LAS IGLESIAS EVANGELICAS ANTE EL CONFLICTO EN CHIAPAS
Existe una simbiosis y mutua utilización entre el gobierno y los grupos evangélicos. Pareciera la existencia de un contubernio entre el PRI y las iglesias evangélicas, porque los grupos paramilitares que existen en Chiapas como Paz y Justicia, Chinchulines, los priístas armados de Chenalhó, etc., son de denominaciones religiosas no católicas como Adventistas del Séptimo Día, Bautista, Bíblica, Apostólica, Nacional Presbiteriana, la Luz del Mundo, Pentecosteses, etc. Muchos de ellos se han beneficiado del conflicto armado, porque están siendo utilizados por el gobierno para chocar contra bases de apoyo zapatistas, PRD, sociedad civil organizada, catequistas, etc. Hay algunas excepciones donde las bases son de denominaciones religiosas no católicas, es el caso del presidentes del Consejo Autónomo de Polhó.
El pastor evangélico Esdras Alonso lo explica mejor:
"Finalmente logramos entrar donde la Iglesia Católica no pudo entrar durante 500 años. El conflicto armado en Chiapas nos favoreció, puesto que vino a revolcarlo y debilitó los cacicazgos y la estructura priísta que hoy pierde el control de San Juan Chamula. Supimos aprovechar el conflicto". Reconoce que a partir de 1994 tuvieron que formar grupos armados llamados "Guardián de tu Hermano", "No nos quedó otra opción, Guardián de tu Hermano es una estructura de autodefensa, que opera en algunas zonas, no es general".
Esta guerra se ha traducido en el cierre de más de 35 templos católicos de la Diócesis de San Cristóbal y varios catequistas han sido asesinados en Tila, Sabanilla y Simojovel.
Buscan de alguna manera ser una fuerza social participativa y buscar cuotas de poder y presencia. Curiosamente, el conflicto armado les ha dado la puerta para entrar con más presencia en la opinión pública y con un discurso muy identificado con el oficial. Algunos como Arturo Farela, dirigente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (CONFRATERNICE) ha lanzado duras críticas a la CONAI y coinciden con el gobierno acusándola de parcial, por lo que piden intervenir y ser parte de ella.
También tienen como proyecto a futuro crear un partido político evangélico que les permita acceder al poder, porque dicen que el 40% de la población en Chiapas es evangélica. No hay que olvidar que sus organizaciones sociales y económicas han recibido muchos recursos y concesiones del gobierno, apoyos para supuestos proyectos de desarrollo, etc., e incluso espacios políticos dentro de las diputaciones priístas, como el caso de Samuel Sánchez Sánchez, líder del grupo paramilitar "Paz y Justicia"; y ahora pretenden consolidarse políticamente. Sin embargo, son estos líderes evangélicos los que acusan a la Diócesis de San Cristóbal de las Casas de intereses desestabilizadores, de intereses económicos y políticos y de apartarse de su verdadera labor evangelizadora.
En síntesis podemos decir que el conflicto religioso es el añadido a la ya delicada situación que se vive, ya que el gobierno, ganaderos y algunos pastores utilizan el conflicto religioso para enmascarar sus verdaderos intereses. Así se ha querido manejar la situación de la Zona Norte.
Hay casos donde los católicos que pertenecen a organizaciones campesinas consolidadas, buscan la expulsión de los evangélicos, como en el caso de Las Margaritas, Amatenango del Valle y Zinacantán.
Para los católicos tradicionalistas de Chamula, la afiliación al PRI y las prebendas gubernamentales les beneficia por el mayor control político de la región y el poder sobre las tierras; al mismo tiempo, todo evangélico amenaza el comercio del alcohol y otros intereses económicos. Por su lado, las marcas comerciales garantizan el control y consumo de ciertos productos (como la Coca Cola o Pepsi Cola para las fiestas; la Chrysler o WV para el transporte, etc.). El uso mutuo ha llevado incluso a pagar la factura de evitar que otros partidos de oposición entren a hacer campañas electorales previo a los comicios. Así, ambos grupos se benefician.
De igual modo, en la Zona Norte, la afiliación al partido oficial por parte de los evangélicos les beneficia en proyectos productivos, la violencia interna que ha generado miles de desplazados (que en todo el estado un 90% son católicos, escasos priístas y evangélicos) les deja manos libres para la ocupación de tierras, café, maíz y otros bienes. Por su lado, para el gobierno, estos grupos realizan la labor contrainsurgente contra el EZLN y sus bases de apoyo, así como contra los otros actores: CONAI, Ong’s, centros de derechos humanos, observadores, etc.
Grupos armados, Paz y Justicia y otros militantes priístas y evangélicos son responsables del cierre y destrucción de 32 templos de 9 municipios de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas (Huixtán, Ocosingo, San Andrés, Salto de Agua, Tila, Sabanilla, Tumbalá, Chanal y Chenalhó) y hostigamientos contra sacerdotes de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas.
La detención de dos líderes evangélicos chamulas en la Ciudad de San Cristóbal de las Casas, entre otros, el miércoles 8 de abril del presente año, Manuel Collazo y Domingo López Angel, líderes de la OPEACH y CRIACH, respectivamente, por medio de un operativo policiaco-militar donde participaron aproximadamente mil elementos y lograron la incautación de algunas armas, ha desatado denuncias de los mismos detenidos sobre el almacenamiento y distribución de armas por parte del propio presidente municipal de Chamula, sin que las autoridades hagan algo al respecto. Esto, como la situación en la Zona Norte (Tila, Tumbalá, Sabanilla y Salto de Agua), evidencia nuevamente la participación de las autoridades municipales de filiación priísta y algunos evangélicos en la distribución de armas y apoyo a grupos paramilitares. Además, el operativo referido hace constatar que los militares y policías, teniendo la capacidad de hacerlo, no han desarmado a los grupos paramilitares en Chenalhó y la Zona Norte. Cabe recordar que días antes de esta detención, la Policía Judicial incautó armas e grueso calibre, entre ellas lanzagranadas, a un grupo de chamulas entre ellos un miembro del ayuntamiento municipal, católico tradicionalista.
Entre 1997 y 1998, se han realizado 3 encuentros Ecuménicos entre las iglesias en Chiapas donde han concluido que no son las iglesias las promotoras del conflicto y que no tiene raíces religiosas. Por ello, hay que diferenciar entre la dirigencia, liderazgo y lineamientos pastorales de las iglesias con las posturas que los feligreses en coyunturas específicas y en regiones donde se puede hacer uso de ella para defender ciertos intereses. Sin embargo, también se dan oportunismos políticos de algunos líderes religiosos.
http://www.ciepac.org/archivo/analysis/evangelicos.htm