Creo en un solo Dios, Dador de la vida...
Creo en Su hijo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo...
Creo firmemente que este Jesús, el de la Biblia, siendo Dios, se hizo hombre y vivió enseñando el amor al prójimo y a los enemigos.
Creo que este Jesús, nacido de una mujer, murió cargando con las culpas de todos aquellos que se atrevieron a seguirle, porque CREYERON EN ÉL.
Creo también que Jesús, el de la Biblia, volverá por los Suyos, tanto los vivos como los que murieron el Él.
Y si no fuera por esta paz en mi conciencia, no creería que Él está vivo y que se acuerda con amor de aquellos que, a pesar de las mentiras y la infamia, todavía creen que hay bondad en este mundo.
Esto, señores, es para que sepan que no soy especial. Solo digo lo que sé de Dios, mi hermano mayor. Y si a ustedes no les gusta lo que creo, que no les guste.
--------------
Hay una sola doctrina que será desenmascarada:
La doctrina humana.
Cuando Dios venga a ejecutar juicio contra la humanidad, Él pagará a cada uno conforme a sus obras.
Cuando el Juicio haya terminado, no habrá más templos de piedra ni más estatuas inertes. No habrá más luna ni sol que guíe a los hombres, no habrás más estrellas en el cielo.
Cuando Dios sea Todo en todos, no habrá cabida para las mentiras ni el odio entre unos y otros.
El hombre ya no estará sujeto al vientre ni al aire, sino que un nuevo orden de las cosas regirá al Reino. Y eso va más allá de lo que tratemos de adivinar, imaginar o estudiar.
Y solo habrá Uno que reine como se debió hacer desde un principio. Entonces el angel asesino, aquel antiguo lucero que enfrentó a los hombres inyectando ideologías corruptas y absurdos partidismos religiosos, tendrá su merecido en un castigo que no se puede explicar con palabras.
¿De qué lado estaremos cuando llegue ese día?
Creo en Su hijo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo...
Creo firmemente que este Jesús, el de la Biblia, siendo Dios, se hizo hombre y vivió enseñando el amor al prójimo y a los enemigos.
Creo que este Jesús, nacido de una mujer, murió cargando con las culpas de todos aquellos que se atrevieron a seguirle, porque CREYERON EN ÉL.
Creo también que Jesús, el de la Biblia, volverá por los Suyos, tanto los vivos como los que murieron el Él.
Y si no fuera por esta paz en mi conciencia, no creería que Él está vivo y que se acuerda con amor de aquellos que, a pesar de las mentiras y la infamia, todavía creen que hay bondad en este mundo.
Esto, señores, es para que sepan que no soy especial. Solo digo lo que sé de Dios, mi hermano mayor. Y si a ustedes no les gusta lo que creo, que no les guste.
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Hay una sola doctrina que será desenmascarada:
La doctrina humana.
Cuando Dios venga a ejecutar juicio contra la humanidad, Él pagará a cada uno conforme a sus obras.
Cuando el Juicio haya terminado, no habrá más templos de piedra ni más estatuas inertes. No habrá más luna ni sol que guíe a los hombres, no habrás más estrellas en el cielo.
Cuando Dios sea Todo en todos, no habrá cabida para las mentiras ni el odio entre unos y otros.
El hombre ya no estará sujeto al vientre ni al aire, sino que un nuevo orden de las cosas regirá al Reino. Y eso va más allá de lo que tratemos de adivinar, imaginar o estudiar.
Y solo habrá Uno que reine como se debió hacer desde un principio. Entonces el angel asesino, aquel antiguo lucero que enfrentó a los hombres inyectando ideologías corruptas y absurdos partidismos religiosos, tendrá su merecido en un castigo que no se puede explicar con palabras.
¿De qué lado estaremos cuando llegue ese día?
