5 RAZONES BÍBLICAS POR LAS QUE VENERAR A MARIA

Re: 5 RAZONES BÍBLICAS POR LAS QUE VENERAR A MARIA

Saludos, a todos!

Sin temor a equivocarme creo que (y con todo respeto) los catolicos son los unicos cristianos que veneran a la Virgen María, que bueno al fin y al cabo dejo de ser Virgen.

Pero lo unico que si es una realidd es que de que fue Bienaventurada y bendita entre TODAS las mujeres, eso nadie lo puede negar. Pero hasta ahí.

Una vez oi a un Pastor dar una predica, a cerca de la cuestión de María, pero tambien incluyo a José, porque según esto, José fue bendito entre sus hermanos, bendito entre los presos, y bendito en todo por el Favor de Dios.

Entonces María hayo favor ante los ojos de Dios, o a caso era la unica virgen del pueblo? Llena eras de gracia, Dios le otorgó a María el honor, de ser madre de Jesús. Pues sólo Él decide quien si y quien no.

Y bueno Dios es Dios, Jesús es SEÑOR, y el Espiritu Santo, el consolador y guía.

Quien fue María? Otra hija muy favorida y hayada en gracias POR DIOS!


Dios les bendiga

:Tomato:
 
Re: 5 RAZONES BÍBLICAS POR LAS QUE VENERAR A MARIA

Fragmento tomado de una buena publicacion independiente, echa por un adventista. Es extenso pero su lectura ayudara a comprender que detras de la inocente incitacion de diablo a vgenerar a maria se encierran las mas grandes blasfemias.​

El número del 30 de diciembre de 1991 de la revista Time informó que "la última parte del siglo veinte se ha vuelto la edad del peregrinaje mariano" para los múltiples santuarios que se han establecido con el propósito de conmemorar estas apariciones de la Virgen María en años recientes. "Estas apariciones han traído a millones de personas a la fe en la María del catolicismo. El santuario en Lourdes, Francia, atrae unos 5.5 millones de peregrinos anualmente; la Madona Negra de Polonia atrae 5 millones; Fátima, Portugal, 'atrae la cifra constante de 4.5 millones de peregrinos al año desde una variedad cada vez más amplia de países'. Desde que Juan Pablo II visitara el santuario de María en Knock, Irlanda, 'la asistencia se ha duplicado a 1.5 millones de personas por año. Para poder manejar el influjo de visitantes, se abrió un nuevo aeropuerto internacional en Knock en 1986'. Un 'Santuario a María, Reina del Universo' se abrió recientemente en Orlando, Florida. El santuario de Nuestra Señora de Guadalupe cerca de Ciudad de México '¡atrae unos 20 millones de visitantes por año'!…María, una diosa idónea para todas las religiones, ya es adorada por una cuarta parte de la población de la tierra" (Una Mujer Cabalga la Bestia, pp. 465, 466, 469). Indiscutiblemente, las apariciones de María están atrayendo un gran número de seguidores, superando a los de Disneyland, en Anaheim, California, que reportó una increíble asistencia de quince millones de visitantes en 1996.

"San Luis de Montfort describió en el siglo XVII cómo sería la Iglesia en los últimos días, y el papel de María en ese plan. Él dijo: 'En la Segunda Venida del Señor, el Espíritu Santo, nos hará a conocer a María de forma especial para que a través de ella, alcancemos un mayor conocimiento de Jesús y lo sirvamos mejor....María resplandecerá más que nunca en estos últimos días para atraer a los pobres pecadores que se han alejado de la familia de Dios.…María hará surgir a los apóstoles de los últimos tiempos para hacer la guerra al maligno'". (El Trueno de la Justicia, p. 78). Siglos después, en 1987, en su encíclica Redemptoris Mater, el Papa Juan Pablo II "escribió que las apariciones marianas significan que la Santísima Virgen se está trasladando, a través del tiempo y del espacio, en una peregrinación hacia la Segunda Venida de Cristo y la victoria final de María sobre Satanás. Este es el papel de ella ahora como fue predestinado desde el principio" (Id., p. 20).

Ciertamente, a base de las declaraciones antedichas, uno podría llegar a considerar a María como el ser más importante que jamás haya existido, más aún que el mismo Jesús. Pero si estudiamos la Biblia y a la vez le pedimos en oración al Espíritu Santo que nos esclarezca la Palabra y nos dé a conocer sus verdades, ¡estoy seguro de que veremos claramente que dichas declaraciones no solamente son erróneas y engañosas, sino que la participación de María en los eventos futuros es algo totalmente imposible!

El mundo ya se encuentra listo y bien dispuesto para aceptar este engaño que es casi irresistible. De hecho, en la portada del número de diciembre de 1996 de la revista Life apareció una foto de una estatua de María con el siguiente encabezamiento: "Dos mil años después de la Natividad, la madre de Jesús es más QUERIDA, PODEROSA, y CONTROVERSIAL que nunca. El Misterio de MARÍA". El final de este artículo fue de especial interés para mí. Declaraba: "María...podría conducirnos a una reunión ecuménica de las iglesias cristianas. Ello nos podría llevar a una mejor comprensión de aquella joven que dio a luz en Belén hace dos mil años. Llegaríamos a conocer a María...

"¿Podríamos nosotros pedirle a esta muchacha sencilla que dirija lo que se ha convertido ya no en un culto, sino más bien en una enorme y apasionada feligresía, un movimiento que requiere un héroe, un rebaño mundial que por largo tiempo ha exigido más de ella; que en algunas casos ha demandado que ella misma proclame su propio mensaje? Me pregunto: Si María se transformara en un ser puramente humano—si la gente pudiera en verdad extender la mano y tocar a María—¿sería suficiente María?" Amigos míos, cuidado con aquellos que exponen esta clase de pensamientos y que también se refieren a María como "Corredentora, Mediadora, y Abogada". En primer lugar, no hay en la Biblia ninguna referencia a la Virgen María como "Corredentora" de la humanidad. El profeta Isaías, refiriéndose a Jesucristo, escribió lo siguiente: "...y conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob" (Isaías 60:16). En el Nuevo Testamento Pablo y Pedro, ambos apóstoles, aludieron de una manera decidida al precio que se pagó y la sangre que se derramó para obtener la redención de la humanidad. Pablo dijo: "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios [no a María] en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los
cuales son de Dios" (1 Co. 6:19, 20). Y Pedro nos dice cuál fue el precio de la redención: "...sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir...no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" (I P. 1:18, 19). Sólo puede haber, entonces, un solo Redentor—Jesucristo, quien pagó el precio del rescate con su propia sangre, habiendo renunciado la vida infinita en el cielo por venir al mundo a redimir la raza humana perdida. En segundo lugar, ¿cómo puede María ser nuestra "Mediadora" cuando que la Biblia explícitamente nos advierte: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre [que el de Jesucristo—véase Hechos 4:10] bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" y "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador [no dos] entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (Hechos 4:12; 1 Timoteo 2:5)? Evidentemente Jesús es el único ser calificado para ser Mediador de la humanidad. Y, en tercer lugar, ¿hubiera la madre de Jesús alguna vez pretendido ser nuestra "Abogada" cuando en 1 Juan 2:1 dice: "...y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo"? ¿Si la verdadera Virgen María estuviera viva, contradiría las palabras de su Hijo? Aún así, el libro El Trueno de la Justicia, que registra muchas de las presuntas declaraciones hechas por la falsa Virgen María a diferentes personas alrededor del mundo, dice que el papel que desempeña María es el de "Corredentora, Mediadora, y Abogada". "Aunque el Calvario fue en primer lugar, y sobre todo, el escenario de sufrimientos de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor, éstos también fueron la causa de que Nuestra Señora padeciera heridas místicas ocultas. Dios no quiere que las preciosas heridas de Nuestra Señora permanezcan ocultas por más tiempo, sino que por el contrario, su pueblo debe comprender la singular purificación que la humanidad recibió, y continuará recibiendo, mediante la devoción a las Heridas Ocultas y Místicas de María" (El Trueno de la Justicia, p. 31). ¡Como si ella hubiese sido crucificada y ofrecido una vida infinita por nosotros!

Amigos, ¿fue acaso acerca de las heridas de María que Isaías escribió en su famoso capítulo 53? ¿Acaso fue a ella la que "tuvimos por azotada, por herida de Dios y abatida" y la que fue "molida por nuestros pecados", o la que "como cordero fue llevada al matadero"? ¡No, no! ¡Fue Cristo! Isaías escribió sin rodeos: "Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.…Angustiado él, y afligido,...como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca" (Isaías 53:4, 5;-7). Fue Jesucristo, el Hijo de Dios, que dijo: "He pisado yo solo [o sea, por mí mismo] el lagar, y de los pueblos nadie había conmigo [ni siquiera María]..." (Is. 63:3).

A pesar de esto, El Trueno de la Justicia alega además que cuando la supuesta María se le aparece a la gente, algunos de los otros títulos blasfemos que ella emplea para identificarse son los siguientes: "Nuestra Señora de Todas Las Naciones", "La Guardiana de la Fe", "La Inmaculada Concepción", "Purísima y Sin Pecado", "Madre de la Iglesia", "Reina del Santo Rosario", "Nuestra Señora de Guadalupe" (que significa "La que Aplasta la Serpiente"), "Su Inmaculada Esposa [del Espíritu Santo]", La Segunda Eva", o "La Nueva Eva", "La Reina del Mundo", "La Reina de Cielos y Tierra", y último, pero no menos importante, "La Reina de la Nueva Era Venidera".

Por favor, espero que nadie vaya a pensar que le estoy faltando el respeto a María al escribir este libro puesto que yo anhelo y le ruego a Dios que me permita conocerla en la Mañana de la Resurrección cuando los santos salgan de sus sepulcros. Ella desde luego fue una admirable dama cristiana. Por eso fue que Dios la escogió para ser la madre del Mesías. Pero cuando Satanás se vale de la figura de ella como medio para engañar a las almas, entonces yo, cual centinela sobre los muros de Sión, me veo obligado a tocar la trompeta. Por consiguiente, tengo que tomar el tiempo para revelar la blasfemia que implican algunos de estos nombres. Primero, permítaseme comentar sobre dos de los títulos dados a María: "La Inmaculada Concepción" y "Purísima y Sin Pecado". ¿Sabía el lector que cuando se menciona el nombre de "Inmaculada Concepción" casi todo el mundo cree que el título se aplica al nacimiento virginal de Jesús? Pero esto es una equivocación. La Inmaculada Concepción, que es una doctrina católica romana, de ninguna manera se aplica a Jesús. Se refiere al nacimiento de la Virgen María, quien, de acuerdo a la Iglesia Católica Romana, fue concebida sin la mancha del pecado original y por eso es que se la llama "Purísima y Sin Pecado". He aquí lo que enseña oficialmente la Iglesia Católica: "...María, la Virgen Madre de Jesús, por los méritos de su Divino Hijo, fue preservada del pecado original desde el primer instante de su concepción en el vientre de su madre Santa Ana. Este gran privilegio se llama la Inmaculada Concepción y fue proclamado un dogma de fe por el Papa Pío IX en 1854. Se celebra cada año como día de precepto el 8 de diciembre" (Catecismo Básico, publicado por Pauline Books & Media, 1985, p. 35). La Biblia, por el contrario, nos dice claramente que "...todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios..." y "No hay justo, ni aun uno..." (Romanos 3:23; y 3:10). Además, queda claramente establecido en los registros genealógicos bíblicos, y también a raíz de que María era una israelita de pura sangre, que ella era descendiente de Abraham por parte de padre y madre. Ahora, nótese esta declaración del Apóstol Pablo en Hebreos 2:16 concerniente a la naturaleza humana de Jesús: "Porque ciertamente no tomó a los ángeles, sino a la simiente de Abraham tomó" [Reina-Valera 1909]. Y Abraham vivió con la herencia de una naturaleza humana caída 2.000 años después que Adán y Eva fueron expulsados del Edén, y varios siglos después que Dios destruyó el mundo por medio de un diluvio a causa de la gran maldad de la humanidad. No obstante, la Iglesia Católica y el Movimiento Sacerdotal Mariano quisieran que creyésemos que María era santa. De hecho, el bien conocido rezo católico, "El Avemaría," incluye las palabras: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte". En la obra A Catechism of Christian Doctrine, p.27, la Iglesia Católica acredita que dichas palabras fueron compuestas por ella misma bajo la inspiración del Espíritu Santo. Sin embargo, ni una sola vez en las Escrituras María es llamada "Santa María" pero es todo lo contrario cuando se refieren a Jesús. Las Escrituras, cuyo autor es el Espíritu Santo (2 Pedro 1:21), al referirse a Jesús, lo llaman "el Santo Ser" y "tu santo hijo Jesús." (Lucas 1:35; Hechos 4:30). ¡Cristo es la única persona en la Biblia cuyo nacimiento humano se describe de esa manera!

Pero de nuevo El Trueno de la Justicia contradice la Palabra de Dios cuando se refiere a lo que ha sido denominado como la "Asunción": "María había sido elevada al cielo.…Puesto que era libre de pecado, su cuerpo no tuvo que sufrir la corrupción de la tumba.…La Iglesia siempre ha sostenido la veracidad de la Asunción de María y en 1950 el Papa Pío XII la declaró oficialmente parte del dogma católico" (p. 47). Esta doctrina, por lo tanto, ha recibido la aprobación infalible del papa. ¿Pero tendrá la aprobación de las Sagradas Escrituras? Los creyentes fieles de la antigua Berea estudiaban las Escrituras "para ver si estas cosas eran así" (Hechos 17:11) y si nosotros también las estudiásemos con el mismo propósito, aprenderíamos que los únicos mortales trasladados al cielo desde los días de Adán hasta el presente fueron Enoc, Moisés, Elías, y muchos santos que fueron resucitados con Cristo cuando él se levantó de los muertos. La Biblia dice de Enoc: "Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios" (Génesis 5:24). Acerca de Elías, la Palabra dice: "…quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo" (2 Reyes 2:1). De Moisés, Judas 9 dice: "Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés", y Mateo 17: 1-3 dice que cuando Jesús se transfiguró, "...les aparecieron [a Pedro, Jacobo, y Juan] Moisés y Elías hablando con él". Por medio de esta impresionante escena, Jesús les dio una vislumbre de su gloria a los tres discípulos que observaban, y aquellos dos valerosos hombres de Dios que aparecieron con él eran perfectos representantes de cada persona que será salva a través de la historia. Moisés, que sucumbió a la muerte, fue resucitado por Cristo, y, por así decirlo, constituía una promesa o garantía para todos los que mueren en Cristo; es decir, que ellos también han de levantarse de los sepulcros en la resurrección de los justos (Juan 5:28, 29; 1 Tesalonicenses 4:16). Elías era un tipo de todos los salvos que estarán vivos y que han de ser trasladados cuando Cristo venga por segunda vez. (1 Tesalonicenses 4:17). Para confirmar que esta es una interpretación correcta, léase Mateo 16:27, 28; 17:1-3 y compárese con el propio parecer de Pedro en 2.Pedro 1:16-18.

Además de estos tres patriarcas antedichos, hubo una multitud de santos que salieron de sus sepulcros cuando Cristo resucitó. Mateo 27:51-53 declara: "...y la tierra tembló...y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos". Efesios 4:8 nos dice que esta gente - como trofeos adicionales - fueron llevados al cielo cuando Cristo ascendió: "Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad (o "llevó cautivos", según algunas versiones), y dio dones a los hombres". ¡Estos héroes de la fe fueron resucitados juntamente con Jesús como parte de la ofrenda antitípica de las "primicias" de la tumba, lo cual constituía una garantía de la gran cosecha final del resto de los redimidos en el Día de Resurrección que será en ocasión de la Segunda Venida! Por otro lado, también es interesante notar que en mi idioma natal, el inglés, la Asunción se llama Assumption, palabra que tiene un doble sentido. Se refiere al dogma de la Iglesia Católica Romana de "la elevación corporal a los cielos de la Virgen María", pero también quiere decir "presunción, suposición, o hipótesis". Hoy día sé más acerca de la "Asunción" que cuando asistía a las escuelas católicas, porque mientras estaba allí, yo sólo suponía que era la pura verdad.

Además, me parece raro que el Apóstol Juan, que algunos años después de la muerte de todos los otros discípulos—a mediados de la década de los 90 del primer siglo D.C.—escribió el Evangelio de Juan y el Apocalipsis (ya en edad avanzada), ni siquiera una vez mencionó que María fue elevada al cielo, como lo pretende Roma. De todos los discípulos, Juan hubiera sido la autoridad definitiva sobre este asunto. Vamos a ver por qué. Poco antes de su muerte en el Calvario, Jesús contempló a su madre y a su discípulo Juan que estaba junto a ella al pie de la cruz. Fijando su mirada sobre el rostro angustiado de María, y luego sobre Juan, "...dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa" (Juan 19:26, 27). ¡Cristo designó a Juan como guardián de su madre mientras ella viviera! "Juan comprendió las palabras de Cristo y aceptó el cometido. Llevó a María a su casa, y desde esa hora la cuidó tiernamente. ¡Oh Salvador compasivo y amante! ¡En medio de todo su dolor físico y su angustia mental, manifestó un reflexivo cuidado por su madre!...Y al recibirla como un sagrado cometido, Juan recibía una gran bendición. Le recordaba constantemente a su amado Maestro." (El Deseado de Todas las Gentes, p. 700). Y Juan escribió sobre este asunto en el Evangelio de Juan un poco antes de su propia muerte, en un tiempo cuando María, mayor que él por unos 25 a 30 años, indudablemente ya había muerto. Entonces, ¿por qué Juan no registró nada sobre su supuesta "Asunción" en las Sagradas Escrituras? ¡Porque sencillamente no ocurrió! ¡Porque ella, al igual que el amado apóstol Juan, está durmiendo tranquilamente en el sepulcro hasta aquel día culminante en que ella escuchará una vez más la voz de su Hijo llamándola a que salga del sepulcro en la gloriosa Mañana de Resurrección!

Pero es cierto que María era "muy favorecida" por Dios y "bendita…entre las mujeres" (Lucas 1:28), por haber sido escogida por Dios para concebir [milagrosamente] en su vientre y dar a luz un hijo a quien llamaría Jesús (Lucas 1:31). No obstante, el versículo siguiente identifica con precisión la única persona que merece ser alabada: "Este [Jesús] será grande, y será llamado Hijo del Altísimo;y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin" (Lucas 1:32, 33). De hecho, unos pocos versículos más adelante, después de haber concebido y salido a visitar a su prima Elisabet, María sencillamente declara con sus propios labios: "Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador" (Lucas 1:46,47). Nótese que María humildemente admite que el hijo que llevaba en su vientre era el Hijo de Dios—el Mesías prometido desde tiempos antiguos y el Libertador de la humanidad que tuvo a bien convertirse en miembro de la raza humana con el fin de salvarla, a quien ella debía ponerle por nombre Jesús. Él era para ella, lo mismo que para el mundo entero, su Salvador—porque el nombre Jesús significa "Jehová [el Señor] salva".

María en ningún momento se forjó la ilusión de ser la "Madre de Dios" [frase de origen católico y que forma parte del "Ave María"] porque ninguno de los miembros de la Deidad tuvo una madre original. El nombre divino Yavé o Jehová lleva como significado básico "El que existe por sí mismo", o el gran "YO SOY". Moisés, quien habló con el gran "YO SOY" por espacio de cuarenta años, claramente entendía esto. En el Salmo 90, del cual él es el autor, escribió, "Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios". Y la profecía de Míqueas 5:2 que identificó con exactitud a Belén de Judea como el lugar de nacimiento del Mesías prometido, lo describe a él como uno cuyas "salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad". María más bien se consideraba como "bendita entre las mujeres", como alguien que había sido "muy favorecida" al ser escogida como el instrumento humano mediante el cual un miembro de la Deidad podría encarnarse como ser humano para efectuar el rescate de la humanidad perdida. Ella era la madre del Mesías, el Dios-Hombre, cuando él transfirió su existencia original a una humana. Se convirtió en el Hijo del Hombre, pero siguió siendo parte de la Deidad - el Hijo de Dios.

María siempre supo conocer y mantenerse en su lugar. Cuando Gabriel le informó que milagrosamente concebiría un hijo por intervención del Espíritu Santo y que "por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.…porque nada hay imposible para Dios", su humilde respuesta fue: "He aquí la sierva [en griego, esclava] del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra" (Lucas 1:35, 37, 38). En el idioma griego "sierva" es doúle, que quiere decir esclava, por la fuerza o por voluntad propia, siendo éste el caso de María. Es una palabra que se usa para designar la esclavitud y la servidumbre propiamente dichas. Pero aunque la palabra se aplica principalmente a la clase de relación que se percibe entre una persona y otra, como en la susodicha declaración de María en la que se reconoce como sierva, de todos modos se aplica a una actitud de sujeción y sumisión de parte del hablante. En todo caso, las palabras de María claramente dan a entender que ella humildemente se sometía a la voluntad de Dios.

Esto vuelve a echarse de ver cuando ella llega de visita a casa de su prima Elisabet, futura madre de Juan el Bautista - mensajero de Cristo que anunciaría su llegada y su misión - y ambas bajo la inspiración del Espíritu Santo se saludan. Habiendo Elisabet reconocido a María como "la madre de mi Señor" (Lucas 1:43), María contestó, como ya se dijo anteriormente: "Engrandece mi alma al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador". Pero nótese cuidadosamente la actitud que reflejan sus comentarios subsiguientes: "Porque ha mirado la bajeza de su sierva; pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones" (Lucas 1:46-48). El vocablo "bajeza" en el idioma griego se deriva de una palabra que connota "humillación" o "rebajamiento", y cuadra muy bien con la palabra "sierva" que María se atribuye a sí misma y que quiere decir "esclava" sumisa. Lo que en efecto está diciendo María es lo siguiente: "Socialmente, o en lo que a prestigio se refiere, no soy nadie". Pero luego reconoce inmediatamente que el hijo que llevaba en sus entrañas era el verdadero Héroe cuyas hazañas serían tan admirables y perdurables que todas las futuras generaciones, aun por toda la eternidad, la llamarían "bienaventurada" por haber sido un instrumento humano avenible que con la ayuda divina convirtió en realidad la redención de la humanidad. Cuesta imaginarnos que una mujer que poseyó un grado tal de humildad pueda surgir en
la actualidad como una persona que se atribuye y hace alarde de títulos pretenciosos y obras vanagloriosas, así como ha sido delineado en este capítulo. Resulta interesante notar que no se encuentra en toda la Biblia ni una sola plegaria que se haya elevado a María, ni tampoco un solo instante en que ella haya socorrido a alguien o haya prometido que podría o sería capaz de hacerlo.

Jesús es el Salvador del mundo, el Cordero que fue inmolado, el Portador de pecados, por cuyas llagas y heridas somos curados, la Resurrección y la Vida, nuestro Sumo Sacerdote y Mediador ante el Padre, la "Simiente" de la mujer que heriría la cabeza de la "serpiente", el descendiente de David que gobernaría desde el trono de David para siempre. Nótese esta hermosa y clara profecía del nacimiento del Mesías y su futuro gobierno sobre el trono de su antepasado humano David pronunciada por el "profeta evangélico", Isaías: "Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro: y se llamará su nombre Admirable consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto" (Isaías 9:6, 7). ¡Esta profecía, amigos míos, abarca y cumple todos los propósitos divinos!






CAPÍTULO - 5

Los autores de El Trueno De La Justicia también alegan que María se refiere a sí misma como la que "aplastaría la serpiente [Satanás]," en el tiempo del fin,puesto que ella supuestamente es la "mujer" de Génesis 3:15. Examinemos con detenimiento este pasaje bíblico y veamos si esta interpretación es correcta. En Génesis 3:15, la Biblia dice: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar". Este versículo es una profecía y a la vez una promesa de que algún día cierto Hijo, específicamente un Niño varón, nacería en el mundo [un descendiente de Eva], para lidiar con el diablo, y que, a pesar de él mismo ser gravemente herido en la contienda (su muerte en la cruz), de todos modos vencería al enemigo asestándole un golpe fatal en la cabeza al final de los tiempos. "Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo" (Hebreos 2:14).

En Gálatas 3:16 la Biblia aclara además que "...a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo". Así que es fácil ver que definitivamente no es María sino su simiente, a saber, Jesucristo, quien finalmente destruye a Satanás. Ahora, volvamos a leer Génesis 3:15 con sus debidas aclaraciones: "Y pondré enemistad [hostilidad] entre ti [Satanás] y la mujer [Eva], y entre tu simiente [los seguidores de Satanás] y la simiente suya [los descendientes de la mujer por vía de Cristo el Libertador]; ésta [Cristo—la Simiente prometida, el Libertador mismo] te herirá en la cabeza [el golpe de muerte—la victoria definitiva de Cristo sobre Satanás y la destrucción terminante y eterna de Satanás después del milenio (véase Ezequiel 28:18, 19 y Apocalipsis 20:6-9)], y tú [Satanás] le herirás en el calcañar" [la muerte de Cristo en la cruz—una herida grave, pero no permanente, porque él se levantó de los muertos, teniendo las llaves de la muerte y del Hades o sepulcro (Apocalipsis 1:18), después de haber saqueado por completo el imperio y la potestad de Satanás]".

El libro, El Trueno de la Justicia, pretende además que la profecía de Génesis 3 "se ha cumplido en Apocalipsis 12, donde María es la gran señal en el cielo: 'Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza'. El papa Pablo VI, en su encíclica de 1967, Signum Magnum, identificó a Nuestra Señora de Fátima como la representación bíblica de la Mujer vestida del sol" (El Trueno de la Justicia, p. 94). El libro además declara que "María, la Mujer vestida de sol, aparece como una señal y explica los secretos del Libro de la Revelación" (Id., p. 95).

Ese libro también sostiene que "El 12 de abril de 1947, en Tre Fontane (Tres Fuentes), Roma, Italia, Nuestra Santísima Madre anunció, 'Yo soy la Virgen del Apocalipsis' (Ibíd.). El Padre Gobbi, uno de los sacerdotes del Movimiento Mariano, quien se dice ha recibido más revelaciones de parte de María que cualquier otra persona, asevera que la Virgen María le dijo lo siguiente el 24 de abril de 1980: "Yo soy la Virgen de la Revelación. En Mí, la obra maestra del Padre se realiza de manera tan perfecta, que Él puede derramar en Mí la Luz de su predilección. El Verbo asume su naturaleza humana en mi seno virginal, y así puede venir a ustedes por medio de mi verdadera función de Madre. El Espíritu Santo me atrae, como imán, hacia lo íntimo de la vida de amor entre el Padre y el Hijo, me transforma interiormente y me asimila tanto a Él que me hace su Esposa....Los llevaré [plural] a la plena comprensión de la Sagrada Escritura" (Id., p. 90).

Amigos, la Biblia nunca nos dijo que María interpretaría las Escrituras, sino más bien que el Espíritu Santo llevaría a cabo esta función. "Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios...Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios….lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual" (1 Corintios 2:10, 11b, 13). De nuevo en Juan 16:13 y 14, Jesús dijo a sus discípulos: "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad... y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío [de las maravillosas obras de Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida], y os lo hará saber". De modo que fue al Espíritu Santo, miembro de la Deidad - y no a un ser creado - que se encomendó la interpretación de las Escrituras con el propósito de guiar a aquellos que de corazón procuran las verdades de la Palabra de Dios. No obstante, El Trueno de la Justicia sigue diciendo que María le habló así al Padre Gobbi: "Sobre todo, les leeré las páginas de su último Libro [Apocalipsis], que están viviendo. En él ya todo está predicho, aun aquello que ha de suceder. Está claramente descrita la batalla a la cual los llamo y está preanunciada mi gran victoria" (Ibíd.).

Estudiemos ahora Apocalipsis 12 con más detenimiento para ver si es verdad que la "mujer vestida de sol" es la Virgen María. Pero, antes de hacerlo, establezcamos bien algunos hechos relacionados con el libro de Apocalipsis. En primer lugar, este libro no es un "misterio", sino "la revelación de Jesucristo....a su siervo Juan" (Apocalipsis 1:1). El nombre Apocalipsis es idéntico en español a la palabra griega de la cual se deriva y que significa "divulgación," "descubrimiento," o "revelación". Por lo tanto, el libro de Apocalipsis no ha de verse como un misterio sino como algo que todo estudiante sincero de la Biblia puede y debe entender. En segundo lugar, el Apocalipsis es un libro profético que predice "las cosas que deben suceder pronto" (Ap. 1:1). En tercer lugar, el libro está repleto de señales y símbolos, y este es el método por medio del cual Dios le mostró el futuro a Juan quien, según él mismo dice, fielmente "ha dado testimonio de todas las cosas que ha visto" (Ap. 1:2). Él, por ejemplo, vio una bestia que tenía siete cabezas (Ap. 13:1); "un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos..." (Ap. 12:3); y "la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas" (Ap. 17:1).

Todo estudiante de la Biblia debe saber que la Biblia es su propio intérprete. Tomemos como ejemplo Apocalipsis 17:1—"la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas". Si consultamos el versículo 15 del mismo capítulo, vemos que la Escritura dice, "Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas". Se hace patente que la "ramera" no es una prostituta literal sentada en el Océano Atlántico, sino más bien una representación o figura de cierto tipo de organización poderosa que tiene muchas pueblos, multitudes, naciones y lenguas bajo su jurisdicción. Y no importa cuál sea la política o influencia de esta entidad, definitivamente no funciona con el visto bueno o aprobación del Autor de Apocalipsis. Es interesante que a través de todas las Escrituras la sagrada relación entre Dios y sus seguidores fieles se compara a un matrimonio. Notemos la reacción de Dios cuando esta relación se ha degenerado hasta llegar a la infidelidad: "Si alguno dejare a su mujer, y yéndose ésta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, [Israel] has fornicado con muchos amigos [siguiendo la idolatría y las prácticas corruptas de las naciones paganas que los rodeaban]; más ¡vuélvete a mí! dice Jehová. Alza tus ojos a las alturas [lugares de adoración de ídolos y dedicados a la inmoralidad], y ve en qué lugar no te hayas prostituido [la implicación es que no existía lugar en que no se hubiese contaminado]. Junto a los caminos [las vías principales de transporte] te sentabas para ellos [como ramera en busca de clientes], como árabe en el desierto[es decir, como ladrón escondido en el desierto ansiosamente
esperando asaltar a viajeros y caravanas] y con tus fornicaciones y con tu maldad has contaminado la tierra. Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente de ramera [una actitud descarada o desvergonzada], y no quisiste tener vergüenza...Vuélvete, oh rebelde Israel [en el hebreo original dice literalmente, Vuelve, oh Israel, tú que das la espalda], dice Jehová…porque yo soy vuestro esposo" (Jeremías 3:1-3,12,14). Por lo tanto, una ramera o prostituta en la Biblia se emplea como símbolo de una iglesia infiel que ha abandonado a su Esposo, Jesucristo, y está teniendo relaciones ilícitas con otros hombres o líderes o dioses de este mundo. (Véanse
los capítulos 16 y 23 de Ezequiel para mayores detalles). Con esto en mente, pasemos ahora a estudiar la "mujer" de Apocalipsis 12, que es tanto un símbolo de una organización religiosa de mucha influencia como lo es la "ramera" de Apocalipsis 17, y veamos si la "mujer" es en verdad la Virgen María.

Apocalipsis 12:1 comienza con la visión que tiene Juan de una madre simbólica que aparece en el cielo "vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas". Está encinta y ansiosa de dar a luz (vers. 2), y Satanás está presente en forma de dragón listo para "devorar a su hijo tan pronto como naciese" (vers. 4). Milagrosamente, el niño escapa y es "arrebatado para Dios y para su trono" (vers. 5).

Si se trata de interpretar estas Escrituras literalmente, conjeturando que la mujer es la Virgen María, inmediatamente surgen muchas preguntas. Los que aceptan esta interpretación razonan de esta manera: "Después de todo, ¿no fue la Virgen María la que dio a luz al Niño Jesús, y no fue su Hijo el objeto primordial de la saña del diablo? Por lo tanto, ¡la 'mujer' tiene que ser María!" A manera de respuesta, notemos lo siguiente: En primer lugar, Juan vio "una gran señal" en el cielo e inmediatamente la reconoció como algo de gran importancia para el mundo. Aunque él conocía muy de cerca a María, jamás declaró: "¡He aquí veo la figura glorificada de la madre de mi Señor en el cielo"! En segundo lugar, ¿se ha oído alguna vez de una mujer "con la luna debajo de sus pies", o "vestida del sol?" En tercer lugar, ¿se ha visto alguna vez un dragón y, para colmos, uno que tenga "siete cabezas"? Por lo tanto, estas palabras han de tener una aplicación simbólica a eventos literales. ¿Y acaso no es esto lo que esperaríamos descubrir dado que "la revelación de Jesucristo" es algo que Dios le dio y "la declaró enviándola [a través de señales, o símbolos] por medio de su ángel a su siervo Juan..."? (Ap. 1:1). ¿Y no era esta una manera excelente de revelar información confidencial a sus fieles seguidores que vivían bajo un gobierno totalitario y que para el lector ocioso y desinteresado no resultaba ser más que una jerga de palabras e imágenes? ¡Cuán sabio es, y cómo cuida de su pueblo el Dios de las Sagradas Escrituras!

En el antepenúltimo párrafo expresé que una mujer, cuando aparece representada por una ramera, se entiende que es un pueblo o una iglesia apóstata. Pero, además de esto, la palabra todavía tiene otro significado cuando se usa simbólicamente. Así como una ramera puede simbolizar una iglesia impura, la figura de una virgen puede emplearse como representación de una iglesia pura. Esto está ejemplificado en las siguientes dos citas de las Escrituras: "A mujer hermosa y delicada comparé a la hija de Sión" (Jeremías 6:2), y "Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo" ( 2 Corintios 11:2). Así que, ¿será posible que la "mujer" de Apocalipsis 12 represente a la "la verdadera iglesia" y no a la Virgen María? Además, su vestimenta es el "sol", tiene la "luna" debajo de sus pies, y luce una corona de "doce estrellas". ¿Cuál es el significado de "la mujer" vestida de "sol"? Cierto día, muy temprano de mañana, Jesús se hallaba ministrando en el templo de Jerusalén cuando señaló el sol que se levantaba en todo su esplendor sobre el Monte de los Olivos y a propósito pronunció las siguientes palabras: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" (Juan 8:12). Malaquías, el último de los profetas del Antiguo Testamento, describió al Prometido como "el Sol de justicia". (Mal. 4:2). Cuando estaba en visión en la Isla de Patmos durante la última década del primer siglo de nuestra era, Juan vio "una mujer vestida del sol" - o sea, ¡vestida de la gloriosa luz del "Sol de Justicia"! Claramente, este evento trascendental se aplica al nacimiento del Dios-Hombre, el Mesías. ¡La noticia más importante de todos los siglos es que el Libertador por largo tiempo prometido ha llegado! La mujer pulcra - por largo tiempo reconocida por el ahora envejecido Juan como una representación de los fieles seguidores de Dios tanto en los tiempos del Antiguo Testamento como los del Nuevo - ¡ahora por fin aparece iluminada por el brillante resplandor de su inmediata Presencia!

Además, ella aparece con la "luna debajo de sus pies". La dispensación mosaica (la del Antiguo Testamento) acababa de terminar y había sido reemplazada por la dispensación evangélica. Así como la luz menor de la luna viene del sol, de la misma manera el sistema de sacrificios, con su sacerdocio levítico, fiestas, etc., había reflejado una gloria menor que provenía de tipos y sombras. Frente a la plena gloria espiritual de la era evangélica, todo ello se ha convertido en antitipo y sustancia. La "mujer" lleva "una corona de doce estrellas" que representa a los doce apóstoles. "Por anticipación, se nos presenta a la iglesia plenamente organizada, con sus doce apóstoles, antes que aparezca en el escenario el hijo varón, Cristo. Había de quedar así constituida inmediatamente después que Cristo comenzase su ministerio; y él está más definidamente relacionado con esta iglesia que con la época anterior" (Las Profecías de Daniel y el Apocalipsis, t. 2, p. 191). Para Juan, con su perspectiva de la conclusión de la Era Apostólica y el comienzo de la otra descrita en su visión de Apocalipsis 12 que apenas entraba en sus primeras etapas, dicha anticipación parecería tanto lógica como apropiada. Y lo es para nosotros también hoy día. Después de todo, los eventos del nacimiento de Cristo y de su corta vida aquí en la tierra, descritos en la visión de Juan, tuvieron tanto impacto sobre el desarrollo de la historia de nuestro mundo que hoy día universalmente se designan los años como antes y después de Cristo (en español, esto se abrevia con las iniciales a.C. y d.C.). De toda esta información dilucidada hasta el momento, se desprende el hecho de que "su hijo", Jesucristo, nació para beneficio de la iglesia verdadera. Él fue un don del cielo para los fieles seguidores de Dios en general, inclusive María, quien formaba una pequeña pero importante parte de la "mujer" descrita en la visión de Juan.

¿Y quién fue el que le ocasionó sufrimiento y tentación al maravilloso niño Jesús? "También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata...se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz..." (Ap. 12:3, 4). En el versículo 9, nos enteramos que el dragón es "la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero" y que en un tiempo procuró destruir al niño Jesús. ¡Se trata de símbolos! En la visión, el dragón es visto en el cielo - sin embargo, Jesús, como es bien sabido, nació en la tierra. Entonces, ¿qué representa en la tierra el símbolo del dragón? Todos los que han oído la historia de la Navidad saben que fue el Rey Herodes quien envió soldados a Belén para destruir a todos los niños varones, esperando matar entre ellos a Jesús. Los soldados de Herodes no encontraron al niño Jesús porque Dios por medio de un sueño les había avisado a sus padres que escaparan. El rey Herodes era un títere de los romanos. Todo el mundo conoce también a Poncio Pilato - otro administrador romano - que entregó a Jesús para ser crucificado. Fue Roma la que intentó destruir a Jesús. El gran dragón escarlata representa primeramente a Satanás - y en segundo lugar a su agente Roma, que actúa de parte de Satanás.

"Triunfantemente, después que Satanás y Roma mataron a nuestro Salvador, Jesús se levantó de los muertos y 'fue arrebatado para Dios, y para su trono' (Apocalipsis 12:5), donde 'vive siempre' como Sumo Sacerdote 'para interceder por ellos' (Hebreos 7:25, 26).

"Frustrado en su intento de dar muerte al Hijo, el gran dragón escarlata dirige ahora su odio contra la madre del Hijo. Pero la mujer huyó al 'desierto', donde 'tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días'" [Ap. 12:6] (Dios Revela el Futuro, t. 2, p. 321). Como veremos más adelante, la experiencia de "la mujer" [desde la ascensión de Cristo al trono de su Padre hasta que el "resto de su simiente" aparezca y termine la obra de Dios en la tierra poco antes de cerrar el tiempo de gracia en los últimos días] cuadra mejor con la historia de la iglesia que con la Virgen María.

"Por más que los vicios prevalecieran, aún entre los jefes de la iglesia romana, la
influencia de ésta parecía ir siempre en aumento. A fines del siglo VIII los partidarios del papa empezaron a sostener que en los primeros tiempos de la iglesia tenían los obispos de Roma el mismo poder espiritual que a la fecha se arrogaban. Para dar a su aserto visos de autoridad, había que valerse de algunos medios, que pronto fueron sugeridos por el padre de la mentira. Los monjes fraguaron viejos manuscritos. Se descubrieron decretos conciliares de los que nunca se había oído hablar hasta entonces y que establecían la supremacía universal del papa desde los primeros tiempos. Y la iglesia que había rechazado la verdad, aceptó con avidez estas imposturas.

"Los pocos fieles que edificaban sobre el cimiento verdadero (1.Corintios 3:10, 11) estaban perplejos y trabados, pues los escombros de las falsas doctrinas entorpecían el trabajo. Como los constructores de los muros de Jerusalén en tiempo de Nehemías, algunos estaban por exclamar: 'Las fuerzas de los acarreadores se han enflaquecido, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro' (Nehemías 4:10). Debilitados por el constante esfuerzo que hacían contra la persecución, el engaño, la iniquidad y todos los demás obstáculos que Satanás inventara para detener su avance, algunos de los que habían sido fieles edificadores llegaron a desanimarse; y por amor a la paz y a la seguridad de sus propiedades y de sus vidas se apartaron del fundamento verdadero. Otros, sin dejarse desalentar por la oposición de sus enemigos, declararon sin temor: 'No temáis delante de ellos: acordaos del Señor, grande y temible' (vers. 14), y cada uno de los que trabajaban tenía la espada ceñida a la cintura' (Vers. 18). (Véase Efesios 6:17).

"Las tinieblas parecían hacerse más densas. La adoración de las imágenes se hizo más general. Se les encendían velas y se les ofrecían oraciones. Llegaron a prevalecer las costumbres más absurdas y supersticiosas. Los espíritus estaban tan completamente dominados por la superstición, que la razón misma parecía haber perdido su poder. Mientras que los sacerdotes y los obispos eran amantes de los placeres, sensuales y corrompidos, sólo podía esperarse del pueblo que acudía a ellos en busca de dirección, que siguiera sumido en la ignorancia y en los vicios" (El Conflicto de los Siglos, pp. 58-61
 
PODRIA DECIR MIL RAZONES PARA NO ADORARLA

PODRIA DECIR MIL RAZONES PARA NO ADORARLA

En historia de María sólo sabemos que tuvo siete u ocho hijos/hijas,siendo los hijos Jesús,José o Josetos,Judas,Simón y Santiago.La Iglesia católica ha deificado a Jesús,convirtiéndolo primero en Cristo,y después en Jesucristo,y haciéndolo consubstancial con Dios Padre (Yavhé,invento de Moisés),y Dios Espíritu Santo (el Espíritu Santo inventado por los consejeros de Salomón para explicar el espíritu divino que se cernía sobre las aguas al comienzo del Génesis).

En consecuencia la Iglesia católica ha hecho eterno a Jesús,que en realidad fue un esenio seglar de Nazareth,que terminó lapidado por enfrentarse a la Iglesia de Jerusalén.Se han escrito unos sesenta evangelios sobre Jesús y sus discípulos,el último de los cuales puesto al día es el de Judas,tan falso como todos,pues su tesis es afirmar que no traicionó a Jesucristo,sino que lo entregó por ruego de Cristo,para que pudiera ser crucificado,y Redentor por tanto.Pero la Iglesia sólo reconoce cuatro Evangelios,porque el Espíritu Santo,en la consabida forma de paloma blanca,no sólo inspiró así a los Padres del Concilio de Nicea,sino que tiró con sus alas todos los evangelios desde entonces apócrifos,depositados en el altar,dejando en el altar sólo los cuatro Evangelios canónicos.

Pero lo que hoy nos interesa es que no ha deificado a María,madre del Cristo católico,pero que al hacerla madre de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad,la ha convertido también en Madre de la Primera (Dios Padre,creador del universo),y de la Tercera (Dios Espíritu Santo).

María es así eterna,tan eterna que sería anterior al Dios Creador del Universo,por cuanto la madre es anterior al hijo.Y que nos diga la Iglesia católica cómo engendró al Dios Padre,pues se limita a explicarnos cómo engendró al Dios Hijo:por obra del Espíritu Santo.

No quiero ser muy extenso,pero resulta además que cada población católica importante tiene su Virgen,aunque sea verdad que no como Virgen distinta,sino como la misma madre de Cristo,advocada con nombre distinto,por tener imagen concreta,y muchas veces hablar en aparición,en la lengua del creyente al que se aparece,haciendo o no milagros.

Por supuesto las poblaciones importantes tienen ya más de una Virgen María,y Madrid concretamente tiene más de ciento sesenta (160),si incluimos sus poblaciones importantes.No esperen pues que cite los nombres de estas advocaciones,algunas relacionadas con la ecología y la naturaleza (Nuestra Señora de los Alamos,de la Aurora,del Camino,del Castañar,del Espino,de la Estrella,del Henar,de la Luz,del Paso,de la Montaña,de las Nieves,de la Peña,del Pino,del Valle,de la Vega,del Bosque,del Buen Aire,del Prado,del Rocío,del Parque,del Paular,del Pinar,del Pozo,del Val,de la Cabeza,del Castillo,de la Fuensanta,del Espino y del Espinar,del Cortijo,de los Llanos,del Mar,de la Oliva,de la Torre,de Vallivana);o advocaciones más abstractas,como de la Palabra,del Alumbramiento,del Amor de Dios,del Destierro,del Trabajo,del Rescate,del Templo,de los Trabajos,de la Leche y del Buen Parto,de la Esperanza y del Santo Cielo,Desmayo de María,del Traspaso,del Favor,de los Afligidos,del Destierro,de las Azucenas,de Copacabana,de la Aurora,de la Cabeza,de la Estrella,del Pómulo o de la Elevación.La patrona de Alcalá de Henares,donde resido,es Nuestra Señora del Val,pero con el bello nombre moro de Zulema.

Patrona de Madrid capital es sin embargo la Virgen de la Almudena,y otras importantes son la Virgen de los Angeles,de Atocha,del Buen Consejo,de la Buena Dicha,de las Carboneras,de la Consolación y de la Correa,de Constantinopla,de los Dolores,de la Flor de Lis,de las Maravillas,del Milagro,de la Milagrosa,de la Novena (antes del Silencio),del Olvido,de la Paloma,Divina Pastora,de los Peligros,del Perpetuo Socorro,de la Portería,del Puerto,de los Remedios,del Socorro,Santa María de Valverde,de las Victorias,etc.

México capital tiene como Patrona a la extremeña y cacereña Virgen de Guadalupe,a la que J.J.Benítez,creyente en ovnis,ha dedicado su libro El misterio de la Virgen de Guadalupe.Tampoco voy a resumirlo,pero es sabido que esta Virgen es Patrona de México no por cacereña,sino por aparecida a Juan Diego con ese nombre.Y no una vez,sino cuatro.Con rosas de Castilla dibujando su imagen ante el al principio incrédulo obispo,aparición a Juan Bernardino,y tilma de Juan Diego tan auténtica como la imagen de la Virgen de la Antigua,venerada en la catedral de Sevilla,muchas imágenes de Nuestra Señora de los Remedios,Virgen de los Reyes,de Sevilla también,o la propia Sábana Santa de Turín.

Mi incredulidad abarca y comprende pues todos los milagros del catoliciasmo,y no digamos de sus reliquias.Y puede ser que Guadalupe sea Coatlaloppe en Juan Bernardino,pero seguro es también que ninguna María histórica,madre de Jesús,se ha aparecido como Virgen católica,hablando la lengua de cada vidente,el náhuatl en este caso.Y ni que decir tiene que,por muchos oftalmólogos que hayan visto hombre con barba en los ojos de esta Virgen,1)yo no la creo viva,2)Juan Diego no tenía barba.De ahí que algunos especialistas hayan visto en esta imagen una embarazada de tres meses:¡allá ellos!.La digitalización es una técnica que no puede negarse,pero sigo no creyendo que el profesor José Aste Tonsmann haya visto,con esta técnica,1)un indio sentado en el ojo izquierdo de la imagen de la Virgen de Guadalupe;2)el hombre con barba en el derecho;3)fray Juan de Zumárraga y al traductor en el izquierdo;4)a Juan Diego extendiendo su tilma no sé dónde;5)una esclava negra en el ojo izquierdo;6)el grupo familiar en ambos ojos.Todo porque esta técnica reproduce los ojos de la Virgen cuando aún no se había plasmado en el ayate de Juan Diego,mediante el milagro de las rosas de Castilla,en las cumbre de un cerrito en la que no había rosas,siendo además diciembre el mes en que sucedió este milagro.
 
Re: 5 RAZONES BÍBLICAS POR LAS QUE VENERAR A MARIA

Hola zlbb
Una pregunta que dicen los dogmas o el rosario
¿Perdona pecados si o no?
(Ya vimos en la citas que si)
Entonces ¿que opinas? tu

Un saludo:dogpile:

Disculpe la tardanza, pero es que estoy en eltrabajo.

Mire, Jesus perdona los pecados. Maria no perdona los pecados, solo Jesus.

Mire, tal vez no se mucho de estos dogmas que me menciona, donde hay un dogma que diga que Maria es perdonadora de pecados ?????
 
Re: 5 RAZONES BÍBLICAS POR LAS QUE VENERAR A MARIA

Disculpe la tardanza, pero es que estoy en eltrabajo.

Mire, Jesus perdona los pecados. Maria no perdona los pecados, solo Jesus.

Mire, tal vez no se mucho de estos dogmas que me menciona, donde hay un dogma que diga que Maria es perdonadora de pecados ?????

Es bueno que aceptes que solo Jesus perdona los pecados, mas no los sacerdotes :-D
 
Re: 5 RAZONES BÍBLICAS POR LAS QUE VENERAR A MARIA

Disculpe la tardanza, pero es que estoy en eltrabajo.

Mire, Jesus perdona los pecados. Maria no perdona los pecados, solo Jesus.

Mire, tal vez no se mucho de estos dogmas que me menciona, donde hay un dogma que diga que Maria es perdonadora de pecados ?????

Hola un saludo zlbb
Mira como ya te demostré acercas de que la iglesia católica si acepta y en seña
Que Maria perdona pecados si tú no lo cree y eres católica es una blasfemia
(Viéndolo en una perspectiva católico)
Si tú no crees que Maria no perdona pecados no eres católica estas confundida
Acercas de dogmas el ¿rosario no es un dogma de fe?
Si tu mismo as visto que si. El católico enseña que Maria también perdona pecados
Y te he dado sitas en donde lo puedes leer y aun tu arrogancia persiste
Pos ya no se puede hacer nada
Lo que si he mirado es que estas confundida lo demuestras con lo que dices

Yo la verdad nunca había oído un católico negar que Maria no perdonara pecados
Mucho menos una devota de Maria como tu

No hay peor ciego como el que no quiere ver
Un saludo
 
Re: 5 RAZONES BÍBLICAS POR LAS QUE VENERAR A MARIA

Shalom,

no soy anticatólico, pero a la verdad..y solamente la verdad, la Iglesia Católica tiene un pan con mango en doctrinas, que es pésimo!, mucha innovación tambien, sólo les pediria a los hermanos católicos que sigan a Dios medianet su Santa Palabra, y claro teniendo una incesante comunicación por Dios para que sean guiados..conforme su voluntad.

Shalom hermanos.