2004, EL FIN DEL INTERVALO

20 Septiembre 2004
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2004, EL FIN DEL INTERVALO

En la profecía de las 70 semanas de Daniel nos encontramos, según un estudio concienzudo, que contando a partir del decreto de Artajerjes que permitía y ordenaba la reconstrucción de la muralla de Jerusalem - en días de Nehemias - la cantidad de "69 semanas de años" da exacto la fecha: 6 de abril del año 32, día en que Nuestro Señor entró en Jerusalem como el Mesías Rey anunciado por la profecía. ¡Algo tremendo!. Pero para que esa fecha sea válida hubo que considerar - en ese estudio - "años proféticos" de 360 días, no años corrientes (cal. greg.) de 365 días, como los que conocemos hoy.

Ahora bien, hay un pasaje que anuncia el espacio de tiempo que ha de pasar desde esa primera manifestación del Mesías Rey, enterando en Jerusalem en un pollino, hasta su segunda manifestación salvadora como Mesías de Israel descendiendo del cielo en poder y gloria. O, dicho de otra forma, cuanto ha de ser la duración del intervalo histórico entre la manifestación del Siervo sufriente y la del Mesías victorioso. Y ese versículo que habla de la duración de ese periodo es:

"Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará,
y viviremos delante de él".
Oseas 6:2

Ahora bien, en la profecía se interpreta "un día" como "1.000 años" (2 Pedro 3:10), de modo que "dos días" serían entonces 2.000 años. Y el pasaje afirma que luego de transcurridos esos "dos días" - o dos mil años proféticos - se abriría la alborada de la liberación de Israel y la culminación de la historia de la humanidad. A este intervalo de tiempo también hace referencia otro pasaje un poco más misterioso:


"Pero los dejará hasta el tiempo que dé a luz la que ha de dar a luz;
y el resto de sus hermanos se volverá con los hijos de Israel".
Miqueas 5:3


que agrega información adicional sobre lo que tiene que suceder en el intervalo, a cuyo extraordinario significado me refiero en otro estudio ("DESPUES DE DOS DIAS, APRESURADAMENTE").

Ahora bien, ¿cuánto son "dos días" proféticos? ¿o sea, cuánto son dos mil años proféticos?. Siempre se interpretó este periodo señalado en Oseas 6:2 con descuido, olvidando la famosa regla de la interpretación cronológica de las 70 semanas de Daniel. Es decir, se considera los años corrientes de 365 días (cal. greg.), no el "año profético" de 360 días. Sin embargo debería de usarse la misma regla cronológica para las dos profecías.

¿Cuanto serian dos mil años proféticos, en años corrientes (cal. greg.) de 365 días?.

El calculo es así:

2.000 x 360 = 720.000 días
720.000 días % 365 = 1.972 años (en números redondos) (*)


Es decir, los "dos días" de Oseas 6:2 son 1972 años de acuerdo a nuestro calendario.

¿Y a partir de que año deberíamos considerar el inicio de este intervalo profético de "dos días"?. Pues a partir del año en que fue manifestado públicamente el Mesías Rey: el año 32 de nuestra era. En ese año, el 6 de abril, Nuestro Señor entro en Jerusalem cumpliendo la profecía que anunciaba que el Mesías se presentaría "montado en un "pollino, hijo de una bestia de carga". A partir de ese día (domingo de Ramos en la tradición católica) contando 3, 4, o 5 días - según la interpretación que nos parezca mas correcta - fue crucificado Nuestro Señor en el monte Calvario. Y 7 días después de su entrada en Jerusalem - el Domingo de Resurrección - se levantó de entre los muertos. Cualquiera de estos tres acontecimientos: entrada en Jerusalem, crucifixión y/o resurrección - y aun la ascensión a los cielos - son marcas proféticas seguras de la primera manifestación de Nuestro Señor a su pueblo Israel y sucedieron en el año 32 de nuestra era, según indica la citada cronología de la profecía de las 70 semanas a que nos referimos al inicio. Por lo tanto este es el año indicado para considerar como origen del intervalo a partir del cual tendremos que contar los "dos días" - o 2000 años proféticos - para saber en que tiempo "resucitará" el Dios Viviente a Israel y comenzara el reinado milenial de su Hijo.

Y ¡sorpréndanse!: 32 + 1972 = 2004

Estamos en el año final del intervalo de "dos días" de Oseas 6:2. A partir de este año, en la alborada del "tercer día", el Mesías Rey se manifestara por segunda vez a Israel - congregándola de entre las naciones - y descenderá con poder y gloria desde el cielo derrotando a sus enemigos y dando culminación a la historia de la humanidad.

¡Aleluya! ¡Veremos al Rey en su venida!
***

El Dios Viviente tiene marcado matemáticamente los tiempos históricos. Tiene reservado "un día" en que será juzgado el mundo por el "varón designado que él levantó de entre los muertos" (Hechos 17:31). Y ese día no tendrá postergación y se acerca vertiginosamente a partir de este año de 2004.

¡A l e l u y a!

***

(*): el año corriente (cal. greg.) tiene un poco mas de 365 días por lo cual se agrega un año "bisiesto" cada cuatro años. Esta diferencia absorbería la fracción ",6027" (720.000 días % 365 = 1972,6027) que no he considerado pero que, si se considerara, igual confirma que este año de 2004 - en una fecha que no me atrevo a especificar - es el cierre del intervalo.



Carlos Canosa
[email protected]
 
Re: 2004, EL FIN DEL INTERVALO

Jerusun, eso mismo se viene diciendo desde hace muchos años.... para ser exacto desde 1517 DC.
 
Re: 2004, EL FIN DEL INTERVALO

Pero ¿no es que dice la Biblia que no nos corresponde a nosotros saber cuál es ese Día? y ¿no dice la Biblia que ninguna profecía es de interpretación privada?

Mis bendiciones. Inés
 
Re: 2004, EL FIN DEL INTERVALO


8 Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.
14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. 15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, 16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. 17 Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. 18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
(2 Pedro 3:8-18)




Extractado de: http://estudios.iglesia.net/asp/somos.asp

EL RELOJ DEL TIEMPO DE DIOS Y DE CRISTO - LOS TRES DÍAS

“10 Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos, 11 y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí.” (Éxodo 19:10-11.)


El versículo más importante en toda la Biblia, relevante a lo tardío de la hora, y la inminencia del retorno de Cristo y el fin de esta edad se encuentra en OSEAS 6:2:

“Venid y volvamos a Jehová porque él ha desgarrado, y él nos curará; él hirió y él nos vendará. Nos dará vida después de dos Días; en el tercer día él nos levantará y viviremos delante de él.” (OSEAS 6:1,2.)

El profeta judío OSEAS está diciendo a su pueblo, que el Señor; dentro de un tiempo desgarraría y heriría a los judíos durante un período de DOS DÍAS (2.000 años, 2ª PEDRO 3:8); pero que Él curaría y vendaría después de estos Dos DÍAS PROFÉTICOS (2.000 años). Más importante, el TERCER DÍA, el tercer milenio. (El Milenio, el Reino del Mesías, el Cristo en la tierra), levantaría a los judíos y estos vivirían bajo su vista.

El Señor usó al general romano Tito para herir a los judíos en el año 70 D. De C. Estamos acercándonos a los 2.000 años en que Dios va a bendecir a Israel sobre todas las naciones; cuando el Mesías, Jesucristo, va a reinar sobre este mundo desde Jerusalén, los judíos serán la envidia del mundo.

“Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos. En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del mando a un judío, diciendo: Dejadnos ir con vosotros; porque hemos oído que Dios está con vosotros.” (ZACARÍAS 8:22-23.)

Jesús dijo:

“Yo hecho fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana (2.000 años) y el tercer día (2º milenio), termino mi obra.”
(LUCAS 13:32.)

(También, para las personas en necesidad de curación física, se puede ver que Jesús declaró que estaría ocupado en la liberación y curación durante este período de 2.000 años).

Isaías vio a Cristo desde niño a Rey, pero no delineó los 2.000 años de intervalo que separan estas dos posiciones:

“Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos es dado (antes de la conjunción “y” que sigue, tenemos un período de 2.000 años que no es mencionado), y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre: Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán limite, sobre el trono de David...” (ISAÍAS 9:6-7)

 
Re: 2004, EL FIN DEL INTERVALO

Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. 15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, 16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. 17 Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. 18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. (2 Pedro 3:8-18)