún modo aterrizarían en San Francisco. Todos se daban cuenta de que iban a morir; por lo que Todd y otros se propusieron saltar sobre el secuestrador de la bomba y derribarlo, continuó la Sra. Beamer.
Varios otros pasajeros, que también hicieron llamadas telefónicas antes de que el aparato se estrellara en las afueras de Pittsburgh, dijeron que ellos también pensaban hacer algo.
Todd Beamer soltó el teléfono después de hablar con la Sra. Robinson, dejando abierta la línea. Fue entonces cuando ella escuchó las palabras de Beamer: "Echemos a rodar" (Let’s roll). Luego silencio.
Poco tiempo después el avión se estrellaba muriendo las 45 personas que iban a bordo.
"Algunas personas viven su vidas, vidas prolongadas, sin dejar ninguna huella tras ellas" dijo Lisa Beamer. Mis hijos sabrán a su tiempo que su padre fue un héroe que contribuyó a salvar vidas. Este es un gran legado que un padre puede dejar a sus hijos".
Información tomada de: The Legacy of Flight 93
De adolescente, Todd Beamer se relacionaba a sí mismo con el atletismo. Sobresalió en la Escuela Superior Cristiana de Wheaton, Ill., en béisbol, baloncesto y futbol. Cuando su familia se mudó a California, antes de su último año de Escuela Superior, Beamer se valió de los deportes para establecer amistades. También formó parte de la Sociedad de Honor.
Comenzó a estudiar en la Universidad de Fresno para jugar béisbol, con miras a una carrera profesional, pero pronto realizó que eso no estaba en su futuro. Regresó a Illinois a estudiar en el Colegio de Wheaton, una Escuela cristiana co-educacional.al noroeste de Chicago. Fue ahí, en una clase de seminario, que conoció a la que sería su esposa. Su primera cita fue el 2 de noviembre de 1991; este año (2001) planificaban celebrar el 10mo aniversario de esa fecha.
Después de completar una maestría en Administración de Empresas de la Universidad de DePaul en Chicago, la pareja contrajo matrimonioen 1994 y se movieron a Princeton, N.J., donde Beamer comenzó su carrera con Oracle Corp.
Durante 6 años la pareja enseñó en la Escuela Dominical de la Iglesia Alianza de Princeton, y Beamer era un fiel miembro del equipo de softbol de la Iglesia.
En el año 2000, la pareja se movió a Cranbury, N.J., a quince millas de distancia de Trenton, y Beamer se aseguró de que el salón de juegos fuera un lugar especial para sus amados Cubs, Bulls y Bears de Chicago.
Sus dos hijos, de 4 y 2 años, competían uno al otro por recibir primero a su papá cuando este llegaba de su trabajo. Beamer acostumbraba en ocasiones, montar a los niños en el automóvil para "guiar" hasta el garaje.
El trabajo de Beamer le demandaba viajar hasta cuatro veces al mes, en ocasiones, hasta por una semana. Era muy bueno en su trabajo y estaba constantemente hablando por su teléfono celular. Este año (2001) se ganó un viaje de 5 días a Italia con su esposa por lograr un alto nivel en ventas.
Regresaron a casa el lunes 10 de septiembre a las 5 de la tarde. Beamer pudo haber partido esa noche a una reunión de negocios en California, pero quería pasar más tiempo con sus hijos y su esposa, quien daría a luz su tercer hijo en Enero. Salió de su casa a las 6:15 de la mañana siguiente, con planes de regresar en un vuelo esa misma noche.
Información publicada en: Post Gazette Domingo, 28 de Octubre, 2001
http://www.maran-ata.net/9-11-todd-beamer.htm
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<HR style="COLOR: #330000" SIZE=1><!-- / icon and title --><!-- message -->TODD MORGAN BEAMER
El HÉROE DEL VUELO 93

Ejecutivo de Oracle Corp., y ex alumno del Wheaton College, a los 32 años, era no sólo un cristiano activo, sino también miembro y maestro de escuela dominical en la Iglesia Alianza de Princeton, en New Jersey. Iba a bordo del vuelo 93 de United Airlines, estrellado en Pennsylvania antes de alcanzar su objetivo, y donde él encabezó la revuelta de los pasajeros contra los secuestradores. Los detalles de lo ocurrido se han podido conocer por las llamadas telefónicas que él y otros pasajeros hicieron durante esos últimos minutos.
--"Lo hemos visto en el valor de los pasajeros que se precipitaron sobre los terroristas para salvar a otros en tierra, pasajeros como un hombre excepcional llamado Todd Beamer. Por favor, acompáñenme a dar la bienvenida a su esposa Lisa Beamer, quien está con nosotros esta noche ..." (Presidente George Bush al iniciar su discurso ante el Congreso de los EE. UU. el 20 de septiembre de 2001)
--"Beamer y otros impidieron que el peor ataque terrorista en la historia de EE. UU. tuviera un impacto aún mayor en la capital de la nación" (Dijo Dick Cheney, el Vice Presidente de los EE. UU. )
-"Todd era un hombre maravilloso, padre, hijo, hermano y amigo. Era también un cristiano comprometido, seguro de su fe y de su eternidad. Todd no era en absoluto perfecto, pero los "frutos del Espíritu" (Gálatas 5:22,23), amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza eran evidentes en la forma en que él vivía cada día" (Dijo su esposa Lisa)
Información Publicada en el Washington Post en 8/16/01
Echémonos a rodar (Let's Roll)
"¿Muchachos están listos?, Echémonos a rodar" (Are you guys ready? Let’s roll) era la expresión que Todd Beamer usaba cuando salían todos juntos de casa, él con su esposa y sus dos pequeños hijos.
Este hombre de negocios y maestro de escuela dominical, usó esta misma expresión para dirigirse a los demás pasajeros, que junto con él se lanzaron contra los secuestradores del vuelo 93 de United, poco antes de que éste se estrellara en una mina abandonada del oeste de Pennsylvania.
Esta aeronave, que las autoridades de gobierno sospechan apuntaba hacia un objetivo de gran importancia en Washington, fue la cuarta de una acción terrorista coordinada que mató a miles de personas, pero fue la única que no cobró vidas en tierra.
"Era amable por naturaleza y muy competente; no habría soportado que alguien resultara herido", dijo Lisa Beamer, su esposa, a la que una operadora telefónica narró las últimas palabras de su esposo. "Saber que ayudó a salvar vidas derribando el avión ...alivia una situación en la cual no hay mucho positivo que encontrar"
Todd Beamer hizo una llamada desde uno de los teléfonos a bordo del Boeing 757 y habló 13 minutos con la operadora de GTE, Lisa D. Jefferson, proporcionándole una información detallada de lo que estaba sucediendo; pero cuando, a su vez, ésta le informó de lo ocurrido esa misma mañana en el World Trade Center y en el Pentágono, él le comunicó que junto con otros pasajeros estaban planeando entrar en acción contra los terroristas del avión.
"Deben haberse dado cuenta de que los secuestradores se proponían hacer lo mismo con ese avión" dijo más tarde la esposa de Beamer, "así que se propusieron hacer lo posible para evitar que otras personas resultaran dañadas".
Antes de que terminara la llamada con un griterío de fondo, Todd Beamer le pidió a la telefonista que lo acompañara en una oración y juntos recitaron el Salmo 23. A continuación Todd le pidió a Robinson que le prometiera que llamaría a su esposa, que esperaba su tercer hijo junto a otros dos de 1 y 3 años.
"La gente me pregunta si me disgusta el que yo no haya podido hablar con él; pero estoy feliz de que en vez de llamarme a mí llamara a la Sra. Jefferson" dijo Lisa Beamer. "Yo habría sido de poca ayuda en esos momentos, y sé que de todos modos sus últimas palabras fueron para mí".
La Sra. Beamer narró que su esposo había llamado a las 9:45 de la mañana del martes y que le había informado a la Sra. Jefferson que a bordo habían tres secuestradores armados de cuchillos y que uno de ellos llevaba una bomba amarrada al pecho. Los otros dos ingresaron a la cabina de mando y expulsaron por la fuerza a los dos pilotos, los que ahora yacían heridos o muertos entre los pasajeros, en el fondo de la cabina.
El aparato se bamboleaba y cambiaba de rumbo a cada rato, de modo que los pasajeros ya sabían que de ningún modo aterrizarían en San Francisco. Todos se daban cuenta de que iban a morir; por lo que Todd y otros se propusieron saltar sobre el secuestrador de la bomba y derribarlo, continuó la Sra. Beamer.
Varios otros pasajeros, que también hicieron llamadas telefónicas antes de que el aparato se estrellara en las afueras de Pittsburgh, dijeron que ellos también pensaban hacer algo.
Todd Beamer soltó el teléfono después de hablar con la Sra. Robinson, dejando abierta la línea. Fue entonces cuando ella escuchó las palabras de Beamer: "Echemos a rodar" (Let’s roll). Luego silencio.
Poco tiempo después el avión se estrellaba muriendo las 45 personas que iban a bordo.
"Algunas personas viven su vidas, vidas prolongadas, sin dejar ninguna huella tras ellas" dijo Lisa Beamer. Mis hijos sabrán a su tiempo que su padre fue un héroe que contribuyó a salvar vidas. Este es un gran legado que un padre puede dejar a sus hijos".
Información tomada de: The Legacy of Flight 93
De adolescente, Todd Beamer se relacionaba a sí mismo con el atletismo. Sobresalió en la Escuela Superior Cristiana de Wheaton, Ill., en béisbol, baloncesto y futbol. Cuando su familia se mudó a California, antes de su último año de Escuela Superior, Beamer se valió de los deportes para establecer amistades. También formó parte de la Sociedad de Honor.
Comenzó a estudiar en la Universidad de Fresno para jugar béisbol, con miras a una carrera profesional, pero pronto realizó que eso no estaba en su futuro. Regresó a Illinois a estudiar en el Colegio de Wheaton, una Escuela cristiana co-educacional.al noroeste de Chicago. Fue ahí, en una clase de seminario, que conoció a la que sería su esposa. Su primera cita fue el 2 de noviembre de 1991; este año (2001) planificaban celebrar el 10mo aniversario de esa fecha.
Después de completar una maestría en Administración de Empresas de la Universidad de DePaul en Chicago, la pareja contrajo matrimonioen 1994 y se movieron a Princeton, N.J., donde Beamer comenzó su carrera con Oracle Corp.
Durante 6 años la pareja enseñó en la Escuela Dominical de la Iglesia Alianza de Princeton, y Beamer era un fiel miembro del equipo de softbol de la Iglesia.
En el año 2000, la pareja se movió a Cranbury, N.J., a quince millas de distancia de Trenton, y Beamer se aseguró de que el salón de juegos fuera un lugar especial para sus amados Cubs, Bulls y Bears de Chicago.
Sus dos hijos, de 4 y 2 años, competían uno al otro por recibir primero a su papá cuando este llegaba de su trabajo. Beamer acostumbraba en ocasiones, montar a los niños en el automóvil para "guiar" hasta el garaje.
El trabajo de Beamer le demandaba viajar hasta cuatro veces al mes, en ocasiones, hasta por una semana. Era muy bueno en su trabajo y estaba constantemente hablando por su teléfono celular. Este año (2001) se ganó un viaje de 5 días a Italia con su esposa por lograr un alto nivel en ventas.
Regresaron a casa el lunes 10 de septiembre a las 5 de la tarde. Beamer pudo haber partido esa noche a una reunión de negocios en California, pero quería pasar más tiempo con sus hijos y su esposa, quien daría a luz su tercer hijo en Enero. Salió de su casa a las 6:15 de la mañana siguiente, con planes de regresar en un vuelo esa misma noche.
Información publicada en: Post Gazette Domingo, 28 de Octubre, 2001
http://www.maran-ata.net/9-11-todd-beamer.htm
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