El fundamento.....

Re: El fundamento.....

La Voluntad de Cristo es que kefas sea su Mayordomo..con la ayuda de el Paralito

Miren, miren este falso espíritu, miren COMO NOS NIEGA A TODOS SER HIJOS DE DIOS, COMO NOS NIEGA COMO HIJOS DE DIOS Y ÚNICAMENTE RECONOCE A UNO... Lo dicho, y repito:

Ahora nos quiere negar el Espíritu Santo, el cual es PARA TODOS. Va de mal en peor. Según su pretendido SOLO HAY UN HIJO DE DIOS EN TODO EL MUNDO, por tanto que:

Rom. 8:14 Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios.

Fijense en este espíritu de engaño, por tanto que nos NIEGA COMO HIJOS DE DIOS, Y DECLARA QUE ÚNICAMENTE HAY UN HIJO DE DIOS.

Y atentos a lo que nos dice Juan:

1Jn. 2:27 Pero ustedes tienen el Espíritu Santo con el que Jesucristo los ha consagrado, y no necesitan que nadie les enseñe, porque el Espíritu que él les ha dado los instruye acerca de todas las cosas, y sus enseñanzas son verdad y no mentira. Permanezcan unidos a Cristo, conforme a lo que el Espíritu les ha enseñado.

Cuidado en este falso espíritu QUE NOS NIEGA LA PROMESA...

Ez. 36:26 pondré en ustedes un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Quitaré de ustedes ese corazón duro como la piedra y les pondré un corazón dócil. 27 Pondré en ustedes mi espíritu, y haré que cumplan mis leyes y decretos; 28 vivirán en el país que di a sus padres, y serán mi pueblo y yo seré su Dios.i 29 Los libraré de todo lo que les manche. Haré que el trigo abunde, y no volveré a enviarles hambre.

NOS ESTÁ NEGANDO COMO HIJOS DE DIOS, y DECLARANDO QUE UN SOLO HOMRE EN LA TIERRA ES HIJO DE DIOS.

Nos niega el sacerdocio, nos niega entrar en el Lugar Santísimo, nos niega la guía del Espíritu Santo, nos niega que somos ovejas de Cristo, nos niega que Cristo es nuestro Pastor, nos niega TODO EN POS DE UN HOMBRE.

Quien tenga ojos para ver, que vea.
 
Re: El fundamento.....

Pues léalo bien, y acuda al libro que le hace referencia y verá COMO NO DEFIENDE EL PAPADO EN FORMA ALGUNA. Por alguna razón es protestante Y NO CATÓLICO ROMANO SUJETO AL PAPA. ¿claro?... bien, no levante falso testimonio. De lo que dice, a lo que usted pretende HAY UN ABISMO GRANDISIMO, TANTO COM EL QUE USTED ESTÁ APUNTO DE CAER EN ÉL COMO NO CAMBIE.

El erudito protestante Joaquín Jeremías admite la autoridad universal conferida a Pedro distinta a la palabra "pastor" para obispos locales...esto es lo que el dice y lo que estamnos deacuerdo nosotro..tuvo que venir un protestante despues de muchos tiempo y admitir lo que siempre se ha pensado de Kefas en la Biblia..
 
Re: El fundamento.....

Miren, miren este falso espíritu, miren COMO NOS NIEGA A TODOS SER HIJOS DE DIOS, COMO NOS NIEGA COMO HIJOS DE DIOS Y ÚNICAMENTE RECONOCE A UNO... Lo dicho, y repito:

Falso..eso lo dice ..usted..Asi que es claro que no tienes nada que refutes esta verdad y tre vas por la tangente..
:lol::lach:
 
Re: El fundamento.....

El erudito protestante Joaquín Jeremías admite la autoridad universal conferida a Pedro distinta a la palabra "pastor" para obispos locales...esto es lo que el dice y lo que estamnos deacuerdo nosotro..tuvo que venir un protestante despues de muchos tiempo y admitir lo que siempre se ha pensado de Kefas en la Biblia..

Verá, es protestante, y ante ello TENEMOS CLARO QUE NO DEFIENDE Y PARA NADA EL PAPADO. Usted SIMPLEMENTE MANIPULA DE NUEVO.

Y verá, J.Jeremías, es un hombre más, y sus ideas son suyas, que no las de todos PERO ES PROTESTANTE, Y COMO TAL, NO RECONOCE EL PAPADO.

¿Claro?... todo lo demás SON ABERRACIONES.
 
Re: El fundamento.....

Pedro, Pedro, Pedro, Pedro, Pedro... SENTADITO EN EL TRONO DE DIOS MISMO LO VEMOS. Esto es un caso perdido. Y VENGA NEGARNOS LA VIDA, Y VENGA NEGARNOS...

En fin, este NO ES CRISTIANO, ES PETRINO.

Por el contrario..es Cristiano por que obedces lo que por voluntad de Cristo y fe , el mismo Cristo quiere..
Asi que es claro..usted no tiene nada en que defenderce y se esconde en acusaciones, calumnias y falsos testimonio..
bueno Dios te bendiga y medite en la Palabra de Dios no en tu voluntad..sino la voluntad de Cristo ok?
Paz de Cristo
 
Re: El fundamento.....

Falso..eso lo dice ..usted..Asi que es claro que no tienes nada que refutes esta verdad y tre vas por la tangente..

No, se lo dice la Escritura. Usted ríase, pero ya está descalificado y totalmente.
 
Re: El fundamento.....

Verá, es protestante, y ante ello TENEMOS CLARO QUE NO DEFIENDE Y PARA NADA EL PAPADO. Usted SIMPLEMENTE MANIPULA DE NUEVO.

Y verá, J.Jeremías, es un hombre más, y sus ideas son suyas, que no las de todos PERO ES PROTESTANTE, Y COMO TAL, NO RECONOCE EL PAPADO.

¿Claro?... todo lo demás SON ABERRACIONES.

Ves como las cosas del hombre evita la verdad de Cristo..El es protestante y por que tiene ese sello de rebeldia , no esta a favor..Pero poco importa..lo importante es que va descubriendo lo que nosotros por siglos predicamos..la verdad de Cristo y su voluntad..
Paz de Cristo
 
Re: El fundamento.....

No, se lo dice la Escritura. Usted ríase, pero ya está descalificado y totalmente.

Me rio no por burlrme..sino por que es comico..todos por ese sello humano llamdo rebeldia..defienden lo que le han inducido el hombre...y la Palabra de Dios es clarisima..
Jesus quiere que Simon se llame Kefas por que ese es su mision..ser kefas de la Iglesia..y punto..eso es creer a Cristo
Jesus quiere que Kefas sea el Supervisor de su Ovejas..y punto..esa es la verdad de Cristo y su voluntad..nadi..ni tu..puede irte en contra..sino eres un rebelde..o publicano
Jesus quieres que obedesca a los Obispos e instituciones que el mism edifica y funda..Asi que por fe se dbe obedece..no inventarce escusa para desobedecerle..y maxime usar la Palabra como escusa..eso es rebeldia y desobediencia..por no decir oytra cosa

Jesus quiere que su Iglesia , su Cuerpo , tenga un orden..por eso el constituye primero los obispos, despues los presbisteros etc etc etc..para que este orden se aplique

Jesus quiere que creamos en todo lo que el dice, por que es la voluntad del Padre la que habla..no en lo que te conviene creer..
PAz de Cristo
 
Re: El fundamento.....

Te equivocas con nosotros amigo..nosotros tenemos como regla a Cristo..no como ustedes la letra..Y si fuese Nacido de Nuevo entenderias..


Incorrecto, ustedes han demostrado que tienen como regla lo que dicen sus Papas.

Ya es conocido que ustedes no usan la letra de la biblia sino la letra de los dogmas sin fundamento bíblico que se inventan los papas. Mi pregunta es: ¿Por qué le exiges al hermano que presente una respuesta bíblica, si tú no crees que la biblia es el único estándar de donde se pueden tomar enseñanzas?


Pero mejor te muestro algo que has pasado por alto:

1Cor.2:10; 12-13

10 Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios………..
………… 12 Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido. 13 Esto es precisamente de lo que hablamos, no con las palabras que enseña la sabiduría humana sino con las que enseña el Espíritu, de modo que expresamos verdades espirituales en términos espirituales.

Las palabras que usó Pablo para transmitir el evangelio revelado, las escogió el Espíritu.

¿Cómo en el mundo, vas a hacer un análisis de lo que está escrito, sin tomar en cuenta las palabras que usó el Espíritu para hablarnos?

Todos debemos tener en cuenta esto:

6 Hermanos, todo esto lo he aplicado a Apolos y a mí mismo para beneficio de ustedes, con el fin de que aprendan de nosotros aquello de «no ir más allá de lo que está escrito». (1Cor.4:6)

Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. 2 Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano. (1Cor. 15:1)

Las enseñanzas del apóstol y maestro de la iglesia de Jesucristo, son la palabra de Dios para esta dispensación de la gracia.

13 Así que no dejamos de dar gracias a Dios, porque al oír ustedes la palabra de Dios que les predicamos, la aceptaron no como palabra humana sino como lo que realmente es, palabra de Dios, la cual actúa en ustedes los creyentes. (1Tes.2:13)

El maestro y apóstol de la iglesia es Pablo, no Pedro.

8A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, 9 y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; 10para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, (Ef. 3:8-10)

El perito arquitecto en la construcción del templo de Dios es Pablo, no Pedro. Pedro tuvo que regirse por el fundamento doctrinal puesto por Pablo, si lo hizo recibirá recompensa.

10Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. (1Cor.3:10)

El evangelio lo recibió Pablo por revelación de Jesucristo resucitado.

11 Quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que yo predico no es invención humana. 12 No lo recibí ni lo aprendí de ningún ser humano, sino que me llegó por revelación de Jesucristo. (Gal.1:11-12)

Es tan sui generis el evangelio que se le encomendó a Pablo que él para diferenciarlo del evangelio de la circuncisión que predicaba Pedro (rudimentos del evangelio con judaísmo, era lo que predicaba Pedro) le llama mi evangelio.

16 Así sucederá el día en que, por medio de Jesucristo, Dios juzgará los secretos de toda persona, como lo declara mi evangelio. (Ro.2:16)


La doctrina que estamos llamados a retener se encuentra en forma escrita.

2Tes.2:15

15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.

La frase: como está escrito, aparece más de cuarenta ocasiones en el evangelio revelado.

Así que, la doctrina cristiana, para que sea doctrina cristiana, tienen que estar fundada en lo que está escrito en el evangelio revelado o en las cartas de los demás apóstoles.


Los dogmas que se inventan los hombres sin tener base bíblica, son dogmas de hombres; sobre estos dogmas de hombres está fundada la iglesia romana universal.

La iglesia de Jesucristo basa sus enseñanzas en lo que está escrito en la biblia.
 
Re: El fundamento.....

La Palabra dice clarameente..Lc10:16, "Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado." Nosotros escuchamos Sus palabras a través de Su Iglesia. Por lo tanto estas palabras tienen que aplicarse a la Iglesia también, "el que rechaza Mi Iglesia, a Mi me rechaza". Pablo reconoce la autoridad dada a los Apóstoles en 2Cor 10:8, "Porque aunque con exceso me glorie yo de la autoridad que me dio el Señor para edificación y no para destrucción vuestra, no por eso me avergonzaré"


Jesus le da a Pedro, sus Ovejas y dice que lo Pastoreara..son ordene de Cristo..y por tanto debe ser obedecidas...Claro esta con la ayuda del Espiritu Santo..Ves como cntradices la Palabra..Usted no es espiritual..usted es carnal..bajo la concupsiencia..Jesús es el Rey y él da este encargo a Pedro. Pedro tiene la autoridad de abrir y de cerrar, entonces él es instrumento de acceso al rey y se encarga del tesoro que Jesús nos quiere dar (mencionado en Mt 6, 20). En Jn 10, 2-3 leemos: Mas el que entra por la puerta, el Pastor de las ovejas es. A éste abre el portero... Son dos personajes: el Pastor y el portero. El Portero tendrá las llaves por supuesto. En resumen, Jesús tiene las llaves (Ap 3, 7) y se las da a Pedro para edificar su Iglesia. Y ésta pertenece a Jesucristo, no a Pedro: edificaré mi Iglesia.Tres veces Jesús manda a Pedro a "cuidar, apacentar, pastorear sus ovejas".La palabra griega POIMANE ("pastorea") significa gobernar, regir, ser superintendente. (Ver pie de página número 1 de Mt 2, 6 regirá, es la misma palabra. También Cf. Ap 2, 27 y 19, 15). El erudito protestante Joaquín Jeremías admite la autoridad universal conferida a Pedro distinta a la palabra "pastor" para obispos locales..Después de advertirles de estar guardando y preparados para toda exigencia Pedro preguntó: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos? Y dijo el Señor: ¿Quién es EL MAYORDOMO fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración? ( Lc 12, 42). Vemos que Jesús contestó a Pedro con una pregunta: "¿Quién es el siervo". En Jn 21, 15-17 conocemos la identidad de este siervo. Aquí está el siervo fiel quien está puesto encima de la casa para alimentarla con el alimento de la palabra de Dios, siendo que no sólo de pan vivirá el hombre (Mt 4, 4) . El alimento de Jesús era hacer la voluntad de su Padre. Entonces el alimento es la palabra de Dios (la enseñanza) y su voluntad que en parte son las leyes que nos ha dado. Queremos obedecer al Padre como Jesús. Si en verdad fuese Hijo de Dios , obedeceria sin pestanar..es voluntad de Dios que sea asi..no como usted lo quiere..
 
Re: El fundamento.....

Ya es conocido que ustedes no usan la letra de la biblia sino la letra de los dogmas sin fundamento bíblico que se inventan los papas. Mi pregunta es: ¿Por qué le exiges al hermano que presente una respuesta bíblica, si tú no crees que la biblia es el único estándar de donde se pueden tomar enseñanzas?

2Co 3:6 el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva alianza, no de la letra, sino del Espíritu, pues la letra mata mas el Espíritu da vida.
 
Re: El fundamento.....

Mi pregunta es: ¿Por qué le exiges al hermano que presente una respuesta bíblica, si tú no crees que la biblia es el único estándar de donde se pueden tomar enseñanzas?

Sencillo..Nosotros seguimos a Cristo, no la letra...La Biblia es regla importante de las ensenanzas de Cristo..pero no es lo unico que dejo Cristo para su verdad y sus ensenanzas..Cristo no es solo palabra..es un todo..que se compone del Cuerpo, del Espiritu y de su Palabra..si sabemos que el Cuerpo es Baluarte y fundamento de la verdad y que su Palabra es verdad..entonces la union de estos tres es el Cristo completo al cual debemos seguir..

Recuerde..no es solo scripta..es Cristo completo
PAz de Cristo
 
Re: El fundamento.....

La Palabra dice clarameente..Lc10:16, "Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado." Nosotros escuchamos Sus palabras a través de Su Iglesia. Por lo tanto estas palabras tienen que aplicarse a la Iglesia también, "el que rechaza Mi Iglesia, a Mi me rechaza". Pablo reconoce la autoridad dada a los Apóstoles en 2Cor 10:8, "Porque aunque con exceso me glorie yo de la autoridad que me dio el Señor para edificación y no para destrucción vuestra, no por eso me avergonzaré"


Jesus le da a Pedro, sus Ovejas y dice que lo Pastoreara..son ordene de Cristo..y por tanto debe ser obedecidas...Claro esta con la ayuda del Espiritu Santo..Ves como cntradices la Palabra..Usted no es espiritual..usted es carnal..bajo la concupsiencia..Jesús es el Rey y él da este encargo a Pedro. Pedro tiene la autoridad de abrir y de cerrar, entonces él es instrumento de acceso al rey y se encarga del tesoro que Jesús nos quiere dar (mencionado en Mt 6, 20). En Jn 10, 2-3 leemos: Mas el que entra por la puerta, el Pastor de las ovejas es. A éste abre el portero... Son dos personajes: el Pastor y el portero. El Portero tendrá las llaves por supuesto. En resumen, Jesús tiene las llaves (Ap 3, 7) y se las da a Pedro para edificar su Iglesia. Y ésta pertenece a Jesucristo, no a Pedro: edificaré mi Iglesia.Tres veces Jesús manda a Pedro a "cuidar, apacentar, pastorear sus ovejas".La palabra griega POIMANE ("pastorea") significa gobernar, regir, ser superintendente. (Ver pie de página número 1 de Mt 2, 6 regirá, es la misma palabra. También Cf. Ap 2, 27 y 19, 15). El erudito protestante Joaquín Jeremías admite la autoridad universal conferida a Pedro distinta a la palabra "pastor" para obispos locales..Después de advertirles de estar guardando y preparados para toda exigencia Pedro preguntó: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos? Y dijo el Señor: ¿Quién es EL MAYORDOMO fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración? ( Lc 12, 42). Vemos que Jesús contestó a Pedro con una pregunta: "¿Quién es el siervo". En Jn 21, 15-17 conocemos la identidad de este siervo. Aquí está el siervo fiel quien está puesto encima de la casa para alimentarla con el alimento de la palabra de Dios, siendo que no sólo de pan vivirá el hombre (Mt 4, 4) . El alimento de Jesús era hacer la voluntad de su Padre. Entonces el alimento es la palabra de Dios (la enseñanza) y su voluntad que en parte son las leyes que nos ha dado. Queremos obedecer al Padre como Jesús. Si en verdad fuese Hijo de Dios , obedeceria sin pestanar..es voluntad de Dios que sea asi..no como usted lo quiere..





¿Pablo reconoce la autoridad de los apóstoles de la circuncisión en 2 Co.10?

Jajajaja. ¡Qué ingenuidad!​

En 2 Cor. Capítulos 10 y 11 el apóstol Pablo está condenando la intromisión de los apóstoles de la circuncisión en su obra:

13Pero nosotros no nos gloriaremos desmedidamente, sino conforme a la regla que Dios nos ha dado por medida, para llegar también hasta vosotros. 14Porque no nos hemos extralimitado, como si no llegásemos hasta vosotros, pues fuimos los primeros en llegar hasta vosotros con el evangelio de Cristo. 15No nos gloriamos desmedidamente en trabajos ajenos, sino que esperamos que conforme crezca vuestra fe seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla; 16y que anunciaremos el evangelio en los lugares más allá de vosotros, sin entrar en la obra de otro para gloriarnos en lo que ya estaba preparado. (2Cor.10:13-16)

Los apóstoles de la circuncisión, que no habían sacado su evangelio de la circuncisión ni a dos cuadras de Jerusalén prácticamente, ahora querían aprovecharse de la obra de Pablo en esta ciudad; pero lo peor es que venían con un evangelio que no era para los gentiles (Judaísmo con rudimentos del cristianismo) Esto ya lo habían hecho en los gálatas donde Pablo predicó por primera vez el evangelio de la gracia de Dios. Ellos, incluyendo a Pedro obligaban a los gentiles a judaizar. Observen esta similitud:

11 Pues bien, cuando Pedro fue a Antioquía, le eché en cara su comportamiento condenable. 12 Antes que llegaran algunos de parte de Jacobo, Pedro solía comer con los gentiles. Pero cuando aquéllos llegaron, comenzó a retraerse y a separarse de los gentiles por temor a los partidarios de la circuncisión. 13 Entonces los demás judíos se unieron a Pedro en su hipocresía, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por esa conducta hipócrita.

14 Cuando vi que no actuaban rectamente, como corresponde a la integridad del evangelio, le dije a Pedro delante de todos: «Si tú, que eres judío, vives como si no lo fueras, ¿por qué obligas a los gentiles a practicar el judaísmo? (Gal.2:11-14)


Así predicaban los de la circuncisión, pervirtiendo el evangelio de Cristo con su folclore israelita. Ahora en la ciudad de Corinto volvieron a hacer lo mismo; donde ya Pablo había predicado el evangelio de la gracia de Dios, ellos llegaron con su evangelio adulterado con judaísmo y aprovechándose de su reputación por haber caminado con Jesús de Nazaret, confundieron, abusaron de su autoridad y esclavizaron con legalismos a los creyentes de aquella ciudad. Además, si leen el contexto, se darán cuenta que Pablo tienen que defenderse pues lo habían falsamente acusado de varias cosas. Pero en esta ocasión Pablo fue aun más severo con ellos que en el caso de los Gálatas.

2Cor.11:21

Pero en lo que otro tenga osadía (hablo con locura), también yo tengo osadía. 22¿Son hebreos? Yo también. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son descendientes de Abraham? También yo. 23¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles…………

¿De quienes está hablando? Anteriormente había dicho:

12Mas lo que hago, lo haré aún, para quitar la ocasión a aquellos que la desean, a fin de que en aquello en que se glorían, sean hallados semejantes a nosotros. 13Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 14Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. (2Cor.11:12)

2Cor.11:2

2Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. 3Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. 4Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis; 5y pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes (súper) apóstoles [ironía burlona usa el apóstol aquí]

¿Quiénes es esos días podían ser considerados por los de Corinto como grandes apóstoles sino los que caminaron con Jesús de Nazaret en Palestina?

La situación que existía en Corinto fue creada por los apóstoles de la circuncisión, incluyendo al recalcitrante de Pedro, que aparentemente le cogió miedo a su apostolado de la circuncisión y quiso meter sus narices en la obra que Pablo estaba haciendo entere los gentiles, como se le había encomendado.


La bajeza, la mala intención, la deslealtad, la deshonestidad y desobediencia de los apóstoles de la circuncisión se hicieron patentes es varias ocasiones; esta de corintio fue una de las más sonadas, porque le agotaron la paciencia al apóstol y maestro de la iglesia de Jesucristo.

Años antes a pesar de sus diferencias doctrinales, habían acordado esto:

6Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación [los súper apóstoles] nada nuevo me comunicaron. 7Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión 8(pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), 9y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas [súper apóstoles], nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, [hipocresía en acción] para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión. 10Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer. (Gal.2:6-10)


Después de esto se metieron con su evangelio adulterado con folclor israelita en la obra de Pablo, predicando a otro Jesús, otro evangelio y en otro espíritu.

¡Lindo personaje se buscaron para que fuera el primer papa de la iglesia romana universal!

Cual padre, cual hija. El padre predicaba los rudimentos de la doctrina de Cristo mezclados con judaísmo; la hija, predica los rudimentos de la doctrina de Cristo mezclados con paganismo y dogmas de hombres sin fundamento bíblico.
 
Re: El fundamento.....


El primado de Pedro
en la carta a los Gálatas

Tomado de
J. M. Bover, SJ
Teología de San Pablo
BAC Madrid, 1967, pp. 473-484


Sobre la autoridad o la jerarquía eclesiástica, ¿que enseña la Epístola a los Gálatas? La Carta magna de la libertad cristiana, ¿justifica la rebeldía de Lutero, al paso que condena como una usurpación la potestad dominadora de los obispos y la autoridad soberana del Pontífice Romano? El Papa, según San Pablo, ¿es un Vicario o bien un adversario de Jesucristo?


Este problema es más vital para el cristianismo que el de la justificación por la fe; las soluciones opuestas que a él dan el catolicismo y el protestantismo constituyen la diferencia más radical que a entrambos divide. La importancia del problema justificará el empeño que pongamos en su estudio.


De un modo más general y comprensivo pudiéramos estudiar el problema, recogiendo todo cuanto en la Epístola a los Gálatas enseña San Pablo sobre la autoridad jerárquica de la Iglesia. En este sentido podríamos notar que toda la Epístola no es otra cosa que un ejercicio o actuación, al mismo tiempo que una apología, de la autoridad apostólica que para sí reclama San Pablo. Señalaríamos también el hecho significativo de que San Pablo reconoce en los jefes de la Iglesia madre de Jerusalén una autoridad superior a la suya. Mas, puesto que nuestro estudio más que exegético es teológico, prescindiremos por ahora de estos hechos secundarios, para concentrar toda nuestra atención en el problema fundamental y central de la autoridad que San Pablo reconoce en el apóstol San Pedro. Este problema es verdaderamente cuestión de vida o muerte, tanto para el protestantismo como para el catolicismo.


Los protestantes, así antiguos como modernos, han apelado frecuentemente a la Epístola a los Gálatas para hacer ver a los católicos que el Pedro de la Epístola, el Pedro real y auténtico, débil, inconsecuente, duramente reprendido por San Pablo, en nada se parece al jefe soberano de la Iglesia universal que ellos han fantaseado. Por otra parte, muchos teólogos católicos, contentos con los argumentos decisivos que en favor del primado de San Pedro suministran los Evangelios, por lo que toca a la Epístola a los Gálatas se han limitado a solventar la dificultad objetada por los protestantes. La solución de la dificultad basta, sin duda, para mantener en pie la tesis católica, abonada por otros argumentos más poderosos. Mas, pues la Epístola a los Gálatas nos ofrece un argumento positivo en favor del primado de San Pedro, ¿por qué contentarnos con una solución negativa? Si podemos revolver contra los adversarios las armas mismas que contra nosotros disparan, ¿por qué nos hemos de limitar a defendernos de sus tiros? La Epístola a los Gálatas nos invita a tomar la ofensiva; no es, por tanto, justo mantenerse a la defensiva. Dejando, pues, a un lado todas las otras consideraciones, nos proponemos demostrar que en la misma Epístola a los Gálatas nos da San Pablo repetidos testimonios de la autoridad suprema de San Pedro; testimonios, si se quiere, implícitos, tácitos, indirectos, mas no por eso menos eficaces, de la verdad católica, la cual, si en absoluto puede subsistir sin el apoyo de estos testimonios, queda, sin duda, con ellos más firmemente corroborada.


Tres son los testimonios que San Pablo da del primado de San Pedro: 1.18-19, la visita que le hizo pocos años después de su conversión; 2.7-9, el apostolado de la circuncisión, que en el concilio de Jerusalén él y todos los fieles reconocen en San Pedro; 2.11-15, el discurso mismo que contra San Pedro pronuncia poco después en Antioquía. Examinemos en particular cada uno de estos tres testimonios.


1. La visita de San Pablo a San Pedro

Escribe el Apóstol: Pasados tres años, subí a Jerusalén para visitar (gr. “historésai”) a Cefas, y estuve con él quince días. A otro de los demás apóstoles no vi sino a Santiago, el hermano del Señor (Gál. 1, 18‑19). Antes de examinar el valor teológico de este testimonio, es indispensable una breve exégesis de este importante pasaje.

Después de su largo retiro en la Arabia, San Pablo, vuelto a Damasco, sube desde allí a Jerusalén para visitar a Cefas. Que este Cefas sea San Pedro, hoy día nadie lo pone en duda, porque es evidente. Habla San Pablo de Cefas como de uno de los apóstoles, y entre los apóstoles no había otro Cefas más que Simón Pedro. Donde es de notar este nombre de Cefas, que sin más explicación da Pablo a Simón, hijo de Jonás. Se ve por aquí que el nombre arameo de Cefas que Jesucristo impuso a Simón, precisamente al prometerle la autoridad suprema sobre toda la Iglesia, se empleaba corrientemente aun en el mundo griego como su nombre propio. Si ya no preferimos decir que Pablo emplea enfáticamente el nombre de Cefas, para dar razón de la visita que le hizo, Corno si dijese: visité a Simón por ser el jefe supremo de la Iglesia. La palabra visitar, que hemos empleado a falta de otra más exacta, no reproduce adecuadamente la fuerza del verbo original “historésai”, que significa conocer de vista, tener una entrevista, visitar por atención y respeto. Con ello quiere decir San Pablo que deseó conocer personalmente a San Pedro, ofrecerle sus respetos y hablar detenidamente con él. Y con él estuvo quince días, hospedado, a lo que parece, en su misma casa. Con este interés en visitar y hablar a Cefas contrasta singularmente la actitud de Pablo respecto de los demás apóstoles. No sólo no tuvo el intento de visitarles, sino que ni siquiera les vio, a excepción de Santiago. La manera indirecta de mencionar, cómo por vía de preterición, el hecho de haber visto simplemente a Santiago, indica el carácter ocasional de este encuentro y la importancia secundaria que le atribuía San Pablo. Y esto que Santiago el obispo de Jerusalén y el hermano del Señor.

Notemos aquí dos dificultades que tuvo San Pablo: una, en el hecho mismo de subir a Jerusalén; otra, en la mención de este hecho, ambas muy significativas. Por una parte, subió a Jerusalén desde Damasco, de donde tuvo que huir con peligro de la vida, como se refiere en los Hechos (9,24‑26) y en la segunda a los Corintios (11,32‑33). Y al subir a Jerusalén bien podía prever San Pablo las desconfianzas o prevenciones que había de hallar en los fieles y la hostilidad de los judíos, como se refiere también en los Hechos (9,26‑30). De hecho, a los quince días tuvo que huir también de Jerusalén para no caer en manos de los judíos, que intentaban darle la muerte. En tales circunstancias, ir a Jerusalén sólo para visitar a San Pedro supone en San Pablo grandes deseos y mucho interés en verle. Por otra parte, esta visita la menciona San Pablo no para confirmar lo que va diciendo, sino a pesar de ser una dificultad contra su tesis. Trata de probar el Apóstol el origen divino de su Evangelio, no recibido ni aprendido de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo (Gál. 1,12). Por esto añade a continuación que luego de su conversión no subió a Jerusalén para recibir la enseñanza de los que antes que él eran apóstoles. Y, no obstante, pasados tres años, subió a Jerusalén para visitar a Pedro. Advierte, es verdad, que sólo estuvo con él quince días, tiempo realmente insuficiente para adquirir el pleno conocimiento del Evangelio que poseía, pero más que suficiente para poner de relieve el interés e importancia de la visita.


Examinemos ahora la significación de esta visita. Pablo, en circunstancias difíciles, va a Jerusalén sólo con el objeto de ver y hablar a Pedro, exclusivamente a Pedro. Pedro no era el obispo de Jerusalén, ni por sus dotes personales sobresalía tanto sobre los demás apóstoles. ¿Cuál pudo, pues, ser el objeto de semejante visita? Evidentemente no era ésta una visita de mera curiosidad. El carácter de San Pablo y la palabra misma que él emplea para expresar el objeto de esa visita excluyen semejante hipótesis. Tampoco se dirigió a Pedro para que él le instruyese en la doctrina del Evangelio. El mismo San Pablo excluye explícitamente semejante hipótesis. El verdadero motivo de la visita no pudo ser otro que la superioridad de Pedro sobre los demás apóstoles y su posición eminente en la Iglesia. El mismo Bengel, autor protestante, dice de Pedro, con ocasión de esta visita: «Hunc ergo Paulus ceteris antetulit» (“Pablo anteponía Pedro a los demás”) (In Gal. 1,18). Pero antes que él, y mejor que él, había escrito San Juan Crisóstomo, el mas insigne de los Padres orientales, aficionado como nadie al gran Apóstol de los gentiles: “Subió (a Jerusalén) como quien va a alguien superior y más anciano, y por solo ver el rostro de Pedro emprendió el camino… No para aprender algo de él, sino sólo para verlo y honrarlo con su presencia. No se dice “idéin”, es decir, para “ver” a Pedro, sino “historésai”, es decir, para “verlo y conocerlo”, al modo como se habla cuando alguien va a “ver y conocer” las grandes ciudades que visita: por eso juzgaba Pablo que valía la pena emprender semejante viaje con el solo fin de ver a ese hombre; fíjate qué benevolencia grande mostró con Pedro, ya que emprendió la peregrinación por su causa y se detuvo con él por un tiempo… Se ve que honra a Pedro y lo ama más que a cualquiera de los demás, ya que no se dice que subiese para ver a los demás apóstoles, sino sólo a Pedro” (MG 61,631‑632).

Por consiguiente, la visita de Pablo es un testimonio espléndido de la superioridad o supremacía de San Pedro, supremacía que le levanta por encima de todos los apóstoles: supremacía en Jerusalén, sobre el mismo obispo de Jerusalén; supremacía que se extiende fuera de los límites de Palestina sobre los fieles que viven en medio de la gentilidad; supremacía no fundada en sus propias dotes personales. Semejante supremacía no puede ser sino de dignidad o de autoridad. Y como en el Evangelio no existe supremacía de mera dignidad o de honor, contraria al ejemplo y a las prescripciones más apremiantes del divino Maestro (Mt. 20,24‑28; Mc. 10,41‑45; Lc. 22, 24‑27), hay que concluir que semejante supremacía era de autoridad o de jurisdicción. Ahora bien: la autoridad suprema de jurisdicción, exclusivamente propia de San Pedro entre todos los apóstoles, es lo que entendemos los católicos cuando hablamos del primado de San Pedro. Podemos concluir con San Juan Crisóstomo: “Pedro era eminente entre los apóstoles, boca de los discípulos y cabeza del grupo (gr. “kai korufé tou xoroú”) Por lo cual Pablo vino a ver a éste al margen de los demás” (In Io. hom.88 n.1: MG 59,478). Por esto, porque Pedro era singularmente distinguido entre los apóstoles, porque era el portavoz y como la boca de los discípulos, porque era la cumbre, la cabeza o el jefe del coro apostólico, Pablo, dejando a los demás apóstoles, subió a Jerusalén para visitar a Pedro.



2. San Pedro, «apóstol de la circuncisión»

Para entender exactamente el valor y significación del apostolado de la circuncisión, que San Pablo atribuye a San Pedro, hay que leer la relación que nos hace el Apóstol de su ¡da a Jerusalén para someter la aprobación de su Evangelio a los jefes de la Iglesia madre. Recogeremos solamente los conceptos más importantes para nuestro objeto:

Transcurridos catorce años subí de nuevo a Jerusalén... Subí conforme a una revelación. Y les expuse el Evangelio que predico entre los gentiles, y en particular a los que figuraban, por sí yo corría o había corrido en vano... Pues bien: los que figuraban nada me impusieron, sino al contrario, viendo que me había sido confiado el Evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión ‑pues el que infundió fuerza a Pedro para el apostolado de la circuncisión me la infundió también a mí para [el de] los gentiles‑, y reconociendo la gracia que me había sido dada, Santiago, Cefas y Juan, los que eran considerados como columnas, nos dieron las diestras [en prenda] de unión a mí y a Bernabé, de suerte que nosotros [evangelizásemos] a los gentiles, y ellos a la circuncisión (Gál. 2,1‑9).

Este pasaje, en que San Pablo parece equiparar su apostolado con el apostolado de Pedro, frecuentemente ha sido presentado como una dificultad contra la existencia de un primado de jurisdicción único y universal. No obstante, examinado atentamente, lejos de ser una dificultad contra el primado, es un argumento positivo en su favor. No será difícil el demostrarlo.

Mas antes notemos brevemente que el apostolado de que aquí se habla no significa, directamente a lo menos, potestad de jurisdicción, sino más bien el ministerio de la predicación. Y la distribución o demarcación de este apostolado entre Pedro y Pablo no es exclusiva y cerrada. Como San Pablo predicó con frecuencia a los judíos, así también San Pedro predicó no pocas veces el Evangelio a los gentiles. Con esta demarcación etnológica o geográfica sólo se señala el campo ordinario del ministerio evangélico asignado a los dos príncipes de los apóstoles.



Previa esta declaración, todo nuestro raciocinio se resume en estas afirmaciones: por una parte, San Pedro, como Apóstol de la circuncisión, posee la autoridad suprema sobre la Iglesia de los judío‑cristianos; por otra parte, San Pablo, el Apóstol de la incircuncisión, y con él toda la Iglesia de los cristianos venidos de la gentilidad, está sometido a la jurisdicción del Apóstol de la circuncisión. Conclusión de estas dos afirmaciones combinadas es que San Pedro era el jefe supremo de la Iglesia universal. Procedamos por partes.

A San Pedro atribuye San Pablo de un modo especial y característico el apostolado de la circuncisión. El apostolado en este caso, como ya hemos advertido, directamente sólo significa el ministerio de la predicación evangélica. Es verdad. Pero preguntamos: ¿por qué razón semejante apostolado se atribuye con especialidad, y aun con cierta exclusión, a Pedro? Porque, claro está, no era Pedro solamente el que predicaba el Evangelio a los judíos. Por tanto, si el ejercicio de este apostolado no era exclusivo de San Pedro, la razón de atribuirlo especial y aun exclusivamente a San Pedro no puede ser otra sino que San Pedro tenía el gobierno o dirección suprema de este apostolado. Hay más aún. ¿Por qué título correspondía a San Pedro el gobierno supremo de este apostolado? Porque San Pedro no era el obispo de la Iglesia madre de Jerusalén, ni menos encarnaba en sus ideas y en su proceder la tendencia judaica. Estos dos títulos evidentemente correspondían más bien a Santiago, el obispo de Jerusalén, y que muchos consideraban como el representante de la tendencia judaica. Y, sin embargo, no corresponde a Santiago, sino a San Pedro, el apostolado de la circuncisión. El verdadero título de este apostolado, distinto de los precedentes y superior a ellos, no es otro que la autoridad o jurisdicción suprema que Pedro tenía, con exclusión de Santiago, sobre toda la Iglesia de los judío‑cristianos. Y semejante autoridad, por lo mismo que no era local, era necesariamente universal. Y sin esta autoridad suprema no se explica, ni se concibe siquiera, que San Pablo y los mismos jefes de la Iglesia de Jerusalén hubieran atribuido a San Pedro la dirección suprema del apostolado de la circuncisión. San Pedro, por tanto, poseía el primado sobre toda la fracción judaica de la Iglesia.



Y de este primado judaico se sigue necesariamente el primado universal. Antes de probarlo por el testimonio de San Pablo en el pasaje que estudiamos, no serán inútiles algunas observaciones de carácter más general.



En absoluto, Jesucristo hubiera podido fundar su Iglesia sin investir a sus enviados o representantes de verdadera autoridad espiritual. Mas desde el momento que nos consta positivamente la existencia de la autoridad de la Iglesia, sería un absurdo, contrario a la voluntad de Jesucristo y al testimonio de la Escritura, suponer la coexistencia de varias autoridades independientes. La unidad de la Iglesia, que tan apretadamente recomendó el divino Maestro y que tanto inculca San Pablo, aun en la misma Epístola a los Gálatas, exige imperiosamente que el principio de autoridad existente en la Iglesia se reduzca a la unidad. Por tanto, si Pedro tiene el primado sobre la Iglesia de los judío‑cristianos, fuerza es que lo tenga igualmente sobre la Iglesia de los fieles venidos de la gentilidad. De lo contrario, faltaría en la Iglesia la unidad de régimen, tan necesaria en toda sociedad bien organizada.



Enseña además San Pablo, también en la Epístola a los Gálatas, que los judíos y los gentiles forman, es verdad, un solo cuerpo en Cristo Jesús, mas no por títulos iguales. Que no son los unos y los otros dos elementos homogéneos que se combinan por igual, ni menos los gentiles absorben a los judíos, sino, al contrario, son los judíos los que incorporan a sí y como absorben a los gentiles, para formar el Israel de Dios, como hermosamente dice el Apóstol (Gál. 6,16). Los judaizantes, a quienes combate San Pablo en esta Epístola, pretendían que los gentiles, al convertirse al cristianismo, recibiesen la circuncisión para entrar así a formar parte de la descendencia de Abrahán. A esto responde el Apóstol negando la necesidad de la circuncisión, pero concediendo y poniendo de relieve la necesidad de entrar a formar parte de la descendencia de Abrahán, lo cual alcanzan los gentiles mediante la fe y el bautismo en Cristo Jesús. En virtud de esta ley providencial, tantas veces y de tantas maneras proclamada por San Pablo, síguese manifiestamente que los gentiles, al ser asociados a Israel, han de reconocer igualmente la autoridad que en la nueva teocracia, en el Israel espiritual, ha establecido el mismo Jesucristo. De consiguiente, el primado sobre la Iglesia de los judío‑cristianos entraña en sí el primado de la Iglesia universal.



Con estos principios generales concuerdan los hechos. En ese mismo pasaje que estudiamos, San Pablo declara noblemente su actitud respecto a San Pedro. El apostolado de la gentilidad y el apostolado de la circuncisión no son dos apostolados independientes: necesitan ir de común acuerdo. Y al ponerse de acuerdo, no entran con igualdad de derechos: el apostolado de la gentilidad pide el reconocimiento y la aprobación del apostolado de la circuncisión.



Que el Apóstol de la gentilidad quiere y necesita proceder de común acuerdo con el Apóstol de la circuncisión no exige demostración ni declaración; basta para convencerse la simple lectura del pasaje. Notaremos, sin embargo, dos cosas. Primera, que San Pablo, si se ve en la necesidad de exponer su Evangelio a los personajes más caracterizados de la Iglesia de Jerusalén, no lo hace porque dude de la verdad de su Evangelio: sabía él muy bien, y nos lo asevera repetidamente, que su Evangelio lo había él recibido por revelación de Jesucristo (Gál. 1,12 y 16). Y, no obstante, se ve en la precisión de exponerlo ante los jefes de la Iglesia madre. Segunda, que respecto de los judaizantes, que eran los que de hecho ponían estorbo a su predicación, no sólo no trata de ponerse de acuerdo con ellos, sino que se les opone denodadamente y les trata con dureza, llamándoles falsos hermanos intrusos, que se habían introducido solapadamente para espiar nuestra libertad, que tenemos en Cristo Jesús, con el intento de esclavizarnos... A los cuales ‑añade Pablo‑ ni por un instante cedimos, dejándonos subyugar, a fin de que la verdad del Evangelio se mantenga incólume en orden a vosotros (Gál. 2,3‑5). Esta diferente manera de portarse respecto de los judaizantes y de los jefes de la Iglesia de Jerusalén es muy significativa: es señal evidente de que San Pablo, al ponerse de acuerdo con los jefes, no lo hace simplemente por bien de paz, sino por conciencia y para asegurar el fruto de su predicación evangélica.



Pero hay más: el apostolado de la gentilidad y el apostolado de la circuncisión, al ponerse de acuerdo, no entran en negociaciones con igualdad de derechos. Que no son los jefes de la Iglesia de Jerusalén quienes acuden a Pablo, sino Pablo a ellos. El les expone su Evangelio; ellos nada hallan que corregir ni añadir a este Evangelio: lo aprueban plenamente. Ellos, además, reconocen la misión divina de predicar a los gentiles confiada a San Pablo; ellos le dan las diestras como prenda de paz y de comunión; ellos, finalmente, ratifican el acuerdo de que Pablo evangelizase a los gentiles, y ellos a la circuncisión. No se trata, pues, de negociaciones entre dos partes iguales, sino de pasos dados por San Pablo en orden a obtener el reconocimiento y aprobación oficial de la Iglesia de Jerusalén. Y ¿para qué? El mismo Pablo nos lo dice: para no correr o haber corrido en vano, esto es, para no comprometer el fruto de su predicación evangélica. Notemos que se habla de la predicación de Pablo entre los gentiles. Si el apostolado de la gentilidad no podía ejercerse fructuosamente, ni siquiera por Pablo, que había recibido de Dios el Evangelio y la misión de predicarle, sin la aprobación del apostolado de la circuncisión, señal es que los fieles de la gentilidad reconocían la suprema autoridad del que por antonomasia era considerado como el Apóstol de la circuncisión.



Por tanto, si por una parte el apostolado de la gentilidad estaba sometido a la autoridad y dirección del apostolado de la circuncisión, y, por otra parte, la suprema autoridad y dirección de este apostolado de la circuncisión estaba en manos de San Pedro, síguese manifiestamente que San Pedro, en calidad de Apóstol de la circuncisión, era el jefe supremo de toda la Iglesia.



3. San Pedro y San Pablo en Antioquía



El llamado incidente de Antioquía, con el discurso de San Pablo contra San Pedro a que dio lugar, parece a primera vista una grave dificultad contra el primado de San Pedro. No es, pues, de maravillar que los protestantes hayan querido sacar partido de esa dificultad, que han exagerado, contra la tesis católica del primado de San Pedro. Sin embargo, mirada de cerca, esa dificultad se desvanece; más aún, se convierte en argumento positivo, más eficaz todavía que los anteriores, en favor de la tesis católica. Vamos a demostrarlo. Mas antes será conveniente reproducir el pasaje en que habla San Pablo del incidente de Antioquía. Dice el Apóstol:



Mas cuando vino Cefas a Antioquia, me opuse a él abiertamente, porque era culpable. Porque antes que viniesen ciertos [hombres] de parte de Santiago, comía con los gentiles; mas cuando vinieron, se retraía y recataba de ellos, temiendo a los de la circuncisión. Y le imitaron en esta simulación también los demás judíos, tanto que el mismo Bernabé se dejó arrastrar a esta simulación. Mas cuando vi que no andaban a las derechas conforme a la verdad del Evangelio, dije a Cefas en presencia de todos: «Si tú, judío como eres, vives a lo gentil y no a lo judío, ¿cómo fuerzas a los gentiles a judaizar?»... (Gál. 2,11‑14).



Antes de analizar este pasaje conviene notar dos cosas. Primeramente, algunos antiguos pretendieron que el Cefas de quien se habla no era San Pedro, o bien que la actitud de San Pablo no fue de seria oposición, sino una especie de comedia convenida de antemano con el mismo San Pedro. Sin duda, estas hipótesis cortarían de raíz la dificultad. Pero no las admitimos, ni nadie las admite hoy día. Supondremos, porque es evidente, que San Pablo habla con San Pedro, o, si se quiere, contra San Pedro, y que habla de veras. Además, hablamos ahora de la autoridad de San Pedro, no de su infalibilidad. En absoluto, puede subsistir la autoridad sin la prerrogativa de la infalibilidad, como de hecho la tienen los jefes de los Estados. Notemos, sin embargo, de paso que San Pablo no ataca la doctrina de San Pedro, sino su proceder práctico. Más aún, desde el momento que ataca a San Pedro de inconsecuencia y de simulación, por el mismo caso da testimonio positivamente de que San Pedro no erró en la doctrina; si erró fue precisamente porque no conformaba sus obras con su doctrina: Queda en pie la sentencia de Tertuliano, que el error de Pedro «conversationis fuit vitium, non praedicationis» (“fue un error en su comportamiento, no en su predicación”, De praescript. 23: ML, 2,42). O, como alguien ha dicho modernamente, con un juego de palabras insinuado por San Pablo, el error de Pedro no fue de ortodoxia, sino de ortopedia[1].



Esto supuesto, examinemos ya el hecho de San Pedro y la actitud que enfrente de él toma San Pablo.



Estamos en Antioquía, cuya Iglesia estaba en su mayoría compuesta de gentiles. Poco después del llamado concilio de Jerusalén, donde se había definido la libertad de los gentiles respecto de la ley mosaica, llegó allá San Pedro, el cual, en conformidad con lo resuelto en Jerusalén, no tuvo el menor reparo en vivir y comer con los gentiles, sin atenerse, por tanto, a las prescripciones de la ley relativas a la distinción de manjares. Mas he aquí que llegan de Jerusalén ciertos emisarios, verdaderos o supuestos, de Santiago; y Pedro, temiendo a los de la circuncisión, se fue retirando del trato con los gentiles. El efecto de este medroso retraimiento fue desastroso. Todos entendieron, sin duda, que Pedro obraba no por convicción, sino por debilidad o por mal entendida condescendencia. Su actitud era, como dice San Pablo, una simulación, o, según la fuerza de la palabra original “hypócrisis”, una hipocresía, una especie de comedia. Y, sin embargo, esta simulación arrastró a los demás judíos y, lo que más maravilló y dolió a San Pablo, al mismo Bernabé, su compañero de apostolado hasta entonces entre los gentiles, el que en Jerusalén tanto y tan bien había trabajado por libertar a los gentiles del yugo de la ley mosaica. Este retraimiento de Pedro, de Bernabé y de todos los judíos, además de ser sumamente doloroso para los gentiles, ponía en serio peligro la verdad del Evangelio y la paz y la unidad de la Iglesia.



Terrible fue, sin duda, el conflicto creado por la simulación de Pedro. Pero nos preguntamos: ¿qué fuerza tan avasalladora tenía esa simulación de Pedro para arrastrar en pos de sí a todos los judíos y al mismo Bernabé? Vale la pena de reflexionar un poco sobre fenómeno a primera vista tan extraño, pues su examen nos dará una de las pruebas más eficaces y convincentes del primado de San Pedro, reconocido y acatado por todos, así judíos como gentiles.



La Iglesia de Antioquía estaba compuesta principalmente de gentiles, gozosos con el reciente decreto del concilio de Jerusalén. Ya la presencia de Pedro en esta Iglesia de gentiles no deja de ser significativa. Entre ellos, al principio, Pedro se porta como uno de ellos, sin preocuparse de las prescripciones mosaicas. Y como Pedro, los demás judíos que había en Antioquía. En semejantes circunstancias, la tímida simulación de Pedro, si Pedro hubiera sido simplemente uno de los apóstoles, hubiera suscitado los enojos, las protestas, las reclamaciones de los gentiles, y nada más. A Pedro le tocaba entonces retirarse no ya del trato con los gentiles, sino de la ciudad. Y, sin embargo, pasa todo lo contrario. Los gentiles callan; los judíos le imitan; Bernabé se desmiente a sí mismo. Además, Pedro no había pronunciado una sola palabra para exhortar a los demás a que siguiesen su ejemplo; no amenazó con anatemas; no defendió su modo de proceder. Sólo su ejemplo, negativo, tímido, simulado, contradictorio, reprensible, fue, como dice San Pablo, una coacción moral, que forzaba a todos a judaizar. Ya otros, antes del concilio de Jerusalén, habían hecho lo que ahora hace Pedro, y su ejemplo se despreció. ¿Cómo ahora el ejemplo de Pedro arrastra a todos? Y Bernabé, el amigo íntimo de Pablo hasta entonces, el de carácter tan fuerte e independiente, que poco después se apartó de Pablo, el que veía comprometido su apostolado entre los gentiles, ¿por qué cedió tan fácilmente a la simulación de Pedro? ¿Es que no se le ocurrió siquiera oponerle el decreto del concilio? ¡El ejemplo indeciso de Pedro hace más fuerza que el decreto de un concilio! Algo debía haber en Pedro para que su solo ejemplo avasallase de tal manera… Este algo no eran sus dotes personales. Humanamente, San Pablo superaba de mucho a San Pedro. Lo que daba tal fuerza al ejemplo de Pedro no era, ni podía ser, sino su autoridad suprema y universal, reconocida y acatada por todos. Su ejemplo no era imitable, mas la autoridad del que lo daba pesaba más que los decretos de un concilio apostólico.



Ante el conflicto creado por la debilidad o condescendencia de Pedro, ¿qué actitud tomó Pablo? El mismo lo dice. Vio que Pedro, inconsecuente con sus principios, no procedió en este caso conforme a la verdad del Evangelio, y era, por tanto, culpable y reprensible. Por esto se le opuso abiertamente. A esta actitud leal y decidida responde su maravilloso discurso, con el cual se propuso solucionar el peligroso conflicto. No nos interesa ahora la apreciación moral de la actitud de San Pablo, si bien pudiéramos notar la moderación y respeto con que habla a San Pedro. Lo que nos interesa son las consecuencias que se desprenden de la actitud y de las palabras del gran Apóstol de los gentiles.



Nadie que conozca a San Pablo, aun cuando no fuese más que por haber leído la Epístola a los Gálatas, dudará de la perspicacia de su inteligencia en hacerse cargo de los hechos y de las personas, ni menos dudará de la noble franqueza y resolución en decir lo que siente. En tales circunstancias, veamos lo que San Pablo dice, y lo que no dice, en su discurso contra la simulación de San Pedro. No pudo escondérsele a San Pablo que la razón de la eficacia que tuvo el ejemplo de San Pedro era la autoridad que los demás daban a su persona. En tal caso, si esta autoridad no hubiera sido legítima y verdadera, lo primero y aun lo único que debía haber hecho San Pablo era atacar esa autoridad. Y, sin embargo, San Pablo no ataca la autoridad de San Pedro. Y en tales circunstancia, el no atacarla era reconocerla. Además, San Pablo en su discurso se las ha solamente con San Pedro; esto basta para su intento. Faltan todos, y Pablo habla sólo a Pedro. No se dirige a los demás para refutar a Pedro. Es que no consideraba suficiente para solucionar el conflicto convencer y enderezar a los demás si no convencía y enderezaba a Pedro. O, mejor aún, pensó, sin duda, que no lograría convencer a los demás si de antemano no convencía al mismo Pedro. Sin esto no se arrancaba el mal de raíz. Por esto habla sólo de Pedro y sólo a Pedro. Ni tampoco menciona al concilio. Si él hubiera juzgado que la autoridad del concilio era superior a la de Pedro, el recurso más eficaz para desautorizar la conducta de Pedro hubiera sido apelar al concilio. Y San Pablo no apela al concilio, y concilio apostólico. ¿Qué hace, pues? Apela de Pedro a Pedro: de Pedro, que en un caso particular no obra conforme a la verdad del Evangelio, a Pedro apóstol y supremo depositario de la verdad del Evangelio; de Pedro vacilante e inconsecuente en el obrar a Pedro jefe supremo de la Iglesia. Grande osadía necesitó y grande osadía desplegó San Pablo al oponerse abiertamente a San Pedro; pero esta misma osadía de su actitud y de sus palabras es para nosotros la más segura garantía de que San Pablo, al no atacar la autoridad de San Pedro, al apelar de Pedro a Pedro, reconocía, como todos los demás, aunque de contraria manera, la suprema autoridad jerárquica del Príncipe de los Apóstoles. Tenemos, por consiguiente, que la actitud y las palabras de San Pablo, lejos de ser una negación práctica o una dificultad contra el primado de San Pedro, son su más espléndida confirmación. Pablo no opone a Pedro ni su propia autoridad ni la autoridad de los demás apóstoles reunidos en concilio: convencido de que el conflicto creado por la suprema autoridad de Pedro sólo el mismo Pedro, vuelto en sí, podía con su autoridad suprema solucionarlo.



Conclusión

En la Epístola a los Gálatas, San Pablo hace su propia apología: defiende enérgicamente su autoridad de Apóstol de Jesucristo, defiende la verdad de su Evangelio, defiende la santidad de su doctrina moral. Y al hacer su propia apología, Pablo hace la apología más brillante del primado de San Pedro. Pablo, además, se muestra noblemente autoritario. Su Epístola a los Gálatas no es sino un acto de autoridad apostólica. Y mientras reclama para sí la autoridad de Apóstol, combate resueltamente, sin ceder un solo punto, a los judaizantes, destituidos de autoridad. En cambio, respecto de Pedro, se rinde a su autoridad. El visita a solo Pedro, él pide a Pedro la aprobación de su apostolado y de su Evangelio, y aun cuando se opone a la debilidad de Pedro, lo hace apelando a la autoridad misma de aquel a quien se opone. Y juntamente da testimonio de que todos, lo mismo que él, se rinden a la autoridad de Pedro. Es que Pedro ha recibido de Jesucristo una autoridad única, eminente, soberana y universal. Y al reconocer esta autoridad única, San Pablo confiesa y testifica el primado de San Pedro.


¡Puff!, ¿Tanta perorata para decir que Pedro no fue el apóstol a los gentiles sino a los judíos?

¿Tanta perorata para decir que Pedro cada vez que rompía el acuerdo de cada uno ir a donde lo mandaron, lo hacía para obligar a los gentiles a judaizar, y pervertir el evangelio con folclor?

¿Tanta perorata para decir que el apostolado de Pedro se desvaneció en la historia, para dar paso al apostolado universal de Pablo?

¿Tanta perorata para decir que Pedro lo único relevante que hizo fue dar un par de discursos, y escribir un par de epístolas?

¿Tanta perorata para decir que fue la iglesia romana la que rescató con sus dogmas el insipiente y poco fructífero apostolado de Pedro?

¿Tanta perorata para decir que precisamente ese vacío de carácter, personalidad y doctrina, era lo que necesitaba roma para levantar su imperio pagano-cristiano, sobre sus nuevos e infundados dogmas?

Te hubieras ahorrado la pena, leyendo el evangelio revelado.
 
Re: El fundamento.....

Por el contrario..por que lo he ledio la Palabra de Dios fue que pegue este estudio...
Claro reconosco que es largo
Pero la realidad es que Galata demuestra la primacia que tenia Pedro y que los apostoles respetaban...Si hubiese estado al tanto..ya habia comentado todo esto por mi cuenta..
PAz de Cristo
 
Re: El fundamento.....

Por el contrario..por que lo he ledio la Palabra de Dios fue que pegue este estudio...
Claro reconosco que es largo
Pero la realidad es que Galata demuestra la primacia que tenia Pedro y que los apostoles respetaban...Si hubiese estado al tanto..ya habia comentado todo esto por mi cuenta..
PAz de Cristo

Veamos:

Gál 2:1 Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén[1] con Bernabé,[2] llevando también conmigo a Tito.[3]
Gál 2:2 Subí debido a una revelación y, para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación, el evangelio que predico entre los gentiles.

Quienes son aquellos que tienen cierta reputación?


Gál 2:3 Pero ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse,[4]
Gál 2:4 a pesar de los falsos hermanos[5] que se habían introducido entre nosotros a escondidas, para espiar nuestra libertad --la que tenemos en Cristo Jesús--,[6] para reducirnos a esclavitud.
Gál 2:5 A los tales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciera con vosotros.


Gál 2:6 Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas[7] ), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron.

Nada nuevo me comunicaron. dice Pablo.

Gál 2:7 Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión,[8] como a Pedro el de la circuncisión
Gál 2:8 (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión actuó también en mí para con los gentiles),

Exacto, Cristo actuó en ambos. Pablo lo tiene muy bien asumida su identidad.

Gál 2:9 y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas,[9] nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo,[10] para que nosotros fuéramos a los gentiles y ellos a los de la circuncisión.

Evidentemente, Pablo, como buen creyente en la fe, consultó con los Apóstoles, como no podía ser de otro modo.

Gál 2:10 Solamente nos pidieron que nos acordáramos de los pobres; lo cual también me apresuré a cumplir con diligencia.[11]

Fue aceptado.

Gál 2:11 Pero cuando Pedro vino a Antioquía,[12] lo reprendí cara a cara, porque era de condenar,

Otro desliz de Pedro, (lo digo con todo respeto).

Pablo fue a consultar a Pedro y a Jacobo, por que Pablo era fiel y era lo más correcto.

No nos podemos engañar, claro está q estamos ante el nacimiento de la iglesia. Estaban vivos los Apóstoles que conocieron a Cristo en persona, y es evidente el respeto y admiración de Pablo hacia ellos, pues eran testimonios vivos. Pero la iglesia tenía el cometido de crecer, y Pablo tenía muy asumido su misión, tanto q no dudó en amonestar a Pedro. Es decir, ¿quién le dió tal autoridad a Pablo para actuar así?

¿Por qué Pedro no mandó callar a Pablo?

Es evidente: El Espíritu Santo y el conocimiento de la Palabra de Dios. Es decir: la imagen de Cristo que le fue revelada a Pablo.

Gál 2:9 y reconociendo la gracia que me había sido dada

En fin, ya sabemos: Dios da la gracia.
 
Re: El fundamento.....

Por el contrario..por que lo he ledio la Palabra de Dios fue que pegue este estudio...
Claro reconosco que es largo
Pero la realidad es que Galata demuestra la primacia que tenia Pedro y que los apostoles respetaban...Si hubiese estado al tanto..ya habia comentado todo esto por mi cuenta..
PAz de Cristo


La primacía de Pedro es otro de los mitos, entre los apóstoles de Jesús de Nazaret no existía primacía de ningún tipo.

Se puede calificar o evaluar el ministerio de los apóstoles por su envergadura y por la herencia doctrinal que dejaron. Pedro fue apóstol a la circuncisión, y lo escaso de su herencia doctrinal es evidente. Esto es lo que dice claramente el evangelio revelado:

Gal.2:6-9

6Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron. 7Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión 8(pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), 9y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.

¡Curioso!, Pedro era considerado columna, no el Papa. ¿Se puede levantar un edificio sobre una columna?

¡Curioso! También el hecho de que el Señor escogió a Pablo y no a Pedro para el apostolado a los gentiles, y para revelarle los misterios que estaban escondidos en Dios, para que él lo diera a conocer a la iglesia.

¡Curioso! También que en las epístolas de Pedro se encuentre solo rudimentos de la doctrina de Cristo, sin embargo, en las epístolas de Pablo hayamos las verdades espirituales más profundas que Dios le haya revelado a ser humano alguno.

¡Curioso! También que la tan importante frase: En Cristo, se halle en más de 84 ocasiones en las epístolas de Pablo, y en las de Pedro solamente en una ocasión.

¡Curioso! también que fue Pablo y no Pedro quien explicó los resultados que trajo para los santos la muerte y resurrección de Jesucristo.

¡Curioso! ¿No?. Y tú me hablas de la superioridad del apostolado de Pedro.

¿Superior en qué?​
 
Re: El fundamento.....

Hay una ley en el estudio de la Biblia llamada 'La Ley de Primera Mención'. Significa, la primera vez que algo es mencionado en la Biblia, el mismo significado sostiene verdad por esa materia, en todos los versos subsecuentes en el cual es mencionada. Esta ley ayuda a sostener la armonía e integridad de la escritura. Dios es eterno y no cambia, por lo tanto lo que El dijo en Génesis, tiene el mismo significado para todos los capítulos.
La Ley de Primera Mención...
Cuando es mencionado en la Biblia por primera vez, el significado de ello permanece el mismo a través de todo el resto de la Biblia.

Cuando Dios dió autoridad a alguien en la Escritura, El cambió el nombre de esa persona.

1. Dios renombró a Abram como Abraham cuando lo hizo ‘Padre de una multitud de Naciones', en Gen 17:5. El le dió 'primacía' sobre todos los otros hombres.

2. Dios renombró a Sara como Sarah cuando la hizo la ‘Madre de las Naciones’ en Gen 17:15-16. EL le dió a Sarah ‘primacía’ sobre todas las otras mujeres.

3. DIOS renombró a Jacob como Israel, el nombre de la Mación Judía, y Jacob fue el primer Israelita en Gen 32:29.

4. DIOS renombró a Simon como Pedro en Mat 16:18, dándole entonces ‘primacía’ sobre todos los Apóstoles. Porque otra cosa DIOS le daría un nuevo nombre?

La ‘Ley de Primera Mención' como fuera aplicada a Abraham, Sarah, e Israel, trabaja muy bién. Porqué entonces algunos creen que no trabaja para Simón-Pedro?

Mateo 16:13-17...
Jesús dijo, "Quién dicen los hombres que es el hijo del hombre?" (13)
Pero ellos dijeron, "Unos, que Juan el Bautista; otros que Elías, otros Jeremías,
u otro de los profetas."
(14)
El les dijo, "Y VOSOTROS, quien decís que soy?" (15)
Simón Pedro dijo, "Tú eres el Mesías, el Hijo de DIOS vivo." (16)
Y Jesús respondiendo, dijo, "Bienaventurado tú, Simón Bar Jona, porque no es la carne ni la sangre quien
eso te ha revelado, sino mi Padre, que está en los cielos."
(17)

Te diste cuenta que Pedro fue el único Apóstol que supo quien era Jesucristo?
Todos los demás expresaron una opinión.
DIOS Mismo le dijo solamente a Pedro, y no a los otros Apóstoles.
Este es un signo claro de la Primacía de Pedro.

Hechos 15:7...
Después de una larga deliveración, se levantó Pedro y les dijo: "Hermanos, vosotros sabeis como de mucho tiempo DIOS determinó aquí entre vosotros que por mi boca oyesen los gentiles la palabra del Evangelio y creyesen."
Quien lo eligió? DIOS lo hizo. A quién eligió DIOS? El eligió a Pedro. Eso es primacía.

La primacía de Pedro: Mt 16:15-19, *Lc 22:24-33,24:34, Jn 10:16,21:15-19, Hechos 2:14-41, Hechos *5:29,9:36-43,10:1-48,11:1-18, ***Hechos 15:7, 1Cor 15:5.

El nombre de Pedro es mencionado más veces en el Nuevo Testamento que ningún otro Apóstol.
Cada vez que los nombres de los Apóstoles son listados, excepto en Gal 2:9, su nombre aparece primero: Mt 10:2, Mc 3:16, Lc 6:13-14, Hechos 1:13.
A través de la historia de nuestra salvación, DIOS ha proveído siempre un ‘Padre Modelo’ para guiar Su gente. Algunos ejemplos son, Noah, Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, David, Salomón, Pedro y la sucesión de Papas.

* Mateo 16:18: "Y yo te digo a ti que tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré Yo mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella." La "piedra" (Griego, "petra") a que se refiere aquí, es a San Pedro mismo, no a su fé o a Jesucristo. Cristo aparece aquí no como la base, sino como el arquitecto que "construye." La Iglesia es construída, no sobre confesiones, sino sobre confesores - hombres vivos (ver 1 Pd 2:5). Hoy día , el abrumador consenso de la gran mayoría de todos los eruditos de la Biblia y comentaristas están en favor del entendimiento del Católico tradicional. Aquí San Pedro es dirigido como la piedra de base de la Iglesia, haciéndolo cabeza y superior de la familia de Dios - eso es, la semilla de la doctrina del papado. Además, "Piedra" encierra una metáfora aplicada a él por Cristo en un sentido análogo al sufrido y despreciado Mesías (ver 1 Pd 2:4-8; Mt 21:42). Sin una fundación sólida una casa se cae. San Pedro es la fundación o base, pero no el fundador de la Iglesia; administrador, pero no Señor de la Iglesia. El Buen Pastor (Jn 10:11) nos da otros pastores también (Epf 4:11).
* Mateo 16:19: "Yo te daré las llaves del reino de los cielos." El "poder" de las llaves tiene que ver con disciplina eclesiástica y autoridad administrativa en relación a los requisitos de la fe, como en Isaías 22:22 (ver Is 9:6; Job 12:14; Rev 3:7). De este poder fluye el uso de censuras, excomunicación, absolusión, disciplina bautismal, la imposición de penas y poderes legisladores. En el Antiguo Testamento, un mayordomo, o primer ministro, es un hombre que está "sobre una casa" (Gen 41:40; Gen 43:19;44:4; 1 Reyes 4:6;16:9;18:3; 2 Reyes 10:5;15:5;18:18; Isa 22:15,
Isa 20-21).
* Mateo 16:19: "Cuanto atares en la tierra será atado en los cielos, & y cuanto desatares en la tierra será desatado en los cielos." "Atando" y "Desatando" fueron términos técnicos ‘rabbinical’, los cuales significaban "prohibir" y "permitir" con referencia a la interpretación de la ley y, segundamente, "condenar," "ponerlo bajo censura" o "absolver." Entonces San Pedro y los papas han recibido la autoridad para determinar las reglas para la doctrina y vida, en virtud de revelación y del Espíritu guiando (ver Jn 16:13), como también para demandar obediencia de la Iglesia. "Atando y Desatando" representa los poderes legislativos y judicial del papado y los obispos. (Mt 18:17-18;
Jn 20:23). San Pedro, sin embargo, es el único apóstol que recibe estos poderes por su nombre y en forma particular, haciéndolo pre-eminente.
* El nombre de Pedro está primero en todas las listas de apóstoles (ver Mt 10:2; Mc 3:16; Lc 6:14; Hechos 1:13). Mateo incluso lo llama "el primero" (10:2). (Judas Iscariote es invariablemente mencionado último.)
* Pedro es casi sin excepción nombrado primero siempre que aparece con alguien más. En un ejemplo pasa lo contrario, Galatas 2:9, donde el es nombrado después de Santiago y antes de Juan, él es claramente preeminente en todo el contenido (ver, por ejemplo, Gal 1:18-19; 2:7-8).
* Pedro es el único entre los apóstoles que recibe un nuevo nombre, "Piedra," conferido solemnemente (Jn 1:42;
Mt 16:18).
* Pedro es al que se le pidió tres veces por Cristo que alimentara Sus ovejas, es mirado por Jesús como el pastor jefe después de El mismo (Jn 21:15-17), singularmente por su nombre, y sobre la Iglesia universal, aunque otros tienen un rol similar pero subordinado (Hechos 20:28; 1 Pt 5:2).
* Pedro solo, entre los apostoles, es mencionado por su nombre como por haber sido orado por Jesucristo para que su "fe no desfallezca" (Lc 22:32).
* Pedro solo, entre los apostoles, es exhortado por Jesús a "confirma a tus hermanos" (Lc 22:32).
* Pedro es el primero que reconoce la divinidad de Cristo (Mt 16:16).
* Pedro es al único al que se le dice que ha recibido conocimiento divino por revelación especial (Mt 16:17).
* Pedro es mirado por los Judíos (Hechos 4:1-13) como el líder y el representante de la Cristiandad.
* Pedro es mirado por la gente común de la misma manera (Hechos 2:37-41;5:15).
* Jesucristo y Pedro únicamente se asocian en el milagro del dinero del tributo
(Mt 17:24-27).
* Cristo enseña desde el bote de Pedro, y la pesca milagrosa sigue (Lc 5:1-11) talvés como una metáfora para el papa como "pescador de hombres" (Mt 4:19).
* Pedro fué el primer apóstol en salir, y entrar, a la tumba vacía (Lc 24:12; Jn 20:6).
* Pedro es señalado por un ángel como el líder y representante de los apóstoles (Mc 16:7).
* Pedro guía a los apóstoles en la pesca (Jn 21:2-3,11). La "barca" (bote) de Pedro es mirada por los Católicos como una figura de la Iglesia, con Pedro al timón.
* Pedro solo, se arroja al mar para llegar a Jesús (Jn 21:7).
* Pedro, sus palabras, son las primeras recordadas y las más importantes en la Sala Superior, antes de Pentecostés
(Hechos 1:15-22).
* Pedro toma la iniciativa en llamar alguien para reemplazar a Judas (Hechos 1:22).
* Pedro es la primera persona en hablar (y la única mencionada) después de Pentecostés, asi, el fué el primer Cristiano en "predicar el Evangeliol" en la era de la Iglesia (Hechos 2:14-36).
* Pedro performa el primer milagro de la Iglesia, sanando a un hombre cojo (Hechos 3:6-12).
* Pedro profiere el primer anatema (Ananias and Sapphira) enfáticamente afirmado por Dios
(Hechos 5:2-11).
* Pedro, su sombra, hace milagros (Hechos 5:15).
* Pedro es la primera persona, después de Cristo, en resucitar al muerto (Hechos 9:40).
* Cornelio fue aconsejado por un ángel que buscara a Pedro por instrucciones sobre Cristiandad (Hechos 10:1- 6).
* Pedro es el primero en recibir a los Gentiles, por una revelación de Dios (Hechos 10:9-48).
* Pedro instruye a los otros apóstoles en el catolicismo (universalidad) de la Iglesia (Hechos 11:5-17).
* Pedro es objeto de la primera interposición divina en forma individual en la edad de la Iglesia
(un ángel lo saca de la prisión - Hechos 12:1-17).
* La Iglesia completa (señalado claramente) ora por Pedro "sin cesar" cuando el fué encarcelado (Hechos 12:5).
* Pedro preside y abre el primer concilio de Cristiandad, y expone principios aceptados mas tarde por el concilio (Hechos 15:7-11).
* Pablo distingue las aparaciones del Señor a Pedro,después de la resurrección, de las de los otros apostoles
(1 Cor 15:4-5).
* Pedro es a menudo referido con distinción entre los apóstoles (Mc 1:36; Lc 9:28,32; Hechos 2:37; 5:29;
1 Cor 9:5).
* Pedro es a menudo el que habla por los otros apóstoles, especialmente en momentos críticos
(Mc 8:29; Mt 18:21; Lc 9:5; 12:41; Jn 6:67).
* Pedro, su nombre, es siempre el primero mencionado en el "círculo interno" de los discípulos
(Pedro, Sasntiago y Juan - Mt 17:1; 26:37,40; Mc 5:37; 14:37).
* Pedro es a menudo la figura central relacionada con Jesús en escenas dramáticas del Evangelio, como el caminar sobre el agua (Mt 14:28-32; Lc 5:1, Mc 10:28; Mt 17:24).
* Pedro es el primero en reconocer y refutar la herejía, en Simón Magus (Hechos 8:14-24).
* Pedro, su nombre, es mencionado mas a menudo que todos los otros discípulos puestos juntos: 191 veces
(162 como Pedro o Simón Pedro, 23 como Simón y 6 como Cephas).
Juan es el que sigue en frecuencia con solo 48 presentaciones, y Pedro está presente un 50 por ciento de las veces que encontramos a Juan en la Biblia. El Arzobispo Fulton Sheen calculó que todos los otros discípulos juntos fueron mencionados 130 veces. Si esto es correcto, el nombre de Pedro es mencionado remarcablemente un 60 por ciento de las veces que cualquier discípulo fuera referido.
* Pedro en su proclamación en Pentecostés (Hechos 2:14-41) muestra una interpretación autoritaria de la Escritura, una decisión doctrinal y un grado disciplinario concerniente a los miembros de la "Casa de Israel" - un ejemplo de "atando y desatando."
* Pedro fué el primer "carismático," habiendo juzgado con autoridad el primer ejemplo del don de lenguas como genuino (Hechos 2:14-21).
* Pedro es el primero en predicar arrepentimiento Cristiano y el bautismo (Hechos 2:38).
* Pedro (presumiblemente) es a la cabeza del primer bautizo de masas realizado (Hechos 2:41).
* Pedro dirigió a los primeros Gentiles Cristianos para ser bautizados (Hechos 10:44-48).
* Pedro fue el primer misionero viajero, y el que primero ejerció lo que ahora se llamaría "visita de las iglesias" (Hechos 9:32-38,43). Pablo predicó en Damascus inmendiatamente después de su conversión (Hechos 9:20), pero no había viajado allí con ese propósito (Dios cambió sus planes). Sus jornadas misioneras comenzaron en Hechos 13:2.
* Pablo fué a Jerusalén específicamente a ver a Pedro por 15 días al comienzo de su ministerio (Gal 1:18), y fué comisionado por Pedro, Santiago y Juan (Gal 2:9) para predicarle a los Gentiles.
* Pedro actúa, por implicación poderosa, como el jefe obispo/pastor de la Iglesia (1 Ped 5:1), porque él exhorta a todos los otros obispos, o "mayores."
* Pedro interpreta profecías (2 Pet 1:16-21).
* Pedro corrige a aquellos que hacen mal uso de los escritos de Pablo (2 Pd 3:15-16).
* Pedro escribió su primera epístola desde Roma, como su obispo, y como obispo universal (papa) de la Iglesia primera, de acuerdo a la mayoría de los eruditos. "Babilonia" (1 Ped 5:13) es reconocida como código de Roma.



Por mucho que escribas, o copy & paste, no podrás probar la superioridad del apostolado de Pedro, sencillamente porque eso no existe entre los apóstoles. El que entre ustedes quiera ser el mayor……

Te repito, la función principal de Pedro y los apóstoles de la circuncisión, fue ser testigos del cumplimiento de las profecías que se hicieron de Cristo. En eso radica la importancia de su ministerio. Lo demás pasó sin penas ni gloria.

El único apostolado que trascendió fue el apostolado a los gentiles, del cual Pablo fue el heraldo. El apostolado de Pedro se esfumó cuando comenzó a desarrollarse el apostolado universal de Pablo. Pablo siendo el jefe de los pecadores y el más pequeño de todos los santos, es decir, sin la fanfarria de la primacía, llevó el evangelio de Cristo a lugares que Pedro ni sabía que existían.

A Pablo sin la fanfarria de la primacía, se le dio el evangelio revelado, y la tarea de explicar la obra de Cristo.

Sin las epístolas de Pablo, que contienen el evangelio revelado, no hubiera cristianismo, sino judaísmo mesiánico.

Repito, la iglesia romana universal escogió a Pedro como su papa, precisamente por sus escasas y rudimentarias enseñanzas. ¿No te has dado cuenta en estos dos mil años que las misas giran alrededor de Mateo, Marcos, Lucas y Juan? ¿No te has preguntado nunca, por qué tanta superficialidad?

El apostolado de Pedro es importante porque él fue uno de los testigos del cumplimiento de las profecías, por nada más. Pero ustedes lo han hecho más rollo que película. Mucho envase para tan poco contenido.
 
Re: El fundamento.....

Por mucho que escribas, o copy & paste, no podrás probar la superioridad del apostolado de Pedro, sencillamente porque eso no existe entre los apóstoles. El que entre ustedes quiera ser el mayor……

Te repito, la función principal de Pedro y los apóstoles de la circuncisión, fue ser testigos del cumplimiento de las profecías que se hicieron de Cristo. En eso radica la importancia de su ministerio. Lo demás pasó sin penas ni gloria.

El único apostolado que trascendió fue el apostolado a los gentiles, del cual Pablo fue el heraldo. El apostolado de Pedro se esfumó cuando comenzó a desarrollarse el apostolado universal de Pablo. Pablo siendo el jefe de los pecadores y el más pequeño de todos los santos, es decir, sin la fanfarria de la primacía, llevó el evangelio de Cristo a lugares que Pedro ni sabía que existían.

A Pablo sin la fanfarria de la primacía, se le dio el evangelio revelado, y la tarea de explicar la obra de Cristo.

Sin las epístolas de Pablo, que contienen el evangelio revelado, no hubiera cristianismo, sino judaísmo mesiánico.

Repito, la iglesia romana universal escogió a Pedro como su papa, precisamente por sus escasas y rudimentarias enseñanzas. ¿No te has dado cuenta en estos dos mil años que las misas giran alrededor de Mateo, Marcos, Lucas y Juan? ¿No te has preguntado nunca, por qué tanta superficialidad?

El apostolado de Pedro es importante porque él fue uno de los testigos del cumplimiento de las profecías, por nada más. Pero ustedes lo han hecho más rollo que película. Mucho envase para tan poco contenido.

Amigo solo existe un evangelio y para desesperacion suya..ekl mismo Pablo dice que en ese evangelio no ha circunciso ni insircunsisos..
Pablo se dedico a predicar a los insircunsiso el unico y mismo evangelio..Pedro predica a los circunsisos el mismo Unico evangelio..asi que no se que concluscion dices...Por que es claro , que al igual que el jesus Puertorriqueno eres paulino verdad??
 
Re: El fundamento.....

Amigo solo existe un evangelio y para desesperacion suya..ekl mismo Pablo dice que en ese evangelio no ha circunciso ni insircunsisos..
Pablo se dedico a predicar a los insircunsiso el unico y mismo evangelio..Pedro predica a los circunsisos el mismo Unico evangelio..asi que no se que concluscion dices...Por que es claro , que al igual que el jesus Puertorriqueno eres paulino verdad??


No saques las cosas fuera de su contexto, en Cristo, no hay gentil ni judío ni circuncisión ni incircuncisión; pero existieron dos apostolados para predicar a Cristo, uno a los de la circuncisión, que se les encomendó a Pedro y a los apóstoles de Jesús de Nazaret, y el apostolado a los gentiles, que se le encomendó a Pablo.

El centro de estos dos apostolados era Jesucristo, pero el contenido de la predicación de cada uno de ellos no era el mismo en muchos aspectos; esto es evidente, lee lo que escribió Pedro y lee lo que escribió Pablo. Pedro dejó por escrito lo único que conocía del evangelio: los rudimentos de la doctrina de Cristo; Pablo lo que recibió por revelación: El evangelio revelado y los misterios que antes estaban escondidos en Dios.

Pero el punto principal aquí, es que fue Pablo y no Pedro el enviado a los gentiles. Conociendo esto, La iglesia de roma escogió al apóstol de la circuncisión para que fuera su Papa, solamente por el tristemente célebre y oscuro pasaje Lucano de: sobre esta roca edificare mi iglesia.

Tienes razón al decir que solo hay un evangelio, el evangelio revelado; pero otros que quieren pervertir este evangelio, predican otro evangelio, un evangelio mezclado con judaísmo, y en el caso de ustedes también con paganismo y mitologías. Eso es evidente, es de dominio público; los únicos que no saben que están en otro evangelio son ustedes. El evangelio que se le encomendó al apóstol y maestro de la iglesia de Jesucristo, es el arquetipo del evangelio genuino.

6Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. 7No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. (Gal.1:6-9)


Yo no soy ni Petrino ni Paulino, me importan un bledo Pedro y Pablo. Yo soy una nueva criatura en Cristo, que es morada permanente del Espíritu Santo, y miembro del glorioso Cuerpo de Cristo. Me interesan las enseñanzas que el Señor nos dio (por escrito) mediante sus ministerios, teniendo como es de esperar, las enseñanzas del evangelio revelado como definitorias de la doctrina cristiana.