Re: 12 de Octubre de 1492, llego Cristo, y con la Cruz, la Civilizacion a la America
Yo diría que si bien la historia de nuestro continente está escrita, más o menos, sobre un denominador común, también es cierto que no es conveniente regirnos por tal.
Dices: "No es culpa de los gobernantes"... no coincido contigo en lo que concierne al presente. El presente de las naciones es un poco como el de las personas, hay que ubicarse en él, asumir que el pasado no se puede cambiar, observar los errores, aprender de ellos y no repetirlos. Dar gracias a Dios por este nuevo día que es el presente: hoy, éste es el día de actuar, éste es el día que hizo el Señor y "hoy" contiene una responsabilidad para cada gobernante, para cada ciudadano... para cada cristiano.
La verdad, no sé ni por qué entramos en asuntos de fronterizaciones que son el pasado para los hijos de Dios... elegidos de entre todos los pueblos para formar una nación Nueva, una nación Santa... llamados a la Unidad de un mismo bautismo, de un mismo Espíritu, de un mismo sentir, de un mismo amor... a estar unidos en el amor de Dios formando un solo cuerpo: el cuerpo de Cristo, y a partir de ahí entender que como en la historia, Cristo marca en nuestras vidas un antes y un después.
LOS ESPAÑOLES Y LA IGLESIA CATOLICA TRAJERON MALDICION PARA LATINOAMERICA.
En la colonización y sometimiento de América latina, los españoles impusieron por la fuerza de las balas y los sables su dominio militar. No hablaremos del saqueo de las riquezas ni de los crímenes ni los exterminios de los indios. Tampoco hablaremos de las violaciones permanentes de las mujeres, de las cuales los curas participaban.
Solo hablaremos de su nefasta religión, la iglesia católica (socio del saqueo económico de América).
Esta secta impuso a sangre y fuego su macabra religión del anticristo:
• Adoración-idolatría a las imágenes y esculturas, las cuales están maldecidas por Dios.(Exodo 20:3-6; Salmos 115)
• Adoración-idolatría al papa como a un ser divino, también prohibido por la Biblia ( Hch 10:25-26; 14:10-18)
• Adoración-idolatría de ángeles, prohibida por la Biblia (Apocalipsis 19:9-10)
• Prohibición de matrimonio para curas (mientras practican sexo a escondidas); catalogado como doctrina de demonios por la Biblia (1Timoteo 4:1-6).
• La prohibición de leer la Biblia, mientras Dios exige que se la lea abiertamente (Jn 5:39; 2Tm 3:15-17)
Por estas razones nuestros países católicos están en maldición, a pesar de tener muchas riquezas naturales; no es culpa de los gobernantes, es culpa de una religión que NO ES DEL AGRADO DE DIOS.
Observen que los países PROTESTANTES, no tienen riquezas en sus recursos naturales, pero son inmensamente ricos, son potencias, son del agrado de Dios y El los a bendecidos solo por adorar exclusivamente a Dios en espiritu y en verdad.
Un abrazo.
Nota: El titulo de esta participación está en este epígrafe:
http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?t=25263
Es un tema de bastante participación y controversia.
Yo diría que si bien la historia de nuestro continente está escrita, más o menos, sobre un denominador común, también es cierto que no es conveniente regirnos por tal.
Dices: "No es culpa de los gobernantes"... no coincido contigo en lo que concierne al presente. El presente de las naciones es un poco como el de las personas, hay que ubicarse en él, asumir que el pasado no se puede cambiar, observar los errores, aprender de ellos y no repetirlos. Dar gracias a Dios por este nuevo día que es el presente: hoy, éste es el día de actuar, éste es el día que hizo el Señor y "hoy" contiene una responsabilidad para cada gobernante, para cada ciudadano... para cada cristiano.
La verdad, no sé ni por qué entramos en asuntos de fronterizaciones que son el pasado para los hijos de Dios... elegidos de entre todos los pueblos para formar una nación Nueva, una nación Santa... llamados a la Unidad de un mismo bautismo, de un mismo Espíritu, de un mismo sentir, de un mismo amor... a estar unidos en el amor de Dios formando un solo cuerpo: el cuerpo de Cristo, y a partir de ahí entender que como en la historia, Cristo marca en nuestras vidas un antes y un después.