¿Y de dónde sacas tú que el Cuerpo de Cristo —que es la Iglesia de Cristo, y los santos y escogidos de Dios, a los que se refiere el Nuevo Testamento— no van a estar en la gran tribulación?
¿SACAS TÚ?
Isa 26:20 Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación.
Isa 26:21 Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.
"Anda pueblo mío" = La Iglesia
"Entra en tus aposentos" = Las moradas que el Señor fue a preparar (Jn.14_1-3)
"Cierra tras de ti tus puertas, escóndete un poquito" = En la casa de su Padre estaremos seguros.
"Por un momento" = Siete años de la profecía de Daniel, la semana 70.
"En tanto que pasa la indignación" = La gran tribulación venidera contra los moradores de la tierra.
"Porque el Señor sale de su lugar para castigar a los moradores de la tierra por su maldad contra él" = El Juicio de Dios no es contra la Iglesia, ya la tiene asegurada en la casa del Padre.
Pro 11:8 El justo es librado de la tribulación;
Mas el impío entra en lugar suyo.
Impío no es el inconverso, impío es el predicador que conociendo el arrebatamiento de la Iglesia, predica la mentira de que pasaremos por la Gran Tribulación de la semana 70 de Daniel..
La Iglesia no es moradora de la tierra, Cristo le ha dado cédula celestial (Fil.3:20-21).
Esta clase de predicadores son impíos, y el profeta Daniel en el contexto de la Gran Tribulación en el capítulo 12 dice que "ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán".
Ellos procederán impíamente, como estamos siendo testigos en este foro.
Nos quedamos asombrados, de la impiedad de estos foristas, su gozo, su deleite, es un "cristo" que entrega a su propia esposa en brazos del anticristo, se han inventado otro Jesús que no es el de la Biblia, a quien está unida su Iglesia (1Cor.6:17; Ef.5:30).
Un forista apóstata no entiende esta unión indisoluble entre Cristo y su Iglesia.
Y no cambian, siguen aferrados al espíritu del anticristo.
Un espíritu de error, son foristas dominados por el diablo, han blasfemado al Espíritu Santo, para ellos no hay perdón.
Cualquier líder de la Iglesia sea diácono, sea obispo, o anciano, o pastor, comete un pecado de inmoralidad, cualquier pecado de la carne, de los cuales habla Gál.5, o cualquier hermano comete este tipo de pecado y se arrepiente, Dios lo perdona.
Pero si comete pecado doctrinal, tergiversando la Escritura y presenta un falso cristo entregando a su Esposa en brazos del anticristo y de la bestia, malintencionadamente, después de haber recibido el conocimiento de la verdad (Jn.14:1-3; 1Ts.1:10; 4:17) ya no queda más sacrificio por el pecado.
Sansón fue perdonado, a pesar de su adulterio con las filisteas, a David, cuando reconoció su adulterio con Betsabe y asesinato de Urías, y fue perdonado; a Moisés, desobedeció a Dios destruyendo una preciosa figura de Cristo como la Roca golpeada una sola vez, cuando se le dijo "Habla a la roca y ella dará sus aguas", no entró a la tierra prometida, pero no perdió su salvación.
LA ROCA GOLPEADA UNA SOLA VEZ
Éxo 17:6 He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb;
y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo.
Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.
DESOBEDIENCIA DE MOISÉS
Núm 20:8 Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano,
y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias.
Núm 20:10 Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?
Núm 20:11 Entonces alzó Moisés su mano
y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.
Este pecado es cometido por los perversos impíos que arrojan a la Iglesia en la Gran Tribulación.
Al estar unida la Iglesia a Cristo de manera indisoluble:
1Co 6:17 Pero el que se une al Señor, un Espíritu es con él.
Efe 5:30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Cristo sería castigado nuevamente.
Las tribulaciones sufridas por la Iglesia durante más de 20 siglos, comenzando desde Esteban, los apóstoles y hermanos muertos en las persecuciones citadas en el libro de los Hechos, y continuando desde los antiguos días de la Roma pagana, pasando a través de los siglos, incontables millones de mártires, los mejores, los más puros y los más nobles de nuestra raza, han sido entregados a la violencia, al ultraje y a la muerte en formas horrorosas.
El corazón se angustia ante la aterradora historia, y la dejamos con la oscura esperanza, pero sin base alguna de que, por lo menos, sea en parte falsa. Pero los hechos son demasiado terribles para que sea posible exagerar su registro.
Despedazados por bestias salvajes en la arena, atormentados por hombres tan inmisericordes como bestias salvajes, y, lo que es más odioso aún, desgarrados en las cámaras de tortura de la Inquisición, Su pueblo ha muerto, con los rostros dirigidos al cielo, y con sus corazones entregados en oración a Dios, y ahora, cuando está por finalizar la edad de la Iglesia para dar comienzo al cumplimiento de la semana 70 de la profecía de Daniel, estos impíos no están saciados con los ríos de la sangre derramada por la Iglesia a través de su historia, y quieren más sangre (Jn.8:44), haciendo del Señor ministro de su propia impiedad, sin entender, que quien no sea arrebatado, Dios les envía un poder engañoso para crean la mentira del anticristo (2Ts.2:11).
Todo hombre de Dios en la Biblia, cometió errores, se arrepintieron y fueron perdonados, pero el pecado contra el Espíritu Santo, de un falso cristo entregando a su esposa en brazos del anticristo y la bestia, para que se la despedace, no tiene perdón, ni en este mundo ni en el venidero, porque se afrenta al Espíritu de gracia y se pisotea la integridad de Jesús escupiendo sobre su sangre derramada por la purificación de su Esposa.
Ni Coré, ni Ananías ni Safira, Judas el traidor, Balaam, Himeneo, Fileto, Alejandro el calderero, ninguno de ellos fue perdonado.
El pecado Doctrinal, de un falso cristo traicionando a su futura Esposa, es imperdonable.
SON RESPONSABLES.