Le replicaron: «Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “Seréis libres”?». 34Jesús les contestó: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. 35El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. 36Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. 37Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros.
Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría».
Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría».
Última edición: