Hace 5 años, en medio de los encierros de Covid, George Floyd fue asesinado: este es un hombre que cumplió ocho condenas de prisión, una de ellas por entrar en un apartamento y apuntar con una pistola al estómago de una mujer embarazada para robarle. En el momento de su muerte, Floyd estaba bajo la influencia de múltiples drogas y acababa de robar una tienda y se resistió al arresto.
¿Qué pasó?
La gente tomó las calles, quemó tiendas, casas, patrullas, vandalizó monumentos y arrasó pueblos enteros; al menos 25 personas murieron, entre ellas, afroamericanos inocentes. Miles de millones en daños materiales; todas las restricciones por la COVID-19 fueron ignoradas durante estos disturbios masivos; los políticos de la ciudad "doblaron la rodilla" y George Floyd fue convertido en un "santo".
El papa Francisco habló en solidaridad, J.D. Greear, presidente de la SBC en ese momento, también se solidarizó públicamente. Incluso figuras como el pastor John Piper hablaron a favor de Floyd. Un verdadero matón violento con hijos por varias mujeres que nunca crió, fue hecho un "modelo" para la comunidad afroamericana, y en el proceso, todo tipo de violencia fue justificada.
Cinco años después, ahora, Charlie Kirk fue brutalmente asesinado en público por un miembro de Antifa que vive con su amante trans. Kirk era un fiel marido de una sola mujer, padre devoto de dos hijos, nunca cometió un delito, un ciudadano modelo, fiel miembro de la iglesia, apologista valiente que promovía los valores cristianos en campus universitarios, siempre abierto al debate libre con sus más acérrimos oponentes.
Díganme:
¿Cuántos coches vandalizados?
¿Cuántas tiendas incendiadas?
¿Cuántas protestas en las calles?
¿Cuánto desorden y violencia masiva?
Solo se ven servicios religiosos, vigilias nocturnas, himnos siendo elevados a Dios y el nombre de Cristo siendo glorificado por millones de labios, incluso por parte de nuestro vicepresidente recitando el Credo Niceno. Mientras tanto, quienes aclamaron a Floyd como un "santo" ahora guardan silencio ante la muerte de Kirk: ni una sola palabra del Papa, de Piper ni de todos esos guerreros de la "justicia social".
Estoy enojado, estoy acongojado. No por la deshonestidad del mundo: no puedes esperar nada más de la gente no regenerada. Sino por los supuestos hijos de la luz, miembros de la Iglesia universal, que tienen el Espíritu y por ende, deberían discernir bien las cosas y dolerse cuando un miembro del cuerpo de Cristo ha sido tomado injustamente.
Algo está mal por dentro: una gangrena, un cáncer espiritual que se está expandiendo desde dentro de la iglesia, desde sus púlpitos, desde sus seminarios, desde las bocas de sus pastores.
Si el pueblo de Dios perece por falta de conocimiento (Oseas 4:6), tenlo por seguro, es porque sus pastores se están alimentando a sí mismos en lugar de alimentar al rebaño con la santa palabra de Dios.
¿Cuál es mi oración y esperanza? Las palabras del profeta Jeremías:
– "Entonces os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con conocimiento y con inteligencia"
(Jeremías 3:15).
Que el Señor levante una nueva generación de pastores y maestros que estén dispuestos a ser odiados por el mundo y dar sus vidas por la Iglesia de Jesucristo.
Hace 5 años, en medio de los encierros de Covid, George Floyd fue asesinado: este es un hombre que cumplió ocho condenas de prisión, una de ellas por entrar en un apartamento y apuntar con una...
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