Estimada Madeline;… entiendo perfectamente lo tedioso y cansador que puede resultar leer largos escritos,… pero deseo explicarte lo que tu debes saber, de la mejor manera, de forma que pueda llenar tu necesidad;… por lo que te ruego, leas con atención.
Creo que es necesario que tengas claro lo que es y significa el bautismo, o “los” bautismos, para que también goces de los privilegios y bendiciones que cada uno de estos bautismos representa para el creyente.
Cuando digo “los” bautismos, me refiero a los tres bautismos que registra su Palabra: bautismo de Agua, Espíritu y Sangre, y que los tres son perfectamente UNO: “Una fe, UN BAUTISMO” (Ef.” 4:5) asimismo su Palabra dice: “Tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el Agua, y la Sangre: y estos tres concuerdan en uno” (1 Juan 5:8) ¿En que concuerdan estos tres bautismos?... concuerdan en que los tres se realizan sobre el hombre (tierra) los tres realizan una obra y se complementan el uno al otro, los tres son un bautismo, los tres se administran de la misma forma, y en que los tres son UNO perfectamente. Así como Dios es trino, como el ser humano es trino, el bautismo también es trino.
EL BAUTISMO DE AGUA, no quita pecados, por lo tanto, aunque es necesario vivirlo o recibirlo, éste bautismo solo nos lleva al siguiente, que es EL BAUTISMO DE SANGRE, quien es el único elemento (la Sangre de Jesús) que quita pecados (“sin derramamiento de sangre, no se hace remisión de pecados” Hebreos 9:22) Por lo tanto, EL BAUTISMO DE AGUA, es solo arrepentimiento y anhelo de alcanzar una buena conciencia delante de Dios (1Pedro 3:21) Y la buena conciencia que se pide o anhela a través del BAUTISMO DE AGUA, se recibe a través del BAUTISMO DE SANGRE.
De modo que tu entenderás que aunque es necesario bautizarse en agua, ello no quita pecados, y volver a bautizarse, será lo mismo que la primera vez, NO QUITA PECADOS.
Pero la SANGRE de Cristo SI QUITA PECADOS.
El bautismo de agua NO QUITA PECADOS, aunque es necesario y es parte de la obra y del plan de salvación que Dios realiza en el creyente. El que quita pecados es el bautismo de Sangre, al cual Jesús se refirió de ésta manera: “Empero de bautismo me es necesario ser bautizado: y ¡como me angustio hasta que sea cumplido!” (Lucas 12:50) Este es el bautismo de Sangre; el cual se cumple EN LA MUERTE de Jesús (Romanos cap. 6), donde el experimenta las más grandes angustias y derrama su Sangre en beneficio de toda la humanidad;... Jesús unió estos dos elementos como un bautismo, cuando dice su Palabra: “Empero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y luego salió SANGRE Y AGUA” (Juan 19:34)
¿Que pues debemos hacer;...una vez que Cristo nos limpió de pecados, a través de su Sangre bendita, y volvemos a caer en pecados (no voluntariamente), para limpiarnos? Allí es donde debemos recurrir a la Sangre de Cristo, ya no como bautismo, sino al oficio de la Sangre de Cristo que es limpiar de pecados.
Esto te lo explico así… Cuando Jesús quiso lavar los pies a sus discípulos, Pedro le dijo: “¿Señor, tu me lavas los pies?" (Juan 13:6) luego dice: “tu no me lavarás los pies jamás” (vers. 8) a los que Jesús respondió: “Si no te lavares los pies, no tendrás parte conmigo” (vers. 8) , antes le había dicho: “Lo que yo hago, tu no entiendes ahora, más lo entenderás después” (vers. 7) Ante esta aseveración de Jesús, Pedro respondió: “Señor, entonces no solo mis pies, más aún las manos y la cabeza” (vers. 9) Y aquí viene lo interesante estimada Madeline, … pero Jesús le respondió: “El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, más está todo limpio.” (vers. 10)
¿Cómo entendemos esto; que significa el lavado de pies? Pues te remito al Antiguo Testamento. Toda vez que el sacerdote debía entrar a ministrar ante la presencia de Dios, debía lavarse sus pies en una fuente de bronce; esto obviamente era una forma simbólica de que al entrar a la presencia de Dios, el sacerdote debía lavarse sus pies “contaminados” por el andar sobre esta tierra;… Jesús debía ser ofrecido en sacrificio, y dejaría a sus discípulos; por lo tanto, ellos debían “lavarse” porque ahora dependerían de si mismos y no de Jesús para allegarse a Dios, eran ellos los que comenzarían a relacionarse directamente con Dios y entrar al santuario celestial a gozar de la presencia de Dios, por eso es que Jesús le dijo: “si no te lavare, no tendrás parte conmigo”; es decir, de la misma forma en que el sacerdote si no se lavaba sus pies, no podía entrar al Santuario, tampoco sus discípulos, sino se lavaban sus pies.
Este acto de ser lavados por la sangre de Jesús, se realiza una sola vez (BAUTISMO DE SANGRE); Allí, el Señor nos perdona todo tipo de pecados cometidos en nuestra vida pasada, es decir, “borrón y cuenta nueva”; “cuenta nueva” digo, porque desde ahí en adelante, cada falta o pecado deberá ser tratado por Dios, y cada vez que hubiéremos pecado, ya sea por debilidad, por error, por flaqueza, o etc. etc. deberemos recurrir a la sangre de Jesús, previo sincero arrepentimiento; para lavarnos de toda suciedad o inmundicia de carne y espíritu, que hubiéremos adquirido en “nuestro caminar por el mundo”. O sea, cada vez que cometemos falta, antes de entrar a la presencia de Dios, o para que sea restaurada nuestra relación con Dios, rota a causa del pecado;...debemos invocar a la Sangre de Cristo, para limpieza de aquello que nos hubiere quitado la comunión con Dios.
Sin embargo, cuando Bautizados en el BAUTISMO DE SANGRE, obtenemos limpieza, de ahí en adelante comienza a actuar el BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO, quien nos mantiene en santidad y nos fortalece cada día para no caer en pecado y nos acompaña por siempre, mientras peregrinamos por este mundo.
Lo que quiero decir estimada hermana, es que después de haber sido lavada por la Sangre de Cristo, que es lo que quitó tu pecado, y vuelves a pecar (no voluntariamente) puedes recurrir a la Sangre de Cristo, y una vez limpia por su Sangre (lavado de pies) puedes “caminar” nuevamente en perfecta comunión con Dios. De allí entonces, la máxima de Jesús “si no te lavares los pies, no tendrás parte conmigo” esto es precisamente lo que acontece con toda persona que nunca ha experimentado limpieza de sus pecados a través del BAUTISMO DE SANGRE; si no ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, no puede tener comunión íntima con El a causa del pecado. Y cuando nosotros los creyentes, caemos en falta, igualmente debemos lavarnos nuestros pies, a través de su Sangre, para tener parte con él.
Ojalá esto te sirva, y deseo de todo corazón que lo hayas entendido.
Dios te bendiga